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230 oraciones y frases con voluntad

Las oraciones con voluntad que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar voluntad en una frase. Se trata de ejemplos con voluntad gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar voluntad en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • «En efecto; cada individuo puede, como hombre, tener una voluntad particular opuesta o diferente de la voluntad general que tiene como ciudadano.

  • «La primera y más importante consecuencia de los principios establecidos, es la de que la voluntad general puede únicamente dirigir las fuerzas del Estado de acuerdo con los fines de su institución, que es el bien común; pues si la oposición de los intereses particulares ha hecho necesario el establecimiento de sociedades, la conformidad de esos mismos intereses es lo que ha hecho posible su existencia.

  • A causa de una tempestad llegó al país de los lotófagos, donde los habitantes se alimentaban de un fruto que aniquilaba la voluntad.

  • Abrir el corazón a la gracia La respuesta de María al ángel Gabriel no tiene que ver con «lo que me dejan o no me dejan hacer», sino con el asentimiento libre —activo— a la voluntad de Dios.

  • Además, la voluntad necesita, para actuar, una serie de cualidades que le faciliten su actividad: son los hábitos morales.

  • Además, cuando la voluntad acepta con reiteración estas inclinaciones, se generan en ella hábitos.

  • Además, la Asamblea General [...] recomienda que si dentro de un plazo razonable no se establece en España un gobierno cuya autoridad proceda de sus gobernados y que se comprometa a respetar la libertad de expresión, religión y de reunión, y a celebrar cuanto antes elecciones en las que el pueblo español pueda expresar su voluntad, libre de coacción y de intimidación y de coacción de partido, el Consejo de Seguridad estudie las medidas para remediar tal situación.

  • Además, la soberanía no es divisible, ya que no se puede dividir la voluntad general.

  • Al fi nal de su estudio de las pasiones, Hume expuso los resultados de su investigación sobre la voluntad y la libertad: La voluntad no es una facultad, sino un modo de la pasión deseo.

  • Al igual que hicieron Hobbes, Locke y Rousseau, Kant abogó por la teoría del pacto social, al que denominó contrato originario, fruto de la voluntad general.

  • Al margen de otras lecturas que se pudieran hacer de esta obra, lo interesante de este y otros «readymade» es su planteamiento nuevo y radical sobre el concepto del arte: para crear una obra de arte ya no era necesario ni siquiera producirla, bastaba con la voluntad del artista para convertir en arte incluso un urinario prefabricado; al mismo tiempo, el arte se ponía al alcance de todos y desaparecía la actitud pasiva del espectador hacia la obra acabada, pues cualquiera podía transformar o completar una obra ya existente por medio de una nueva mirada o una diferente utilización.

  • Al ser acciones del cuerpo, parece que las pasiones del alma podrían determinar nuestra conducta según las leyes mecánicas de la naturaleza; sin embargo, Descartes a fi rmó que la voluntad libre puede influir en nuestro obrar controlando las pasiones, haciendo que sintamos de un modo y actuemos de otro.

  • Aparecieron los grandes temas y propuestas de su pensamiento: la transmutación de los valores, la muerte de Dios, la voluntad de poder, el superhombre y el eterno retorno.

  • Así como la voluntad general siempre es justa y recta, puesto que incluye a todas las voluntades individuales, la voluntad de todos no siempre lo es, ya que solo corresponde a algunos individuos.

  • Así pues, el único criterio que nos queda para juzgar la moralidad de una acción es la voluntad divina, que da origen a la ley moral.

  • Así, por ejemplo, se podría a fi rmar que Pedro poseía una buena voluntad al lanzarse al agua para salvar a otra persona, porque ese era su deber, aunque esa persona se ahogara; sin embargo, Juan no tuvo una voluntad digna de elogio porque se lanzó al agua para ganar la estimación de los demás y no por el deber de salvar a una persona, aunque lograse evitar que se ahogara.

  • Así, el entendimiento se ha de identi fi car con el alma intelectiva que entiende y la voluntad, con el alma intelectiva que quiere.

  • Así, el ser humano está sometido en su cuerpo a causas e fi cientes y necesarias, pero en lo relativo a su alma, interviene otro tipo de causalidad, que es la libertad con la que actúa su voluntad.

  • Así, la voluntad podrá dirigirse a los primeros y dejar de lado los segundos, que en realidad son males.

  • Así, se puede leer en el Contrato social: «Para que el pacto social no sea una fórmula vacía, contiene este compromiso tácito, que solo puede dar fuerza a los demás, y que consiste en que quien se niegue a obedecer la voluntad general será obligado por todo el cuerpo: lo que signi fi ca que se le obligará a ser libre» (I, cap.

  • Así, toda acción humana supone, por parte del intelecto, un acto de deliberación sobre los medios más convenientes para alcanzar aquel bien y, tras este, el acto de elección, donde ha de intervenir activamente el apetito racional o voluntad.

  • Aunque carezcamos de claridad y distinción, hemos de seguir con fi rmeza lo que dicta nuestra voluntad, que siempre quiere lo mejor y del mejor modo posible.

  • Categórico: remite al imperativo que determina a la voluntad absoluta e incondicionadamente.

  • Ciertamente, podría no someterse, pero en ese caso estaría obligado a identi fi car su voluntad con la voluntad general, surgiendo así la paradoja de que quien libremente disintiera de la voluntad general, sería forzado a obedecerla, es decir, a ser libre.

  • Conciencia: voluntad instruida por la razón, que juzga de manera infalible sobre lo que es bueno o malo moralmente.

  • Cuando hablaba de razón práctica, Kant se refería, no solo a la conciencia moral, sino también a la voluntad, que es la facultad que todo ser racional posee para proponerse leyes (morales) a sí mismo y para actuar.

  • De forma semejante al ideal estoico, considera que lo que perfecciona al ser humano no es lo que le sucede, sino su actuar libre y el modo en que afronta lo que su voluntad no puede cambiar.

  • De acuerdo con Hume, a fi rmó que este pacto no es un hecho histórico; se trata más bien de una idea de la razón que tiene como fi nalidad que el legislador promulgue leyes como si estas emanaran de la voluntad de todo el pueblo.

  • De ahí que el progreso y el bien común solo se puedan garantizar bajo la tutela de la voluntad general, mientras que sin ella desaparecen.

  • De ahí la importancia de que esta moral pública esté fundamentada, no en la mera voluntad de los seres humanos, sino en la naturaleza humana y en Dios, su Creador.

  • De esta forma, el ser humano se convierte en dueño de sí, porque obedece a la ley que se prescribe a sí mismo mediante su voluntad o razón práctica.

  • De hecho, parece El mundo como voluntad y representación.

  • Deber: necesidad de una acción por respeto a la ley; determina a la voluntad a actuar moralmente.

  • Deísmo: doctrina que contempla a Dios como un ser superior, con una voluntad libre y omnipotente, que ha creado el mundo pero no es providente, porque se despreocupa de él.

  • Determinan la voluntad como medios o condiciones para conseguir un fi n diferente del imperativo mismo.

  • Determinismo: postura que niega la liber comportamiento tiene su origen en unos factores que no dependen de su voluntad.

  • Determinismos psicológicos Según esta concepción, dado que la voluntad está orientada al bien, ella siempre escogerá la alternativa que el entendimiento le presente como mejor: la voluntad está, por tanto, determinada por la razón.

  • Determinó que la esencia del contrato social consiste en que «cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general, y nosotros recibimos además a cada miembro como parte indivisible del todo» ( Contrato social I, cap.

  • El Estatuto Real no era propiamente una Constitución, sino una carta otorgada, pues se trataba de una concesión regia en un acto de soberana voluntad.

  • El caciquismo y el fraude electoral Aunque la verdadera opinión del cuerpo electoral no importaba en absoluto, la farsa, para ser aceptable, debía parecer legitimada por la supuesta voluntad nacional, expresada a través del sufragio.

  • El criterio para saber si una voluntad es buena solo se encuentra en el deber ser, en lo que debería suceder.

  • El divorcio era una práctica muy frecuente, ya fuera de mutuo acuerdo (divorcio propiamente dicho) o por la voluntad de cualquiera de los dos cónyuges (repudio).

  • El énfasis de san Agustín sobre el carácter voluntario y libre de la acción humana será trascendental en el debate ético, de tal modo que se llegará a extremar la contraposición entre voluntad y razón.

  • El Estado, pues, no procede de la naturaleza humana, sino de la exclusiva voluntad de los individuos, que se asocian formando una unidad arti fi cial.

  • El Estatuto de Gernika representa la expresión de la voluntad mayoritaria de los ciudadanos del País Vasco y constituye, en consecuencia, la norma institucional básica de que se ha dotado para acceder a su autogobierno, por lo que su asunción o acatamiento es una condición necesaria para alcanzar su definitiva normalización y pacificación.

  • El fi lósofo inglés pensó que la ley moral solo se puede conocer por la fe, ya que depende absolutamente de la voluntad divina.

  • El fi lósofo, por tanto, ha de querer construir un pensamiento sistemático, es decir, ha de poseer voluntad de sistema.

  • El fundamentalismo religioso El fundamentalismo religioso es la voluntad de imponer la propia religión a los demás a través de los medios que sea.

  • El hombre realiza actos buenos si su voluntad libre obedece lo que manda o prohíbe la voluntad de Dios; en caso contrario, sus actos serán malos.

  • El matrimonio se negociaba al margen de la voluntad de la novia y la supeditación de la mujer al marido era absoluta.

  • El mundo como voluntad y representación, recurrió a la distinción entre noúmeno y fenómeno de Kant, aunque la reinterpretó.

  • El mundo real, que es el ámbito de la voluntad.

  • El objeto de la intuición intelectual es, por lo tanto, la realidad singular y concreta —tanto sensible como inteligible—. Así, esta intuición permite emitir a fi rmaciones del tipo «Juan existe» o «esta piedra existe», y también proferir juicios sobre actos internos, como «hay un entendimiento» y «hay una voluntad».

  • El pecado es un desorden en la voluntad de la criatura humana, que antepone libremente bienes inferiores a aquellos que son más elevados.

  • El pensador ginebrino sostuvo, por otra parte, que la soberanía no es transferible, pues pertenece a la voluntad general en exclusiva, de tal forma que esta no se puede ceder a otros.

  • El primer postulado es la libertad de la voluntad, pues la voluntad solo se puede cali fi car como buena o mala si no está sujeta a la necesidad del mundo fenoménico.

  • El ser humano constituye «un ser que trabaja», es decir, se ve impelido a transformar la realidad gracias a su inteligencia y a su voluntad.

  • El soberano ostenta el poder legislativo, que solo pertenece al pueblo en su conjunto, y expresa la voluntad general mediante leyes generales.

  • El superhombre es el ser libre y fuerte que ama la vida y crea los valores a partir de su voluntad.

  • El único deber que, según Kant, mueve a la voluntad sin condición alguna sería el imperativo categórico: «obra de tal modo que puedas querer que la máxima de tu actuación se convierta en norma de conducta universal».

  • En Atenas, como ya hemos visto, el matrimonio se negociaba al margen de la voluntad de la novia y la supeditación de la mujer al marido era absoluta.

  • En cambio, si fuese veraz porque es lo que debe hacer, sin un interés egoísta, entonces su voluntad estaría movida solo por el deber; por tanto, sería buena moralmente y merecedora de alabanza.

  • En consecuencia, una voluntad será buena si procura cumplir con el deber y mala si hace lo contrario.

  • En cualquier caso, independientemente de la vaguedad del concepto, las ideas rousseaunianas sobre la voluntad general resultan muy difíciles de llevar a la práctica, puesto que presuponen una democracia directa.

  • En cualquier caso, ni la composición ni las funciones de estas primitivas Cortes estamentales son equiparables a las de las actuales Cortes o Parlamentos constitucionales : no eran representativas de la voluntad general de la población, no tenían poder legislativo y no disponían de instrumentos legales para controlar el poder del monarca.

  • En cuanto a la existencia de Dios, señaló que el hombre virtuoso debe ser digno de ser feliz, pero no tiene los medios para conseguir la unión de moralidad y felicidad, porque la felicidad depende de causas ajenas a su voluntad.

  • En efecto, cada individuo puede tener, en cuanto hombre, una voluntad particular opuesta o discordante con la voluntad general que posee como ciudadano.

  • En esos casos no teníamos verdadera certeza, porque lo que nos movía a dar nuestro asentimiento era nuestra voluntad y no un fundamento objetivo.

  • En esta línea, Duns Scoto fundó los preceptos morales en la voluntad libre de Dios y no en la razón divina.

  • En este caso, la voluntad que cumple con su deber se determina a obrar sin ningún otro motivo que el deber mismo, desinteresadamente, sin tener en cuenta las consecuencias positivas o negativas que este cumplimiento puede traer consigo.

  • En este sentido, prestó particular atención a las ideas de Rousseau sobre el modo de hacer compatible la libertad de los individuos con la obediencia a las leyes emanadas de la voluntad general.

  • En ética, los sentimientos, las emociones, los estados anímicos, los afectos… reciben el nombre de pasiones (del latín passio, ‘sufrir’, ‘padecer’), para subrayar su carácter sensible, y su influencia sobre la razón y la voluntad.

  • En fin, todo tomaban y daban de aquello que tenían de buena voluntad, más me pa reció que era gente muy pobre de todo.

  • En la actualidad, todavía existen sistemas autoritarios en los cuales sólo algunos deciden por todos e imponen su voluntad.

  • En la forma de gobierno despótica, los poderes legislativo y ejecutivo están unidos, de manera que la voluntad pública se reduce a la voluntad individual del gobernante.

  • En las sociedades marxistas, el partido y su líder se presentan como la encarnación de la voluntad general.

  • En realidad, el superhombre y la voluntad de poder se podrían interpretar como sustitutos de Dios.

  • Es auténtica libertad moral, por encima de la natural, porque con ella el hombre solo obedece los mandatos de la voluntad general, que es la ley que se dicta a sí mismo.

  • Es decir, trata de aquellos actos en cuyo desarrollo participa lo más específico de la naturaleza humana: la inteligencia y la voluntad libre.

  • Es el caso, sobre todo, de su doctrina de la voluntad general, su aportación más original.

  • Es un hábito voluntario, puesto que conlleva deliberación y elección, es decir, requiere la intervención del intelecto y la voluntad.

  • Esta no engloba todas las voluntades, sino las de una mayoría que pretende sustituir a la voluntad general y persigue solamente intereses privados.

  • Esta postura socrática se ha llamado intelectualismo moral y supone un cierto determinismo, ya que es tanta la fuerza que se le supone al bien que, cuando se lo conoce, la voluntad se ve impelida a ponerlo en práctica.

  • Establecen la voluntad sin condición alguna, porque la obligación querida es un fi n en sí misma.

  • Este modo de obrar es el único que hace a la voluntad moralmente buena, es decir, meritoria y digna de alabanza.

  • Este reparto de funciones se justi fi caba en los textos medievales como plasmación en este mundo de la voluntad divina de armonía social.

  • Este tipo de conciencia se presenta siempre unida al hecho de que hay unas condiciones que no se sujetan a nuestra voluntad.

  • Esto es así porque la voluntad individual y la voluntad social no pueden ir por separado, de modo que no es posible que la libertad individual y la libertad civil di fi eran.

  • Esto explica la relativa facilidad con que fueron reprimidos en cuanto desde el poder hubo una verdadera voluntad de hacerlo.

  • Estos dos enunciados, por sí solos, implican ya una concepción política radicalmente distinta de la que había inspirado al régimen franquista; tan distinta como la sustitución de un régimen dictatorial y personalista por otro democrático y representativo de la voluntad popular.

  • Frente a estas dos corrientes, el Aquinate consideró, con una visión que todavía perdura, que el ser humano posee una inteligencia individual y una voluntad libre que lo hacen responsable en la búsqueda de la verdad sobre Dios y sobre sí mismo, y en la orientación de su conducta.

  • Fue un arte destinado a las masas con el fin de captar la voluntad del pueblo a favor de los poderosos y evitar que su malestar se manifestara en protesta o rebelión.

  • Hollada la ley fundamental; [...] corrompido el sufragio por la amenaza de soborno; dependiente la seguridad individual, no del derecho propio, sino de la irresponsable voluntad de cualquiera de las autoridades; [...] pasto la Administración y la Hacienda de la inmoralidad y del agio; tiranizada la enseñanza; muda la prensa; y solo interrumpido el universal silencio por las frecuentes noticias de las nuevas fortunas improvisadas, del nuevo negocio, [...

  • Hubo que recurrir, por tanto, al estado civil, en el que apareció una voluntad general, como legislador supremo, que uni fi có las voluntades particulares bajo una constitución aplicada con carácter público y coactivo.

  • Imperativo: formulación de un mandato en cuanto que constriñe la voluntad para hacerla buena.

  • Junto a la ley, el profesor prusiano se re fi rió también a otro tipo de juicio práctico, la máxima, que de fi nió como un principio práctico subjetivo y contingente, que mueve a la voluntad a obrar con una obligación que solo es válida para un sujeto particular en un momento preciso.

  • Kant de fi nió el deber como «la necesidad de una acción por respeto a la ley», entendiendo por necesidad una determinación o disposición que hace actuar a la voluntad, y por respeto, un sentimiento de sumisión u obediencia a la ley que surge espontáneamente de la razón.

  • Kant rechazó el derecho de rebelión del pueblo contra el soberano, porque el pacto social no es un acuerdo entre individuos libres que se pueda retirar, sino una idea de la razón que hace que el soberano legisle de acuerdo con la voluntad general; pero el soberano, ante el súbdito, solo tiene derechos y ningún deber que lo limite.

  • La voluntad de poder es la voluntad de afirmación de la vida.

  • La voluntad cumple con su deber, pero se determina a obrar no por el deber mismo, sino porque su acatamiento reporta algún bene fi cio a quien así obra, como puede ser dinero, placer o incluso la felicidad.

  • La bondad o malicia de la voluntad reside, ante todo, en su adhesión al deber de hacer s e el bien, aun cuando no sea posible alcanzar los efectos deseados.

  • La certeza moral ya no requiere la evidencia exigida para la certeza del conocimiento teórico, pues no se funda en la inteligencia, sino en la decisión libre de la voluntad.

  • La conciencia es la voluntad instruida por la razón, que se convierte en juez infalible sobre el bien y el mal, convirtiéndose, así, según el pensador ginebrino, en el criterio moral por excelencia.

  • La fe es el acto del entendimiento que asiente a la verdad por decisión de la voluntad.

  • La fe implica un asentimiento firme y seguro a lo juzgado (lo que asemeja la fe a la certeza), pero no es el objeto el que mueve a la inteligencia a asentir, sino la voluntad, movida, a su vez, por la au-toridad de otra persona.

  • La fe se puede definir como el acto del entendimiento que asiente a la verdad por decisión de la voluntad.

  • La importancia de una ciencia no radica, entonces, en que ayude a conocer la realidad, sino en que contribuye a asegurarnos el dominio de nuestra voluntad sobre todo lo que nos rodea, sean cosas o personas.

  • La inteligencia y la voluntad son cualidades espirituales que lo distinguen del resto de los animales.

  • La libertad cooperadora Muchas veces, el ser humano se ve afectado por vivencias que no dependen de su voluntad.

  • La libertad solo se puede admitir si se entiende como posesión de una voluntad fuerte e independiente de toda restricción moral.

  • La libertad y la voluntad .

  • La palabra templo originariamente designaba la parte imaginaria del cielo que los augures, un tipo de sacerdotes, delimitaban con un bastón para observar el vuelo de los pájaros e interpretar, en función de cómo volaban, la voluntad de los dioses.

  • La Pitia respondía «sí» o «no», según la voluntad del dios que se expresaba a través de ella.

  • La solución adoptada, inspirada en las ideas de Ockham y conocida como deísmo, consideraba a Dios como un ser superior, con una voluntad libre y omnipotente.

  • La voluntad crea valores mudables.

  • La voluntad de poder es el […] básico del ser humano, que del universo.

  • La voluntad de poder, por lo tanto, no es para él una realidad que trasciende las cosas, lo cual sería volver de nuevo a la metafísica que ya había descartado, sino una explicación de la realidad y de su continuo devenir. y energías que existen en el universo en constante fl ujo y cambio.

  • La voluntad de todos no es criterio para juzgar sobre la justicia social, por no incluir todas las voluntades de los ciudadanos.

  • La voluntad del führer o caudillo alemán se identificaba con la voluntad del pueblo: el Estado y el führer eran una y la misma cosa.

  • La voluntad divina, que se identi fi ca con el principio de razón su fi ciente, eligió la más conveniente entre las in fi nitas esencias posibles.

  • La voluntad general juzga infaliblemente sobre lo que es justo o injusto para el colectivo social.

  • La voluntad general Ya se ha mencionado que, para Rousseau, el pacto social genera una voluntad general a la que se deben supeditar las voluntades particulares.

  • La voluntad humana está sometida por el destino y, en consecuencia, las acciones humanas voluntarias son, en realidad, pura apariencia.

  • La voluntad humana no dispone de un criterio objetivo que la oriente sobre qué acción, de entre todas las posibles, es la mejor.

  • La voluntad libre es el motor de nuestras acciones y de ella depende su bondad o maldad, en la medida en que acepta o rechaza la ley divina.

  • La voluntad libre no se somete necesariamente a la razón ni quiere necesariamente el fin último o felicidad.

  • La voluntad se sujeta a normas estables.

  • La voluntad, para irracional, colectiva e incesante que expresa el deseo de vivir.

  • La voluntad, por tanto, no se hace buena cuando queda determinada a la acción por la experiencia, sino cuando se mueve a actuar desde dentro de sí misma a priori.

  • La voluntad, que, en contraste con el entendimiento, no tiene en sí misma ningún límite, porque puede aceptar o no las ideas y juzgar las cosas con completa libertad.

  • Las Cortes generales y extraordinarias de la nación española, congregadas en la real Isla de León, conformes en todo con la voluntad general, pronunciada del modo más enérgico y patente, reconocen, proclaman y juran de nuevo por su único y legítimo rey al señor D. Fernando VII de Borbón; y declaran nula, de ningún valor ni efecto la cesión de la Corona que se dice hecha en favor dc Napoleón, no solo por la violencia que intervino en aquellos actos injustos e ilegales, sino principalmente por faltarles el consentimiento de la nación.

  • Las decisiones de impulsar la investigación científica en un sentido u otro se rigen, en primer lugar, por la voluntad de progreso en salud y bienestar.

  • Las funciones intelectivas se realizan a través del entendimiento y la voluntad.

  • Las virtudes morales son las que mueven al ser humano a la excelencia en relación con las inclinaciones de los apetitos sensibles y del apetito racional o voluntad.

  • Lee este texto de Plutarco, observa las imágenes y explica cómo se refleja esta voluntad.

  • Ley eterna: concepto que introdujo Agustín de Hipona, que lo define como «la razón divina o voluntad de Dios que manda conservar el orden natural y prohíbe quebrantarlo».

  • Libertad civil: libertad del ser humano en estado social, cuya única limitación es la voluntad general, que es expresión de la voluntad real de cada individuo.

  • Libertad: capacidad de juzgar y decidir sobre los propios actos, gracias al ejercicio de la inteligencia y de la voluntad.

  • Lo principal es estar convencido de que realmente quieres dejar de fumar, la fuerza de voluntad es la mejor aliada.

  • Lo que la virtud aporta a la voluntad no es algo meramente sobreañadido, sino una auténtica perfección.

  • Lo que mueve a la inteligencia a asentir al juicio es la voluntad.

  • Los descubrimientos científicos del siglo pasado relacionados con la biología y, en particular, con la genética están permitiendo un desarrollo de las técnicas aplicadas como la producción de transgénicos, la fecundación in vitro, la terapia génica, la clonación, etc. Los avances tecnológicos actuales permiten manipular al ser humano desde su concepción y modificar casi a voluntad las características naturales de los microorganismos, los animales y las plantas.

  • Los actos humanos son los que se realizan con inteligencia y voluntad (por ejemplo, leer un libro o salir pasear); frente a estos, los actos del hombre no dependen de su libertad (como la digestión).

  • Los actos humanos y el fin último El Aquinate señaló que la criatura racional, a diferencia de los seres inanimados e irracionales, es capaz de encaminarse libremente hacia su fi n. Gracias a sus facultades intelectuales (inteligencia y voluntad), el hombre goza de libertad, esto es, es dueño de sus actos.

  • Los demás miembros del Estado son súbditos y deben obedecer ciegamente la voluntad del soberano.

  • Los so fi stas habían a fi rmado que no existe un criterio moral absoluto, sino que todo es relativo en cuestiones éticas y políticas, de forma que el bien y el mal dependen de la variable voluntad de los hombres.

  • Luego todo lo que se ofrezca bajo razón de bien podrá ser término de la inclinación de la voluntad, sin que intervenga determinante natural alguno contrario que lo prohíba.

  • Mientras que la libertad natural está limitada únicamente por las fuerzas físicas de cada individuo, la libertad civil solo queda limitada por la voluntad general, que es expresión de la voluntad real de cada individuo.

  • Mientras que la voluntad goza de libertad, el entendimiento es movido forzosamente por su objeto; por ello, la voluntad es superior al entendimiento.

  • Muchos maridos consideran a sus esposas como posesiones personales, que siempre tienen que obedecer su voluntad, y consideran normal el recurso a la violencia.

  • No obstante, siempre se le pregunta a la familia para conocer la voluntad del fallecido.

  • Olivares, por su parte, tenía una gran inteligencia política y una sincera voluntad de reforma, aunque sus proyectos más importantes no pudieron realizarse .

  • Para el fi lósofo inglés, la contingencia de lo creado es tal que la voluntad todopoderosa de Dios puede intervenir en ella en cualquier momento.

  • Para Ockham, la bondad o maldad de una acción libre solo puede depender de la voluntad omnipotente de Dios, que, por su poder absoluto, podría llegar a cambiar el fi n último establecido para el ser humano.

  • Para que esto sea posible, se considera imprescindible decretar la muerte de Dios y proponer una moral basada en la voluntad de poder de los fuertes.

  • Para que haya virtud, según Aristóteles, se deben reunir tres requisitos: que haya conocimiento (deliberación) del fi n, decisión (elección) de la voluntad acerca de los medios para alcanzarlo y una actitud fi rme en el obrar.

  • Participa de la fuerza del Espíritu divino, bien sea por medio de su intelecto (que le permite entender el orden establecido por el Creador) o por su voluntad, gracias a la cual se puede acercar libremente hacia la verdad del amor y el bien.

  • Perfeccionan la parte apetitiva del alma (es decir, ayudan a realizar bien los actos de los apetitos sensibles y de la voluntad).

  • Permitir que cada miembro del grupo siga obedeciendo a su propia voluntad, es decir, que se mantenga tan libre como antes.

  • Pero ¿cómo explicó la noción de voluntad general?

  • Pero ¿cuál es la pauta para distinguir si una voluntad es buena o mala?

  • Pero ¿por qué, si lo principal es el mundo de la voluntad, el hombre vive encerrado en las representaciones?

  • Pero como las leyes son expresión de la voluntad del pueblo entero, cabe decir que la soberanía consiste en el ejercicio de la voluntad general.

  • Pero la voluntad no ha de sujetarse a los valores que produce, sino saberse superior a ellos.

  • Pero para ello tuvo que recurrir a cuantiosos préstamos de banqueros alemanes, pues la corona imperial era electiva y la designación del nuevo titular correspondía a un reducido grupo de príncipes electores, cuya voluntad era necesario comprar con promesas e importantes sumas de dinero.

  • Planta libre, pues no son necesarios los muros de carga para sostener la cubierta y, por tanto, se puede distribuir o fragmentar el espacio a voluntad.

  • Por descontado, todo lo que se ha expuesto se refiere en exclusiva a las mujeres libres, ya que las esclavas, como los hombres de esa misma condición, estaban sometidas por completo a la voluntad de sus amos.

  • Por consiguiente, la voluntad general no se puede equivocar y todos los ciudadanos se deben sentir identi fi cados con ella, porque les proporciona el criterio objetivo sobre lo justo y lo injusto en el colectivo social, de manera semejante a como la conciencia es juez infalible sobre el bien y el mal del obrar individual.

  • Por donde, como el entendimiento mueve a la voluntad en virtud de la forma aprehendida y, por otra parte, es ley universal que el motor y el móvil hayan de ser proporcionados, la voluntad de la sustancia intelectual no estará determinada por la naturaleza sino al bien común.

  • Por ejemplo, algunos movimientos fisiológicos (la circulación de la sangre, la función digestiva, etc.) o ciertos estados de la psique (sueños, sonambulismos…) no se sujetan a la voluntad de la persona.

  • Por el contrario, la voluntad de poder es impulso para superar todo obstáculo y para La voluntad de poder ha de ser creadora de valores, de la verdad y del bien, porque la verdad y el bien no son previos a la voluntad, sino producidos por ella.

  • Por ello, el deber siempre se expresa en forma de imperativo, que se de fi ne como la formulación de un mandato (deber) en cuanto que constriñe la voluntad para hacerla buena (no solo conforme al deber, sino también por deber).

  • Por ello, tanto las «familias» ideológicas del régimen, como las bases sociales sobre las que se apoyaba, variaron con los años y lo único que permaneció inmutable fue la voluntad del dictador de mantenerse en el poder hasta su muerte.

  • Por encima del apetito sensible se encuentra el apetito racional o voluntad, exclusivo del ser humano, que es la tendencia que mueve hacia el bien captado por el intelecto.

  • Por este motivo, se opuso al vitalismo nietzscheano, que eliminaba el ser y el intelecto, poniendo en su lugar el puro devenir, la intuición y la voluntad.

  • Por otra parte, advirtió que la experiencia nos muestra con evidencia que la voluntad se siente fuertemente inclinada a huir del dolor y a buscar el placer.

  • Por otro lado, el socialismo y el marxismo también se apoyaron en el concepto de voluntad general rousseauniano, porque se estimó que solo la voluntad del pueblo en su conjunto puede eliminar las injusticias.

  • Por su carácter creativo, la voluntad de poder es afán de superación y, en consecuencia, el rasgo propio del superhombre.

  • Por tanto, la voluntad divina se convierte en la base del Derecho, cuyas fuentes principales son el Corán y la sunna (‘senda’), que era la norma de vida establecida por Mahoma con sus palabras y sus actos, y transmitida por la tradición.

  • Por tanto, se concluye que el individuo en sociedad se encuentra disuelto en el conjunto; no es más que una parte del soberano, cuya voluntad general debe acatar inexorablemente.

  • Por tanto, tal y como Rousseau lo entiende, el pacto o contrato social presenta dos notas de fi nitorias: La aparición de una voluntad general a la que se han de someter todas las voluntades de los individuos y de los grupos que componen el conjunto social.

  • Por tanto, todos los seres intelectuales gozan de voluntad libre, proveniente del juicio del entendimiento.

  • Por un lado, la voluntad general, como voluntad racional, se puede identi fi car con la razón práctica de Kant, que legisla una ley moral que se impone a sí misma; de este modo, convierte al ser racional en legislador y súbdito a la vez.

  • Principalmente lo haces por dos mecanismos que actúan de manera conjunta: la voluntad de distinguirte de (diferenciarte, apartarte, decir no) y la voluntad de identificarte con (admirar, imitar, decir sí).

  • Quizá esta experiencia, equiparable a la de Atenas en los siglos v y iv a. C., le sugirió su teoría de la necesaria participación de todos los ciudadanos en el poder del Estado, porque cada individuo es una porción de la voluntad general.

  • Razón: como intelecto, es la facultad del espíritu cuyas operaciones son la intuición y la deducción; como voluntad, es la facultad cuya operación es el querer y se caracteriza por gozar de libertad sin límites.

  • Recordemos, pues, que las iglesias están abiertas para todas las personas de buena voluntad que quieran encontrarse con Jesús en el sagrario.

  • Respecto a la primera cuestión, a fi rmó que la voluntad general es la voluntad del cuerpo social, suma de todas las voluntades individuales puestas de acuerdo y dirigidas infaliblemente al bien común de la sociedad.

  • Rousseau pensó que ese contrato produce un cuerpo moral y colectivo, dotado de una voluntad general, que hace posible que la igualdad y la libertad de sus miembros se mantengan y potencien.

  • Rousseau admitió la existencia de Dios como un ser superior que mueve y ordena el universo, que posee inteligencia, voluntad y poder.

  • Santo Tomás hace un recorrido por los bienes finitos (salud, riqueza, etc.) y va demostrando, uno por uno, por qué son insuficientes: ante esos bienes, la voluntad se siente siempre insatisfecha, porque tiene un ansia de infinito que no le permite descansar completamente en ellos.

  • Se asienta en la voluntad y tiene por objeto promover el bien, no solo del individuo, sino también del prójimo y la sociedad.

  • Se relaciona con la decisión de la voluntad, pues necesita un asentimiento del sujeto (soy yo quien supone que el conductor tiene carné de conducir; soy yo quien confía en Dios).

  • Se relaciona con la decisión de la voluntad, pues necesita un asentimiento del sujeto.

  • Se rige por las demandas de los instintos y la voluntad de los señores, que, así, crea valores mudables.

  • Según esta ley, siempre podremos acceder a estos datos, modificarlos o incluso eliminarlos a nuestra voluntad.

  • Según este planteamiento, los ciudadanos solo son libres cuando gobierna la voluntad general.

  • Según Schopenhauer, el ser humano anhela el mundo de la representación porque, en el mundo real de la voluntad, solo encuentra dolor e insatisfacción, ya que se per irresistible que le sobrepasa.

  • Señaló que la adecuación de la voluntad al deber siempre trae consigo una constricción, porque existen impulsos no racionales en los individuos que se resisten a lo que dicta la ley práctica.

  • Si esto no sucede, unos imponen su voluntad sobre otros y aparecen las injusticias y las desigualdades.

  • Si no se hiciera así, actuaríamos contra la voluntad de Dios y contra la fe.

  • Si no se puede llegar a la realidad en sí misma —afirmaban estos críticos de Kant—, tampoco se puede afirmar que exista la verdad, la ciencia ni una vida con sentido: solo queda la voluntad ciega.

  • Si se producen las condiciones adecuadas para un final dialogado de la violencia, fundamentadas en una clara voluntad de poner fin a la misma y en actitudes inequívocas que puedan conducir a esa convicción, apoyamos procesos de diálogo entre los poderes competentes del Estado y quienes decidan abandonar la violencia, respetando en todo momento el principio democrático irrenunciable de que las cuestiones políticas deben resolverse únicamente a través de los representantes legítimos de la voluntad popular.

  • Sin embargo, al conceder al soberano y a la voluntad general unos poderes ilimitados, la libertad individual se puede ver gravemente amenazada.

  • Sin embargo, aunque tales hábitos e inclinaciones in fl uyen en nuestras decisiones, nunca llegan a eliminar nuestra libertad: la voluntad siempre puede decidir en contra de ellos.

  • Sin embargo, el bien que encontramos en los objetos siempre es, de hecho, menor que la plenitud a la que aspira nuestra voluntad.

  • Sin embargo, no se ha de confundir la voluntad general con la voluntad de todos, que es una suma parcial de voluntades particulares.

  • Sin embargo, se distinguía de ellos por su entendimiento y, sobre todo, por su voluntad y su libertad, la cual lo empujaba a ser activo e inteligente.

  • Sin embargo, sostuvo que es un hecho de experiencia que acompaña a todo nuestro actuar: siempre observamos que, aunque la razón juzgue si debemos o no hacer algo, nuestra voluntad no se encuentra obligada necesariamente a obedecer.

  • Sin embargo, su voluntad no merecería alabanza, porque no ha sido animada por el dictado de la razón práctica a priori, es decir, por lo que todos deberían hacer: ayudar a los demás más allá de los propios deseos.

  • Son heterónomas, puesto que los preceptos morales que promueven no provienen de la voluntad del propio sujeto, sino de instancias ajenas a él.

  • Sostuvo que los cali fi cativos bueno y malo solo se pueden aplicar al hombre y a su voluntad, porque se rigen por leyes morales, que se ocupan del deber ser y se pueden acatar o no libremente.

  • Su nombre era una alusión a su voluntad de representar un avance, breve pero imprescindible, hacia la renovación del arte en España.

  • Su conclusión fue que la voluntad de poder es ese principio unificador, inmanente al mundo, que nos permite describirlo e interpretarlo.

  • Su influencia determinó una visión teocéntrica del mundo, según la cual todo lo existente era manifestación y reflejo de la voluntad de Dios.

  • También la voluntad puede elegir entre alternativas; y la memoria intelectual, al recordar, puede considerar esas disyuntivas de la inteligencia y de la voluntad.

  • Todos ellos están llamados a realizar la voluntad de Dios en sus vidas y a unirse al sacrificio de la cruz en las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición.

  • Tomás de Aquino concluye que solo el bien infinito, Dios, puede saciar la voluntad humana.

  • Un colegio de menos prestigio era el de los arúspices, que examinaban las entrañas de los animales para interpretar la voluntad de los dioses.

  • Un poco más tarde, san Agustín de Hipona distinguió entre las nociones de ley eterna, ley natural y ley positiva: La ley eterna es la razón divina, la voluntad de Dios que manda conservar el orden natural y prohíbe perturbarlo.

  • Voluntad de poder: instinto principal y superior inteligencia.

  • Voluntad de todos: suma parcial de las voluntades particulares.

  • Voluntad de imponer la propia religión por el medio que sea.

  • Voluntad general: voluntad del conjunto de los individuos que componen una comunidad social.

  • Voluntad que actúa conforme al deber y por deber.

  • Voluntad: facultad de determinarse a obrar que posee todo ser racional.

  • Voluntarismo: doctrina filosófica que sitúa a la voluntad como la primera de las potencias espirituales del hombre frente a la razón.

  • Y puesto que la voluntad de los Reyes que en estos tiempos han reinado y sus consejos ha sido proveerlos de justicia y conservarlos en ella, y no consentir que les fuesen hechos daños y agravios, y así lo han mostrado por sus muchas leyes y provisiones, pero llegadas allá no se han cumplido por la grande y desmedida codicia y ambición de los que allí han pasado, mayormente de los que a aquella gente han ido a gobernar[...]. Y así, de días en días, y de años en años, se han ido entablando y arraigando y olvidando las dos especies de tiranía con que habemos asolado aquellas tan innumerables repúblicas: lo uno en nuestra primera entrada que llamaron conquista, en aquellos reinos, no nuestros sino ajenos, de los reyes y señores naturales en cuya pacífica posesión los hallamos.

  • Y, por otro lado, ¿cómo hizo compatibles la autoridad de tal voluntad y la libertad de los ciudadanos?

  • Zeus sabía que ningún mortal podía soportar el estallido de su divinidad, pero obedeció la voluntad de Sémele, quien efectivamente murió fulminada.