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162 oraciones y frases con nosotros

Las oraciones con nosotros que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar nosotros en una frase. Se trata de ejemplos con nosotros gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar nosotros en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • ¿Conoces algún país que no utilice el mismo sistema de medida que nosotros?

  • ¿De qué se queja? ¡Oh dioses inmortales! ¡Entre qué gentes estamos! ¡En qué ciudad vivimos! ¡Qué república tenemos! Aquí, aquí están entre nosotros, padres conscriptos, en este consejo, el más sagrado y augusto del orbe entero, los que meditan acabar conmigo y con todos vosotros, y con nuestra ciudad y con todo el mundo.

  • ¿Encontramos la felicidad en nosotros o fuera de nosotros?

  • ¿Hay seres inteligentes en algún rincón del universo con capacidad para comunicarse con nosotros?

  • ¿Le damos tanta importancia como a lo que aportamos nosotros?

  • ¿Por qué no nos hace con un mismo molde igual que nosotros hacemos los muñecos de juguete?

  • ¿Qué nos desgarra a nosotros?

  • ¿Qué significa que se pasaron miles de millones de años sin nosotros?

  • ¿Qué tipo de asociación se establece entre nosotros y la macrobiótica intestinal, también mal llamada flora intestinal?

  • ¿Tiene alguna utilidad para nosotros?

  • ¿Y nosotros, hemos utilizado siempre el mismo sistema?

  • «[...] dado que el vicio y la virtud no pueden ser descubiertos simplemente por la razón o comparación de ideas, solo mediante alguna impresión o sentimiento que produzcan en nosotros podremos señalar la diferencia entre ambos.

  • «Lejos, pues, de nosotros la oración con vana palabrería.

  • «Nosotros creemos y confesamos que Jesús de Nazaret, nacido judío de una hija de Israel, en Belén, [...

  • A algunas personas les asombrará el hecho de ser capaces de calcular cosas como la altura que alcanzará un cuerpo al lanzarlo con una determinada velocidad, el punto exacto donde caerá, el tiempo que durará su vuelo, etc. Sin embargo, otras pensarán que la mayoría de nosotros, incluidos ingenieros y científicos, nunca vamos a necesitar realizar tales cálculos, de modo que se preguntarán para qué tenemos que aprender a hacerlos ahora.

  • Además, no debe dar asilo a nadie que huya de nosotros o sea nuestro enemigo; ni producir daño a nadie que goce de nuestra amnistía; ni ocultar ninguna información sobre nuestros enemigos que pueda llegar a su conocimiento.

  • Ahora bien, el ser humano requería consideración aparte, ya que, además del cuerpo, experimentamos en nosotros el pensamiento o alma.

  • Al mismo tiempo, la vida no consiste solo en lo que hacemos, sino también en lo que las cosas hacen con nosotros; es decir, la vida es lo que nos sucede en la circunstancia en la que nos ha tocado vivir.

  • Al no ser objeto de intuición, la proposición «Dios existe» no es evidente en relación a nosotros, por lo que habría que partir de las criaturas para comprobar su verdad.

  • Algunos fenómenos periódicos se propagan en el espacio en forma de lo que denominamos ondas periódicas; la luz y el sonido son dos ejemplos especialmente relevantes para nosotros, puesto que a través de ellos nos llega la inmensa mayoría de la información que recibimos.

  • Antes de actuar, hemos de tener la seguridad de que tanto el accidentado como nosotros mismos estamos fuera de todo peligro.

  • Así pues, Dios es la garantía por la que podemos saber con certeza que existen unas sustancias corpóreas, que causan en nosotros ideas sobre ellas.

  • Así, es posible vivir una vida pública teniendo en cuenta lo que Dios ha querido para nosotros.

  • Así, llamamos compañeros a quienes acuden al aula con nosotros y comparten las vicisitudes del curso escolar.

  • Así, por ejemplo, la imagen que tenemos de nosotros mismos, al observarnos en un espejo plano, es distinta de aquella con la que nos ven los demás.

  • Cada uno de nosotros es responsable de sus actuaciones ante Dios y ante los demás.

  • Como se ha indicado, las verdades eternas e inmutables no pueden provenir de nosotros mismos; solo pueden tener su origen en Dios, ya que solo él es eterno e invariable.

  • Como veis, todas estas acciones las podemos realizar cada uno de nosotros sin movernos de casa.

  • Comparando estos datos se hace evidente que la Vía Láctea tiene una extensión extremadamente desproporcionada para nosotros.

  • Conocemos esta historia por Plinio el Joven, su sobrino, que la narró por escrito y ha llegado hasta nosotros.

  • Conocer de dónde procede el agua de nuestro planeta y cuáles son sus propiedades es para nosotros esencial, puesto que permite gestionar un recurso renovable pero escaso.

  • Creer es aceptar algo con convencimiento de su verdad, como si lo hubiéramos conocido por nosotros mismos.

  • Creer es aceptar algo estando convencidos de su verdad, como si lo hubiéramos conocido por nosotros mismos.

  • Cuando oímos el ruido del motor de un coche que se acerca, pasa por delante de nosotros y después se aleja, observamos que, una vez que ha pasado, el ruido se vuelve más grave respecto al que oíamos antes de llegar, que era, por lo tanto, más agudo.

  • Cuando solo nos fijamos en aquello que los hace parecerse a nosotros y los tratamos como si fueran humanos, caemos en un error que se llama antropomorfismo (de los términos griegos antropo, ‘humano’, y morfe, «forma»).

  • De algún modo, desde que tenemos uso de razón, cada uno de nosotros experimenta esa riqueza interior del propio yo y del de los demás.

  • De esta manera, los humanos procuramos adaptar o ajustar intencionadamente esta realidad a nosotros mismos por medio de nuestra acción.

  • De hecho, nosotros mismos somos los que, en buena medida, formamos el Estado.

  • De no haber salido nosotros al paso con tiempo y en fecha oportuna, la Historia de la humanidad hubiera conocido en pleno siglo la más sangrienta de las revoluciones, que nos hubiese llevado forzosamente a desaparecer del mapa de Europa como nación libre y civilizada.

  • Del mismo modo ocurre con cada uno de nosotros: el trabajo es el camino ordinario que tenemos para dejar huella entre nuestros iguales.

  • Determinó que la esencia del contrato social consiste en que «cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general, y nosotros recibimos además a cada miembro como parte indivisible del todo» ( Contrato social I, cap.

  • Ecología medioambiental «Cultivar y custodiar la Creación es una indicación de Dios dada no solo al inicio de la historia, sino a cada uno de nosotros; es parte de su proyecto; quiere decir hacer crecer el mundo con responsabilidad, transformarlo para que sea un jardín, un lugar habitable para todos.

  • El aire de este salón está lleno de motitas de polvo que llevan hasta nosotros las enfermedades: el tifus, el cólera, la fiebre amarilla, muchas otras pestilencias y finalmente... la muerte.

  • El agua potable es lo más importante para nosotros.

  • El bien racional u honesto Por último, hay acciones o cosas que buscamos por sí mismas, porque se presentan como objetivamente buenas y dignas de ser amadas, con independencia de las repercusiones afectivas (positivas o negativas) que puedan producir en nosotros.

  • El control de la pulsión sexual no es tarea fácil; es una tendencia fuertemente inscrita en nosotros.

  • El entorno es de todos y nuestra obligación es cuidarlo para que otros puedan disfrutarlo como lo hacemos nosotros.

  • El fi lósofo señaló que pensar es entender, a fi rmar, dudar, querer, sentir, etc. Por lo tanto, es toda actividad que sucede en nuestro interior y que nosotros mismos podemos percibir.

  • El rol no se escoge, el grupo lo asigna de manera no muy consciente y nosotros lo adoptamos porque genera aceptación en los demás.

  • El sufrimiento que nos causa el dolor de aquellos a quienes amamos nos impulsa a cuidarlos mejor, a salir de nosotros mismos y a no ser el centro de nuestro mundo.

  • En Jesús, Dios se da a los hombres de tal modo que él mismo se hace hombre, uno de nosotros, para mostrarnos el amor divino a través de palabras y gestos humanos que podamos comprender.

  • En cambio, en un hábitat reducido como un acuario, la naturaleza no puede ejercer su función reguladora, de manera que en este caso somos nosotros quienes hemos de procurar que todo funcione y cumpla los parámetros correctos.

  • En cuanto a la tierra, nosotros intentamos ennoblecerla y hacerla perfecta cuando tratamos de […] ponerla casi en el cielo, del que vuestros filósofos [aristotélicos] la han arrojado.

  • En definitiva se dio cuenta de que nuestra legalización significaba también que nosotros nos comprometíamos con el éxito de la transición y esta podía ser una aportación importante dada la influencia y la disciplina del partido.

  • En él destacó Sexto Empírico (siglo iii d. C.), que a fi rmó que lo único que podemos conocer son los fenómenos sensibles y, además, solo podemos saber de ellos que aparecen ante nosotros, pero no si realmente existen fuera de nuestra mente.

  • En la contemplación intelectual, los hombres se asemejan a los dioses, porque el intelecto es «lo más divino que hay en nosotros».

  • En ocasiones, eso significa que inventará algo que a nadie se le había ocurrido hasta entonces (un programa informático, un poema, una buena acción); otras veces, basta con darse cuenta de que cada uno de nosotros podemos hacer lo que hacemos —lo normal, lo cotidiano— de un modo auténtico, permitiendo que a nuestro alrededor florezca un bien que sin nosotros no existiría.

  • En primer lugar, cuando hablamos de «nosotros, los humanos», estamos aceptando una categoría común que nos abarca a todos en una definición —naturaleza— compartida.

  • En realidad, toda experiencia estética enseña algo hondo sobre el hombre y la cultura, y, por lo tanto, respecto a nosotros mis-mos.

  • Es decir, somos (debemos llegar a ser) «señores» de nosotros mismos.

  • Es lo que sucede muchas veces sin que nosotros seamos conscientes de haber sufrido una enfermedad infecciosa.

  • Es de destacar el diálogo directo de miradas que se establece entre los personajes del cuadro y los espectadores reales: aquellos nos observan y nosotros, al ocupar el lugar de los reyes, somos los retratados.

  • Es evidente que, si ser persona se identificara tan solo con sentirse consciente de que se es persona, cualquiera de nosotros dejaría de serlo cada vez que se durmiera o desvaneciera.

  • Es lo que Jesús nos da: su misma vida, la gracia, el amor que nos impulsa a entregarnos a nosotros mismos.

  • Es preciso que nos preocupemos de que puedan acceder a un lugar de trabajo, principalmente por dos razones: – Porque son personas como nosotros.

  • Es un problema el de Marruecos, que nosotros no podemos dignamente abandonar; esto sería una insensatez, y yo espero que el buen sentido se impondrá en todos, y los que se declaran enemigos de la intervención militar, comprenderán, que con su conducta más bien perjudican que favorecen a la nación.

  • Esas potencialidades que debemos completar están en cada uno de nosotros por ser lo que somos, es decir, por tener una misma naturaleza humana.

  • España tiene un compromiso sagrado que cumplir en Marruecos: el de que cese para siempre ese estado de barbarie en que vive el pueblo marroquí, y que cese también para siempre la amenaza que para nosotros representa el tener la plaza de Melilla rodeada de tan fieros vecinos, siempre dispuestos a echar mano a los fusiles contra nuestras tropas.

  • Esta contaminación provoca un desarrollo más lento de este órgano vital para nosotros.

  • Esta señal llega a la pantalla de la calculadora y se traduce en cifras que nosotros podemos entender.

  • Este concepto define un fenómeno, característico de nuestra época, consistente en la omnipresencia cotidiana de imágenes de todo tipo que condicionan nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos.

  • Esto hace que la relación sea bastante anónima, sin apenas intercambio de palabras, pero que precisa de unas actitudes positivas de convivencia porque, a pesar de que no las conozcamos, son personas y merecen nuestro respeto, de la misma manera que nosotros merecemos el suyo.

  • Experiencias intensas como el dolor, el sufrimiento o el amor nos obligan también a detenernos y a enfrentarnos a nosotros mismos.

  • Fragmento de Nosotros, los modernos, de Alain Finkielkraut.

  • Hubble demostró que galaxias lejanas a la Vía Láctea se distanciaban de nosotros de manera constante, como si el universo estuviera expandiéndose.

  • Impresiones e ideas; asociación de ideas Según este fi lósofo, solo conocemos nuestras propias percepciones, que son los hechos de conciencia que experimentamos dentro de nosotros mismos.

  • Iniciativas muy cercanas a nosotros, como los comedores de Cáritas o los bancos de alimentos, muestran que la ayuda es necesaria y posible.

  • Jesucristo manifiesta el amor de Dios, que se hace presente entre los seres humanos, y busca nuestra amistad hasta el punto de convertirse en uno de nosotros y compartir, con sus luces y sus sombras, nuestra vida.

  • Kant sostiene que hemos de actuar siempre por la sola idea del deber, pero independientemente de los efectos beneficiosos o no que puedan derivarse para nosotros de nuestras propias acciones.

  • La diversidad es importante para nosotros: las diferentes especies tienen distintas propiedades, y algunas pueden ser útiles porque producen sustancias de efectos medicinales, pueden utilizarse como alimentos o en la industria y nos permiten aprender mejor cómo funcionan muchos aspectos de la biología.

  • La acción positiva o negativa de otras personas sobre nosotros, las alteraciones físicas o psíquicas de una enfermedad…, parecen limitar esa capacidad de guiarnos a nosotros mismos que supone la libertad.

  • La asombrosa regularidad que hallamos en las cosas coincide, en el fondo, con esas propiedades que nosotros introducimos en ellas.

  • La circunstancia se nos impone, ya que no la hemos elegido nosotros.

  • La demostración de la existencia de Dios Como la existencia de Dios no es inmediatamente evidente para nosotros, requiere demostración.

  • La evidencia, por consiguiente, hace referencia a nuestras ideas, que para Descartes ya no son formas inteligibles, resultado de una aprehensión intencional como señalaba la fi losofía realista, sino representaciones mentales de cosas que suponemos que existen fuera de nosotros.

  • La excitación inicial dejó paso a una realidad bien diferente: las fuentes periódicas de ondas de radio estaban generadas por un pulsar, gan lideró una iniciativa en sentido contrario: si los extraterrestres no se comunican con nosotros, comuniquémonos nosotros con ellos.

  • La existencia es un don de Dios; es necesario dialogar con él para descubrir qué proyecto ha pensado para nosotros.

  • La felicidad propia de la vida virtuosa se alcanza, según Aristóteles, a través de la ordenación de los actos conforme a la razón (a lo más divino y mejor que hay en nosotros).

  • La idea de sustancia pensante deriva del conjunto percepciones que experimentamos dentro de nosotros en continuo movimiento.

  • La Iglesia proclama al mundo la Buena Nueva: Dios está entre nosotros.

  • La libertad como don Paradójicamente, el ser humano no es libre de ser o no libre, puesto que encuentra en él la libertad, sin habérsela dado a sí mismo: es decir, la libertad en nosotros es un don.

  • La llamada a la santidad es personal, pero también comunitaria: la vocación cristiana no es un asunto privado entre Dios y cada uno de nosotros, sino que, del mismo modo en que Dios es relación entre las Personas de la Trinidad, estamos llamados a la fraternidad con los demás seres humanos: el amor al prójimo es inseparable del amor a Dios.

  • La mayoría de las estrellas está tan lejos de nosotros que el movimiento relativo de unas respecto a otras resulta imperceptible.

  • La muerte no es más que volver a él, al lugar donde él está y al cual todos nosotros pertenecemos» (Teresa de Calcuta, Camino de sencillez).

  • La obra civilizadora en Marruecos se impone; si no lo hacemos nosotros, otra nación europea nos echará de allí; ¡y qué vergüenza entonces ver que otros hacen lo que a nosotros nos correspondía! [...] –¿Podría decirnos su opinión sobre la acción mercantil que España ha de seguir en Marruecos?

  • La pregunta ética por el bien umano Cuando actuamos, perseguimos la consecución de un bien o, lo que es lo mismo, todo lo que queremos, lo queremos única y exclusivamente en cuanto que constituye un bien para nosotros, al menos, en algún aspecto.

  • La reflexión de las ondas sonoras es la causa del eco o la resonancia que se produce cuando emitimos un sonido, se refleja en una superficie y vuelve a nosotros.

  • La vocación profesional se podría definir como la llamada a realizarnos en el trabajo y que, por nuestras características personales, despierta en nosotros el aprecio hacia una determinada dedicación.

  • Las bacterias, nunca lo olvides, se pasaron miles de millones de años sin nosotros.

  • Lo asombroso se agazapa entre las cosas cotidianas ya que, precisamente por tenerlas todos los días delante de nosotros, se han vuelto invisibles.

  • Lo innecesario, aunque cueste un solo céntimo, es caro» «Con el primer árbol derribado comenzó la civilización; con el último árbol derribado terminará la civilización».«Cuando hayáis talado el último árbol, cuando hayáis matado el último animal, cuando hayáis contaminado el último río, os daréis cuenta de que el dinero no se come» «El hombre es la única criatura que con-sume sin producir» «En Etiopía muchas personas viven con cinco litros de agua al día, lo que gastamos nosotros al tirar de la cisterna» «La tierra no pertenece al hombre, es el hombre el que pertenece a la tierra» ( «Los polos y las montañas no se conquistan: tú eres el que cambias cuando logras llegar» «Para gobernar la naturaleza, es preciso obedecerla» «Tomar más de lo que se necesita es ser un ladrón» «Una fuente importante de energía es el ahorro» «Vivimos esta vida como si llevásemos otra en la maleta» «Vivir con menos no solo es necesario para construir un mundo más justo, sino que también puede ser un modo de hacer nues-tro día a día más relajado» «El mundo es un lugar peligroso.

  • Los cristianos necesitamos la oportunidad de compartir de forma manifiesta lo que Dios ha hecho por nosotros.

  • Los lazos que tejemos unos con otros nos ligan entre nosotros y nos hacen conformar una red de deberes y derechos recíprocos, de responsabilidades compartidas.

  • Luego, arguye que no es evidente para nosotros porque, como Dios es infinito, apenas podemos conocer algo de su esencia, es decir, del sujeto del enunciado.

  • Mandela, como tantos otros, nos ha enseñado que podemos superarnos a nosotros mismos y conducir nuestra vida hacia lo mejor.

  • N El punto de la esfera celeste más alto para nosotros es el que se encuentra en la vertical sobre nuestra cabeza.

  • Nada perdíamos en imitar también nosotros a la Francia, que era y es la más adelantada en las materias de Hacienda, en las cuales hace mucho tiempo que los inventos y los experimentos se hallan del todo apurados.

  • No es posible conocer con precisión el pensamiento de este autor, ya que, además de que no dejó nada escrito, los testimonios que han llegado hasta nosotros son contradictorios y muchas veces idealizan su fi gura.

  • No se refiere a su obra o a su mensaje, sino a sí mismo: a la persona que tenían sus oyentes delante y a la que tenemos nosotros ahora presente en la Eucaristía.

  • Nosotros estamos rodeados de aire, pero no notamos que pese sobre nuestro cuerpo.

  • Nosotros hemos ido al Movimiento, seguidos ardorosamente del pueblo trabajador y honrado, para librar a nuestra Patria del caos de la anarquía, caos que desde que escaló el Poder el llamado Frente Popular iba preparándose con todo detalle al amparo cínico y hasta con la complacencia morbosa de ciertos gobernantes.

  • Nosotros os proponemos las siguientes: • Casas en las que vivían los habitantes del pueblo • Mesas y sillas • Pozo • Depósito de agua • Palillos planos • Palillos de barbacoa • Palillos redondos • Cola blanca • Piedras pequeñas Para la torre del depósito de agua utiliza palillos largos, como los de barbacoa, y cortos para reforzar toda la estructura vertical en base a la triangulación.

  • Nosotros también experimentamos el impulso del hambre, pero reflexionamos y, haciendo uso de nuestra libertad inteligente, podemos retrasar la comida, compartirla o hasta renunciar a ella para que coma otro.

  • Nosotros veríamos la corteza de esa esfera desde dentro, que contendría puntos luminosos.

  • Nosotros, como estamos en la Tierra, observamos el firmamento desde el punto O y vemos los astros como si estuviesen situados en la superficie de la esfera celeste.

  • Nuestra misión, sagrada y elevada misión, es educar al pueblo, para que este comprenda la necesidad de sumarse a nosotros con pleno estado de consciencia y establecer nuestra total emancipación por medio de la revolución social.

  • Otros animales nacen más desarrollados en sus capacidades propias; nosotros, en cambio, nacemos prematuramente, en cuanto que no estamos terminados del todo.

  • Otros animales poseen potentes protecciones naturales contra el ambiente que los rodea: pelo, fuerte dentadura, sentidos agudos… Sin embargo, nosotros somos capaces de abrirnos mediante la inteligencia a toda la realidad y de relacionarnos afectivamente con los demás seres vivos.

  • Para amar a alguien como se merece, hay que conocerlo y respetarlo; de esta manera, el amor por el otro no se reducirá a un medio para amarnos a nosotros mismos.

  • Para nosotros, el teléfono móvil es ya un instrumento sin el cual nos sería difícil vivir.

  • Para poder vivir en paz y progresar como personas y como sociedad es necesario saber convivir cívicamente con aquellos que, por un motivo u otro, vemos diferentes de nosotros.

  • Para que los alimentos lleguen a nosotros en buenas condiciones, se necesitan productos químicos.

  • Para representar las direcciones en que se ven los diversos astros del firmamento, independientemente de la distancia a que se encuentran de nosotros, se define en Astronomía la esfera celeste .

  • Para saber cómo es la persona empezaremos mirándonos a nosotros mismos para descubrir que cada uno y cada una, como hombre o como mujer, tiene una personalidad propia, diferente de la de los demás, que lo hace único e irrepetible.

  • Pensamos que hay sustancias exteriores a nosotros, realidades en sí, que explican nuestras experiencias externas, pero lo único que conocemos son los fenómenos.

  • Peor que nosotros no puede hacerlo.

  • Pero los enemigos, a pesar de que no tenían casi esperanza alguna de salvarse, mostraron un coraje tan grande que, cuando caían los que iban en cabeza, los que seguían detrás subían sobre los muertos y combatían desde encima de sus cuerpos, y cuando estos eran también abatidos y los cadáveres se amontonaban los supervivientes disparaban contra nosotros y volvían a tirar nuestros dardos que habían fallado.

  • Pero la buena convivencia no es espontánea: requiere un esfuerzo de comprensión y de respeto por parte de todos, porque instintivamente tendemos a rechazar a los que no son como nosotros.

  • Pero nosotros, que nos hemos separado del pueblo, que por Cristo hemos abandonado todo lo precioso y agradable del mundo... ¿con estas cosas, pregunto, pretendemos excitar a la devoción?

  • Pero si el hombre no es sagrado, los derechos humanos son una quimera: propuestas sin base real que nos hemos entregado nosotros mismos.

  • Pero, precisamente, la conciencia de esta limitación manifiesta que nuestra corporalidad no es un peso en sí misma, sino todo lo contrario: es algo que nos permite realizar y manifestar el yo que somos: bailando, escalando una montaña, pintando, hablando, abrazando, etc. El cuerpo no es una cárcel —como pensaba Platón—, pues nos permite relacionarnos e interactuar con el mundo y con los demás…, es decir, ser nosotros mismos.

  • Podemos decir no al plan de Dios para nosotros.

  • Podemos señalar por qué el tema es interesante y quiénes, además de nosotros, han discutido sobre él, dando a conocer su opinión.

  • Podemos suponer que lo que deseamos para nosotros deberíamos trasladarlo a todos los individuos de nuestra especie y que, por tanto, ante ellos tenemos la obligación de tratarlos como fines en sí mismos.

  • Por ejemplo, considerar que cuando la leona caza una presa reacciona del mismo modo que nosotros cuando acudimos a la nevera y nos alimentamos, evidentemente es un error: la leona persigue a la gacela porque está totalmente dominada por sus instintos inmediatos.

  • Por eso podemos descargar un electroscopio tocándolo simplemente con un dedo; las cargas pasan a través de nosotros y llegan al suelo.

  • Por eso, el respeto al medioambiente es también una manera de respetar a los demás, tanto a los que vivimos ahora como a los que vendrán después: las generaciones futuras se encontrarán con el planeta tal y como nosotros se lo hayamos dejado.

  • Por eso, no es suficiente realizar actos valiosos; hay que conseguir que esa manera de actuar se transforme en nosotros en una cierta forma de ser.

  • Por eso, nosotros no solo atacamos a la Constitución en su parte dogmática, donde se encuentran todos los atropellos a nuestra conciencia, sino también en su parte orgánica, que contiene un exceso de democracia, el parlamentarismo que está hundiéndose en el mundo entero.

  • Por nosotros.

  • Por tanto, la vida es un descubrirnos a nosotros mismos y a la circunstancia que nos rodea; es saberse existiendo, reconocer la presencia de la propia vida ante cada cual.

  • Por una parte, notamos que en nosotros se cumple el modo de ser propio de toda una especie, de que formamos parte de los humanos.

  • Puesto que el ser humano descubre que el mismo Dios habitó entre nosotros, también se da cuenta de hasta qué punto su pequeña existencia tiene que ser digna de amor.

  • Se hace la paz, la razón la aconseja, los hombres de sereno juicio no la discuten; pero ella significa nuestro vencimiento, la expulsión de nuestra bandera de las tierras que descubrimos y conquistamos; todos ven que alguna diligencia más en los caudillos, mayor previsión en los Gobiernos hubieran bastado para arrancar algún momento de gloria para nosotros, una fecha o una victoria en la que descansar de tan universal decadencia y posar los ojos y los de nuestros hijos con fe en nuestra raza; todos esperaban o temían algún estremecimiento de la conciencia popular; solo se advierte una nube general de silenciosa tristeza que presta como un fondo gris al cuadro, pero sin alterar vidas, ni costumbres, ni diversiones, ni sumisión al que, sin saber por qué ni para qué, le toque ocupar el Gobierno.

  • Se llaman así porque, al ejecutarlas, modificamos realidades que tienen que ver con nosotros.

  • Se trata de una angustia metafísica ante el no-ser que nos espera a nosotros y a los que queremos.

  • Si no hay Dios, nosotros tampoco somos su imagen.

  • Si recogemos esta información e intentamos aplicarla, podemos hallar un método simple para determinar la distancia a la que se encuentra la tormenta y, en consecuencia, a partir de diferentes mediciones, saber si esta se acerca o se aleja de nosotros.

  • Si se prescinde de las tradiciones que han llegado hasta nosotros sobre el origen del cristianismo en Hispania, difícilmente veri fi cables –la predicación del apóstol Santiago, la de San Pablo o la de los Varones Apostólicos–, el primer testimonio seguro sobre la existencia de cristianos en la Península es de mediados del siglo iii, aunque es probable que el cristianismo se introdujera en Hispania por el sureste antes de fi nalizar el siglo i .

  • Sin embargo, como Dios es veraz y causa de todo lo que existe, no ha podido engañarnos al poner en nosotros una fuerte inclinación a creer que nuestras ideas sobre las cosas extensas provienen de objetos corpóreos realmente existentes.

  • Sin embargo, como no podemos conocer perfectamente la esencia divina, la a fi rmación «Dios existe» no es evidente para nosotros.

  • Sin embargo, nosotros utilizamos la palabra energía con absoluta naturalidad, como algo cotidiano.

  • Sin la libertad (sin quererlo nosotros) no es posible la Salvación; sin la gracia (sin la ayuda de Dios) no podremos alcanzar el bien infinito (Dios mismo) al que estamos llamados. de M. Á. Buonarroti.

  • Su discípulo, sin embargo, lo hizo mediante la teoría de la reminiscencia: si hay un mundo de ideas y el alma ha estado en contacto con él antes de entrar en el mundo sensible, parece lógico mantener que las ideas que aprendemos, en realidad, ya estaban dentro de nosotros.

  • También existe el, que hace que el circuito se mantenga abierto mientras nosotros mantenemos el botón pulsado y que se cierre automáticamente cuando dejamos de pulsarlo.

  • También hay páginas de Internet que lo quieren aprender todo de nosotros: las que reproducen vídeos recuerdan lo que hemos visto y nos sugieren otros que probablemente nos gustarán, otras páginas saben que hemos buscado pantalones y nos ponen todo el día anuncios de pantalones, otras saben que hoy es nuestro cumpleaños y solo nos muestran noticias simpáticas y nos esconden las que nos harán sentir mal...

  • Tampoco puede ser una idea facticia, porque nosotros fabricamos estas ideas y es imposible que seamos capaces de imaginar una perfección máxima, que es ajena a nosotros y que no hemos experimentado nunca.

  • Un buen amigo es, en sí mismo, amable y puede resultar, además, útil (porque sabe conducir y nosotros no, etc.); o ayudar a asearse a un leproso puede ser muy desagradable y, al mismo tiempo, algo moralmente excelso.

  • Uno de nuestros objetivos es que, aunque nosotros propongamos una solución básica, tú logres personalizar cada tarea que emprendas.

  • Y nosotros debemos decir “no” a esta “cultura del descarte”.

  • Y peor aún es cómo se burlan los extranjeros de nuestra nación, que en esto y en otras cosas nos tratan mucho peor que a indios, porque a los indios para sacarles el oro o plata les llevamos algunas cosas, de mucho o poco provecho, pero a nosotros con las nuestras propias no solo se enriquecen y aprovechan de lo que les falta en sus naturalezas, sino que además se llevan el dinero de España con su industria, sin trabajar sacándolo de las minas como hacemos nosotros.

  • Ya ves que, cuando nos ponemos a pensar en nosotros mismos, aparecen un montón de aspectos que no habíamos visto al principio.