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22 oraciones y frases con riquezas

Las oraciones con riquezas que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar riquezas en una frase. Se trata de ejemplos con riquezas gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar riquezas en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • ¿Qué tres tipos de máquinas cooperan entre sí para extraer las riquezas del subsuelo en la mina de diamantes de Ekati?

  • Continuar produciendo riquezas para satisfacer las necesidades de la población mundial (pilar económico).

  • Deberíamos intentar un reparto más justo de las riquezas para que no hubieran tantas desigualdades entre las sociedades.

  • El Imperio necesitaba mantener un proceso permanente de conquistas, ya que su funcionamiento dependía de las riquezas y esclavos que proporcionaban los nuevos territorios incorporados.

  • El pensador ateniense sostenía que todos los hombres desean las cosas buenas y la felicidad, pero con frecuencia sucede que no saben distinguir los bienes verdaderos de los bienes aparentes; muchas veces desconocen en qué consiste el bien y confunden el objeto de la verdadera felicidad con realidades imperfectas, como los placeres sensibles, las riquezas o los honores.

  • En el caso del ser humano, existen diversos bienes que ejercen un atractivo sobre él; por ejemplo: los placeres del cuerpo, que someten al hombre a lo sensible; las riquezas, que son solo medios, pero no fi nes, etcétera.

  • Es fundamental que nos fijemos en sus actitudes (ante el prójimo, ante los pobres, ante lo que lo que solemos llamar triunfo o éxito, ante las riquezas, etc.) y en sus palabras.

  • La di fi cultad de controlar tan extenso territorio y las riquezas que este generaba, dio lugar a incesantes guerras civiles.

  • La fama de prosperidad de que gozaba Tartesos en el mundo antiguo se debía a sus riquezas agrícolas, ganaderas y, sobre todo, minerales (oro, plata, cobre), que propiciaban un activo comercio tanto con las Islas Británicas como con los fenicios y griegos establecidos en la Península.

  • La Iglesia era uno de los grandes terrate- nientes, ya que durante siglos había ido acumulando enormes riquezas y donaciones de reyes y particulares, hasta constituir un imponente patrimonio.

  • La riqueza de la Iglesia Son frecuentes las críticas a la Iglesia y a sus riquezas.

  • La solución pasa por dejar de creer que los recursos existen para que podamos aprovecharlos al máximo y obtener grandes riquezas a corto plazo, y también por ser conscientes de que con esa actitud solo conseguiremos agotarlos.

  • Las riquezas que la Iglesia posee son, ante todo, bienes históricos y artísticos, patrimonio de la humanidad y expresión de la fe de los hombres y mujeres del pasado que se deben respetar como tantos otros bienes culturales del mundo.

  • Los partidos, o los jefes de los partidos, codician honores, o riquezas, o imperio; pero ¿qué puede apetecer en el mundo un Rey cristiano, sino el bien de su pueblo?

  • Los habitantes huyeron y sus riquezas fueron saqueadas.

  • Mayor interés por el interior que por el exterior del edificio, por varias razones: la influencia de la tradición romana y bizantina; la propia tradición del pueblo árabe, originario de una región cuyo clima extremo obliga a refugiarse en interiores confortables aislados del exterior; la naturaleza intimista e individual de la religión islámica, que propicia el desarrollo de la vida en el ambiente privado de las casas; y el rechazo, por el carácter igualitario del Islam, de la ostentación pública de lujo y riquezas, que se reservan para los interiores de los edificios mientras al exterior presentan fachadas de muros desnudos, especialmente en casas y palacios.

  • Mientras cometen desmanes los bárbaros por las Españas y el azote de la peste no ataca con menos intensidad, el tiránico recaudador de impuestos arrebata las riquezas y las provisiones almacenadas en las ciudades y el soldado las consume.

  • Muchas veces, los países del Tercer Mundo poseen grandes riquezas naturales que, generalmente, son mal administradas o explotadas por otros estados.

  • Pero no todos los miembros del estamento nobiliario gozaban de igual prestigio y fortuna, sino que existía una jerarquía interna: a La alta nobleza (duques, condes, marqueses, ricos hombres de Aragón), que disponía de grandes riquezas y extensos señoríos.

  • Pero las inmensas riquezas que ingresaba la Hacienda Real no eran suficientes para cubrir los enormes gastos militares que exigía el mantenimiento del imperio.

  • Por otra parte, la Iglesia, que había acumulado poder y riquezas a lo largo de los siglos anteriores, era la indiscutible fuerza social capaz de aglutinar bajo la bandera del cristianismo a toda Europa.

  • Rousseau consideró que, en su tiempo, la sociedad había causado desigualdades y falta de libertad; asimismo, habían aparecido pasiones negativas, como la ambición de poder y el deseo de riquezas.