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26 oraciones y frases con velázquez

Las oraciones con velázquez que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar velázquez en una frase. Se trata de ejemplos con velázquez gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar velázquez en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • A través de esta obra maestra universal, Velázquez rindió su particular homenaje al acto creativo de la pintura, reivindicando su naturaleza intelectual previa a la labor estrictamente artesana.

  • Admiraba a los grandes pintores barrocos, como Rubens, Rembrandt o Velázquez.

  • Al contacto con Velázquez y las obras de los grandes maestros venecianos, su paleta se fue haciendo más clara y luminosa.

  • Así, ciertas obras emblemáticas son básicas en sus respectivas culturas: pensemos en las obras de El Greco, Velázquez y Goya en la cultura pictórica española; en la música de Bach, Beethoven y Brahms en Alemania; o en los haikus o poemas breves y el teatro japonés tradicional en la cultura nipona.

  • Aunque renunció a tener una formación artística convencional, fue un admirador de los grandes maestros de la pintura, en particular Caravaggio y Velázquez.

  • Cinco años después, Rubens, el pintor más famoso del momento, visitó Madrid y Velázquez le acompañó en numerosas ocasiones.

  • Desde un punto de vista técnico, el estilo de Velázquez alcanzó con esta obra su plena madurez, dejando atrás definitivamente los rasgos de su etapa sevillana: Sustituye por completo el claroscuro tenebrista para dar paso a una luz más matizada.

  • Diego de Silva Velázquez es el más importante de todos.

  • El mito se prestaba a un tratamiento morboso, pero Velázquez optó, con su característica moderación, por elegir el momento del anuncio de los hechos sin recrearse en los detalles.

  • Incluso un artista de la talla de Velázquez necesitó la intervención del rey y una bula papal para ser admitido en la Orden de Santiago, pues se lo impedía el hecho de haberse mancillado con trabajos por encargo antes de entrar al servicio del monarca.

  • La Venus desnuda era un tema insólito en la pintura barroca española y, a través de él, Velázquez rindió homenaje a los grandes maestros que admiraba: Tiziano y Rubens.

  • Lo que sí pretendió fue establecer una relación con «Las Meninas» de Velázquez mediante algunos inequívocos detalles: se autorretrató a la izquierda y pintando de cara al espectador, colocó a la reina en la misma postura y posición que la infanta Margarita en el cuadro velazqueño, y tal vez simuló que todos miraban hacia un espejo, pero en este caso, al contrario que en «Las Meninas», situado frente a ellos, fuera del cuadro.

  • Los retratistas de la Corte de Carlos II Velázquez no dejó continuadores de importancia.

  • Mientras el arte de la posguerra se decantaba por la abstracción y la modernidad, él practicó una pintura figurativa y expresionista de múltiples influencias, tanto contemporáneas (Picasso en especial) como antiguas (Rembrandt o Velázquez).

  • Pero después se descubrió que, como en «Los borrachos» o «La fragua de Vulcano», Velázquez se había servido de un escenario realista y cotidiano para narrar un tema mitológico, la fábula de Aracne, recogida por Ovidio en sus «Metamorfosis»: la joven Aracne, hábil tejedora, cometió la imprudencia de desafiar a Minerva, diosa de la sabiduría y las artes, que, transformada en anciana, trató inútilmente de disuadirla y de infundirle modestia.

  • Pero donde se aprecia una notable mejora del estilo de Velázquez es en la agrupación de los personajes, que en esta obra se relacionan entre sí con naturalidad y soltura, dejando atrás definitivamente la incomunicación y las actitudes forzadas de algunas de las pinturas más significativas de su etapa inicial, como «El aguador de Sevilla» o «La Vieja friendo huevos».

  • Pero es la penetración psicológica que infunde a sus retratados el rasgo más original y meritorio, en lo que se anticipó a Velázquez.

  • Pero es también un homenaje a sus fuentes de inspiración, en especial los maestros barrocos españoles, como Velázquez, a cuya pintura nos remiten la propia habitación, el cazador con sus perros y los mendigos.

  • Pintura Si hay una manifestación artística que justi fi que con propiedad la denominación de Siglo de Oro, es la pintura, en especial la de los años centrales del siglo, con fi guras como Ribera, Zurbarán, Velázquez o Murillo .

  • Por último, la perspectiva aérea y la pincelada suelta e inconexa son rasgos propios de la madurez de estilo de Velázquez, pero en esta obra llama además la atención la forma en que consigue representar el movimiento de la rueca con un suave difuminado.

  • Si las dificultades agudizan el ingenio, esto fue sin duda lo que ocurrió en la España del siglo, sobre todo en los ámbitos de la literatura y la pintura, con escritores de la talla de Cervantes, Lope de Vega, Quevedo, Góngora y Calderón de la Barca; o pintores como Velázquez, uno de los grandes genios del arte europeo de todos los tiempos.

  • Sin embargo, el significado profundo o la intención última de esta pintura, como suele ocurrir en gran parte de la obra de Velázquez, resultan difíciles de descifrar y existen casi tantas interpretaciones como historiadores se han dedicado a su estudio.

  • Todas las obras que se comentan a continuación son pinturas al óleo sobre lienzo, técnica utilizada habitualmente por Velázquez en toda su producción.

  • Velázquez simula estar retratando a los reyes, supuestamente situados en nuestro lugar y reflejados en el espejo del fondo.

  • Velázquez, además de pintar a la familia real y a otros personajes importantes, realizó también una serie de retratos de bufones u «hombres de placer», como se los denominaba entonces, siguiendo una larga tradición de los pintores de Corte.

  • Velázquez, por tanto, combinó los dos tratamientos.