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120 oraciones y frases con sensible

Las oraciones con sensible que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar sensible en una frase. Se trata de ejemplos con sensible gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar sensible en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • ¿Desde cuándo existe esta enfermedad? ¿Crees que una persona sensible a la electricidad puede vivir en la ciudad?

  • ¿Qué parte de la planta parece más sensible a la acción de los ácidos, el tallo, las hojas o las raíces?

  • Además de reflejar una cuestión de orden ma disciplina se ocupa de aquello que trasciende lo material y sensible.

  • Además de las funciones anteriores, se define por el conocimiento sensible, el apetito sensible y la capacidad locomotriz.

  • Ahora bien, aunque para Heráclito el mundo sensible se reduce al movimiento y al cambio, también reconoce un principio de orden y unidad.

  • Al mismo tiempo, son sintéticos, porque el espacio y el tiempo están vinculados a toda la experiencia sensible como formas de esta, de manera que los juicios en los que están incluidos hacen avanzar nuestro conocimiento.

  • Aquí, el alma ya no recurre a lo sensible ni se ocupa de supuestos, sino que contempla las ideas primeras y trata de relacionarlas con la realidad sensible.

  • Aristóteles no consideró, como Platón, que el alma tuviese un conocimiento previo de lo universal que se actualizase con el conocimiento de lo sensible.

  • Así, las escuelas neoplatónicas sostenían la existencia de un mundo diferente del sensible, una divinidad trascendente y la inmortalidad del alma humana.

  • Así, por ejemplo, gracias al intelecto agente, abstraemos la idea de caballo a partir de la imagen sensible de este caballo.

  • Cabe a fi rmar que, con este método, Galileo vinculó el conocimiento sensible con las demostraciones necesarias.

  • Coinciden con el racionalismo en que no conocemos las cosas mismas, sino nuestras ideas, pero, a diferencia de este, situaron su origen en la experiencia sensible y no en la razón.

  • Con el conocimiento sensible percibimos gran variedad de objetos individuales en el espacio y el tiempo, pero no los entendemos y no sabemos qué son porque carecen de unidad.

  • Cromatografía sobre papel para separar los componentes de una tinta La cromatografía sobre papel es una técnica sencilla, pero muy sensible.

  • Descubrió que la Luna parece que es igual que la Tierra, que el Sol presenta manchas, que Venus tiene fases como la Luna, etc. Esto parecía ir en contra de la astronomía aristotélica (geocentrismo), pero fue aceptado como fruto de la observación sensible.

  • El cientí fi co debía partir de la observación y de la experiencia sensible para descubrir el orden geométrico de la naturaleza.

  • El conocimiento sensible comienza con la estimulación, es decir, al ser afectados nuestros órganos sensoriales por un estímulo físico.

  • El conocimiento sensible es una síntesis de las sensaciones con el espacio y el tiempo.

  • El cuerpo humano, al pertenecer al mundo sensible, siempre ha estado en este mundo en el que vivimos, pero ¿dónde ha estado el alma humana antes de unirse al cuerpo?, ¿cuál es su origen?

  • El de Estagira —como ya hiciera Platón— diferenció entre conocimiento sensible e intelectual, y apoyó esta distinción en su teoría hilemór fi ca.

  • El fenómeno es la cosa en mí, lo que aparece ante el sujeto que conoce, el objeto que el sujeto elabora cuando aplica las categorías a la experiencia sensible.

  • El hombre que se queda solo con el conocimiento sensible se encuentra sometido a los afectos y es incapaz de elegir lo mejor.

  • El mayor contraste lo brindaron los empiristas, quienes coincidieron con él en que solo conocemos ideas y no cosas, pero rechazaron la existencia de ideas innatas, porque ubicaron el origen del conocimiento en la experiencia sensible y no en la razón.

  • El mito sugiere, entre otras cosas, que el hombre no puede conformarse con lo que percibe por los sentidos, sino que ha de traspasar la frontera de lo sensible y contemplar las ideas, que constituyen lo perfecto y pleno.

  • El mundo sensible participa del mundo inteligible, de modo que las cosas son lo que son, tienen una esencia unitaria y permanente, porque participan de las ideas.

  • El mundo sensible, de alguna manera, depende del mundo de las ideas.

  • El objeto de la intuición intelectual es, por lo tanto, la realidad singular y concreta —tanto sensible como inteligible—. Así, esta intuición permite emitir a fi rmaciones del tipo «Juan existe» o «esta piedra existe», y también proferir juicios sobre actos internos, como «hay un entendimiento» y «hay una voluntad».

  • El problema estriba en que la virtud pertenece al mundo inteligible de la libertad, mientras que la felicidad corresponde al ámbito sensible de la necesidad.

  • El sistema político de la Restauración Los regionalismos y nacionalismos periféricos alcanzaron un notable desarrollo en los años fi nales del siglo xix, como reacción al carácter centralista del sistema político, poco sensible a las realidades y peculiaridades de los diferentes territorios españoles.

  • En efecto, los cuerpos se pueden percibir; los átomos, no. Demócrito distinguió dos niveles de conocimiento: El saber confuso, aparente o sensible, que se da a causa de irradiaciones materiales que provienen de los cuerpos y afectan a los sentidos.

  • En algunos pasajes añadió a estos la memoria sensible y la experiencia sensible.

  • En conclusión, Hume consideró que no podemos salir del ámbito de nuestra experiencia sensible y que no podemos saber con certeza si existen cosas distintas de nuestras ideas.

  • En consecuencia, el conocimiento sensible es una experiencia subjetiva de fenómenos o apariencias, pero sin validez para acceder a la índole propia de la realidad, el noúmeno.

  • En cuanto a los apetitos o tendencias, Aristóteles a fi rmó que tenemos en común con los animales el apetito sensible, que nos hace tender hacia aquello que los sentidos presentan como agradable y rechazar lo que aparece como desagradable.

  • En efecto, Platón, siguiendo a su maestro Sócrates, fue el primero en distinguir entre un mundo sensible y otro suprasensible.

  • En el caso del ser humano, existen diversos bienes que ejercen un atractivo sobre él; por ejemplo: los placeres del cuerpo, que someten al hombre a lo sensible; las riquezas, que son solo medios, pero no fi nes, etcétera.

  • En el concepto se pres-cinde de las características individuales de los obje-tos concretos percibidos mediante el conocimiento sensible.

  • En el mundo sensible encontramos causas e fi cientes, que, a su vez, han sido causadas, ya que nada puede ser causa de sí mismo.

  • En el pensamiento de Heráclito, expresa la racionalidad interna que hay en el cosmos, que va más allá de la apariencia sensible; es la ley universal que rige el movimiento de las cosas, que da unidad y orden a la realidad sensible.

  • En este nivel del conocimiento sensible se valora también la utilidad, conveniencia o inconveniencia de lo percibido.

  • En ética, los sentimientos, las emociones, los estados anímicos, los afectos… reciben el nombre de pasiones (del latín passio, ‘sufrir’, ‘padecer’), para subrayar su carácter sensible, y su influencia sobre la razón y la voluntad.

  • En primer lugar, reiteró que conocer es poseer formas de modo intencional o inmaterial, y mantuvo la división tradicional entre conocimiento sensible e intelectual.

  • Es el conocimiento de lo sensible y variable.

  • Es en la sensibilidad interna donde se organiza y elabora toda la información sensible; el resultado es la percepción de un objeto.

  • Esta alegoría pone de mani fi esto la existencia de dos grados de conocimiento: el sensible, que da lugar a la opinión (doxa), y el racional, que genera la ciencia (episteme).

  • Esta articulación entre conocimiento sensible, instinto y emoción hace po-sible el aprendizaje por experiencia.

  • Esta dimensión de la realidad que denominamos estética, se refiere, por lo tanto, a la forma sensible, es decir, a la disposición y el orden que muestran los diversos seres.

  • Este mundo es más real que el sensible.

  • Esto lo condujo a diferenciar lo sensible de las esencias invariables de las cosas.

  • Esto se debe a que lo estético precisa, además de la existencia de los sentidos exteriores —como la vista o el oído—, la in-teligencia que capta el orden, la forma oculta que brota de la apariencia sensible de las cosas.

  • Esto se dice cuando poseen otros valores estéticos o formales, como la originalidad, la expresividad, la elegancia, la gracia… Pero, en cualquier caso, estas obras deben participar de un modo sobresaliente en algún tipo de valor sensible.

  • Estos atributos con fi rman que el ser es algo universal y racional, que no tiene nada que ver con lo sensible y concreto.

  • Gracias al neoplatonismo, se mantuvieron vigentes los principales temas de la re fl exión fi losó fi ca anterior, como el dualismo gnoseológico —la separación entre el conocimiento sensible e inteligible— y el antropológico —la separación del alma y el cuerpo—. Asimismo, el desprecio de lo material favoreció una visión ética centrada en la puri fi cación corporal y en la primacía de lo espiritual o intelectual en el ser humano.

  • Hay un ámbito de la realidad que trasciende lo sensible (no todo es material y cambiante).

  • Hilemorfismo: teoría según la cual toda la realidad sensible está constituida, en último término, por dos principios: materia y forma.

  • Innatas: emanan de la razón misma y no de la experiencia sensible.

  • Intelecto agente: intelecto que actúa sobre la imagen sensible para sacar de ella, mediante la abstracción, lo inteligible o el concepto.

  • Kant entendió que no puede ser lo que sucede en la experiencia sensible (a posteriori), que nos dice lo que las cosas son, pero no lo que todos deben hacer con carácter universal.

  • La conclusión a la que llegó el fi lósofo ateniense es que las ideas no existen en las cosas, en la mente ni en las de fi niciones, sino que tienen una realidad en sí, trascienden lo sensible, son esencias separadas de las cosas.

  • La concupiscible o apetitiva, por la cual el humano busca y desea el placer sensible, y es arrastrado hacia lo material.

  • La división parmenídea del conocimiento en racional y sensible in fl uyó en el dualismo platónico.

  • La existencia de Dios No es posible un conocimiento intuitivo de su existencia, pues la intuición siempre nos remite a lo sensible o a nuestros actos internos de conocer y querer.

  • La experiencia sensible no posee para el racionalismo un gran valor en sí.

  • La integración del conocimiento humano Es muy importante advertir que en el ser humano el conocimiento sensible y el conocimiento racional no son como dos niveles sucesivos o como escalones en ascenso, sino que siempre están presentes y ambos son aspectos inseparables en cada acto humano de conocimiento.

  • La inteligencia Mientras que la sensibilidad capta la apariencia sensible de las cosas, la inteligencia penetra en su unidad y en sus propiedades esenciales.

  • La materia del conocimiento depende de la experiencia sensible y es a posteriori; frente a ella, la forma es independiente de la experiencia y a priori.

  • La moral empirista era un ejemplo típico de este tipo de éticas, porque fundamentaba la ley moral en lo sensible —los sentimientos, en Hume —, en lugar de apoyarla en la razón práctica.

  • La realidad del cambio defendida por Heráclito quedó recogida en los rasgos que de fi nen el mundo sensible de Platón.

  • Las cosas sensibles y corpóreas En uno de sus diálogos de vejez, Timeo, Platón se detuvo a re fl exionar sobre el mundo sensible y corpóreo.

  • Las sensaciones son materia del conocimiento sensible, cuya principal característica es la multiplicidad.

  • Llamó fenómeno empírico al objeto indeterminado de las intuiciones empíricas, es decir, apariencia sensible.

  • Lo sensible, aun no siendo perfecto, por encontrarse entre el ser y el no ser, goza de cierta realidad.

  • Los empiristas redujeron el conocimiento humano a la experiencia sensible.

  • Los humanos, en efecto, valoramos las formas externas de las realidades que nos rodean y su manifestación sensible.

  • Los idealistas y materialistas redujeron todo conocimiento a uno de sus extremos: los primeros, el racional y los segundos, el sensible.

  • Los saberes que pretendan ir más allá de la experiencia sensible son falsos «saberes».Aunque el positivismo se consideró durante el siglo XIX —y buena parte del siglo XX — como la esencia del saber científico, ha quedado muy desa creditado por las críticas de la filosofía de la ciencia.

  • Los sentidos internos: el sentido común, que tiene la función de uni fi car los cinco sentidos externos de manera que se aprecie el objeto sensible en su unidad; y la imaginación, que permite conservar las percepciones sensibles y reproducirlas cuando no están presentes.

  • Mundo inteligible: porción de realidad que trasciende el mundo sensible y está integrada por las ideas.

  • Mundo sensible: ámbito de realidad que pertenece a las realidades corpóreas y mudables.

  • Para el de Estagira, por tanto, únicamente hay una sola realidad: la de los cuerpos (el mundo sensible platónico), que contienen en su interior unas esencias (las ideas platónicas) que les dan consistencia y unidad.

  • Para Platón, hay ideas de todo cuanto existe en el mundo sensible y cambiante.

  • Para que realice esta función, debe estar siempre precedida de la intuición sensible.

  • Percepción: hecho de conciencia que experimentamos en nuestro interior; vivencia interior que resulta de una impresión sensible.

  • Pero ¿cómo puede la dialéctica conducir al alma a conocer las ideas directamente, más allá del conocimiento sensible?, ¿de qué modo es posible llegar a conocer la idea de bondad si solo percibimos cosas buenas en el mundo sensible, pero nunca la Bondad en sí?

  • Pero, según Kant, el intento de conocer lo incondicionado está abocado al fracaso, porque no es posible conocer sin la experiencia sensible.

  • Pero, si no se encuentra puri fi cada de todo lo corporal y sensible, ha de reencarnarse en otro cuerpo.

  • Pero, además, existe otro tipo de causas que no se pueden experimentar, pero dan razón de que ahora mismo ocurra el fenómeno del que sí tenemos experiencia sensible.

  • Platón combatió el relativismo sofístico con la teoría de las ideas, porque estas —como veremos más adelante— serían algo objetivo y universal que podría alcanzarse mediante el esfuerzo por ir más allá del mundo sensible.

  • Platón entendía que el alma debe convivir con el cuerpo mientras permanece unida a él y por eso necesita cierta satisfacción sensible.

  • Por conocimiento sensible entendió la captación de formas sensibles, que están en las cosas; por ejemplo, colores, sabores, fi guras, movimiento, etc. Este conocimiento es común al ser humano y a los animales, y se realiza a través de los sentidos externos e internos.

  • Por consiguiente, la idea de cuadrado tiene una realidad distinta del mundo sensible y de nuestro pensamiento.

  • Por el contrario, este mundo, el sensible, quedaba reducido a la apariencia y el devenir.

  • Por encima del apetito sensible se encuentra el apetito racional o voluntad, exclusivo del ser humano, que es la tendencia que mueve hacia el bien captado por el intelecto.

  • Por otro lado, también cuenta con el conocimiento sensible, que comparte con los animales irracionales y que es necesario para la abstracción de formas, como se verá más adelante.

  • Por su parte, Platón había admitido el movimiento dentro del mundo sensible, pero este era considerado como una realidad inferior.

  • Pretendía, así, manifestar su distanciamiento de una concepción que consideraba demasiado abstracta y sin vínculo con la experiencia sensible.

  • Puede resultar extraño que Kant relacionara las matemáticas con el conocimiento sensible, porque esta ciencia no se obtiene mediante los sentidos, sino con el entendimiento.

  • Pueden proceder de un solo sentido (como las ideas de colores, de olores, etc.), de varios sentidos (como la idea de extensión y la idea de movimiento), de la conjunción de sensación y re fl exión (como las ideas de placer y dolor), o solo de la re fl exión (como la misma idea de percepción sensible).

  • Pues nos encontramos que en el mundo sensible hay un orden de las causas eficientes.

  • Se analiza lo que muestra la experiencia sensible, de manera que se puedan abstraer sus propiedades esenciales, y se desechan todas las demás.

  • Se denominan pruebas a priori las que son puramente racionales; es decir, según las ideas y los principios evidentes de la razón, no proceden de la experiencia sensible (relaciones lógicas de ideas).

  • Se encuentra encerrada en un cuerpo como castigo por una culpa primitiva, que le impide ser feliz; por eso, tiene que perseguir la puri fi cación o liberación de lo corpóreo y sensible.

  • Se enuncian suposiciones o hipótesis que enlacen las propiedades esenciales que se han abstraído en la observación de la realidad sensible.

  • Se trata del mundo sensible, compuesto por cosas materiales, cambiantes, el cual da lugar a un conocimiento de opinión, por lo que se puede denominar mundo dóxico (del griego doxa, opinión ).

  • Si actuamos mal es debido a la ignorancia, que impide al alma desvincularse de lo sensible y material.

  • Si no, se debe volver a calentar hasta que no haya pérdida sensible de peso.

  • Sin embargo, no aceptó la la realidad misma, con sus variacio ción es describir nuestro modo de pensar la realidad sensible.

  • Sin embargo, habían cometido el error, que se plasmó en el escepticismo de Hume, de reducir todo el conocimiento a conocimiento sensible.

  • Sin embargo, no debe olvidarse que el punto de partida de todo lo que sabemos es nuestro conocimiento de la realidad sensible.

  • Sin embargo, siguiendo a los pitagóricos, Platón a fi rmó que no todos lo consiguen, pues el alma que no se libera plenamente de los impulsos que la atan al mundo sensible pasará (transmigrará) de un cuerpo a otro después de la muerte; ese otro cuerpo podrá ser humano o animal, dependiendo de lo racional o irracional que haya sido su vida.

  • Su discípulo, sin embargo, lo hizo mediante la teoría de la reminiscencia: si hay un mundo de ideas y el alma ha estado en contacto con él antes de entrar en el mundo sensible, parece lógico mantener que las ideas que aprendemos, en realidad, ya estaban dentro de nosotros.

  • Su máximo representante, Montaigne, expresó su descon fi anza en la experiencia sensible y la imposibilidad de alcanzar una verdad absoluta.

  • También rechazó el cambio o devenir y, al mantener que existe una oposición entre verdad y opinión, devaluó la realidad sensible.

  • También el conocimiento sensible nos proporciona evidencia de verdades de hecho, como el propio existir o la existencia de las cosas que nos rodean.

  • Todo parece apuntar a que este Demiurgo es una realidad intermedia entre el mundo sensible y el inteligible, un ser superior, artífice del mundo físico, que nos recuerda al Nous de Anaxágoras.

  • Todo va bien mientras la razón gobierna al hombre, pero cuando el deseo de placeres se desboca, la razón pierde el control, se quiebra la unidad del alma y esta queda sujeta al mundo sensible.

  • Un espectro consiste en un conjunto de radiaciones electromagnéticas puestas de manifiesto de alguna manera sensible, es decir, recogidas sobre una pantalla, registradas gráfica o informáticamente, fotografiadas o bien observadas de forma directa si son visibles.

  • Un juicio como «El caballo es un animal», engloba los conceptos de caballo y animal, que se pueden denominar empíricos, porque se extraen de la experiencia sensible.

  • Una vez que se ha señalado que las ideas son las esencias separadas de lo que existe en el mundo material, se pueden enumerar algunas de sus propiedades o características: las ideas son eternas, inmutables, únicas, inteligibles, perfectas, causas y modelos de lo sensible.

  • Y, efectivamente, la inmensa mayoría de las partículas α atravesaban la lámina sin presentar ningún cambio sensible de dirección, pero una pequeña fracción se desviaba marcadamente y de forma sorprendente; incluso, algunas partículas eran repelidas por la lámina.