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47 oraciones y frases con religiosos

Las oraciones con religiosos que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar religiosos en una frase. Se trata de ejemplos con religiosos gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar religiosos en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • A partir de esos valores se propagó una mentalidad tradicional y autoritaria que imponía ciertos comportamientos entre la población: a Una moral escrupulosa y estricta de inspiración católica, que impregnaba todas las manifestaciones de la vida pública o privada, desde los actos religiosos o fi ciales hasta la exigencia, para ciertos fi nes, de certi fi cados de buena conducta expedidos por los párrocos.

  • Además de su importante trabajo como retratista, desarrolló también una notable labor como pintor de temas religiosos.

  • Como principal plaza pública, albergaba el mercado y los edificios religiosos y políticos más representativos, en especial la curia (lugar de reunión del senado municipal) y la basílica.

  • De carácter religioso: la necesidad humana, no solo de explicar lo que sucede, sino también de controlar la realidad, supuso la asociación de los mitos a ritos religiosos.

  • Dentro de los costes materiales también es necesario mencionar las importantes pérdidas del patrimonio cultural, no solo como consecuencia de los daños causados por los bombardeos y el armamento bélico, sino también por las destrucciones intencionadas de la violencia anticlerical en la zona republicana (incendios de edi fi cios religiosos, destrucción de imágenes, saqueo de objetos de valor, etc.).

  • El arte románico transmitía la concepción teocéntrica del mundo impuesta por la Iglesia a la sociedad, y desempeñaba una función didáctica fundamental, mediante la difusión de mensajes religiosos, con un sencillo lenguaje visual, a una población mayoritariamente analfabeta.

  • El cargo del rey era electivo y tenía unos poderes de un alcance muy amplio: religiosos, políticos, militares y sociales.

  • El primer emperador romano, Octavio, recibió un título de carácter religioso, Augusto (un término que se aplicaba a los templos consagrados según los rituales religiosos romanos).

  • El Estado, a fi rmó, no debe intervenir en asuntos éticos o religiosos.

  • El Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago, obra del Maestro Mateo, ilustra perfectamente esta evolución –véase imagen siguiente–. Por último, dentro de la pintura destaca sobre todo la pintura mural de las iglesias, ya que las grandes super fi cies de muros y bóvedas ofrecían un amplio espacio, ideal para la representación de temas religiosos.

  • El protagonismo de la Iglesia, unido al fervor cristiano que impregnó a toda la sociedad española en esta época de crisis, se reflejó en un predominio absoluto de los temas religiosos en pintura y escultura, tratados con acentuado realismo para fomentar la devoción popular.

  • En las prósperas ciudades flamencas la burguesía se convirtió en una clientela habitual de los pintores, a los que encargaba retratos o trípticos religiosos destinados a sus oratorios y casas particulares, lo que explica su pequeño formato.

  • En cambio, el número de religiosos aumentó, ya que ingresar en las filas del clero era una buena alternativa como medio de vida en tiempos de crisis.

  • En consecuencia, los padres tienen el derecho a educar a sus hijos según los principios éticos, religiosos y académicos que, en conciencia, consideren adecuados.

  • En el plano iconográfico, a los temas religiosos demandados por la Iglesia se añadieron cada vez más temas profanos o mitológicos, encargados por nobles o burgueses para sus villas y palacios, siguiendo el espíritu humanista de recuperación de la cultura clásica.

  • En la actualidad se entiende que los textos religiosos pretenden mostrar la intervención divina en la creación de la vida, pero no explicar cómo se ha originado la materia viva, lo cual pertenece al ámbito de los textos científicos.

  • En las provincias del norte, el protestantismo de Calvino había ganado numerosos adeptos y Felipe II, al perseguirlo, desencadenó una rebelión que aglutinaba a amplios sectores descontentos con la dominación española: los disidentes religiosos, los ricos burgueses cuyos impuestos fi nanciaban una política ajena a ellos o incluso hostil –muchos eran calvinistas–, y ciertos sectores de la nobleza.

  • Esta tendencia, además de compartir con las demás los rasgos generales señalados para la pintura barroca, presentaba las siguientes peculiaridades: Los modelos de sus personajes, religiosos o mitológicos, eran tipos vulgares de la calle (golfillos, mendigos, hombres y mujeres de origen humilde), que en el cuadro se transformaban en ángeles, héroes, dioses o santos.

  • Esta prohibía, como en el judaísmo, la representación de imágenes en los edi fi cios religiosos, por lo que el rasgo más acusado del arte islámico es el gusto por la decoración abstracta.

  • Estando persuadidos de que los principios religiosos son los que pueden todavía contribuir más poderosamente a conservar las Naciones en el estado de obediencia pasiva que deben a sus Príncipes, las Altas Partes Contratantes declaran que su intención es la de sostener cada una en sus Estados las disposiciones que el Clero por su propio interés esté autorizado a poner en ejecución, para mantener la autoridad de los Príncipes, y todas juntas ofrecen su reconocimiento al Papa, por la parte que ha tomado ya relativamente a este asunto, solicitando su constante cooperación con el fin de avasallar las Naciones.

  • Este incidente desató una cadena de acontecimientos que escaparon a todo control: enfrentamientos verbales entre los monárquicos del interior del piso y los grupos de la calle, asalto a los talleres del diario monárquico ABC, ataques durante los tres días siguientes a edi fi cios religiosos de Madrid y otras ciudades, con actos de pillaje, quema de conventos, etc. El gobierno no fue responsable directo de los hechos, pero tampoco puso mucho empeño en impedirlos, para no granjearse desde el principio la enemistad de ciertos sectores populares, cuyo anticlericalismo violento era una explosión visceral contra la Iglesia, a la que consideraban demasiado vinculada a los ricos y poderosos.

  • Esto se explica, en primer lugar, por el anticlericalismo de amplios sectores populares, que identi fi caban a la Iglesia con el poder político y económico, y en segundo lugar, por la mayor vulnerabilidad de los edi fi cios religiosos, en comparación con los bien defendidos centros militares y edi fi cios institucionales.

  • Examinaban los prodigios, mantenían los archivos religiosos, consagraban lugares y monumentos públicos y se encargaban del calendario.

  • Fue una etapa de profundos cambios políticos, religiosos y culturales.

  • Genocidio: exterminio sistemático de un grupo social por motivos religiosos, raciales o políticos.

  • Igualmente creció el número de religiosos, aunque en este caso por un motivo diferente: ingresar en el clero, como medio de vida, era una buena solución en tiempos de di fi cultades económicas.

  • La atracción urbana alcanzó también a los religiosos y en el siglo aparecieron las órdenes mendicantes (de mendicare, pedir limosna), cuya actividad se desenvolvía en las ciudades, haciendo gala de pobreza y transmitiendo una nueva espiritualidad, en contraposición con la vida retirada y autosuficiente de los monasterios benedictinos.

  • La estructura social La estructura social de Al Ándalus estaba determinada por criterios religiosos, que establecían una división básica entre dos grandes categorías: musulmanes y no musulmanes .

  • La historiografía Las primeras muestras de historiografía en Roma corresponden a los analistas, al final del siglo aC. Estos escritores dejaban constancia, en lengua griega, de los hechos políticos, religiosos y sociales más relevantes de cada año.

  • Lo normal en toda obra arquitectónica es que se destine al desarrollo de algún tipo de actividad o función (vivienda, actos religiosos, representaciones teatrales, recepciones, etc.).

  • Los conflictos religiosos en el seno del Imperio Germánico Alemania había sido el principal escenario de la reforma protestante de Lutero, a la que se habían adherido numerosos príncipes para fortalecer su poder mediante la con fi scación de bienes a la Iglesia católica.

  • Los cristianos acudían a estos recogidos lugares para rendir culto a sus difuntos, en especial a los mártires allí enterrados, y en ocasiones para celebrar diversos actos religiosos, como la eucaristía.

  • Los cultos religiosos se celebraban fuera de los templos, en torno a un altar situado frente al edificio.

  • Los esclavos Como categoría diferenciada, al margen de criterios religiosos y en la base de la estructura social, estaban los esclavos, entre los cuales se distinguían dos grupos: a Los eslavos o esclavones, que eran prisioneros de origen europeo.

  • Los padres tienen el derecho a educar a sus hijos según los principios éticos, religiosos y académicos que su conciencia les dicte.

  • Los temas eran fundamentalmente religiosos, pero con un tratamiento muy peculiar, ya que con frecuencia se fundía lo sacro y lo cotidiano, en un doble sentido: Los personajes sagrados aparecen en ambientes de la vida cotidiana de la época, que nos familiarizan con las casas y paisajes a que estaba acostumbrada la burguesía flamenca.

  • Para ello, había redactado y hecho fi rmar al príncipe Alfonso el Mani fi esto de Sandhurst –por el nombre de la localidad inglesa donde estudiaba–, en el que exponía al pueblo español sus ideales religiosos y sus propósitos conciliadores.

  • Pero Felipe II adoptó también toda una serie de medidas para preservar a España de la herejía : se prohibió cursar estudios en universidades extranjeras y la importación de libros extranjeros, se público un índice de libros prohibidos y se exigió licencia del Consejo de Castilla para editar libros religiosos.

  • Pero el movimiento de reforma protestante provocó una reacción de la Iglesia, conocida como Contrarreforma, y en ese nuevo ambiente teológico los religiosos españoles desempeñaron un papel de primer orden en la defensa del catolicismo.

  • Pero uno de sus rasgos más destacados fue la ausencia de imágenes en los edificios religiosos, cuya representación estaba prohibida por el Islam para evitar la idolatría.

  • Por otro lado, este principio también implica que el Estado no puede inmiscuirse en los asuntos religiosos o morales de los ciudadanos, sino que debe actuar con pleno respeto a la libertad ideológica y religiosa de estos.

  • Preocupado por problemas éticos y religiosos, más que gnoseológicos, consideró que la fenomenología era un método que permitía aprehender objetos, como el amor o los valores, sin preconcepciones, pues, para él, los objetos son independientes del sujeto del conocimiento.

  • Se trataba de una minoría privilegiada y dominante, que desempeñaba los más altos cargos políticos, fi nancieros, militares y religiosos.

  • Si bien el desencadenante de la insurrección fue la protesta contra el reclutamiento por la guerra de Marruecos, llama la atención, en cambio, que los ataques se dirigieron prioritariamente contra iglesias, conventos y símbolos religiosos, no contra los estable- cimientos militares o institucionales.

  • Sin embargo, la religión romana no fue una copia de la religión griega, sino que incorporó elementos religiosos etruscos y de otras regiones de la península Itálica.

  • Tras la victoria definitiva sobre los persas, el estratego Pericles y el escultor Fidias, su amigo, elaboraron un completo programa de reconstrucción de la Acrópolis, con un conjunto de edificios religiosos que representan la culminación de la arquitectura clásica griega.

  • Una clasificación completa de las distintas especies o familias de valores comprendería, de menor a mayor importancia: los valores agradables, los vitales, los estéticos, los de conocimiento, y los morales y religiosos.