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9 oraciones y frases con quinto

Las oraciones con quinto que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar quinto en una frase. Se trata de ejemplos con quinto gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar quinto en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • A mediados de siglo se destinaba más de la mitad de las rentas ordinarias de la Hacienda Real al pago de intereses de la deuda pública; y a fi nales de siglo, todas ellas, por lo que la monarquía dependía por completo de los caudales de Indias (el quinto real y otros impuestos americanos) y de los servicios extraordinarios aprobados por las Cortes.

  • A mediados del siglo, Korben Dallas, un militar en la reserva, recibe el encargo de proteger a Leeloo, el quinto elemento, la llave del arma para neutralizar la acción del Maligno que amenaza con aniquilar la vida en la Tierra.

  • Así, podemos hablar de la emergencia de un quinto poder: internet, que adquiere cada día mayor importancia como foro de discusión y mecanismo de control del poder político.

  • Aunque lo habitual es que los humanos nazcamos a los nueve meses, no son raros los casos de bebés prematuros (algunos nacen en el quinto o en el sexto mes).

  • El movimiento rectilíneo vertical es el movimiento natural en el mundo sublunar, pero los astros —hechos de un quinto elemento: el éter— describen movimientos circulares y uniformes.

  • El oro y la plata eran acuñados en la Ceca o Casa de la Moneda de Sevilla; una parte era para la Corona (el quinto real y otros impuestos) y otra se destinaba al pago de las mercancías enviadas en el viaje de ida a América.

  • Existe un quinto sabor, el umami, descubierto por un químico japonés, que se asimila al sabor de las proteínas, especialmente las de origen animal o carne.

  • Por último, entre el cuarto y quinto segundo, el vástago del cilindro A se mantiene quieto mientras el del B se retrae.

  • Si el hijo era deseado, al quinto o sexto día se celebraban unas fiestas de purificación llamadas anfidromias, en que se llevaba al niño por toda la casa y alrededor del hogar, para acogerlo en el grupo familiar; en el décimo día tras el nacimiento le ponían el nombre.