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10 oraciones y frases con noroeste

Las oraciones con noroeste que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar noroeste en una frase. Se trata de ejemplos con noroeste gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar noroeste en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • ¿Y hacia el noroeste?

  • Además de los vanos interiores ya señalados, contaba con ingresos de diferentes tipos en cada una de sus dos fachadas: tres arcos de herradura doblados por arcos de medio punto, en la fachada noroeste, que daba a un patio; y un arco lobulado, otro de medio punto y un tercero de herradura, en la fachada suroeste, que da a la calle.

  • Dentro de la heterogeneidad de esta área, destaca en particular la cultura castreña, extendida por el noroeste : Galicia, el norte de Portugal hasta el río Duero, y el oeste de Asturias.

  • El pequeño reino astur se transformó así en el Reino de León, que abarcaba todo el noroeste peninsular.

  • En general, existe mayor disponibilidad de agua en el norte y noroeste de la península que en el sur y el sureste.

  • La fachada noroeste, abierta al patio, presenta por encima de sus arcos de entrada un friso de arcos túmidos doblados por arcos lobulados, estos con alternancia de dovelas rojas y blancas, como en la mezquita de Córdoba.

  • Los objetivos que perseguía Roma con su conquista eran varios: el pleno control de la Península, la erradicación del pillaje constante sobre los pueblos de la meseta y la explotación de la riqueza mineral del noroeste con el trabajo forzado de la población esclavizada.

  • Pero el territorio controlado por los visigodos en un principio no abarcaba toda la Península, ya que tres ámbitos escapaban a su dominio: a El reino suevo en el noroeste.

  • Por tanto, existen tres ejes direccionales paralelos, que parten de los tres ingresos de la fachada noroeste, abierta al patio, atraviesan tres tramos cada uno y concluyen en la quibla .

  • Sin embargo, para Roma el esfuerzo merecía la pena, ya que la conquista de estos pueblos acababa con la amenaza que representaban para los pueblos más civilizados del sur y levante, y además facilitaba el acceso a los recursos metalíferos del noroeste peninsular.