«¡Oh, dulce oráculo de Zeus!
A partir de entonces, quedó definitivamente instaurada la autoridad de Zeus y los olímpicos comenzaron a repartirse el poder.
Antes de que Sémele muriera, Zeus llegó a tiempo de arrancarle a su hijo Dioniso, y se lo cosió a la pierna hasta que hubo terminado todos los meses de gestación.
Apolo (Febo), venerado principalmente en los centros de Delfos y Delos, es el hijo de Zeus y Leto, y nació en la isla de Delos.
Ares es poco apreciado los dioses, pues es viole caracterizan todos los s guerra: armadura, casco ductor y tiene distintos hi mortales, tan sanguinario Apolo es hijo de Zeus y hermano gemelo de la diosa Ártemis.
Ayudó a Zeus en el nacimiento de Atenea.
Capitel corintio del templo de Zeus Olímpico, en Atenas.
Cometió, además, otros robos: el carcaj a Eros, la espada a Ares, el tridente Poseidón, el cinturón a Afrodita y el cetro a Zeus.
Cronos se comía a sus hijos en cuanto nacían, y solo Zeus, gracias a su gran astucia, pudo escapar y derrotar a su padre.
Cuando llegaban a la estatua de Zeus, se arrodillaban y juraban que lucharían lealmente.
Cuando se hizo mayor, Zeus dio a beber a Crono un líquido que hizo que vomitara a sus hijos.
Cuando su último hijo, Zeus, estaba a punto de nacer, Rea huyó secretamente hacia Creta y tuvo al niño allí.
Desde los orígenes, nuestra especie ha intentado explicar las causas de los fenómenos de su entorno y a me-nudo les ha dado una explicación basada en la acción de fuerzas sobrena-turales (por ejemplo, «los rayos son obra de Zeus») o en razonamientos de apariencia lógica pero sin confirmación experimental («los objetos pesados caen más rápido que los ligeros»).
Después de haber luchado contra Cronos y, a continuación, contra los gigantes, compartió el reino de su padre con sus hermanos: Zeus recibió el cielo; Deméter, la tierra; Poseidón, los océanos; y Hades, los infiernos.
Dioniso (Baco) es hijo de Zeus y de Sémele.
El primer día se sacrificaban bueyes en el templo de Zeus.
En vano te desharás en llantos y gemidos, pues el pecho de Zeus es inflexible.
Entonces envolvió en trapos una piedra y la presentó a Crono, que la engulló creyendo que era Zeus.
Entonces Zeus formó un tribunal para decidir cuál de los dos poseería el Ática y el dictamen fue favorable a Atenea, que desde entonces se convirtió en la protectora de la ciudad.
Entre los ejemplos más representativos encontramos el templo de Zeus Olímpico, al pie de la Acrópolis; el altar de Zeus en Pérgamo, y el teatro de Epidauro.
Es celosa, violenta y vengativa, y ataca a las mujeres de las que Zeus se enamora o, incluso, a los hijos que nacen de esas uniones.
Es un semidiós, hijo de Zeus y de una mortal.
Es hijo de Zeus y de Hera, quienes, según Homero, lo detestaban.
Es la versión más conocida sobre la llegada de Zeus y de los olímpicos al poder, y la que ha seguido la tradición posterior.
Este asesinato lo había cometido bajo los efectos de la locura que le había enviado Hera, porque Zeus lo había concebido en un acto de infidelidad.
Fue castigado a llevar el cielo y la tierra sobre sus hombros, al ser derrotado por Zeus en la Titanomaquia.
Hera (Juno) es la esposa legítima de Zeus y la protectora de las mujeres casadas.
Hera es la mujer de Zeus y, por lo tanto, es la reina de todos los dioses.
Hermano de Zeus, Poseidón vive en un palacio en el fondo de los océanos.
Hermes (Mercurio) era hijo de Zeus y de Maya.
La escuela de Pérgamo, con el Galo moribundo y los relieves del altar de Zeus, en Pérgamo.
La Teogonía trata de la sucesión de las tres deidades que han gobernado el mundo: Úrano, Crono y Zeus.
Las ceremonias finalizaban con un sacrificio a Zeus.
Las musas eran hijas de Zeus y Mnemosine.
Los episodios del combate entre Zeus y Tifón se extendieron por el mundo entero hasta que Zeus, con la ayuda del trueno y del relámpago, fulminó a su adversario en el volcán Etna, en Sicilia.
Los dio a Zeus para que escogiera y Zeus tomó el segundo montón, que parecía el mejor.
Los dioses paganos En la Odisea (XX), Filetio, el pastor, reza así al dios: «No hay deidad más funesta que tú, padre Zeus, que no tienes compasión de los hombres: después de engendrarlos tú mismo, en desgracias los sumas y en penas crueles.
Los dioses que luchaban al lado de Zeus, llamados olímpicos, vencieron, y Crono y los Titanes fueron lanzados al Tártaro.
Los juegos se clausuraban con la procesión y la coronación de los vencedores en el templo de Zeus, y a continuación tenían lugar los banquetes de celebración.
Nunca al amanecer libes rojizo vino a Zeus con las manos sin lavar, ni a los demás Inmortales; pues no te escucharán y volviendo la cara escupirán sobre tus oraciones.
Para evitar tan terrible destino, Acrisio encerró a Dánae en una torre, pero a pesar de ello Zeus la poseyó bajo la forma de una lluvia de oro y Dánae tuvo un hijo, Perseo.
Pero cuando oíamos que decíais abiertamente por las calles: «¡En este país no hay ningún hombre!», y cuando el otro respondía: «¡No, ninguno hay, por Zeus!», después de esto, nosotras, las mujeres reunidas en asamblea, hemos tomado el acuerdo de salvar, todas nosotras e inmediatamente, a Grecia.
Protege el matrimonio y la familia, pero a menudo se producen disputas en su casa, a causa de las infidelidades de Zeus.
Según el mito, Prometeo, en su afán de beneficiar a los hombres, había robado el fuego a los dioses y había engañado a Zeus.
Sémele pidió a Zeus que se le mostrara en todo su esplendor.
Siente celos por los numerosos hijos que Zeus tiene con mujeres mortales, y pasa mucho tiempo persiguiéndolas.
Tal como Zeus había previsto, Pandora no pudo contener su curiosidad, destapó la caja y todos los males se extendieron entre los hombres.
También hizo instrumentos como el cetro y la égida de Zeus, el tridente de Poseidón, las flechas de Apolo y Ártemis y el carro alado de Helios.
Templo de Zeus, en el ágora.
Un día en que Europa, hija del rey fenicio Agenor, jugaba en la playa con sus compañeras, se le acercó Zeus transformado en un toro blanco.
Una versión dice que lo hizo su madre porque era muy feo; otra asegura que lo hizo Zeus para defender a su madre en una disputa conyugal.
Y recuerda: excepto Zeus, nadie en el mundo es libre».
Zeus decidió enviar a Hermes a los Infiernos a buscar a Perséfone, pero esta ya no podía salir de ellos porque había probado la granada, el manjar de los muertos.
Zeus, el rey de las divinidades griegas, es hijo de Cronos, dios del tiempo, y de Gea, diosa de la naturaleza y de la tierra.
Zeus (Júpiter) es el dios soberano del Olimpo: «padre de los dioses y de los hombres».
Zeus está casado con su hermana Hera, pero la mitología le atribuye muchas otras uniones: Leda, Alcmena, Dánae, Europa, Ganímedes, Ío.
Zeus las invitó al Olimpo, prometiéndoles todo tipo de honores y pidiéndoles que hicieran que la tierra fuera fructífera de nuevo.
Zeus le ordenó que se los devolviera, pero Apolo se los dio a cambio de una lira que Hermes acababa de fabricar con la coraza de una tortuga y los intestinos de un buey.
Zeus ordenó a Hermes que las guiara hasta el monte Ida delante de Paris: Hera, si resultaba elegida entre las tres, ofreció a Paris el reino sobre todos los hombres; Atenea, la victoria en la guerra; Afrodita, el matrimonio con Helena.
Zeus por el arjé en los siguientes versos del dramaturgo griego Esquilo de esta sustitución, el paso del mito al logos: está más allá de ellas.
Zeus sabía que ningún mortal podía soportar el estallido de su divinidad, pero obedeció la voluntad de Sémele, quien efectivamente murió fulminada.
Zeus se la llevó consigo hasta Creta, donde la poseyó.
Zeus, instigado por Atenea, decidió hacer regresar a Ulises a casa y envió a Hermes para que se lo anunciara a Calipso.
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