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60 oraciones y frases con señor

Las oraciones con señor que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar señor en una frase. Se trata de ejemplos con señor gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar señor en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • ¿Quién digo yo que eres tú, Señor?

  • A veces el cántaro se convierte en una pesada cruz, pero fue precisamente en la cruz donde, traspasado, el Señor se nos entregó como fuente de agua viva.

  • Al invocar a Jesús como Señor, confesamos su divinidad.

  • Alguien, por ejemplo, el señor García, podría sostener que no todos los cuervos son negros, solo que aún no hemos podido observar un cuervo que no lo sea.

  • Así mismo, la Iglesia poseía señoríos con sus privilegios especí fi cos; en estos casos, el titular era una institución eclesiástica (una abadía, una catedral, etc.) y el que estaba a la cabeza de la misma (el abad, el obispo, etc.) ejercía como señor sobre las tierras y vasallos del señorío.

  • B : El señor A pretende que los adolescentes no disfruten del aire libre.

  • Comencé a hablar, reconocí mis errores y en ese instante sentí […] al Señor y ahí encontré un segundo nacimiento”» (www.interrogantes.net).

  • Con ella, Jesús quiso que tomáramos especial conciencia de ser hijos amados del Señor y que, por tanto, pudiéramos dirigirnos a él con confianza.

  • Crono se convirtió en el único señor del mundo, ya que hundió a sus hermanos y a sus hermanas en el Tártaro (la parte más profunda del Infierno).

  • De la tajante respuesta de Jesús no se debe interpretar que la política y el culto al Señor se encuentran en ámbitos opuestos.

  • De ellos destacamos los siguientes: Cristo Pantocrátor, como señor todopoderoso, sentado con los Evangelios en la mano izquierda y la derecha extendida en gesto de bendición.

  • De este modo, tales lugares se convirtieron en señoríos jurisdiccionales y sus pobladores en vasallos del nuevo señor, que asumía sobre ellos las funciones propias del monarca.

  • De este modo, frente al concepto feudal del rey como señor de vasallos –lo que implicaba una reciprocidad de compromisos y obligaciones entre uno y otros–, se fue imponiendo en Castilla la doctrina del rey como soberano de súbditos, según la cual el reino debía estar subordinado a la autoridad ilimitada e independiente del monarca, que solo era responsable de sus actos ante Dios.

  • Decimos que alguien madura cuando es capaz de sobreponerse a sus estados de ánimo, es decir, cuando se convierte en «señor» (dominus) de su propia existencia.

  • El Señor no desprecia los bienes materiales.

  • El encuentro con Cristo alcanza en este sacramento una eficacia completa, pues en él, siguiendo las palabras del mismo Jesús en la Última Cena, está el Señor con su cuerpo, con su sangre, con su alma, con su divinidad.

  • El hecho de que el señor A haya terminado la Educación Secundaria es completamente irrelevante para la verdad o falsedad de la factorización de los números enteros.

  • El medio de transporte más empleado eran las lecticae o literas, transportadas por esclavos que gritaban: «¡Paso a mi señor!».

  • El primero, señor, y el más dificultoso de conseguir, pero el mejor pudiendo ser, sería que V. Majd. favoreciese los de aquellos reinos introduciéndolos en Castilla, casándolos en ella y los de acá allá, y con beneficios y blandura los viniese a facilitar de manera que viéndose casi naturalizados acá con esta mezcla, por la admisión a los oficios y dignidades de Castilla se olvidasen los corazones de manera de aquellos privilegios, que por entrar a gozar de los de este reino igualmente, se pudiese disponer con negociación esta unión tan conveniente y necesaria.

  • El Señor de Orgaz había dejado a su muerte una manda que obligaba a los vecinos de dicha villa a entregar a la parroquia toledana de Santo Tomé ciertas rentas en dinero y en especie.

  • El señor García puede ser más o menos razonable, pero no podemos decir que su posición sea completamente descabellada.

  • Empleando su capacidad de inferir, el señor García inferirá que Sócrates va a invadir la Tierra.

  • En cuanto a las localidades pertenecientes a señoríos, los cargos eran generalmente designados por el señor, que de este modo ejercía un control indirecto sobre las mismas.

  • En cumplimiento del acuerdo adoptado por la Junta de Defensa Nacional se nombra Jefe del Gobierno del Estado Español al Excelentísimo señor General de División don Francisco Franco Bahamonde, quien asumirá todos los poderes del nuevo Estado.

  • En el Señor se encuentra, además de la respuesta al problema de la Salvación, el anuncio de lo que verdaderamente es el hombre.

  • En los comienzos de la Reconquista apareció el primer tipo de señoríos, los denominados señoríos territoriales o solariegos, cuyas tierras carecían de dueño previo, por lo que el nuevo señor adquiría la propiedad de las mismas.

  • En los territorios de la Corona de Aragón, la relación entre gobernante y gobernados se mantuvo dentro del concepto feudal de pacto entre el señor y sus vasallos, entendiéndose por vasallos en este caso solo los grupos sociales dirigentes (la nobleza, el clero y el patriciado urbano).

  • En su obra se sintetizan las diversas in fl uen- cias que recibió a lo largo de su trayectoria desde Creta hasta España: la espiritualidad del arte bizantino cretense, las luces irreales y los colores fríos del pintor veneciano Tintoretto, etc. Entre sus obras más destacadas, se podrían mencionar: La adoración del nombre de Jesús (El Escorial), cuadro que ofreció a Felipe II, ya que es una exaltación de su persona y de su triunfo contra los turcos en Lepanto; El martirio de San Mauricio (El Escorial), obra encargada por Felipe II, que nunca colocó en su destino por no ser de su agrado; El entierro del señor de Orgaz (iglesia de Santo Tomé en Toledo), probablemente su mejor obra; y magní fi cos retratos, como el del Caballero de la mano en el pecho (Museo del Prado, Madrid).

  • Es la relación que se ha dado entre el señor feudal y el siervo, entre el capitalista y el proletario, etcétera.

  • Escribe el signi fi cado de las siguientes siglas en inglés y explícalo con tus palabras: En esta secuencia de El señor de los anillos: El retorno del rey ( Th e lord of the rings: Th e return of the king) dirigida por Peter Jackson y basada en la novela de J. R. R. Tolkien, se encienden las almenaras de Minas Tirith, situadas en las atalayas de las montañas blancas.

  • Hasta el momento, la comunidad ya estaba bien sin ascensor; dicen que lo más lógico es que este señor busque una planta baja y cambie de domicilio.

  • Hay quienes, por orgullo o miedo al compromiso, no quieren escuchar la voz del Señor; otros, en cambio, están alejados de la fe sin ninguna culpa: el Señor, que conoce el corazón de las personas, es quien se hará el encontradizo con ellas a lo largo de sus vidas.

  • Imaginemos que el señor García, por la razón que sea, llega a creer que, si Sócrates es marciano, invadirá la Tierra y más tarde cree también que Sócrates es marciano.

  • La caridad no «se puede agotar en la dimensión terrena de las relaciones humanas y sociales, porque toda su eficacia deriva de la referencia a Dios: “En la tarde de esta vida, compareceré delante ti con las manos vacías, pues no te pido, Señor, que lleves cuenta de mis obras.

  • La fe del centurión Al entrar Jesús en Cafarnaúm, un centurión se le acercó rogándole: «Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».

  • La paradoja del hombre calvo Imaginemos que el señor García no tiene un solo pelo en la cabeza; es evidente, entonces, que es calvo y si le añadimos un pelo en el centro de la cabeza, no dejará de ser calvo.

  • La pintura es conocida como «Entierro del Señor de Orgaz» (a veces se le cita como Conde, pero la villa de Orgaz no fue condado hasta el siglo ), y es una de las obras más importantes del manierismo español de finales del siglo, con unos rasgos formales característicos de la obra madura de El Greco: primacía del color, iluminación irreal, alargamiento de las figuras, composición abigarrada y desinterés por la representación espacial.

  • La razón y la libertad capacitan al ser humano para ser señor de sí mismo, administrador de su propia existencia.

  • Las Cortes generales y extraordinarias de la nación española, congregadas en la real Isla de León, conformes en todo con la voluntad general, pronunciada del modo más enérgico y patente, reconocen, proclaman y juran de nuevo por su único y legítimo rey al señor D. Fernando VII de Borbón; y declaran nula, de ningún valor ni efecto la cesión de la Corona que se dice hecha en favor dc Napoleón, no solo por la violencia que intervino en aquellos actos injustos e ilegales, sino principalmente por faltarles el consentimiento de la nación.

  • Los católicos creen en la presencia real: la Eucaristía no es un recuerdo o una imagen del Señor, sino que en ella está verdaderamente presente Jesús resucitado.

  • Los dos hijos de un mismo Padre, servidores de un mismo Señor; nada los separa.

  • Más bien al contrario, cumplían con las dos obligaciones básicas que en la sociedad feudal tenía todo vasallo hacia su señor: asistirle con el consejo ( consilium ) y prestarle ayuda ( auxilium ), en este caso de tipo económico.

  • Ninguno de los dos tipos de dominio feudal se correspondía exactamente con el concepto capitalista de propiedad plena, por lo que se planteaba la disyuntiva sobre quién tenía más derecho a la tierra, si el señor o el campesino.

  • No se puede conocer al Señor, pero sí se debe postular.

  • No se trata de un dolor servil, propio de los esclavos, sino de un dolor filial, que permite el retorno sincero a la amistad con el Señor.

  • Para explicar cómo funciona el motor basta una cierta comprensión de los principios impersonales de la combustión… Ahora bien, si alguien decidiera que la comprensión de los principios de funcionamiento del motor le impiden creer que hubo un tal señor Ford que inventó el motor en un principio, […] estaría equivocándose» (John Lennox, ¿Ha enterrado la ciencia a Dios?).

  • Pero el centurión le replicó: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo.

  • Podemos decir que está equivocado, e incluso que ha perdido el contacto con la realidad, pero, estrictamente hablando, no podemos afirmar que el señor García esté siendo irracional.

  • Por el sacramento del Matrimonio, los esposos cristianos quedan insertados tan real y verdaderamente en el misterio y en la Alianza de Cristo y su Iglesia, que el Señor se sirve de ellos para llevar a cabo su designio salvador.

  • Primero es necesario que compremos a un esposo con gran gasto y que lo tomemos como amo y señor de nuestro cuerpo.

  • Señor en latín es dominus; de ahí que en moral se hable de dominio o autodominio.

  • Si en la época de Le Verrier alguien hubiera cuestionado la existencia de Vulcano, no solo no habría sido poco razonable (como el señor García), sino que habría estado en lo cierto.

  • Si, cautivados por su hermosura, los creyeron dioses, sepan cuánto los aventaja su Señor, pues los creó el mismo autor de la belleza.

  • Sin el Señor, causa primera y fin último, nada podría existir.

  • Una vez percibida, ha de concluirse que es la causa de todas las cosas rectas y bellas, que en el ámbito visible ha engendrado la luz y al señor de esta, y que en el ámbito inteligible es señora y productora de la verdad y de la inteligencia, y que es necesario tenerla en vista para poder obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo público».

  • Uno de los grandes problemas radicaba en que podían reconocer al mismo tiempo dos derechos dife- rentes sobre una misma tierra: el dominio útil del campesino, que la explotaba y la transmitía a sus herederos; y el dominio eminente del señor, que podía exigir a los campesinos determinados tributos en relación con las tierras que cultivaban.

  • Y lo mismo ocurre con la cochinilla y lo demás que en España se cría y viene de las Indias, ya que además de proveerse otros Reinos de lo que Dios nuestro Señor nos da en estos, que ni sabemos aprovecharnos de ello ni conservarlo, es causa no solo de que se lleven nuestro dinero, sino también de que en España valgan las cosas tan caras por vivir de manos ajenas, lo que da vergüenza y lástima de ver.

  • Y así, haciendo estragos por todo el orbe, las cuatro plagas del hierro, el hambre, la peste y los animales salvajes, alcanzan su cumplimiento las profecías anunciadas por el Señor a través de sus profetas.

  • Y las tuve en derecho indisputado, bajo el rei- nado del ya dicho nuestro señor Adefonso rey de Oviedo.

  • Yo placiendo a Nuestro Señor levaré de aquí al tiempo de mi partida seis a Vuestras Altezas para que deprendan hablar.