Como el anterior de Portunus, presenta las características propias del templo romano derivado del etrusco: planta rectangular sobre podium, pórtico profundo, acceso frontal con escalinata y pseudoperíptero.
Consulta los recursos digitales y define los siguientes términos: arco, arco de medio punto, luz ( de arco), intradós, bóveda, bóveda de cañón, bóveda de arista, abovedado, cúpula, podio, pórtico, pseudoperíptero, semicolumna, casetón, pilar, nave, nicho, óculo, vomitorium, frente de la escena (frons scenae), arena, arcada, espina, ábside, ático, trépano .
De entre las numerosas obras maestras, analizaremos solo tres: una representativa de los comienzos del Gótico (Pórtico Real de Chartres), otra de la plenitud clásica (grupos de la Anunciación y de la Visitación de la catedral de Reims) y una última del periodo final (el llamado Pozo de Moisés).
Desde un punto de vista formal, el pórtico presenta una serie de características que reflejan una nueva visión del arte más próxima al estilo gótico que al románico, como son el tratamiento naturalista de las figuras –en particular los apóstoles y profetas de las jambas–, con rasgos individualizados, recreación en los detalles, y gestos y actitudes más humanas (obsérvese, por ejemplo, la sonrisa del profeta Daniel).
El elemento más importante del palacio micénico es el mégaron, edificio formado por una sala rectangular, con el hogar en el centro, precedida de antecámara y pórtico.
El estoicismo La palabra estoicismo proviene del griego stoa, ‘pórtico’ o ‘porche’.
El núcleo central o espacio interior del templo, que podía tener hasta tres estancias: la naos –o cella, como la denominaban los romanos–, sala principal que albergaba la estatua del dios; el pronaos, pórtico que la precedía; y el opistodomos, sala añadida al otro lado de la naos para dar un carácter simétrico al edificio y utilizado en ocasiones para guardar el tesoro o los objetos de culto.
El Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago, obra del Maestro Mateo, ilustra perfectamente esta evolución –véase imagen siguiente–. Por último, dentro de la pintura destaca sobre todo la pintura mural de las iglesias, ya que las grandes super fi cies de muros y bóvedas ofrecían un amplio espacio, ideal para la representación de temas religiosos.
El proyecto de Soufflot sintetizaba dos sistemas muy diferentes: La arquitectura clásica antigua, que le proporcionó el vocabulario y la disposición de los elementos (órdenes clásicos y el pórtico corintio rematado por frontón triangular, al modo de un templo griego o romano).
El tipo de templo más característico era el de planta rectangular, con un pórtico de entrada y cella (pequeña sala interior que albergaba la imagen de la divinidad); se elevaba sobre un podio y tenía un acceso único y frontal con escalinata.
El único acceso frontal y el pórtico delantero definían con claridad la fachada, a diferencia del templo griego.
En cambio, el Pórtico de la Gloria de Santiago, aun siendo algo posterior (finales del siglo ) y más avanzado en algunos aspectos, carece de continuidad en la escultura gótica española, por lo que se considera más correcto estudiarlo dentro del arte románico.
En ella, sobre el pórtico de entrada, estaba el trono imperial.
Este pórtico, clásico y con columnas de orden corintio, carece de conexión armónica con el resto del edificio.
Finalmente encontramos el opistodomos o pórtico posterior.
La escultura invade todo el pórtico, que consta de tres vanos con arco de medio punto, en correspondencia con las naves de la iglesia.
La planta es rectangular, con un pórtico anterior (pronaos) que es la entrada al recinto sagrado.
La planta general era cuadrada, en torno a un gran patio central rodeado de un pórtico con nueve arcos por cada lado.
Pero en este caso el orden de las columnas es corintio y el pórtico es hexástilo.
Pero por encima de todas las demás construcciones destaca, por su originalidad y extraordinarias soluciones técnicas, el Panteón de Roma, que combina los dos modelos de templo, ya que su pórtico es rectangular y la cella de planta circular.
Pórtico con columnas en un solo frente.
Pórtico de Atalo.
Pórtico profundo.
Pseudoperíptero, es decir, con columnas en el pórtico, y semicolumnas adosadas al muro en los lados y parte trasera de la cella.
Se encontraban al lado del pórtico de entrada.
Se trata de una mezcla de templo griego y etrusco: planta rectangular sobre podio alto, pórtico profundo con columnas, acceso frontal con escalinata, nave única ( cella ) y semicolumnas adosadas al muro a los lados y en la parte posterior de la celda.
Si el templo se concebía como morada de la divinidad, su estructura parece tener su origen en la morada del jefe o rey micénico, el mégaron, que era una sala rectangular, con tejado alto a dos aguas y un pórtico frontal.
También maravillan sus armoniosas proporciones: la anchura de la nave central es el doble que la de las laterales, y la longitud del transepto equivale a la del cuerpo principal (sin considerar el pórtico ni el ábside de la cabecera).
También se conserva, a los pies de la iglesia, el Pórtico de la Gloria, obra maestra de la escultura románica, que se estudiará en el apartado siguiente.
Tiene pórtico en los dos frentes.
Un pórtico profundo con columnas toscanas precedía a la cella.
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