• Español ES

42 oraciones y frases con mis

Las oraciones con mis que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar mis en una frase. Se trata de ejemplos con mis gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar mis en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • ¿Busco el consenso? ¿Valoro y respeto las aportaciones de mis compañeros y compañeras?

  • ¿Cedo en mis conversaciones y puntos de vista?

  • «Ser lo más fi rme y resuelto que pudiera en mis acciones y no seguir con menos constancia las opiniones más dudosas cuando me hubiera determinado una vez a ellas».

  • «Tratar siempre de vencerme a mí mismo más bien que a la fortuna, y de cambiar mis deseos antes que el orden del mundo; y generalmente de acostumbrarme a creer que no hay nada que esté enteramente en nuestro poder más que nuestros pensamientos».

  • Aquí, el filósofo español está refiriéndose no tanto a la vida biológica como a la biográfica, que es la que voy escribiendo con mis actos y que puedo narrar.

  • Así, si quiero acertar con mi vida, deberé aprender qué acciones me convierten en mejor hijo, mejor amigo, mejor ciudadano, etc. Desde una perspectiva filosófica, esta reflexión sobre la bondad de mis actos no puede ser puramente teórica.

  • Aun en el caso de que todos mis pensamientos fueran erróneos, no cabe dudar de que exista un yo que formula esos pensamientos.

  • Comencé a hablar, reconocí mis errores y en ese instante sentí […] al Señor y ahí encontré un segundo nacimiento”» (www.interrogantes.net).

  • Con el fin de promover entre mis vasallos el estudio, aplicación y perfección de estos conocimientos, he resuelto fundar una academia de Ciencias, y encargo muy particularmente a la Junta coopere a estas ideas, y las recuerde con frecuencia y oportunidad.

  • Concluí el foro Julio y la Basílica entre el templo de los Cástores y el templo de Saturno, obras comenzadas y casi acabadas por mi padre, y cuando esta fue destruida por un incendio comencé a reconstruirla en una superficie más ancha dedicándola a mis hijos y ordené que, si no la acababa estando yo aún vivo, fuera concluida por mis herederos.

  • Conocí la verdad, ¡no sabía lo que era hasta que me hablaron de ella; en ese momento, todas mis máscaras e ilusiones cayeron!

  • Contiene también pequeñas cantidades de azufre, oxígeno y nitrógeno.Esa dependencia de los demás posee también otro sentido: para realizarme plenamente como persona debo abrirme a los demás, entregar mis mejores capacidades para que los que están a nuestro alrededor sean también felices.

  • Defensa de las imágenes, frente a los iconoclastas «Cuando no tengo libros, o mis pensamientos me torturan por gustar de la lectura, me voy a la iglesia, que es asilo abierto a todas las enfermedades del alma.

  • Diputados, las razones que me mueven a devolver a la Nación, y en su nombre a vosotros, la Corona que me ofreció el voto nacional, haciendo de ella renuncia por mí, por mis hijos y sucesores.

  • El descubrimiento de los protozoos avivó la teoría de la generación espontánea (planteaba que los organismos se generaban por sí mis mos a partir de sustancias inertes).

  • El ser perfecto, Dios, no permitiría que ese genio me engañase ni que yo confundiera mis ideas con imaginaciones o sueños.

  • En la medida en que soy sujeto de mis acciones y las realizo libremente, me alcanza la responsabilidad por ellas.

  • En su libro póstumo, Viaje a Lourdes, nos dejó este testimonio: « [Virgen santa,] mi gran deseo y el objeto supremo de todas mis aspiraciones es ahora creer.

  • Entonces depondré todos mis derechos, y colocaré vuestra gloriosa corona en las sienes de otro Yo mismo, asegurándoos al mismo tiempo una constitución que concilie la santa y saludable autoridad del Soberano con las libertades y los privilegios del pueblo.

  • Es necesario dar un paso más y probar la existe tencia de Dios para a fi rmar, sin miedo, que mis ideas son v verdaderamente claras y distintas, y que se correspond den con algo real.

  • Hallaría medios sobrados para mantener mis regias prerrogativas en eficaz forcejeo contra los que las combaten; pero resueltamente quiero apartarme de cuanto sea lanzar a un compatriota contra otro, en fratricida guerra civil.

  • He oído vuestros votos, y cual tierno padre he condescendido a lo que mis hijos reputan conducente a su felicidad.

  • La caridad no «se puede agotar en la dimensión terrena de las relaciones humanas y sociales, porque toda su eficacia deriva de la referencia a Dios: “En la tarde de esta vida, compareceré delante ti con las manos vacías, pues no te pido, Señor, que lleves cuenta de mis obras.

  • La Danza de la Muerte [La Muerte invita a bailar al obispo, que dice lo siguiente:] Mis manos aprieto, de mis ojos lloro, porque soy venido a tanta tristura ; yo era abastado de plata y de oro, de nobles palacios e mucha holgura: ahora la muerte con su mano dura tráeme en su danza medrosa sobejo [...] [La Muerte se dirige al rey y le dice:] Rey fuerte, tirano, que siempre robastes todo vuestro reino e fenchistes el arca, de hacer justicia muy poco curastes, según es notorio por vuestra comarca: venid para mí, que yo soy monarca que prenderé a vos e a otro más alto [...].

  • La idea del «yo pienso», a fi rmó, mani fi esta mi imperfección y fi nitud, puesto que en ella advierto mis dudas y carencias.

  • Léela atentamente y responde a las preguntas: Júpiter, al presentarte este pastel de oblación, te dirijo buenas plegarias para que seas voluntariamente propicio a mí, a mis hijos, a mi casa y a mi familia, ya que te entregamos este presente.

  • Me aproximé y vi que no era sino una de mis propias pinturas en el momento en que, recibiendo la luz del sol, se perdía la sustancia del asunto, en tanto los colores obtenían un brillo inédito».

  • Mis amigos y amigas surgirán de entre las personas que tengo cerca: en la escuela, en el barrio, en el pueblo.

  • Mis improvisados protectores se alegraron de que tuviese un amigo dispuesto a ayudarme.

  • No es que primero mis sentidos experimenten las cosas reales y después le proporcionen a la inteligencia el material sobre el que ella trabajará para obtener los conceptos, sino que en el mismo acto en el que entro en contacto con las cosas reales, mi inteligencia actúa determinando la forma en que capto esas cosas.

  • No es que yo exista porque piense, sino que estoy seguro de que existo en la medida en que pienso; eso es así, aunque todos mis pensamientos sean falsos.

  • No habría peligro que me moviera a desceñirme la Corona si creyera que la llevaba en mis sienes para bien de los españoles [...].

  • No renuncio a ninguno de mis derechos, porque más que míos son depósitos acumulados por la Historia de cuya custodia me han de pedir un día cuenta rigurosa.

  • No son mis ojos los que ven, sino yo el que veo por medio de mis ojos y, por tanto, también con mis ideas, conceptualizaciones y valoraciones.

  • Pero tengo hoy la firmísima convicción de que serían estériles mis esfuerzos e irrealizables mis propósitos.

  • Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: “Ve”, y va; al otro: “Ven”, y viene; a mi criado: “Haz esto”, y lo hace».

  • Saqué adelante a mis hijas por la categoría escogida de sus prometidos, pero habiéndolas criado para otros me las han arrancado de las manos; no hay esperanza en ellas que me vean ni yo misma las veré ya jamás.

  • Sin embargo, la tradición más divulgada es que Remo saltó los nuevos muros para insultar a su hermano: por eso Rómulo lo mató y, lleno de rabia, increpándolo con estas palabras, dijo: «Así acabará a partir de ahora cualquiera que salte por encima de mis murallas».

  • Todo eso está presente cuando entro en contacto con el mundo real a través de mis sentidos; por eso no percibo un flujo caótico de cualidades sensibles, sino un mundo ordenado que mi inteligencia descubre lleno de sentido y racionalidad.

  • Y finalmente, el súmmum de mis terribles males: llegaré yo, una vieja, a Grecia como una esclava.

  • Y construí allí un cenobio con mis gasalianes.

  • Y creo que eso no es motivo suficiente para que man (Escándalo, gritos) ¡Ahogad mis palabras con vuestro vocerío! Tenemos la razón yo y algunos otros.