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51 oraciones y frases con muros

Las oraciones con muros que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar muros en una frase. Se trata de ejemplos con muros gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar muros en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • Al exterior, la sobriedad sigue siendo la nota dominante, con muros desnudos sin más elementos de variación que los vanos dispuestos en un orden preciso y las torres de las esquinas.

  • Asimismo, el exterior resulta macizo, con sólidos muros y escasos vanos, todos con arcos de medio punto y arquivoltas, o abocinados.

  • Aunque son imperceptibles, la existencia en las laderas de troncos de árboles torcidos, postes eléctricos o muros incli nados indica el movimiento de los suelos.

  • Bóveda de arista Bóveda de cañón Bóveda de cañón Bóveda de horno Bóveda octogonal Cimborrio Arcos fajones Bóveda de cuarto de cañón Trompas El enorme peso de la cubierta obligaba a utilizar robustos sistemas de soporte, por lo que la columna tuvo un carácter secundario en relación con los muros y los pilares: Los muros suelen ser muy gruesos, de sillería bien labrada y reforzados a intervalos por estribos o contrafuertes exteriores.

  • Como estudiaremos, las plantas pueden adoptar diferentes formas (de cruz, circulares, octogonales, etc.) y con frecuencia están divididas en partes, separadas por muros, columnas u otros elementos.

  • Construcción: algunas rocas se utilizan para hacer muros, paredes y techos, así como para fabricar encimeras de cocina, losas de suelo y láminas de piedra para cubrir las fachadas de algunos edificios.

  • Construcción: son las rocas que se utilizan para hacer muros, paredes y techos así como para fabricar encimeras de cocina, losas de suelo y láminas de piedra para cubrir las fachadas de algunos edificios.

  • El espacio interior, por último, dividido y bloqueado por muros, carece de correspondencia con el aspecto exterior, unitario y coherente.

  • El interior, iluminado por pequeños vanos en los muros y por la rendija situada entre estos y la cubierta, invita al recogimiento; y el suelo, en ligera pendiente, dirige la atención hacia el altar.

  • El Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago, obra del Maestro Mateo, ilustra perfectamente esta evolución –véase imagen siguiente–. Por último, dentro de la pintura destaca sobre todo la pintura mural de las iglesias, ya que las grandes super fi cies de muros y bóvedas ofrecían un amplio espacio, ideal para la representación de temas religiosos.

  • El rasgo más importante de su arquitectura es su concepción del espacio, que para él no es divisible ni el simple resultado de la combinación de los elementos plásticos del edificio (muros, cubiertas, etc.), sino algo concreto y unitario que se puede modelar como una escultura.

  • El registro superior, en el muro occidental, a ambos lados de la puerta de acceso, muestra escenas relacionadas con los orígenes de Roma; en el muro opuesto, personificaciones de Roma y la Paz; y en los muros laterales, el cortejo encabezado por Augusto en la ceremonia del sacrificio, realizado en aquella ocasión sobre un altar de madera.

  • El último reducto del ejército persa fue derro Temístocles ordenó construir la muralla que lleva su nombre y los llamado «muros largos», unos caminos fortificados que unían Atenas con el puerto del Pireo.

  • En esta mezquita en particular, aparte de los capiteles de las columnas, que son visigóticos, la decoración se concentra en los muros de sus dos fachadas.

  • En cambio, de los almohades se pueden apreciar en Sevilla, la que fuera su capital en Al Ándalus, dos magní fi cos ejemplos: la Torre del Oro y la Giralda, esta última era el minarete de la mezquita, que ocupaba el solar de la catedral actual –véase imagen inferior–. Por último, el arte nazarí de Granada (siglos xiv y xv ) nos ha legado otra magní fi ca obra: el palacio de la Alhambra, el mejor y más antiguo de los palacios islámicos conservados –véase imagen superior–. Sus pobres estructuras están enmascaradas por una fantástica decoración, que cubre por completo techos y muros, con motivos vegetales, geométricos y epigrá fi cos.

  • En cambio, las proporciones y la ordenación de los elementos han cobrado importancia, como se refleja en el ritmo de muros y vanos.

  • En consecuencia, la arquitectura de la primera mitad del siglo no supuso una verdadera ruptura con la del último tercio del siglo anterior y, a diferencia de lo que ocurría en otras partes de Europa, el primer barroco español se caracterizó por las líneas sobrias, los muros planos y la decoración austera.

  • En la fachada, de gran sobriedad, se combina el ladrillo rojo de los muros con el granito gris de la portada central, las impostas, las esquinas de las torres y los marcos de los vanos.

  • En la primera mitad del siglo xvii, la arquitectura barroca española arrancó de la estética escurialense: líneas sobrias, muros planos, decoración austera.

  • Es un tipo de arte oficial que representa la máxima exaltación del poder religioso o político: Se especializó en la decoración de muros, sobre todo de bóvedas.

  • Esto permitió abrir en los muros de las capillas amplios ventanales, en concordancia con la declarada predilección del abad por la luz.

  • Estos palacios y las pinturas que decoraban sus muros constituyen el más rico legado del arte cretense.

  • Fue entonces cuando se le añadieron los cuatro minaretes y se cubrieron las imágenes de sus muros.

  • Junto con los muros, suelen ser los principales elementos sustentantes, aunque a veces solo tienen una función decorativa.

  • La estatuaria llegó prácticamente a desaparecer y el relieve se limitó a la decoración arquitectónica de capiteles y otros elementos, con motivos geométricos o vegetales, y a los trabajos de marfil o plata en relicarios, objetos litúrgicos, placas decorativas de muebles, etc. Algo parecido ocurrió con la pintura mural, a causa de la predilección bizantina por el mosaico para el revestimiento de muros.

  • La experiencia placentera de la Alhambra se completaba con la lectura de los versos de Ibn al Jatib o Ibn Zamrak (poetas granadinos del siglo ), que decoran fuentes y muros y en ocasiones informan sobre el significado o función de algunas estancias.

  • Las clases se daban en la palestra, un espacio cuadrado y al descubierto, rodeado de muros, y con vestuarios, baños y salas de uso diverso.

  • Las estoas eran espacios porticados, con columnas y muros laterales; a menudo se encontraban en el ágora.

  • Las iglesias adoptaron las tipologías del Románico, por lo que a menudo se le ha denominado Románico mudéjar o Románico de ladrillo, por el empleo de este material para la construcción de los muros, en sustitución de la piedra.

  • Las numerosas fuentes de luz, tanto las abiertas en los muros exteriores como las ocultas sobre las bóvedas, dotan al interior de una gran diafanidad y resaltan las audaces formas constructivas, que producen la impresión de estar dentro de un bosque sagrado.

  • Los muros exteriores presentan un aspecto macizo, con sucesión de gruesos contrafuertes que enmarcan las portadas de diferentes épocas, todas ellas formadas por pequeños arcos ciegos y arcos de herradura enmarcados por alfiz.

  • Los cuatro muros que rodean el altar presentan en su exterior un doble friso: El registro inferior representa motivos vegetales y animales.

  • Los muros exteriores carecen de función sustentante, por lo que a partir de un basamento de cuatro metros de altura se suceden dos series de ventanales: una primera de veinte metros y, por encima de ella, otra de diez metros.

  • Los muros interiores se recubrían de mármoles en su parte inferior; y de pinturas o mosaicos de vivos colores y abundantes dorados, en la superior.

  • Los muros laterales se prolongan en antas (pilastras) hasta el nivel de las columnas.

  • Los muros son de ladrillo y de mampostería, esta última encintada en cajas por hiladas de ladrillo.

  • Los pilonos en talud, muros troncopiramidales a ambos lados de la entrada, a los que a menudo se adosaban estatuas colosales del faraón constructor.

  • Los sólidos muros de hormigón están revestidos de cemento blanco y se inclinan hacia el interior.

  • Mayor interés por el interior que por el exterior del edificio, por varias razones: la influencia de la tradición romana y bizantina; la propia tradición del pueblo árabe, originario de una región cuyo clima extremo obliga a refugiarse en interiores confortables aislados del exterior; la naturaleza intimista e individual de la religión islámica, que propicia el desarrollo de la vida en el ambiente privado de las casas; y el rechazo, por el carácter igualitario del Islam, de la ostentación pública de lujo y riquezas, que se reservan para los interiores de los edificios mientras al exterior presentan fachadas de muros desnudos, especialmente en casas y palacios.

  • Pero el enorme peso de la cubierta exigía utilizar robustos sistemas de soporte (gruesos muros reforzados por contrafuertes exteriores, pilares y columnas interiores de gran anchura), lo que explica la escasez de vanos (puertas y ventanas) para no debilitar el muro.

  • Planta libre, pues no son necesarios los muros de carga para sostener la cubierta y, por tanto, se puede distribuir o fragmentar el espacio a voluntad.

  • Por primera vez, la cúpula deja de estar embutida en los muros, como ocurría en la época romana y bizantina.

  • Por último, es característico de la obra de Brunelleschi el empleo del bicromatismo de los materiales que permite diferenciar, por un lado, los elementos estructurales y ordenadores del edificio (en mármol gris, conocido como pietra serena), y por otro, los muros de relleno (en blanco).

  • Sin embargo, la tradición más divulgada es que Remo saltó los nuevos muros para insultar a su hermano: por eso Rómulo lo mató y, lleno de rabia, increpándolo con estas palabras, dijo: «Así acabará a partir de ahora cualquiera que salte por encima de mis murallas».

  • Son medidas de prevención de una riada la construcción de muros que canalicen el cauce y la construcción de embalses que permitan acumular el agua, para luego irla liberando controladamente.

  • Son útiles, por tanto, como aislantes térmicos para utensilios de cocina y en el interior de los muros de los edificios.

  • Su interior carece de muros portantes, lo que permite una libre disposición de pisos y plantas, que se pueden transformar según las necesidades de cada momento.

  • Su peculiaridad radica en sus poblados forti fi cados, los castros (como el de Coaña en Asturias –véase imagen inferior–, o el de Santa Tecla en Galicia), rodeados de murallas y generalmente en zonas elevadas, en cuyo interior se disponen sin orden casas de perímetro circular, construidas con muros de piedra y un techo cónico de paja o ramas.

  • Sus muros están formados por sillares colocados en aparejo regular isódomo, unidos sin argamasa y con grapas internas.

  • Sus ventajas eran numerosas: resultaba barato (piedras, arena, conglomerante y agua); podía adoptar cualquier forma que se le diera a los dos muros de contención, de ladrillo o madera, entre los cuales se introducía; adquiría una dureza extraordinaria; y se podía aumentar o aligerar su resistencia y su peso utilizando diferentes tipos de piedra (muy pesadas en las bases, por ejemplo, y ligeras, como la piedra pómez, en las cúpulas).

  • Tanto en el interior como en el exterior los muros se revisten de mármoles a la manera romana antigua.