Aunque los objetos virtuales se encuentran físicamente en la memoria de un ordenador o se visualizan en una pantalla, no poseen un volumen tangible, es decir, no están materializados, y, por eso, decimos que no son «reales».
En internet proliferan los «mundos virtuales», que quieren ser espacios de contacto y de relaciones —como los chats—. Pero eso puede dar lugar a la generalización de la soledad física, que no puede ser suplantada por las relaciones virtuales.
En internet proliferan los mundos virtuales alejados de la realidad.
En Internet se pueden encontrar tanto analizadores armónicos como sintetizadores de sonido virtuales con los que se puede experimentar sin necesidad de disponer del aparato real.
En la actualidad, las presentaciones virtuales son un canal paralelo en el que se puede mostrar el producto.
Las imágenes que se forman en los espejos planos son virtuales, derechas y de igual tamaño que el objeto.
Los objetos que diseñamos y creamos pueden ser reales o virtuales.
Los objetos virtuales, como las películas, no contienen piezas, pero sí partes; no están elaborados con materiales físicos, pero sí cuentan con un soporte a través del cual se transmiten, y su funcionalidad está relacionada con su capacidad de comunicar, de mostrarnos correctamente el mensaje que su autor desea transmitir.
Los programas informáticos, como los que aprenderás a crear y a usar a lo largo de este curso, son objetos virtuales, así como los diseños grá cos.
Valora qué aspectos deberían modificarse y cuáles deberían mantenerse si se tratara de un esquema para analizar objetos virtuales.
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