• Español ES

83 oraciones y frases con universales

Las oraciones con universales que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar universales en una frase. Se trata de ejemplos con universales gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar universales en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • A su juicio, la metafísica occidental se había apoyado en la noción de ser inmutable y fundamento de las verdades absolutas y universales.

  • Ahora bien, cada ser humano vive constantemente situaciones que son nuevas para él y en ellas es donde debe saber aplicar esos principios o ley natural general (que habla siempre de normas o bienes universales: amar a Dios y al prójimo, no mentir, etcétera).

  • Al deslegitimar las interpretaciones universales, Lyotard niega la existencia de un discurso común a las diferentes visiones.

  • Algunas corrientes modernas y contemporáneas, sobre todo de corte empirista, no admitieron realidades universales ni trascendentes, que quedaron reducidas a meras ideas o a los términos que las expresan.

  • Aristóteles fi nalizó aquí su explicación del conocimiento intelectual, pero santo Tomás añadió que, por medio de un sentido interno llamado cogitativa, aplicamos los conceptos universales a la realidad singular a la que se re fi eren.

  • Asimismo, como en la escultura, fueron frecuentes el retrato y los asuntos mitológicos, a los que se añadieron también los hechos históricos de la Antigüedad, en especial los de carácter heroico, convertidos en símbolo de ideales y valores universales.

  • Ayuda a razonar bien, de manera que favorece el conocimiento demostrativo de las cosas universales y necesarias.

  • Ciencia: sistema de juicios sintéticos a priori que son universales y necesarios, y aumentan nuestro conocimiento.

  • Con la llegada de Sócrates y Platón surgió una nueva moral, la moral de los hombres débiles y sofos pusieron la verdad en sí y el bien en sí por encima de cada individuo, y consiguieron que todos se sometieran a os se sometieran a estos conceptos universales, principalmente, los hombres poderosos.

  • Con objeto de contrarrestar el mundo de las esencias del aristotelismo árabe y, así, salvar la omnipotencia divina, Ockham concibió un mundo absolutamente contingente en el que no cabía un conocimiento de verdades universales y absolutas.

  • De este modo, desaparecería el fundamento último de esa moral que trataba de imponer normas objetivas y universales.

  • Deducción: método que permite obtener conocimientos particulares a partir de otros más universales.

  • Durante toda su trayectoria intelectual, rechazó también la posibilidad de una fi losofía con pretensiones universales.

  • El arte grecorromano se consideraba en estos círculos la más elevada expresión de los valores universales y la perfección formal, basada en la racionalidad, frente a los excesos del Barroco o las frivolidades del Rococó, que se identificaban con el caduco Antiguo Régimen.

  • El autor indica en el texto que los conceptos universales no se corresponden con ninguna realidad sustancial exterior a nuestra mente y que no son más que ele afirma que los conceptos son signos o representaciones naturales, cuya función es sustituir a los individuos en las proposiciones elaboradas por nuestra mente.

  • El intelecto humano sobrevive a la muerte del cuerpo, pero no subsiste individualmente, sino integrado en esas inteligencias universales y comunes a todos.

  • El nominalismo y la ciencia Acabamos de ver que, según Guillermo de Ockham, hallamos en nuestra mente conceptos universales, que han sido abstraídos a partir de un conjunto de individuos.

  • El problema de los universales Fue uno los temas candentes de la fi losofía medieval: ¿qué relación hay entre los conceptos y los seres fuera de nuestra mente?

  • El problema de los universales.

  • En el debate sobre los universales (siglos xiii y xiv ), el realismo moderado sostenía que el universal existe no solo en el pensamiento, sino también en la esencia real de la cosa.

  • En consecuencia, no son universales ni necesarios, porque la experiencia solo nos asegura su verdad en el presente o en el pasado.

  • En cuanto al conocimiento, en el siglo xiii seguía presente el problema de si los conceptos universales poseen alguna realidad propia o si existen solo en la mente de quien los piensa.

  • En el pensamiento antiguo y medieval, la ciencia se ocupaba de ofrecer explicaciones universales y permanentes.

  • En el debate medieval sobre este tema, la corriente nominalista, a la que pertenece Ockham, propugnó que los universales solo existen en la mente y consisten en ser nombres que suplantan a los individuos en las proposiciones.

  • En el siglo xiv permanecía vivo el interrogante sobre si los conceptos universales son algo real, además de estar en el intelecto que los posee.

  • En su búsqueda de tal criterio, el pensador escocés aplicó el método experimental y concluyó que ni la idea de Dios, ni las verdades eternas, ni unas supuestas normas universales constituyen la regla para discernir entre la virtud y el vicio.

  • En un contexto positivista, marcado por la importancia de los hechos medibles y cuanti fi cables, la fenomenología recuperó la búsqueda clásica de verdades universales y necesarias que había caracterizado a la fi losofía desde sus inicios.

  • Entre las cuestiones más importantes que se plantea, cabe destacar dos: la existencia de Dios y el problema de los universales.

  • Es una constante en la predicación de la Iglesia la referencia a la ley natural, la afirmación de que todo hombre es persona y de que tiene, por sí mismo, derechos y deberes que dimanan inmediatamente y al mismo tiempo de su propia naturaleza y que son, por ello, universales e inviolables, y a los que no se puede renunciar.

  • Esta solución al problema de los universales se denominó nominalismo, ya que viene a decir que los conceptos universales son solo términos o nombres que representan a un conjunto de individuos y no se corresponden con ninguna realidad fuera de nuestra mente.

  • Esta doctrina es diferente de la platónica, porque no considera los universales como realidades separadas en un mundo suprasensible.

  • Estas generalizaciones, para el fi lósofo inglés, ayudan a comprender la realidad, pero se debe tener en cuenta que no son más que suposiciones o representaciones de realidades individuales y, por ello, no nos dan a conocer principios ni esencias universales que están en las cosas.

  • Estos juicios son a priori, porque no se requiere la experiencia para saber si son verdaderos; también son universales y necesarios, ya que son verdaderos o falsos siempre.

  • Fragmento de Tratado de la naturaleza humana El problema de la inducción Las ciencias de la naturaleza se ocupan de cuestiones de hecho y tratan de extraer juicios universales acerca del mundo físico a partir de la inducción, es decir, mediante la observación de un determinado número de casos particulares.

  • Fue común a las corrientes fi losó fi cas del momento, precisamente, la crítica a la fi losofía positivista y la búsqueda de unos valores universales que fundamentaran la dignidad humana.

  • Ignora los nuevos descubrimientos y evidencias y se aferra a los mitos y la tradición (teoría creacionista para explicar el origen de las especies).Basa las conclusiones que extrae a partir del estudio de mu-chos casos (las vacunas inmunizan contra algunas enferme-dades graves).Defiende como universales casos puntuales magnificados o manipulados (las vacunas provocan autismo).Las magnitudes físicas tienen una definición clara y si se de-tectan es porque se pueden medir (fuerza, energía, frecuen-cia, etc.).Manipula el lenguaje científico para atribuir a los objetos ca-pacidades especiales que no se pueden ni detectar ni medir (los cristales tienen energía).Utiliza un lenguaje preciso (el envejecimiento de las personas es un hecho irreversible).

  • Inducción: método por el que, a partir de la observación de algunos casos particulares, se alcanzan verdades universales.

  • Intuición eidética: de acuerdo con Husserl, es la captación humana de las esencias universales de los objetos.

  • Kant cree que la ética debe proponer principios universales, válidos para todos en cualquier circunstancia.

  • La ciencia que parta de las premisas más necesarias, evidentes y universales aportará los conocimientos más certeros, absolutos y válidos.

  • La capacidad natural de conocer principios prácticos universales de la acción moral se denomina sindéresis.

  • La fe y la razón conducen, respectivamente, a la filosofía y la teología, que son las ciencias más universales, ya que tratan sobre la totalidad de lo real.

  • La inducción, que consiste en observar algunos casos particulares para llegar a verdades universales.

  • La metafísica es la ciencia del ente en cuanto ente En la jerarquía de las ciencias, los saberes más universales, necesarios y evidentes aportan sus propias conclusiones como premisas de otras ciencias.

  • Las Exposiciones Universales Las construcciones más audaces de la arquitectura del hierro se realizaron para las Exposiciones Universales, exhibiciones públicas de los avances de la técnica y la industria organizadas desde mediados de siglo, que requerían grandes pabellones para albergar tanto los objetos exhibidos como a la multitud que acudía a admirarlos.

  • Las ideas universales —las ideas de la metafísica racionalista: yo, Dios y mundo— serían ideas complejas que tienen su origen en la abstracción, entendida en el sentido ockhamiano, no en el aristotélico o tomista.

  • Las necesidades humanas se suelen dividir en necesidades básicas o primarias, que son universales y fundamentales para la supervivencia (alimentación, refugio, reproducción, etc.) y necesidades secundarias, que dependen de la sociedad y la cultura en la que vivimos, y que vinculamos a nuestro bienestar y desarrollo personal (ocio, arte, transporte...).

  • Los conceptos universales son solo términos o voces ( fl atus vocis) compuestas de letras y sílabas, pero carecen de realidad fuera de la mente.

  • Los juicios más necesarios, universales y evidentes —las leyes fundamentales de la realidad— son las premisas primeras de todas las ciencias.

  • Los juicios o leyes de la física son a priori y, por tanto, universales y necesarios, porque en ellos se emplean las categorías, que son a priori.

  • Los principios de la ley moral natural son objetivos y universales, pero se han de aplicar a las situaciones propias de cada actuación.

  • Los términos mentales o conceptos universales son signos naturales que se forman en la mente, debido a la semejanza entre diversas cosas singulares.

  • Los universales solo existen en el entendimiento, porque fuera de él solo hay cosas individuales.

  • Los valores humanos son bienes universales que nos humanizan y mejoran nuestra condición de personas.

  • Los y los se pueden cortar con alicates universales, alicates de corte y tenazas.

  • No crean los valores, sino que se aferran al intelecto, que supuestamente suministra obligaciones universales e inmutables.

  • No es que considerase que la vida se puede entender con conceptos universales, porque esta pertenece solo a cada individuo, pero juzgó posible encontrar unas categorías generales que nos ayudasen a entenderla.

  • Nominalismo: doctrina filosófica que niega la existencia de los universales fuera del pensamiento.

  • Para los so fi stas, no existían normas morales objetivas y universales, sino que la bondad o la maldad de las acciones dependía de criterios como la tradición, la cultura o las prácticas habituales de cada sociedad o individuo.

  • Para responder a estas cuestiones, Ockham adoptó dos enfoques diferentes: por un lado, en qué medida los universales designan cosas existentes; por otro, qué tipo de existencia poseen.

  • Pero la crítica racional de la pasión descontrolada, la defensa de ciertos valores pretendidamente universales, la reducción de las composiciones a sus elementos imprescindibles, la deformación de los rasgos al servicio de la fuerza expresiva, su desbordada fantasía y el carácter simbólico u onírico son características que hacen de esta serie de grabados de Goya una obra demasiado compleja e innovadora como para encasillarla dentro de los límites del Clasicismo o el Romanticismo de su tiempo.

  • Por eso, las ideas y las decisiones racionales son seguras y universales.

  • Por lo tanto, estos juicios son universales y necesarios.

  • Precisamente por no ser —como el resto de las ciencias positivas— un saber sobre hechos, sino sobre esencias universales, la fenomenología es, además de una ciencia fi losó fi ca, el saber último y fundamental del que dependen los restantes conocimientos.

  • Proclamación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos La Asamblea General de las Naciones Unidas proclama la presente Declaración Universal de Derechos Humanos como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados miembros como entre los de los territorios que están bajo su jurisdicción.

  • Razón: tercer nivel de la facultad de conocer; elabora razonamientos y busca juicios universales que fundamenten juicios particulares.

  • Relativismo: teoría que sostiene que no existen hechos ni principios universales compartidos por todas las culturas.

  • Respecto a la existencia de los universales, como para Ockham solo existen cosas singulares, los universales en cuanto tales son singulares, es decir, existen como individuos en nuestra mente.

  • Russell negó la existencia de universales y esencias, es decir, de todo objeto metafísico.

  • Sabiduría: según san Agustín, es el conocimiento racional superior que tiene por objeto las verdades eternas, universales y necesarias.

  • Según este autor, los conceptos universales —como el de Bien en sí o la Justicia en sí— pueden ser alcanzados por la razón, que debe descubrirlos y extraerlos del interior del alma.

  • Si el mundo es contingente, las cosas y los principios que los rigen no se pueden deducir de unos principios universales.

  • Sin embargo —afirma Kant—, las éticas que se basan en la búsqueda de la felicidad proponen principios materiales (la ausencia de dolor, la virtud...) que no pueden ser leyes universales ya que, según él, no puede haber acuerdo universal acerca del objeto en el que se cifre la felicidad.

  • Sin embargo, la existencia de los conceptos universales en cuanto signos solo se da en el entendimiento, ya que fuera de él únicamente existen seres individuales, que son representados por ellos.

  • Sin embargo, la razón tiende, de manera natural, a traspasar la barrera de la experiencia, buscando juicios máximamente universales que sean el fundamento de todos los demás, sin que ellos mismos necesiten un fundamento.

  • Son normas inalienables, universales y nunca prescriben.

  • Son sustancias los seres individuales, a los que denominó sustancia primera; también aplicó este término a los conceptos universales que se forman en la mente por abstracción, a los que llamó sustancias segundas.

  • Su éxito fue total y se convirtió en el modelo que habría de inspirar los pabellones de las sucesivas Exposiciones Universales.

  • Su peculiaridad radica en que carecía de un lenguaje formal propio, ya que constituía, por encima de todo, una actitud ante la vida, que reivindicaba la libertad de expresión, la fuerza del sentimiento, la ensoñación y el individualismo, al margen de cualquier norma basada en la razón o en valores universales.

  • Supone «poner entre paréntesis» todos los elementos contingentes y prescindibles que impiden apreciar las esencias universales y necesarias.

  • Un conocimiento que se basa solo en la experiencia, no permite formular leyes totalmente universales, porque es imposible comprobar todos los casos.

  • Un siglo después, nació con Hugo Grocio lo que se conoce como iusnaturalismo; este también defendió unos derechos naturales universales, que están por encima de las leyes positivas.

  • Universales Todas las personas son titulares de los mismos derechos humanos, independientemente de su raza, sexo, religión u origen étnico, cultura o cualquier otra circunstancia personal o social.