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23 oraciones y frases con parménides

Las oraciones con parménides que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar parménides en una frase. Se trata de ejemplos con parménides gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar parménides en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • A juicio de Parménides, estos se equivocaban y se dejaron llevar por el camino de la opinión y los sentidos, pero no consiguieron acceder a la verdad con sus propuestas de arjé.

  • A partir de las consideraciones de Parménides, se plantea un interrogante: ¿cómo es posible a fi rmar la existencia de un único arjé sin prescindir de la multiplicidad que percibimos?

  • A su juicio, esto no constituye una novedad: ya en sus inicios, el pensar re fl exivo se ayudaba de la poesía, como demuestran los escritos de Parménides.

  • A uno y otro lado de estos dos personajes o en grupos situados a un nivel inferior, conversan o reflexionan los grandes pensadores de la Antigüedad: Sócrates, Parménides, Heráclito, Epicuro, Pitágoras, Diógenes, Euclides, etc. Algunos de ellos son retratos de contemporáneos de Rafael; así, por ejemplo, Platón presenta los rasgos de Leonardo; Heráclito (en primer plano, en el grupo de la izquierda, pero aislado y en actitud pensativa), los de Miguel Ángel; Euclides (tal vez se trate de Arquímedes, en el grupo de la derecha, inclinado y con un compás sobre una tablilla), los de Bramante.

  • Además, como es imposible que exista algo inexistente, «es necesario decir y pensar que el ente es» (Parménides, siglo V a. C.): la metafísica trata, así, de lo máximamente necesario.

  • Aunque, para Parménides, el ser se constituye como la esencia y el fundamento de la realidad, no es propiamente un arjé, ya que no puede cambiar ni multiplicarse y, por lo tanto, no puede ser el principio u origen del que proceden todas las cosas.

  • Como se ha señalado, la propuesta de Parménides suponía una seria di fi cultad, pues parecía contradictorio reducir todo a un solo arjé o principio fundamental y, al tiempo, mantener que existen seres diversos y múltiples.

  • El ser y el principio de no contradicción Parménides fue el primer fi lósofo que re fl exionó extensamente sobre la noción de ser, pero lo concibió de modo unívoco, es decir, como un todo compacto, único e inmutable.

  • En cuanto a la metafísica, amplió el horizonte del concepto unívoco de ser que había presentado Parménides, entendiendo el ser como una noción análoga, lo que le permitió formular mejor el principio de no contradicción.

  • Es lo que hicieron los seguidores de Parménides.

  • La concepción de Parménides es muy relevante, pues es el primer fi lósofo de la historia que se ocupó del concepto de ser.

  • La opinión o doxa es, para Parménides, un conocimiento que proviene de los sentidos.

  • Para Empédocles, cada uno de estos elementos es inmutable e idéntico a sí mismo —es decir, asume las cualidades que Parménides había atribuido al ser—. Pero es posible la multiplicidad y diversidad de seres, porque las cosas se originan en diversas mezclas de estos cuatro elementos.

  • Parménides descubre el principio de que el ser es y que no es posible que no sea.

  • Parménides escribió el poema Sobre la naturaleza, del que se conservan bastantes versos.

  • Parménides negó que el ser fuera compatible con el movimiento.

  • Parménides también lo había formulado, pero sin matizar «al mismo tiempo y en el mismo sentido».

  • Parménides, por el contrario, había negado el movimiento y lo había reducido a mera apariencia.

  • Parménides, por el contrario, sostuvo que el cambio solo puede consistir en el paso del ser al no-ser.

  • Parménides, Sofista, Timeo y Las Leyes.

  • Por su parte, Parménides otorgó la exclusividad a la razón y al ser inmutable.

  • Según Parménides, los sentidos intentan engañarnos, porque nos hacen imaginar que hay muchos seres y que continuamente cambian.

  • Sin embargo, en su misma época, aparecieron en el sur de Italia unos autores —entre los que destaca Parménides — que descon fi aron de los sentidos, negaron la realidad del movimiento y solo dieron crédito a la razón, que nos instala ante lo inmutable.