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90 oraciones y frases con verdadera

Las oraciones con verdadera que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar verdadera en una frase. Se trata de ejemplos con verdadera gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar verdadera en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • ¿En qué dos campos supuso una verdadera revolución la máquina de vapor?

  • «Dar libre y amorosamente a otro algo de lo que se tiene y algo de lo que se hace es condi-ción necesaria de la amistad (sin esa donación no puede haber amistad verdadera), pero no llega a ser condición su fi ciente de ella.

  • «O bien Sherlock se equivocó, o Moriarty fue más listo» es verdadera si al menos una de las oraciones —«Sherlock se equivocó», «Moriarty fue más listo»— es verdadera.

  • A pesar de los indiscutibles avances en el naturalismo (proporciones, tratamiento de los ropajes) y de la humanización de los gestos de la Virgen y el Niño, que esbozan una sonrisa, aún no existe verdadera comunicación entre ellos.

  • Además, al sustituir p y q por oraciones del español, solo nos interesa saber si la oración en cuestión es verdadera o falsa (es decir, sus valores de verdad).

  • Ahora bien, si «L» es verdadera, entonces debe cumplirse lo que la oración dice y, por tanto, «L» no es verdadera.

  • Ahora bien: No es que en la mente «se dibuje» una especie de copia o fotografía de la cosa, de tal modo que si esa copia representa fielmente a la cosa, entonces decimos que es verdadera.

  • Así, podemos concluir que, si queremos descubrir qué es la verdadera libertad, necesitamos conocerlo a él.

  • Clasificaremos los estados de la mente respecto a la verdad atendiendo al grado de asentimiento a lo dicho en el juicio: La certeza es el estado de la mente en que se asiente con la máxima fuerza a una proposición verdadera.

  • Coleccionar animales o plantas normalmente comporta la muerte de estos y ello no es justificable si no hay una verdadera necesidad.

  • Como ya sucediera con la hipótesis de Aristarco de Samos, la verdadera razón por la que su modelo se rechazó es que implicaba arrinconar toda la física aristotélica.

  • Considera ahora la oración de la persona sincera: (S) La oración «S» es verdadera.

  • Consideremos ahora, sin embargo, la siguiente oración: (L) La oración «L» no es verdadera.

  • Cuando todo había acabado, un viejo anarquista se atrincheró en su casa con sus hijos, sus nietos y algunos vecinos, ante lo cual el capitán de la Guardia de Asalto desencadenó una brutal y desproporcionada represión: incendió la casa y ordenó ametrallar a sus ocupantes (murieron todos menos dos); después inició una verdadera correría por el pueblo y asesinó a doce hombres maniatados.

  • De esta manera, el objetivo de la verdadera teoría política es convertir a los individuos en personas libres y hacer posible su convivencia pací fi ca.

  • De este modo, la oración es verdadera si, y solo si, no es verdadera (paradoja del mentiroso).

  • De este modo, las dos figuras se destacan en la semioscuridad de la capilla y los rayos dorados parecen ser la verdadera fuente de iluminación.

  • De manera intuitiva, si «L» no es verdadera, entonces se cumple lo que dice la oración y, por tanto, es verdadera.

  • Debe la hipótesis se puede considerar verdadera, aunque solo de un modo provisional.

  • Desde el comienzo mismo de su reinado, Recaredo se convirtió, en efecto, a la fe católica y llevó al culto de la verdadera fe a toda la nación gótica, borrando así la mancha de un error enraizado.

  • Desde que Herón de Alejandría (siglo I ) creara el primer autómata, la robótica ha evolucionado lentamente hasta llegar a una verdadera revolución en el siglo XX .

  • El autor llega lógicamente a una conclusión particular (tesis), necesaria-mente verdadera, a partir de unas ideas previas o premisas generales.– Estructura inductiva.

  • El caciquismo y el fraude electoral Aunque la verdadera opinión del cuerpo electoral no importaba en absoluto, la farsa, para ser aceptable, debía parecer legitimada por la supuesta voluntad nacional, expresada a través del sufragio.

  • El cristianismo también se considera como la fe verdadera (Jesús es la verdad y la vida), pero difiere de este en que «no se impone, se propone» (Juan Pablo II).

  • El Cubismo, por tanto, supuso una verdadera revolución del lenguaje formal de la pintura y la ruptura con la tradicional concepción renacentista: el cuadro se convertía en objeto autónomo, libre de la servidumbre de imitar fielmente la apariencia de la realidad.

  • El escepticismo Duda de que haya una verdadera realidad y afirma que, aun en el caso de que exista, nunca estaremos seguros de que sea tal como la pensamos.

  • El pensador ateniense sostenía que todos los hombres desean las cosas buenas y la felicidad, pero con frecuencia sucede que no saben distinguir los bienes verdaderos de los bienes aparentes; muchas veces desconocen en qué consiste el bien y confunden el objeto de la verdadera felicidad con realidades imperfectas, como los placeres sensibles, las riquezas o los honores.

  • El sistema político de la República quedó configurado de la siguiente manera: magistrados romanos, al contrario que los griegos, no eran simples servidores del pueblo, sino representantes del poder del Estado con verdadera autoridad.

  • El único criterio, según el positivismo lógico, es el principio de verificación: solo es posible conocer el signi fi cado de una proposición si se sabe cómo se puede veri fi car, es decir, si cabe determinar qué es lo que permite que la percibamos como verdadera (su valor de verdad).

  • Eliminados el yo y las cosas, solo nos queda como realidad primaria y verdadera la coexistencia del yo con las cosas, del yo con el mundo que no soy yo.

  • En la misma iglesia, debido a algunos problemas que impidieron construir una verdadera cúpula sobre el crucero, simuló una pintada sobre lienzo, que descentró con la intención de que, vista desde la entrada, pareciera una cúpula real.

  • En consecuencia, la arquitectura de la primera mitad del siglo no supuso una verdadera ruptura con la del último tercio del siglo anterior y, a diferencia de lo que ocurría en otras partes de Europa, el primer barroco español se caracterizó por las líneas sobrias, los muros planos y la decoración austera.

  • En el primer ejemplo, la premisa «Si Milú es hombre, entonces es animal», es verdadera, pues el antecedente del condicional es falso.

  • En esos casos no teníamos verdadera certeza, porque lo que nos movía a dar nuestro asentimiento era nuestra voluntad y no un fundamento objetivo.

  • En la antigua fue una idea defendida por Platón, para quien existía una verdadera separación de ambas instancias.

  • En Libia y Siria, estas revueltas se convirtieron en una verdadera guerra civil, que en el caso de Libia causaron la caída de su presidente.

  • Entonces fue a casa de su viejo amigo Eumeo, donde también había llegado Telémaco, a quien el héroe reveló su verdadera identidad.

  • Esta doctrina no fue admitida como dogma por la Iglesia hasta el siglo, pero se aceptaba como verdadera desde antiguo, y en el siglo España se puso bajo la advocación de la Virgen como Inmaculada Concepción.

  • Esta terminación es una característica de todos los alcanos, tanto si son de cadena abierta como de cadena cerrada.La verdadera personalidad exige la coherencia frente a un proyecto de vida.

  • Este autor propone la recuperación de su significado originario: lo bueno y lo malo era lo que diferenciaba a los fuertes de los débi ferencia la verdadera moral de la moral de los esclavos.

  • Este es un ámbito mente, pero que oculta la verdadera realidad.

  • Este permite entender por qué la verdadera felicidad surge de la entrega a los demás.

  • Este, singular y contingente, es solo una sombra de la verdadera realidad.

  • Esto es posible porque los cristianos siempre hemos sabido que somos la verdadera riqueza de la Iglesia.

  • Esto explica la relativa facilidad con que fueron reprimidos en cuanto desde el poder hubo una verdadera voluntad de hacerlo.

  • Explica la técnica de la clonación por gemelación y por qué no se considera esta técnica una verdadera clonación.

  • Frente a este tipo de moral, la verdadera lla que afirma la vida.

  • Hasta bien avanzada la década de los sesenta era el único partido antifranquista con verdadera implantación social en el interior del país.

  • Heráclito de Éfeso (siglos VI V a. C.), ante el cambio constante que se manifiesta en la naturaleza, pensó que su verdadera realidad no podía encontrarse en el ser, sino en el movimiento o devenir.

  • La re fl exión de los fi lósofos griegos constituía la antesala de la verdadera fi losofía revelada por el Nuevo Testamento.

  • La verdadera alegría no está en lo espectacular, sino en hacer de lo ordinario algo extraordinario, es decir, en el amor y en la entrega diaria, en la constancia y en la fidelidad a los compromisos adquiridos.

  • La verdadera amistad, por el contrario, pretende el bien del otro; valoramos al amigo por lo que vale por sí mismo, no por sus circunstancias.

  • La artesanía, en cambio, tuvo un progreso más lento y solo fue adquiriendo verdadera importancia a partir del siglo xiii, en especial el sector textil lanero .

  • La Bienaventuranza perfecta y verdadera es un fi n sobrenatural, que excede a las fuerzas naturales del hombre y está reservada para después de la muerte.

  • La clonación humana En el ser humano, la verdadera clonación es por ahora teórica, pero si pudiera realizarse tendría dos usos, la reproducción y la investigación.

  • La creatividad humana verdadera educación sin la transmisión de la cultura y el arte de quienes nos precedieron.

  • La oración del mentiroso es aquella que dice de sí misma que no es verdadera: (L) La oración «L» no es verdadera.

  • La segunda premisa («Milú es animal») es verdadera, pero la conclusión («Milú es hombre») es falsa.

  • La segunda premisa es también verdadera, de modo que todas las premisas son verdaderas.

  • La verdadera crisis política de Navarra se desencadenó en el siglo xv, cuando, tras la muerte de la reina doña Blanca, se disputaron el trono su esposo, el futuro Juan II de Aragón, y el hijo de ambos, .

  • La verdadera virtud se de fi ne, según él, como, por ejemplo, un hábito bueno adquirido, operativo y voluntario.

  • La visión de los personajes es realista y, al contrario de lo habitual en los retratos regios, sin concesiones a la idealización, plasmando la psicología de cada uno de ellos a través de gestos y actitudes que muestran sin rodeos su verdadera naturaleza: soberbia y altanera la de la reina María Luisa, en el centro y como figura dominante; débil y bondadosa la del rey; taimada la del futuro Fernando VII, a la izquierda.

  • Los caciques locales se encargaban de que resultaran elegidos los candidatos de su circunscripción incluidos en el «encasillado», para lo cual recurrían a los más variados procedimientos: actitudes paternalistas y protectoras hacia los votantes; amenazas y extorsiones de todo tipo, como la de despedir del trabajo; y en caso necesario, el « pucherazo », que consistía en cambiar antes del recuento la urna verdadera por otra con los votos deseados, o en añadir votos falsos para inclinar el resultado a favor del candidato previsto.

  • Los cristianos comenzaron a estudiar filosofía, porque entendieron que lo decisivo de la fe es que sea verdadera.

  • Los últimos años de su vida los dedicó por completo a esta obra, que se convirtió en su verdadera pasión.

  • Muchos de ellos tenían la función de albergar enterramientos colectivos, pero otros ofrecen numerosos interrogantes sobre su verdadera fi nalidad o signi fi cado.

  • Otros, en cambio, reaccionaron contra esta visión, contemplando la teoría de la evolución como una verdadera amenaza para la fe.

  • Pero la verdadera originalidad de Praxíteles reside en que sus personajes, frecuentemente dioses, expresan verdaderas emociones, con una suave sonrisa y una gracia juvenil, a menudo en actitudes relajadas y sensuales.

  • Pero, en cambio, ofrece la verdadera Bienaventuranza.

  • Platón pensaba que la verdadera educación es interior, es un autoaprendizaje.

  • Por ejemplo, «Pedro estudia Filosofía» es una consecuencia lógica de «Pedro estudia Filosofía y Física» ( p y q : p ), pues cualquier interpretación que haga verdadera a p y q, hace verdaderas a ambas proposiciones p, q y, por tanto, no puede hacer falsa a p. Antes de pasar al siguiente apartado, es importante señalar que esta definición de consecuencia lógica es aún muy general.

  • Por eso, sostuvo que la nueva teoría política no puede ser el liberalismo, sino una verdadera teoría de la libertad.

  • Por lo tanto, sin justicia y sin respeto a los derechos de los demás, no puede haber verdadera paz.

  • Quienes obran voluntariamente en su contra, actúan mal y se convierten en desgraciados; por el contrario, quienes obran de acuerdo con ella alcanzarán la verdadera felicidad: contemplar y amar a Dios.

  • Reflexiona sobre el problema del determi nismo, distinguiéndolo del condicionamiento, y ustifica la idea de que la libertad del ser umano, aunque condicionada, es verdadera libertad.

  • Respecto al contenido de su obra, pintó paisajes, naturalezas muertas y figuras humanas, con frecuencia en versiones diferentes de un mismo tema, pero su verdadera aportación artística estaba en su tratamiento: Sometía todas las formas a una estricta ordenación geométrica.

  • Se suprime la escritura de los átomos de hidrógeno, ya que se sobrentiende que cada átomo de carbono debe estar saturado con átomos de hidrógeno.Por eso, la unión sexual exige una entrega recíproca que implique una verdadera unión personal, precisa de un compromiso libre y duradero.

  • Según él, no tiene sentido preguntarse cuál es la visión verdadera, porque todas lo son a la vez.

  • Seguramente intentaría convencer a sus compañeros de que lo que han visto desde siempre no es real, sino sombras de la verdadera realidad.

  • Si fuesen extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados, tan valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la Nación, son españoles, todos invocan el dulce nombre de la patria, todos pelean y se agitan por su bien; y entre el fragor del combate, entre el confuso, atronador y contradictorio clamor de los partidos, entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinión pública, es imposible atinar cuál es la verdadera, y más imposible todavía hallar el remedio para tamaños males.

  • Si la ley positiva y, con ella, el Estado, se aparta de la ley natural, entonces no es verdadera ley, y los súbditos no tendrán obligación de obedecerla.

  • Sin embargo, la conclusión es también verdadera, de manera que esta interpretación no es un contraejemplo.

  • Sin embargo, no se puede hablar de una verdadera confrontación entre el Realismo y el Romanticismo, pues este ya había iniciado el proceso de sustitución de los dioses y héroes como protagonistas de la pintura para colocar en su lugar al pueblo anónimo o el paisaje, temas que se mantuvieron en el Realismo, aunque desde un punto de vista diferente.

  • Su maestro Sócrates, por el contrario, había transmitido la necesidad de indagar sobre la verdadera virtud y el verdadero bien.

  • Unidad del yo con las cosas El realismo, según Ortega, daba por supuesto que la verdadera realidad son las cosas mismas, con independencia del yo que las conoce.

  • Venimos de Dios, e inevitablemente los mitos que tejemos, aunque contienen errores, reflejan también un astillado fragmento de la luz verdadera, la eterna verdad de Dios.

  • Y ella misma confesó que esto había cambiado su vida y que había tomado verdadera conciencia de lo que es compartir» (www.webcatolicodejavier.org).

  • Y falsear significa impedir, de algún modo, la verdadera unión, afectiva o física, entre los esposos: zación) o en el del hombre (preservativo, esterilización).

  • Y sin libertad no puede haber verdadera paz.

  • Yo entiendo –decía–que esto nace de falta de consideración y poco estudio en conocer cuál es la mejor y más verdadera piedad; y si no, ¿quién podrá decir con razón que, entre los bienes que dimanan de ella, no se ha de preferir siempre el que se extiende a cuantos hombres hay y de todas clases?