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72 oraciones y frases con madrid

Las oraciones con madrid que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar madrid en una frase. Se trata de ejemplos con madrid gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar madrid en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • ¿Qué ciudad podrá tener más problema con el ozono, Madrid o Teruel?

  • ¿Sería aconsejable instalar aerogeneradores en Madrid?

  • Cinco años después, Rubens, el pintor más famoso del momento, visitó Madrid y Velázquez le acompañó en numerosas ocasiones.

  • Como ejemplo de obras neoclásicas se pueden citar la Plaza de la Concordia y el Panteón de París, y el Museo del Prado en Madrid.

  • Compara la Plaza Mayor de Salamanca con la de Madrid, estudiada en la unidad anterior.

  • Cuatro años después fijaba la capital del reino en Madrid, acabando así con el carácter itinerante de la Corte, y elegía un lugar próximo para levantar en él un palacio de descanso, que habría de ser también monasterio, biblioteca y panteón real.

  • De este modo, el último enfrentamiento se produjo en las calles de Madrid entre socialistas y anarquistas, por un lado, y comunis- tas defensores del gobierno republicano, por otro.

  • De hecho, a fi nales del siglo xix solo Madrid y Barcelona estaban en torno al medio millón de habitantes, mientras que en Europa más de veinte ciudades superaban esta cifra, de las cuales siete estaban ya por encima del millón.

  • De hecho, era la expresión de los intereses agrarios y de la pequeña burguesía tradicionalista de Bilbao, ya que la alta burguesía industrial se sentía bien representada en Madrid.

  • De planta casi cuadrada y cerrada en sus cuatro frentes, sus funciones y características nos remiten a la Plaza Mayor de Madrid de la centuria anterior.

  • Desde Madrid se comunicaba a los gobernadores civiles de las provincias los resultados electorales que se pretendía obtener en ellas.

  • Durante mucho tiempo se pensó que representaba simplemente el taller de hilanderas de la Real Fábrica de Tapices de Santa Isabel de Madrid, por lo que se consideró un cuadro de género.

  • E los del Consejo desde que vieron la querella que los Judíos de Sevilla de él daban enviaron a Sevilla un caballero de la ciudad que era venido a Madrid por procurador, e otro a Córdoba, e así a otras partes enviaron mensajeros e cartas del rey, las más premiosas que pudieron ser hechas en esta razón.

  • El gobierno de la República, amenazado por el fascismo, quiso aprovechar para su causa el renombre internacional de Picasso y le ofreció el cargo de Director Honorario del Museo del Prado de Madrid.

  • El seguimiento fue total en Madrid, Barcelona, Asturias, Vizcaya, Zaragoza y otras provincias; en cambio, en Andalucía se limitó a los trabajadores urbanos, pues los campesinos no la secundaron.

  • El arquitecto real Juan Gómez de Mora fue la fi gura más representativa, y a él se debieron varias construcciones en Madrid, como la primitiva Plaza Mayor –véase imagen superior–, la Cárcel de Corte (actual Ministerio de Asuntos Exteriores) o el Ayuntamiento.

  • El monarca pretendía así embellecer esa zona de Madrid y, al mismo tiempo, fomentar el estudio y desarrollo de las ciencias naturales, tan valoradas por la Ilustración.

  • El Tribunal Supremo ha dado la razón a los vecinos de Ciudad Santo Domingo, en Algete (Madrid), afectados por el ruido que causan los aviones al aterrizar en el aeropuerto de Barajas y ha ordenado a la Administración que adopte las medidas necesarias para que cese la causa de esta situación.

  • Empezó por la reforma de Madrid, una de las capitales más sucias y pobres de Europa: se empedraron sus calles, se instalaron farolas de aceite para su alumbrado, se construyeron paseos monumentales, se reguló el sistema de evacuación de residuos, etc. No es extraño, por tanto, que se le haya considerado el mejor alcalde de Madrid.

  • En el reinado de Isabel II se fundaron dos bancos más: el Banco de Isabel II, en Madrid, y el Banco de Barcelona.

  • En cuanto a las ciencias, en el siglo xviii hubo varios intentos de fundar una Academia de Ciencias en Madrid.

  • En España, las formaciones de rocas graníticas –situadas principal-mente en las provincias de Madrid, Cáceres, Lugo, Orense y Ponte-vedra – tienen los valores más altos de radiación natural, mientras que las formaciones sedimentarias de origen marino tienen los valores más bajos –ubicadas en las provincias de Murcia, Castellón, Valencia, Alicante y Albacete–. Los yacimientos de uranio más significativos están en Cór -doba.

  • En este sentido, Fernando VII, que en marzo había entrado en España por Gerona y se dirigía hacia Valencia para desde allí emprender camino a Madrid, recibió en abril el documento conocido como Mani fi esto de los Persas, un escrito redactado por sesenta y nueve diputados «serviles» –así denominaban en las Cortes de Cádiz los diputados liberales a los diputados partidarios del absolutismo–, en el que se animaba al monarca a ignorar las propuestas liberales y a restaurar la monarquía absoluta, a la que se consideraba como el resultado de la razón y la inteligencia, y no de la arbitrariedad y el abuso, como la presen- taban los liberales.

  • En su obra se sintetizan las diversas in fl uen- cias que recibió a lo largo de su trayectoria desde Creta hasta España: la espiritualidad del arte bizantino cretense, las luces irreales y los colores fríos del pintor veneciano Tintoretto, etc. Entre sus obras más destacadas, se podrían mencionar: La adoración del nombre de Jesús (El Escorial), cuadro que ofreció a Felipe II, ya que es una exaltación de su persona y de su triunfo contra los turcos en Lepanto; El martirio de San Mauricio (El Escorial), obra encargada por Felipe II, que nunca colocó en su destino por no ser de su agrado; El entierro del señor de Orgaz (iglesia de Santo Tomé en Toledo), probablemente su mejor obra; y magní fi cos retratos, como el del Caballero de la mano en el pecho (Museo del Prado, Madrid).

  • Entrada de Franco en Madrid Abril.

  • Entre las líneas de servicio general se clasificarán como de primer orden las que, partiendo de Madrid, terminen en las costas o fronteras del reino.

  • Entre las más importantes, destacan tres, cada una de las cuales se originó en un lugar diferente de España: la Institución Libre de Enseñanza, en Madrid; las Escuelas del Ave María, en Granada; y la Escuela Moderna, en Barcelona.

  • Este ejemplo de París se extendió a otras ciudades, como Viena, Madrid o Barcelona.

  • Este incidente desató una cadena de acontecimientos que escaparon a todo control: enfrentamientos verbales entre los monárquicos del interior del piso y los grupos de la calle, asalto a los talleres del diario monárquico ABC, ataques durante los tres días siguientes a edi fi cios religiosos de Madrid y otras ciudades, con actos de pillaje, quema de conventos, etc. El gobierno no fue responsable directo de los hechos, pero tampoco puso mucho empeño en impedirlos, para no granjearse desde el principio la enemistad de ciertos sectores populares, cuyo anticlericalismo violento era una explosión visceral contra la Iglesia, a la que consideraban demasiado vinculada a los ricos y poderosos.

  • Estudió en Madrid, Lovaina y Roma.

  • Estudió filosofía en Deusto y Madrid.

  • Estudió Filosofía en la Universidad Central de Madrid y tuvo como profesores a Ortega, Zubiri y García Morente.

  • Frente al desarrollo espectacular de las zonas industriales de larga tradición –País Vasco, Cataluña, Madrid, etc.– y de los nuevos polos de desarrollo –Valladolid, Zaragoza, Sevilla, La Coruña, etc.–, otros territorios quedaron despoblados y muy rezagados económicamente.

  • Fue catedrático en la Universidad de Madrid y en la de Barcelona.

  • La «plaza mayor» fue la gran aportación urbanística del Barroco español, con unas características que varían poco de unas ciudades a otras, aunque se puede considerar la de Madrid como arquetipo: cerrada, de planta cuadrada o rectangular, porticada y rodeada de edificios de fachadas iguales con balcones.

  • La ciudad de Madrid se encuentra situada entre las cuencas de los ríos Manzanares y Jarama.

  • La de la imagen muestra la «ligereza y atrevimiento de Juanito Apiñani en la plaza de Madrid», en la que destaca la captación del instante y el magnífico juego de luces y sombras, tanto en la plaza como en el tendido, donde el público parece huir del sol.

  • La diferencia entre ir de Bilbao a Barcelona directamente o pasando por Madrid.

  • La investigación se lleva a cabo en las ciudades de: Génova, Leicester, Madrid y Estocolmo.

  • La población, la agricultura y la industria Flujos migratorios y distribución de la población Una desigual distribución geográfica de la población La población española durante el siglo xix continuó las dos tendencias iniciadas a fi nales de la Edad Media: el desplazamiento del norte hacia el sur y el abandono de la meseta central, salvo en el caso de Madrid, para concentrarse en la costa mediterránea y atlántica meridional .

  • La pobreza era especialmente visible en las ciudades más grandes (Madrid, Sevilla), que se convirtieron en refugio de inmigrantes arruinados procedentes del medio rural.

  • La posibilidad de que el poder recayese de nuevo sobre los federalistas radicales ofreció el pretexto para el golpe de Estado de Pavía, capitán general de Madrid, que al día siguiente invadió el hemiciclo del Congreso y disolvió la Asamblea.

  • Lar aguantando una cornucopia, del siglo I, Museo Arqueológico Nacional (Madrid).

  • Los protagonistas de la escena son el pueblo llano de Madrid y las tropas francesas,en su mayoría mamelucos, soldados de origen egipcio al servicio de Napoleón.

  • Madrid era ya el último objetivo de importancia.

  • Marcha Verde sobre el Sahara y Acuerdo de Madrid.

  • Mención aparte merece la Gaceta de Madrid, cuyo origen se remonta al siglo xvii, y que con Carlos III se convirtió en el órgano de prensa de la monarquía, al servicio del reformismo o fi cial.

  • Museo del Prado (Madrid).

  • Ni siquiera en Madrid, sede del gobierno central de la República, esta fue capaz de impedir la aparición de órganos de poder alternativos en manos de partidos y sindicatos.

  • No obstante, seis años después la Corte retornó a Madrid, tras el ofrecimiento de una importante cantidad de dinero por parte de su ayuntamiento.

  • Otro ejemplo fue el desmesurado monumento a la memoria de los vencedores muertos en la guerra, el conocido como Valle de los Caídos (en las cercanías de Madrid), donde numerosos cautivos de guerra y presos políticos fueron sometidos a durísimas condiciones de trabajo por las empresas encargadas de su construcción.

  • Para ello tienes que salir del aeropuerto de Barajas, en Madrid.

  • Pero al final de su vida vio cómo declinaba su carrera artística frente al empuje de Murillo y buscó fortuna en Madrid, donde murió olvidado y pobre.

  • Pero los que establecen una relación más directa de esta pintura con la corriente naturalista del Barroco son los borrachos de la mitad derecha, tipos populares que nos recuerdan a los mendigos que poblaban las calles de Madrid o Sevilla.

  • Por otro lado, hay zonas con potenciales de entalpías medias o bajas y buenos almacenes: la fosa de Madrid, la cuenca del Duero, la cuenca de Valencia-Castellón, la depresión de Cuenca-Albacete, el valle del Gua dalquivir, la zona de Huesca, Lleida, Zaragoza, el río Ebro y el Prepirineo.

  • Sierra de Guadarrama en Madrid.

  • Siguiendo un ejemplo utilizado por el propio Ortega, la vista de la sierra de Guadarrama es distinta según se mire desde Madrid o desde Segovia y, en realidad, admite innumerables puntos de vista.

  • Sin embargo, aunque el siglo xviii fue sin duda un siglo de crecimiento demográ fi co, este no se produjo por igual en toda España, sino que fue mayor en la periferia y en Madrid, y menor en la España interior.

  • Sin embargo, los ataques de Franco contra Madrid chocaron, una y otra vez, con la férrea defensa de los madrileños.

  • Solo adquirió importancia en Madrid, Vizcaya, Barcelona y Asturias, pero en las tres primeras tuvo una corta duración.

  • Su objetivo prioritario era la conquista de Madrid y en ello concentró todos sus esfuerzos.

  • Su obra, muy in fl uida por el pintor italiano Caravaggio, se caracterizó por un acentuado naturalismo, con la utilización de modelos vulgares, como en San Andrés, el Martirio de San Felipe o el Sueño de Jacob (todas ellas en el Museo del Prado de Madrid).

  • Su trayectoria como pintor comenzó en Venecia, pero la fama que obtuvo le llevó a trabajar primero por todo el norte de Italia, después en Würzburgo y finalmente en Madrid, reclamado por Carlos III para decorar el recién construido Palacio Real.

  • También forma parte de sus principales órganos dependientes, como el FMI (Fondo Monetario Internacional), el Banco Mundial, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), la OMS (Organización Mundial de la Salud), la OIT (Organización Internacional del Trabajo), o la OMT (Organización Mundial del Turismo), que tiene su sede en Madrid .

  • Tras el Trienio Liberal y la nueva restauración del absolutismo, solicitó permiso para viajar a un balneario francés, pero ya no regresó a Madrid, salvo en dos ocasiones y por breve tiempo.

  • Tras la caída de Pi i Margall y el giro conservador de la República con Salmerón, los cantonalistas proclamaron en Cartagena un gobierno provisional de la Federación Española y declararon la guerra a Madrid.

  • Tras una corta estancia en Madrid, se instaló definitivamente en Toledo, donde gozó de un gran éxito entre el clero y la aristocracia locales.

  • Una de las escasas excepciones fue el Palacio del Buen Retiro de Madrid, construido para Felipe IV por su valido el Conde Duque de Olivares, del que apenas se conserva un par de edificios y sus amplios jardines, muy modificados con el paso del tiempo.

  • Vivir mi primera JMJ en Madrid y como voluntaria ha sido curioso, pero muy gratificante.

  • Y creó dos secciones locales: una en Madrid y otra en Barcelona.

  • Y de este modo la falta de mecenazgo regio o nobiliario quedó en parte compensada por los encargos de las nuevas fundaciones religiosas, que proliferaron especialmente en Madrid, como capital definitiva de la monarquía y creciente foco de atracción poblacional.

  • Y resulta que «París está en Francia» es verdadero y que «Madrid está en Australia» es falso.