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29 oraciones y frases con verdaderamente

Las oraciones con verdaderamente que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar verdaderamente en una frase. Se trata de ejemplos con verdaderamente gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar verdaderamente en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • «Así resulta también manifiesto que la ciudad que verdaderamente lo es, y no solo de nombre, debe preocuparse de la virtud; porque, si no, la comunidad se convierte en una alianza que solo se diferencia localmente de aquellas en que los aliados son lejanos, y la ley en un convenio, y, como dice Licofrón el sofista, en una garantía de los derechos de unos y otros, pero deja de ser capaz de hacer a los ciudadanos buenos y justos ».

  • «El hombre que se dirige a Dios no se hace más pequeño, sino más grande, pues gracias a Dios y juntamente con él se hace grande, divino, llega a ser verdaderamente él mismo» (Benedicto XVI).

  • «Nada es verdaderamente nuestro hasta que lo compartimos» (C. S. Lewis).

  • A más largo plazo, será necesario un esfuerzo verdaderamente global de todos los países, de acuerdo con las responsabilidades comunes pero diferenciadas, para que se avance en dirección a la realización del objetivo final de la Convención.

  • A fi rmó, por el contrario, que lo verdaderamente real es precisamente lo fi nito; lo infi nito (el espíritu y el pensamiento) deriva y encuentra su fundamento en la naturaleza, no al contrario.

  • Además el arte adquirió una dimensión verdaderamente universal, sirviéndose para ello de los medios de comunicación de masas y, sobre todo, de las exposiciones y ferias internacionales que se celebran periódicamente en diversas partes del mundo.

  • Así pues, los ciudadanos son verdaderamente libres en la medida en que acatan las leyes que se han dado a sí mismos.

  • De manera que solo quedaba que hubiese sido puesta en mí por una naturaleza que fuera verdaderamente más perfecta de lo que yo lo era e incluso que tuviese en sí todas las perfecciones de que yo pudiera tener alguna idea, es decir, para explicarme con una palabra, que fuera Dios».

  • En cuanto a los beneficios sociales, no hay que ponderar lo que supone que tengan ocupación todos los obreros agrícolas de esas provincias y puedan llevar una vida modesta, pero que cubra sus necesidades y les permita ser verdaderamente libres.

  • En el Señor se encuentra, además de la respuesta al problema de la Salvación, el anuncio de lo que verdaderamente es el hombre.

  • Es importante llegar a conductas asertivas porque son las que te dejarán verdaderamente satisfecho de las relaciones con los demás.

  • Es necesario dar un paso más y probar la existe tencia de Dios para a fi rmar, sin miedo, que mis ideas son v verdaderamente claras y distintas, y que se correspond den con algo real.

  • Explica qué o quién es verdaderamente libre.

  • Felipe III, hijo y sucesor de Felipe II, carecía de vocación política, y solo estaba verdaderamente interesado por la caza y el juego.

  • La economía española se convirtió así en una de las más cerradas y protegidas de Europa, lo que, en opinión de algunos historiadores de la economía, fue fundamental para su desarrollo económico; aunque otros sostienen que tal proteccionismo solo sirvió para perpetuar sectores sin ventajas económicas e impedir el despegue de los sectores verdaderamente rentables, inhabilitándolos para competir con la producción exterior.

  • La situación llegó a ser verdaderamente grave y colocó al Estado en varias ocasiones en serias di fi cultades para pagar los intereses e, incluso, para encontrar nuevos prestamistas, dada la escasa con fi anza que les inspiraba.

  • Las palabras y las acciones del nazareno presentan un mensaje divino; habla y actúa como Dios, porque verdaderamente es Dios.

  • Los católicos creen en la presencia real: la Eucaristía no es un recuerdo o una imagen del Señor, sino que en ella está verdaderamente presente Jesús resucitado.

  • Nada se puede explicar si no es en referencia al todo, que es lo verdaderamente real.

  • O al menos esa es la impresión que se tiene en estos momentos, tal vez porque la proximidad en el tiempo nos impide tener la perspectiva histórica necesaria para distinguir con imparcialidad lo verdaderamente interesante, más allá de las modas y la valoración económica impuesta por el pujante mercado del arte.

  • Pero el hecho de que un valor o un bien no sean reconocidos en un momento determinado por alguien o por una sociedad, no significa necesariamente que dejen de ser verdaderamente reales y objetivos.

  • Pero esto no significa que no tenga características propias: la corporalidad humana presenta rasgos verdaderamente singulares que la convierten en una realidad única e inconfundible.

  • Por el sacramento del Matrimonio, los esposos cristianos quedan insertados tan real y verdaderamente en el misterio y en la Alianza de Cristo y su Iglesia, que el Señor se sirve de ellos para llevar a cabo su designio salvador.

  • Por lo tanto, no es verdaderamente humana la búsqueda del bien de uno mismo, sino la búsqueda del bien común propio de la sociedad civil.

  • Puestos a seguir imaginando, supón que esa persona es alguien con poder para expandir tu existencia porque te descubre mundos nuevos de alegría, de afecto, de perdón..., y que tiene ese poder porque, además de ser una persona humana como tú, es verdaderamente Dios, un Dios tan genial que piensa continuamente en la alegría de los hombres.

  • Ser verdaderamente creyente supone aceptar que no se ve, no se oye ni se comprende la totalidad de lo que a uno le concierne.

  • Sin embargo, a pesar de esta curiosa combinación, la obra posee una armonía y sencillez verdaderamente clásicas, por lo que se la considera una de las primeras manifestaciones del Neoclasicismo, realizada en pleno Antiguo Régimen, antes de que el nuevo estilo fuera adoptado como propio por la Revolución Francesa.

  • Sin embargo, una sociedad verdaderamente democrática dota a sus ciudadanos de libertad de expresión y creencia, de manera que estos puedan expresar públicamente su fe.

  • Su ideal no era una educación general para toda la sociedad, sino una educación diferenciada según la posición social del individuo y con una clara fi nalidad práctica, es decir, con conocimientos verdaderamente útiles y menos enseñanzas especulativas.