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74 oraciones y frases con realismo

Las oraciones con realismo que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar realismo en una frase. Se trata de ejemplos con realismo gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar realismo en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • ¿Qué diferencias ves en lo tocante al realismo de las obras? Ánfora de figuras rojas.

  • Corot y la Escuela de Barbizon representaron, en el género del paisaje, la transición del Romanticismo al Realismo, por el tratamiento objetivo de la naturaleza, y una anticipación del Impresionismo, por el estudio de los efectos de la luz y la atmósfera.

  • De la etrusca, su realismo.

  • Desarrollo del Realismo ruso.

  • Descartes, iniciador de la postura idealista, trató de corregir y recti fi car el realismo.

  • Desde el punto de vista cultural, se sucedieron diversos movimientos artísticos, desde el Romanticismo y el Realismo, hasta llegar a los movimientos vanguardistas.

  • Desde entonces se decantó hacia un realismo de carácter social, que caracterizó toda su faceta de escultor.

  • Destaca en especial la habilidad del pintor para representar con magistral realismo las cualidades materiales de los diferentes objetos, ya sean de cerámica o de metal.

  • Destacan la minuciosidad de los detalles y el perfecto modelado del rostro del santo, de gran realismo.

  • Destacó en especial la escuela de Valladolid (segundo tercio del siglo xvi ) con dos grandes artistas, Alonso Berruguete y Juan de Juni, autores de fi guras y grupos de acentuado realismo y expresividad.

  • El realismo exagerado.

  • El de Aquino siguió la solución del realismo moderado.

  • El protagonismo de la Iglesia, unido al fervor cristiano que impregnó a toda la sociedad española en esta época de crisis, se reflejó en un predominio absoluto de los temas religiosos en pintura y escultura, tratados con acentuado realismo para fomentar la devoción popular.

  • El realismo de Maquiavelo se caracteriza por valorar la acción política en función de sus resultados: lo bueno, políticamente hablando, es lo útil para el Estado.

  • El realismo del cuerpo inerte de Jesús contrasta con la visión idealizada de la Virgen, cuya belleza y juventud la sitúan al margen del paso del tiempo, y cuya serenidad y expresión de dolor contenido resultan realmente conmovedoras.

  • El realismo literario característico de la segunda mitad del siglo xix fue desapareciendo a favor de géneros experimentales.

  • El realismo metafísico Según el subjetivismo idealista, no podemos acceder a lo real, sino a las ideas que elaboramos.

  • El realismo metafísico.

  • El realismo moderado.

  • El realismo político El hecho de que las ideas políticas de Maquiavelo estuvieran muy condicionadas por las circunstancias de su época y el pasado histórico, permite entender el carácter pragmático de sus ideas políticas.

  • El realismo se detecta especialmente en el retrato que, con la excepción de la época de Augusto, suele plasmar los rasgos individuales de la persona representada.

  • El Realismo, en cambio, despojó al paisaje de toda significación (simbólica, literaria o de cualquier tipo) y lo redujo a un tema más de la realidad visible.

  • El renovado interés por la realidad exterior e inmediata constituye su base fundamental: si el Romanticismo sentía fascinación por los mundos exóticos y el pasado medieval, el Realismo se volcó hacia lo cercano y presente; de igual modo, frente a la visión subjetiva de aquel, reivindicó el testimonio objetivo, a veces con una clara actitud de denuncia social.

  • En el debate sobre los universales (siglos xiii y xiv ), el realismo moderado sostenía que el universal existe no solo en el pensamiento, sino también en la esencia real de la cosa.

  • En ambos casos se pretendía plasmar los rasgos individuales de la persona representada, de ahí el realismo del retrato romano.

  • En cambio, el realismo metafísico identifica esta ciencia primera con la denominada tradicionalmente filosofía primera o metafísica.

  • En conjunto es un ejemplo claro de su estilo ecléctico, tan distante del realismo de la pintura de su tiempo como del academicismo dominante en la escultura: es en parte clasicista, por las referencias a lo dionisíaco y el gusto por el desnudo; y en parte romántica, por la agitación y el ritmo barroco.

  • En cualquier caso, el Realismo, encabezado por un grupo reducido de pintores, no introdujo innovaciones formales, sino una provocadora revolución temática en un panorama general de artistas que, en el más puro academicismo, producían su obra para una burguesía ya claramente conservadora.

  • En definitiva, Ribera pretende, mediante un crudo realismo, inspirar la compasión del fiel y su identificación con el personaje representado, objetivo esencial de la pintura barroca de carácter religioso.

  • En determinadas épocas históricas se acostumbraba pintar tanto la piedra como la madera, para dar un mayor realismo a la figura.

  • En efecto, la escena se desenvuelve en un ambiente de gran humildad y crudo realismo, en el que la Virgen aparece simplemente muerta, sin ningún elemento sagrado que anuncie su próxima asunción, como la presencia de ángeles, por ejemplo.

  • En el ámbito de la cultura, surgieron el realismo literario y el naturalismo.

  • En ese sentido alcanzaron de forma empírica un absoluto realismo en la representación tridimensional del espacio, equiparable al que por las mismas fechas proponía el Renacimiento italiano mediante un estudio teórico y científico de la perspectiva.

  • En esta línea, el realismo afirma que podemos conocer la realidad.

  • En este sentido, la corriente dominante entre los artistas innovadores siguió un desarrollo lineal que, partiendo del Realismo, culminó en el Impresionismo y el Neoimpresionismo.

  • En este sentido, los escultores se sirvieron de recursos que también son peculiares de la imaginería española: la técnica tradicional de la madera policromada, cuyo realismo visual supera al bronce o la piedra, además de ser más barata; el empleo de postizos, como ojos y lágrimas de cristal, dientes de marfil, corcho para simular coágulos de sangre e, incluso, pelucas y trajes sobrepuestos.

  • En la pintura de Ghirlandaio, se puede comentar el realismo con el que están pintadas las de-formidades de la nariz del anciano; esto se enmarca en la concepción propia de la época de la pintura como ciencia que nos enseña la naturaleza.

  • Entre las cintas expuestas estaba la «Llegada de un tren a la estación de La Ciotat», cuyo inusual realismo sobresaltó a los espectadores ante el avance frontal de la locomotora en dirección hacia ellos.

  • Es sin duda una de las mejores obras de Gregorio Fernández y reúne las características esenciales de su estilo: acentuado realismo, emotiva expresividad, patetismo e insistencia en los detalles que reflejan el sufrimiento físico (llagas, magulladuras y heridas sangrantes, de fuerte impacto visual por la policromía), y rigidez de los pliegues, acartonados y cortantes, cuyos contrastes lumínicos acentúan el dramatismo de la escena.

  • Ese realismo se limitaba normalmente a la cabeza.

  • Esta obra reúne todas las características generales de su pintura: realismo, composición simple y sin movimiento, figuras estáticas y yuxtapuestas, como los elementos de bodegón que se disponen sobre la mesa, expresiones serenas, dibujo preciso y fuertes contrastes de luces y sombras.

  • Estaba integrada por un numeroso grupo de escritores partidarios del realismo social, es decir, de la literatura y el arte como medio de denuncia de la realidad e instrumento de crítica social y política: novelistas como Rafael Sánchez Ferlosio, Carmen Martín Gaite, Ana María Matute, Juan Goytisolo, Luis Goytisolo, Luis Martín Santos o Juan Marsé; dramaturgos como Alfonso Sastre o Lauro Olmo; poetas como Carlos Barral, Jaime Gil de Biedma o José Agustín Goytisolo.

  • Estuvo en Italia, donde admiró la obra de Miguel Ángel y los pintores barrocos, y en Londres, donde retrató la miseria resultante de una industrialización deshumanizada, anticipándose con ello al Realismo.

  • Existe un incipiente deseo de individualización de los rasgos y detalles de las figuras (realismo), a pesar de su carácter esquemático.

  • Frente a la serenidad clasicista de tipo griego que caracterizaba a la procesión del Ara Pacis, este relieve destaca por un realismo y un carácter dinámico y efectista, más propios del estilo romano.

  • Hasta fi nales de la Edad Media, la mayoría de los fi lósofos se habían situado en el realismo, pues consideraban que nuestras facultades cognoscitivas nos ponen en contacto inmediato con la realidad exterior y nos dan a conocer su esencia.

  • La expresión del rostro refleja las cualidades ideales que deben adornar al emperador: serenidad, autocontrol y autoridad; sin renunciar del todo a su caracterización individual, con lo que se logra una síntesis entre el idealismo griego y el realismo romano.

  • Las soluciones más comunes eran el realismo, que admitía la realidad del universal en la esencia de la cosa y en el pensamiento, y el nominalismo, al que se adhirió Ockham, que solo reconocía la realidad del universal en la mente de quien lo concibe.

  • Para el realismo anterior, como es el caso de las doctrinas de Aristóteles o santo Tomás, lo que existe es la realidad, dentro de la cual se engloban el hombre y el conocimiento que se ocupa de ella.

  • Pero además es un magnífico ejemplo de barroco ilusionista en el que, junto a la calidad de los retratos y el realismo de los detalles, destacan la verosimilitud del espacio representado, que parece prolongar visualmente el espacio real de la Sacristía.

  • Pero sería prolijo entrar en detalles, por lo que nos limitaremos a mencionar sus tres principales manifestaciones: la poesía lírica de in fl uencia italiana (Garcilaso de la Vega, Boscán), la poesía ascética y mística (Fray Luis de León, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz), y el surgimiento de la primera novela picaresca, Lazarillo de Tormes, de crudo realismo.

  • Por esta razón a veces al Hiperrealismo Pictórico se le denomina también Realismo Fotográfico o Fotorrealismo.

  • Por el contrario, nos acerca a la objetividad del Realismo, que no renuncia a mostrarnos el montículo de tierra del primer plano, aunque no tenga atractivo en sí mismo y nos oculte parte de la fachada de la iglesia.

  • Por último, conviene recordar que la escultura solía estar pintada para dotar de mayor realismo a las figuras.

  • Por un lado, cabe mencionar el realismo político de Nicolás Maquiavelo y, por otro, el género de las utopías, mediante el que se trata de responder a problemas sociales y políticos concretos a través de relatos fi cticios sobre lugares ideales, como la Utopía de Tomás Moro.

  • Realismo político: doctrina filosófico-política para la que el principal fin del gobernante es conservar y consolidar el poder.

  • Realismo: postura filosófica que sostiene que la realidad es independiente del pensamiento.

  • Se exigió un acentuado realismo en las imágenes para fomentar la devoción popular.

  • Sin duda —pensó Ortega—, el idealismo tiene razón al señalar que no se puede a fi rmar, como hace el realismo, la existencia de las cosas con independencia de mi pensamiento: solo yo puedo saber de ellas en tanto en cuanto las pienso.

  • Sin embargo, cuando no se representaba al faraón o a una divinidad, la escultura alcanzaba a veces un gran realismo y naturalidad, como ocurre con los famosos escribas sentados.

  • Sin embargo, ese realismo se limitaba generalmente a la cabeza, mientras que al resto del cuerpo se aplicaban los modelos griegos.

  • Sin embargo, no se puede hablar de una verdadera confrontación entre el Realismo y el Romanticismo, pues este ya había iniciado el proceso de sustitución de los dioses y héroes como protagonistas de la pintura para colocar en su lugar al pueblo anónimo o el paisaje, temas que se mantuvieron en el Realismo, aunque desde un punto de vista diferente.

  • Sobre el paisaje, de luz vespertina y colores contrastados, resaltan los detalles carmesí y los brillos metálicos de la armadura, cuyo realismo es tal que se ha podido identificar con una de las que se conservan del emperador.

  • Son figuras robustas y voluminosas, de gran fuerza expresiva y acentuado realismo, hasta el punto de que parecen auténticos retratos, cada uno con sus rasgos individuales bien caracterizados.

  • Su obra, abundante y de gran variedad temática, en cuanto a estilo no es demasiado representativa de la pintura holandesa de su tiempo, ya que tiene rasgos muy personales: Frente al realismo objetivo predominante, su pintura ofrece una visión subjetiva y espiritual de la realidad, en un afán de captar la interioridad del alma humana, sin preocuparse por lo anecdótico o superficial.

  • Sus recursos formales son los propios del naturalismo caravaggiesco: acentuado realismo, dibujo preciso, iluminación tenebrista y colores cálidos.

  • También muestra influencia etrusca, manifestada especialmente en el realismo, que coexistió con la tendencia a la idealización, propia del arte griego.

  • Trabajó casi exclusivamente en bronce y su obra ejerció una notable influencia en el realismo socialista del siglo .

  • Tratamiento de los motivos, en especial de la figura humana Tanto las figuras como los demás elementos del cuadro están tratados con gran realismo y detalle, en especial los rostros y los objetos de uso doméstico.

  • Tratamiento de la figura humana La característica esencial del retrato romano es el realismo del rostro.

  • Tratamiento de los motivos y en especial de la figura humana La parte inferior constituye una galería de retratos de personajes contemporáneos del pintor, cuyos rostros han sido tratados con un gran realismo, como algunos del mundo celeste, que también son identificables.

  • Tratamiento de los motivos, en especial de la figura humana Si prescindimos de los fusiles de la derecha, las figuras humanas constituyen prácticamente casi los únicos motivos y están tratadas con realismo, pero con una gran economía de detalles en cuerpos y rostros.

  • Una de las manifestaciones más evidentes de este cambio fue el auge de publicaciones marxistas o sobre el marxismo –la fi losofía más odiada y perseguida por el régimen franquista–, que abarcaban todas las disciplinas: historia, economía, sociología, teoría política, fi losofía, moral, psicoanálisis, etc. Al mismo tiempo, el realismo social entraba en crisis y la literatura se adentraba en las corrientes europeas contemporáneas o en la búsqueda de nuevas formas de expresión .

  • Unidad del yo con las cosas El realismo, según Ortega, daba por supuesto que la verdadera realidad son las cosas mismas, con independencia del yo que las conoce.