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22 oraciones y frases con prójimo

Las oraciones con prójimo que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar prójimo en una frase. Se trata de ejemplos con prójimo gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar prójimo en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • ¿Cómo se ama al prójimo?

  • Ahora bien, cada ser humano vive constantemente situaciones que son nuevas para él y en ellas es donde debe saber aplicar esos principios o ley natural general (que habla siempre de normas o bienes universales: amar a Dios y al prójimo, no mentir, etcétera).

  • Caridad: virtud teologal, es decir, infundida en el alma, que capacita para amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.

  • Contamos con unas «instrucciones de uso», mediante los Mandamientos y unas actitudes de fondo (sobre todo, la primacía del amor hacia Dios y el prójimo), que nunca son una represión de la felicidad, sino que permiten al sujeto crecer como persona.

  • El cristianismo se originó en Palestina en el siglo I dC. Reconocía a Jesús de Nazaret como el Mesías esperado por el pueblo de Israel y proclamaba un mensaje de amor al prójimo y de elevación moral, basado en la tradición judía y en el mensaje de Jesús.

  • El cristiano está llamado a darse al prójimo.

  • El fundamento de la convivencia Habéis oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo».

  • El ocio es un espacio festivo y un tiempo propicio de reencuentro con Dios y nuestro prójimo.

  • En estos pequeños gestos de entrega experimentamos algo misterioso: que darse a los demás es de tal eficacia que Dios lo premia con una profunda alegría, que salimos ganando cuando nos entregamos al prójimo.

  • En definitiva, el éxito o el fracaso de la vida moral se miden por el amor a Dios y al prójimo.

  • Es fundamental que nos fijemos en sus actitudes (ante el prójimo, ante los pobres, ante lo que lo que solemos llamar triunfo o éxito, ante las riquezas, etc.) y en sus palabras.

  • Hay que mostrar esa generosidad con el prójimo y con Dios.

  • Jesús, entonces, narró la parábola del buen samaritano, en la que afirma que todo hombre es el prójimo al que debemos reconocer una dignidad sagrada.

  • La caridad debe actuar siempre con respeto hacia el prójimo y hacia su conciencia: se puede enseñar el bien y animar a hacerlo, pero no se puede imponer por la fuerza.

  • La ley de Cristo es la plenitud de la ley natural, que se resume en el mandamiento de amar a Dios y al prójimo.

  • La llamada a la santidad es personal, pero también comunitaria: la vocación cristiana no es un asunto privado entre Dios y cada uno de nosotros, sino que, del mismo modo en que Dios es relación entre las Personas de la Trinidad, estamos llamados a la fraternidad con los demás seres humanos: el amor al prójimo es inseparable del amor a Dios.

  • Necesitamos la justicia, pero también podemos dar respuestas más exigentes de fraternidad universal, amor al prójimo o solidaridad.

  • Para amar al prójimo debemos aprender a amar como ama Jesús; hemos de excluir todo lo que nos aleje de la fidelidad al bien de los demás.

  • Por ese motivo, la forma adecuada de tratar al prójimo pasa por el reconocimiento, el respeto y el fomento de su singularidad, de su condición de persona.

  • Se asienta en la voluntad y tiene por objeto promover el bien, no solo del individuo, sino también del prójimo y la sociedad.

  • Según este autor, el cuidado sobre las cosas y el prójimo conducen a la existencia inauténtica; el cuidado sobre sí mismo, que provoca angustia, lleva a la existencia auténtica.

  • Ser cristianos no nos conduce al aislamiento, sino al compromiso con el prójimo.