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8 oraciones y frases con nerón

Las oraciones con nerón que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar nerón en una frase. Se trata de ejemplos con nerón gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar nerón en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • Bajo el emperador Nerón, la zona sufrió muchos daños Senado romano ordenó que se reconstruyera la ciudad, no habían terminado, una extraordinaria erupción del volcán Vesubio destruyó totalmente Pompeya y, junto a ella, Herculano, Estabia y Oplontis.

  • De hecho, el nombre de Coliseo con que también se le conoce se debe no a sus dimensiones, sino a la proximidad de una estatua colosal de Nerón.

  • El nombre con el que es conocido actualmente, Coliseo, se cree que proviene de una gran estatua del emperador Nerón que se encontraba al lado del edificio, conocida popularmente como el «Coloso».

  • Las excavaciones arqueológicas en diversas partes del Imperio han sacado a la luz algunas realizaciones de extraordinaria calidad, como las halladas en el Palatino o en el palacio de Nerón, en Roma.

  • Pero su negativa a rendir culto al emperador y su rechazo de las instituciones condujo a la clandestinidad a estos primeros cristianos, que fueron víctimas, durante los tres primeros siglos de su existencia, de algunas cruentas persecuciones, como las de Nerón o Diocleciano.

  • Poco después, un edicto de Nerón, posiblemente redactado a petición de Séneca, que durante toda su vida reivindicó para los esclavos la dignidad de hombres, ordenaba al prefecto de la ciudad que atendiera e instruyera las causas en que los esclavos se quejaran de la injusticia de sus amos.

  • Reaparecieron así los arcos de medio punto, las columnas y pilastras de órdenes clásicos, la bóveda de medio cañón con casetones, las cúpulas como la del Panteón romano, o la decoración de «grutescos» inspirada en la Domus Aurea de Nerón.

  • Su construcción fue un acto grandioso de propaganda de la nueva dinastía imperial (los Flavios), que de este modo resarcía al pueblo de Roma de los excesos del tiránico Nerón, pues se erigía en el lugar ocupado anteriormente por el lago de su palacio.