«Ser lo más fi rme y resuelto que pudiera en mis acciones y no seguir con menos constancia las opiniones más dudosas cuando me hubiera determinado una vez a ellas».
A veces, los Gobiernos o grupos de presión que controlan los medios de comunicación intentan ahogar las opiniones para crear un estado de opinión determinado.
Aunque las opiniones maduran o cambian, la confianza en quien las merece no tiene que variar.
Criticaban a quienes, para fundamentar sus opiniones, no tenían otro argumento que el peso de la tradición.
De todos sus componentes el que mejor re fl eja ese espíritu angustiado y crítico del grupo fue Unamuno, cuyas opiniones y actitudes políticas, a menudo muy polémicas, tuvieron tanta resonancia como su labor literaria.
El ser humano debe aceptar la relatividad de sus convicciones, y abrirse con tolerancia a las actitudes y opiniones de los demás.
En teoría, el Senado solo daba opiniones, pero en la práctica esas opiniones eran verdaderas decisiones que los magistrados debían aplicar.
En este caso, al solicitar la estimación personal acerca de un escrito filosófico, la respuesta depende, en gran medida, de las opiniones que el lector posea sobre los temas tratados.
En la zona republicana, en especial en los primeros meses de la guerra, también fueron frecuentes las ejecuciones, aplicadas a cualquiera que resultara sospechoso de ayudar o simpatizar con los sublevados para lo cual a menudo bastaba con tener opiniones conservadoras, ser sacerdote o religioso.
Escribe el guión de una entrevista al director de la escuela; piensa en los aspectos principales de su trabajo y en reflejar sus opiniones sobre la educación en general.
Esta interpretación hace que, a menudo, las opiniones de los creyentes en materias que afectan a la sociedad sean menospreciadas bajo el pretexto de que responden a convicciones religiosas y, por lo tanto, no tienen cabida en una sociedad laica.
Hay división de opiniones.
Intentaban garantizar a sus alumnos el triunfo político y la victoria dialéctica sobre el adversario, independientemente de la verdad o corrección de sus opiniones.
La ciencia, no contaminada por opiniones subjetivas ni discutibles, es objetiva y segura.
La felicidad consistiría, por consiguiente, en liberarse de las falsas opiniones y de las complicaciones innecesarias, ajustar los propios deseos a lo que basta para una vida austera, respetar la justicia, gozar de la amistad leal y abstenerse de la vida política.
La inclinación humana a generalizar las opiniones o a ver una fi nalidad en el mundo físico serían ejemplos de este tipo de ídolos.
La moral provisional quedó formulada en el Discurso del método en cuatro reglas: «Obedecer a las leyes y costumbres de mi país, conservando con fi rmeza la religión en la que Dios me ha concedido la gracia de ser instruido desde mi infancia y rigiéndome en todo lo demás según las opiniones más moderadas y más alejadas del exceso, que fuesen comúnmente admitidas en la práctica por los más sensatos».
Los ciudadanos han de tener la libertad real de expresar sus ideas, creencias y opiniones.
Nadie será molestado en territorio español por sus opiniones religiosas, ni por el ejercicio de su respectivo culto, salvo el respeto debido a la moral cristiana.
Neutralidad y división de opiniones ante los bandos El gobierno español decidió mantener la neutralidad en el con fl icto, algo en lo que prácticamente coincidían todas las fuerzas políticas, con alguna excepción aislada.
Para él, el hecho de no estar nunca convencidos de nuestras opiniones, dudar siempre, es señal de sabiduría.
Por eso se afirma también Los que tienen hambre y sed de justicia, es decir, los que, más allá de las opiniones dominantes, buscan el bien verdadero.
Quieren conseguir que los telespectadores puedan ver aquello que están viendo sus amigos y su familia; no unas personas desconocidas, sino aquellas personas que querrían tener a su lado en el sofá para ver y compartir opiniones y comentarios a través de una red social.
Se detiene por manifestar pública e incluso privadamente opiniones políticas contrarias a las del Gobierno en materia de suyo opinable.
Se puede estar de acuerdo o no, pero en la democracia todas las opiniones han de poder ser expuestas en igualdad de condiciones.
Sin embargo, más que las propias opiniones, lo que sión y de argumentación del comentarista.
También aquí encontramos opiniones divergentes: Aquellos que aceptaron el dualismo, mantuvieron separados los dos tipos de conocimiento.
Tampoco podrá ser privado ningún español: Del derecho de emitir libremente sus ideas y opiniones, ya de palabra, ya por escrito, valiéndose de la imprenta o de otro procedimiento semejante.
Toda persona tiene derecho a emitir libremente sus ideas y opiniones, valiéndose de cualquier medio de difusión sin sujetarse a previa censura.
Todo español tiene derecho: De emitir libremente sus ideas y opiniones, ya de palabra, ya por escrito, valiéndose de la imprenta o de otro procedimiento semejante, sin sujeción a la censura previa; de reunirse pacíficamente; de asociarse para los fines de la vida humana; de dirigir peticiones individual o colectivamente al Rey, a las Cortes y a las autoridades.
Tras haber debatido, los senadores votaban: se levantaban y se agrupaban según sus opiniones.
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