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41 oraciones y frases con pasión

Las oraciones con pasión que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar pasión en una frase. Se trata de ejemplos con pasión gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar pasión en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • A grandes rasgos, los temas representados se pueden agrupar en tres conjuntos: la encarnación e infancia de Cristo, su pasión y muerte, y su glorificación.

  • Al fi nal de su estudio de las pasiones, Hume expuso los resultados de su investigación sobre la voluntad y la libertad: La voluntad no es una facultad, sino un modo de la pasión deseo.

  • Cada una de las tres fachadas está dedicada a un ciclo de la vida de Cristo: la oriental, en uno de los extremos del transepto, a la Natividad, asociada al nacimiento de la luz; la occidental, a la Pasión, asociada al ocaso y la muerte; y la meridional, la más importante, a los pies del templo y aún sin construir, a la Gloria, asociada a la resurrección.

  • Compasión: pasión buena que impulsa al hombre a sentir disgusto por el sufrimiento de sus semejantes y que lo lleva a convivir con ellos sin odios ni luchas.

  • De ahí que muchos artistas clásicos, en cuanto a su estilo, puedan considerarse románticos por los temas que abordan y la pasión que en ellos depositan.

  • De este modo, una pasión será juzgada como positiva si facilita, por ejemplo, el esfuerzo para realizar un trabajo honesto; sin embargo, será negativa si se transforma en la ira que provoca una venganza.

  • Del mismo modo, en el terreno específico del arte, el Romanticismo, gestado también a la sombra del Neoclasicismo dieciochesco, alcanzó su plenitud y encontró su ambiente más propicio en una época de exaltaciones revolucionarias de carácter liberal o nacionalista, que permitían canalizar con sentimental pasión los anhelos individuales y colectivos de libertad; sin que ello implicase abandonar por completo ciertos recursos del lenguaje clasicista.

  • El joven trata de disuadirla de su nefasta pasión, pero Fedra, al verse rechazada, se suicida, pero habiendo dejado para Teseo una carta en la que acusa a Hipólito de haber intentado seducirla.

  • El deber no proviene del ser, sino de la pasión o el deseo de realizar una acción porque resulta agradable y útil.

  • El objetivismo consistía, por tanto, en de fi nir las cuestiones con rigor y precisión, para no perderse en discusiones estériles y juzgar las cosas con la razón y no con la pasión.

  • En efecto, una acción del cuerpo es una pasión del alma; por ejemplo, cuando me doy un golpe, siento dolor.

  • En el registro superior dos ángeles con trompetas anuncian el fin del mundo y otros dos sujetan la cruz, símbolo de la Pasión de Cristo.

  • En el ábside, un baldaquino coronado por un templete contenía las reliquias de la Pasión de Cristo.

  • En el central, más ancho, más alto y el único con tímpano, se concentran los mejores relieves: En el tímpano, la Visión apocalíptica de Cristo, con los cuatro evangelistas (tetramorfos), ángeles con los atributos de la pasión (la columna, la cruz, la corona de espinas, etc.) y una multitud de figuras en representación de los justos que participan de la gloria de Dios.

  • En el registro superior se representan siete escenas de la pasión de Cristo, en el inferior siete gozos de la Virgen y en los laterales quince santos.

  • En la parte superior, unos ángeles portan los instrumentos de la Pasión, y en la inferior se representa la resurrección de la carne (a la izquierda), un coro de ángeles (en el centro) y el infierno (a la derecha), cuyas características corresponden a las del Hades de la Antigüedad, con la Laguna Estigia y la barca de Caronte.

  • Esta segunda pasión ejercía la función de contrapesar el amor de sí, puesto que, gracias a ella, los hombres primitivos procuraban conservar sus propias vidas sin cometer excesos contra sus prójimos.

  • Esto suele ser fugaz y poco profundo (es algo que nos pasa, una pasión; por lo tanto, del mismo modo que viene, se va).

  • Excluida la razón, el criterio para el juicio moral solo se podía hallar en la pasión o el sentimiento.

  • Fray Tomás ingresó en los dominicos, seguramente por el ideal evangélico de pobreza, pero también por su pasión por el estudio y la enseñanza.

  • Incluso los colores serían simbólicos: el verde del vestido femenino se asociaba a la fertilidad; el rojo del lecho, a la pasión.

  • La razón humana, sometida a la pasión, está imposibilitada para deliberar sobre lo que le conviene hacer o evitar.

  • La experiencia diaria muestra que la pasión y el afán de posesión dominan nuestras sociedades.

  • La libertad es la entraña de la ética: pasión por conocer, respeto a la realidad, ejercicio paciente de un trabajo duro, flexibilidad para volver a observar las cosas desde otro punto de vista, capacidad de trabajo en equipo, humildad para exponer con claridad los propios experimentos, disposición de aceptar las críticas de los demás.

  • La pasión o sentimiento Para Hume, los sentimientos, también llamados pasiones o emociones, son impresiones de reflexión, que derivan de impresiones de sensación o de ideas.

  • La pasión puede cegar la razón y dificultar el ejercicio de la libertad.

  • Los extremos superior e inferior están dedicados a Cristo: en el sotabanco, escenas de la Pasión; en el ático, el calvario; y en el tercer piso, Jesús y los Apóstoles.

  • Los últimos años de su vida los dedicó por completo a esta obra, que se convirtió en su verdadera pasión.

  • Pero la crítica racional de la pasión descontrolada, la defensa de ciertos valores pretendidamente universales, la reducción de las composiciones a sus elementos imprescindibles, la deformación de los rasgos al servicio de la fuerza expresiva, su desbordada fantasía y el carácter simbólico u onírico son características que hacen de esta serie de grabados de Goya una obra demasiado compleja e innovadora como para encasillarla dentro de los límites del Clasicismo o el Romanticismo de su tiempo.

  • Por el contrario, una acción del alma se convierte en una pasión para el cuerpo, como sucede cuando recuerdo que tengo un examen mañana y noto pesadez de estómago.

  • Santo Tomás de Aquino precisó que la plenitud de la santidad pertenece al tiempo final, mientras la Iglesia peregrinante no debe engañarse, afirmando estar libre de pecado: «Que la Iglesia sea gloriosa, sin mancha ni arruga, es la meta final hacia la que tendemos en virtud de la pasión de Cristo.

  • Según él, no se puede hablar de libertad como espontaneidad —independencia de causas externas— o como autodeterminación de un individuo hacia un fi n. Frente a la postura racionalista, sostuvo que la razón está al servicio de la pasión para lograr el placer y evitar el dolor, ya que la pasión es lo único que nos mueve a desear o rechazar un objeto, debido a la expectativa de satisfacción o disgusto que este produce.

  • Sin embargo, Hume no admitió que la pasión fuese algo irracional, porque la razón ha de buscar los medios adecuados para dirigir la tendencia del ser humano a buscar la felicidad y a evitar el sufrimiento.

  • Sin embargo, todos somos conscientes de que podemos actuar guiados exclusivamente por la pasión.

  • Son la sustancia y nueve tipos de accidentes: cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, situación, posesión, acción y pasión.

  • Sorprende, en cambio, que la Pasión de Cristo no se representara hasta la segunda mitad del siglo IV, y aun así, sin el pasaje de la crucifixión, que se registra por primera vez en el siglo V, en una puerta de la basílica de Santa Sabina en Roma.

  • Su amor fue ilimitado: redimió a todos los hombres mediante el amor generoso del perdón, la acogida y el servicio, hasta su entrega total en su pasión, muerte y resurrección.

  • Su pasión por los gorilas llegó a ser extraordinaria.

  • También alteran el estado de ánimo: los fríos crean serenidad; los cálidos, pasión.

  • También Hobbes había sostenido la existencia de una pasión innata natural, pero el fi lósofo ginebrino no aceptó el carácter violento que aquel le atribuyó.

  • Toda persona la lleva inscrita en su corazón y en su alma, de manera que puede conocerla si la pasión o el amor desordenado no la ciegan.