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38 oraciones y frases con liberales

Las oraciones con liberales que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar liberales en una frase. Se trata de ejemplos con liberales gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar liberales en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • A diferencia de lo que ocurrió en otros países de Europa, donde la burguesía fue la base y el más fi rme soporte del nuevo régimen liberal, en España, con una burguesía escasa y débil, la monarquía, como ya se ha visto, se vio en la necesidad de apoyarse en el único grupo realmente fuerte y capaz de defenderla de las amenazas del carlismo: los militares liberales, cuyo protagonismo en la guerra se trasladó también a la vida política.

  • A pesar de todo, las nuevas Cortes liberales intentaron acelerar la obra iniciada por las de Cádiz, para desmantelar de fi nitivamente el Antiguo Régimen.

  • A diferencia de lo ocurrido en la etapa anterior, en la que los gobiernos conservadores de Cánovas tuvieron mayor duración y un indiscutible protagonismo, durante la regencia de María Cristina la práctica del turno de partidos se normalizó, con la alternancia en el gobierno de conservadores y liberales.

  • A la nueva línea de actuación seguida desde el poder se denominó revisionismo, ya que los gobiernos, tanto liberales como conservadores, se propusieron realizar una «revisión» del sistema político, modi fi cando lo imprescindible para recti fi car sus mayores defectos y adaptarlo a algunas de las demandas de la sociedad española.

  • Además, entre las fi las de los liberales se estaba generando una primera división entre «moderados» o doceañistas y «exaltados» o veinteañistas .

  • Canalejas, como nuevo líder del Partido Liberal, pretendió emprender una política de regeneración democrática, que sería el equivalente, desde las fi las liberales, a la «revolución desde arriba» del conservador Maura.

  • Clases medias, campesinado y proletariado Las clases medias eran un grupo heterogéneo formado por la pequeña burguesía (pequeños comerciantes, pequeños empresarios), funcionarios y profesionales liberales.

  • Como movimiento de cierta amplitud social, contaba con dos apoyos básicos: un sector del clero, que percibía el liberalismo como el gran enemigo de la Iglesia y la religión; y una parte del pequeño campesinado, que veía amenazadas sus tradiciones y su situación económica por las reformas liberales.

  • Cubrían un amplio espectro ideológico –socialistas, socialdemócratas, demócrata-cristianos, liberales, e incluso monárquicos–, y su fuerza provenía no de sus escasos militantes, sino del prestigio de sus dirigentes.

  • De hecho los campesinos fueron los grandes sacri fi cados de las reformas liberales, ya que no se reconocieron sus derechos sobre las tierras señoriales ni se les facilitó el acceso a las propiedades desamortizadas, lo que explica su oposición al régimen y el apoyo de algunos sectores a la causa carlista.

  • Desde su entrada en España, los partidarios del absolutismo le incitaron a restaurar el viejo orden de cosas, máxime teniendo en cuenta que la fuerza real de los liberales y su implantación en el cuerpo social era mucho más reducida de lo que su in fl uencia en la obra legisladora de las Cortes de Cádiz podía hacer sospechar.

  • El agrupamiento de los absolutistas en torno a Carlos V convirtió a los liberales en el más seguro y consistente apoyo del trono de Isabel II.

  • El gobierno y las Cortes se dirigieron hacia el sur con el rey, a quien los liberales dejaron libre fi nalmente en Cádiz.

  • En definitiva, la primera mitad del siglo XIX estuvo marcada, en el terreno político, por el enfrentamiento entre revolucionarios liberales y partidarios del Antiguo Régimen; en el económico, por el desarrollo constante de la revolución industrial, que modificó por completo la estructura social y las relaciones entre campo y ciudad; y en el cultural y artístico, por la expansión del Romanticismo.

  • En este sentido, Fernando VII, que en marzo había entrado en España por Gerona y se dirigía hacia Valencia para desde allí emprender camino a Madrid, recibió en abril el documento conocido como Mani fi esto de los Persas, un escrito redactado por sesenta y nueve diputados «serviles» –así denominaban en las Cortes de Cádiz los diputados liberales a los diputados partidarios del absolutismo–, en el que se animaba al monarca a ignorar las propuestas liberales y a restaurar la monarquía absoluta, a la que se consideraba como el resultado de la razón y la inteligencia, y no de la arbitrariedad y el abuso, como la presen- taban los liberales.

  • En general, la mayoría de los intelectuales y los simpatizantes de izquierdas –desde liberales hasta socialistas– engrosaban el bando de los aliadó fi los, ya que países como Francia o Gran Bretaña representaban para ellos los ideales de la democracia.

  • Este último país se convirtió de hecho en el modelo –tanto político como económico– que muchos liberales españoles adoptaron como referencia en sus proyectos de transformación y modernización de España.

  • Fue el resultado del compromiso entre liberales y absolutistas, aunque más favorable a los primeros –se de fi nió una organización liberal del Estado– que a los segundos, a los que se les concedió el total reconocimiento de los derechos de la religión católica.

  • Ideologías liberales, socialistas y anarquistas favorecieron la aparición de las revoluciones burguesas.

  • Indica a continuación cuáles son las principales diferencias con los planteamientos liberales.

  • Insurrecciones en América y crisis del comercio colonial Entre tanto, en las colonias americanas surgían levantamientos independentistas, animados por la experiencia norteamericana y los principios liberales.

  • La represión contra los liberales y los pronunciamentos Fernando VII no se conformó con ignorar toda la labor inspirada en los principios del liberalismo, sino que acometió contra los liberales mismos, sin reparar en el hecho de que ellos también habían luchado contra los franceses para conseguir su regreso a España como rey legítimo.

  • Las realizaciones en este campo de los diferentes gobiernos o regímenes liberales que se sucedieron a lo largo del siglo xix fueron muy escasas, a pesar de las retóricas declaraciones públicas.

  • Los criollos, enriquecidos con el comercio y las propiedades de tierras, y animados por la experiencia norteamericana y los principios liberales, aspiraban también a controlar el poder político en su provecho.

  • Los liberales consiguieron que la convocatoria no se hiciera por estamentos, como en el Antiguo Régimen, sino como asamblea única, en la que a cada diputado le correspondía un voto, cuyo valor era igual que el de cualquier otro diputado, sin distinción del estamento al que perteneciera.

  • Monárquicos, republicanos, conservadores, liberales, todos los que tengan algún interés en que este cuerpo nacional viva, es fuerza se alarmen y preocupen con tal suceso.

  • Ortega fue afín a las ideas democráticas y liberales.

  • Pero en esta última etapa de su reinado, Fernando VII se encontró con una doble oposición : a La de los liberales, siempre opuestos al absolutismo.

  • Pero la identi fi cación del pretendiente carlista con el más estricto absolutismo del Antiguo Régimen empujó a los defensores del trono de Isabel II a buscar apoyo en los liberales, que eran numerosos en el ejército, en especial entre los cargos altos e intermedios.

  • Por consiguiente, ambas corrientes nacen con el fi n de los sistemas políticos liberales.

  • Por tanto, el revisionismo de los liberales tenía una proyección más social y popular que el de los conservadores, pero sin llegar tampoco demasiado lejos.

  • Se trata de una época caracterizada por las convulsiones políticas y la generalización de los sistemas liberales y democráticos.

  • Sin embargo, el apoyo de los liberales a la causa isabelina permitió desmantelar el Antiguo Régimen y sentar las bases de una monarquía parlamentaria y constitucional, de una economía de signo capitalista y de una nueva sociedad de clases: a Se formaron los primeros partidos políticos que de fi nieron las dos corrientes esenciales del liberalismo español: el Partido Moderado y el Partido Progresista .

  • Sin embargo, esta segunda restauración del absolutismo, aunque pretendía también restablecer el Antiguo Régimen y se iniciaba con una brutal represión contra los liberales, tuvo un carácter más moderado que la primera y se emprendió una cierta modernización administrativa en la línea de la Ilustración dieciochesca.

  • Solo había sutiles diferencias de talante en el ejercicio del poder: los liberales eran más tolerantes con la oposición real (movimiento obrero o republicanos), mientras que los conservadores eran más propensos a la represión por la fuerza.

  • Sus ideas liberales sirvieron de inspiración a las grandes revoluciones de fi nales del siglo xviii y los sistemas democráticos posteriores.

  • Tales revoluciones liberales se solían iniciar en Francia, desde donde se extendían por Europa occidental y central.

  • Una vez libre y apoyándose en la fuerza militar francesa, Fernando VII restauró por segunda vez el absolutismo : declaró nulos todos los actos del gobierno durante el Trienio Liberal y persiguió a los liberales, que huyeron en masa del país a Francia e Inglaterra.