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116 oraciones y frases con juicio

Las oraciones con juicio que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar juicio en una frase. Se trata de ejemplos con juicio gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar juicio en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • ¿Cuál es, a tu juicio, su finalidad?

  • «El juicio sobre el intervalo entre los nacimientos y el número de hijos corresponde solo a los esposos.

  • A juicio de Baudrillard, el ser humano vive hoy inmerso en ámbitos codi fi cados: tanto en el campo de las ciencias, como en el de las nuevas tecnologías, se ha desarrollado una lógica codi fi cada que, con sus fórmulas y números, sustituye a los objetos.

  • A juicio de este autor, también las narraciones mitológicas y legendarias antiguas revelan una estructura lógica, como el pensamiento fi losó fi co o cientí fi co occidental.

  • A juicio de Parménides, estos se equivocaban y se dejaron llevar por el camino de la opinión y los sentidos, pero no consiguieron acceder a la verdad con sus propuestas de arjé.

  • A juicio de Vattimo, se ha producido una transición entre el pensamiento fuerte de la modernidad y el débil que caracteriza a la época posmoderna.

  • A juicio del autor, la racionalidad se ha de considerar desde un punto de vista argumental, pues la razón se basa en los procesos de comunicación y en los discursos.

  • A nuestro juicio, esto constituye una visión parcial y reducida de la realidad.

  • A su juicio, el arte, sometido a los imperativos del mercado y del consumo, perdía su sentido, se convertía en un mero medio y quedaba rebajado a un simple bien de entretenimiento, con lo que dejaba de tener capacidad para liberar al ser humano.

  • A su juicio, todas las cosas están compuestas, en último término, por números, que los seguidores de Pitágoras consideran el fundamento constitutivo del universo.

  • A su juicio, el ser humano se desarrolla en la existencia.

  • A su juicio, entendieron la naturaleza de un modo mecanicista y no pudieron advertir el carácter dinámico de la materia.

  • A su juicio, esta debía partir del hecho de que el ser humano inicia su conocimiento desde ciertos intereses que están arraigados en su propia naturaleza.

  • A su juicio, esto no constituye una novedad: ya en sus inicios, el pensar re fl exivo se ayudaba de la poesía, como demuestran los escritos de Parménides.

  • A su juicio, la metafísica occidental se había apoyado en la noción de ser inmutable y fundamento de las verdades absolutas y universales.

  • A su juicio, lo que caracteriza al ser humano es su capacidad intelectiva, esto es, la posibilidad humana de aprehender la realidad.

  • A su juicio, toda realidad y todo fenómeno poseen sentido; el problema es encontrarlo.

  • A su juicio, todo lo estático, inmutable o inamovible no es ser, sino no-ser, es decir, nada.

  • A tu juicio, ¿qué actitudes son necesarias para poder convivir pacíficamente en una s ociedad plural?

  • A tu juicio, ¿qué consecuencias tiene para el planeta la mentalidad consumista que domina nuestra sociedad?

  • Además, a juicio de este pensador, el saber está al servicio del progreso social.

  • Al posibilitar el juicio por jurados para ciertos delitos, se cumplía uno de los grandes objetivos del liberalismo progresista decimonónico.

  • Así pues, de un juicio racional que diga «X es bueno» no se sigue necesariamente que «debo hacer X», salvo que un motivo o deseo irresistible —es decir, una pasión— me inste a la realización de esa acción.

  • Así, cuando juzgamos un conjunto de impresiones sensibles de color, fi gura, tacto, etc., inmediatamente lo referimos a un concepto que les da unidad y que se une a otros conceptos para formar un juicio.

  • Así, por ejemplo, la a fi rmación «La suma de los ángulos de un triángulo es igual a la suma de dos ángulos rectos», sería un ejemplo de juicio matemático.

  • Aunque no se tenga una clara conciencia de ellas, se hacen presentes en la toma de decisiones, en el juicio sobre la bondad o maldad de un acto, etcétera.

  • Clasificaremos los estados de la mente respecto a la verdad atendiendo al grado de asentimiento a lo dicho en el juicio: La certeza es el estado de la mente en que se asiente con la máxima fuerza a una proposición verdadera.

  • Con la intuición conocemos directa e inmediatamente una cosa real e individual, advertimos su presencia y estamos en condiciones de poder formular un juicio de existencia acerca de ella.

  • Consulta los recursos digitales y explica brevemente los siguientes temas iconográficos aparecidos en las obras de esta unidad: Anunciación, Anunciación a los pastores, Última Cena, Crucifixión, Visión apocalíptica, Juicio Final, Santo Tomás, Santiago, Santa Margarita.

  • Contener la verdad o la falsedad del conocimiento es lo propio del juicio.

  • De ahí que de fi niera la verdad como la adecuación de la cosa y el entendimiento; así, un juicio es verdadero en la medida en que se ajusta a la cosa juzgada, y es falso en la medida en que no lo hace.

  • De este modo, no solo la España Ulterior, sino también la Citerior, hasta Zaragoza, antiquísima y floreciente ciudad, abierta ya por manifiesto juicio de Dios, la despobló con la espada, el hambre y el cautiverio; destruyó, quemándolas con el fuego, las bellezas ciudadanas; envió a la cruz a los señores y poderosos del siglo, y descuartizó con los puñales a los jóvenes y pequeños.

  • De la noción primera de ente se deriva inmediatamente el juicio primero o primer principio del conocimiento: el de no contradicción, que ya expuso Aristóteles.

  • De nuevo se ha logrado un juicio más universal en la primera premisa, pero, si deseamos fundamentar ese juicio, deberíamos investigar sobre otro juicio más general, y así sucesivamente.

  • Después, y según el tipo de templo, se podían incorporar otros temas en sus zonas correspondientes, como el Juicio Final, por ejemplo, en el muro occidental opuesto a la cabecera.

  • Duda: ausencia de certeza en el conocimiento de algo; implica la suspensión del juicio acerca de lo conocido, de manera que no es posible afirmarlo ni negarlo.

  • Ejemplos de órganos vestigiales del ser humano son las muelas del juicio, los huesos soldados del cóccix, el pelo del pecho y de la espalda y el apéndice vermiforme.

  • El tema del Juicio Final fue muy frecuente en los tímpanos de las portadas occidentales del Románico, por razones tanto simbólicas como propagandísticas: el occidente se identifica con el ocaso y el fin del día, y por extensión con la muerte y el fin del mundo; por otra parte, la portada occidental comunica el mundo exterior, asociado a la oscuridad del pecado, con el interior del templo, que conduce al creyente hacia la cabecera oriental, por donde surge la luz de Dios.

  • El alcance de la responsabilidad Un tercer aspecto que dificulta el juicio moral es el alcance de la responsabilidad.

  • El arco de la izquierda se refiere a los tiempos anteriores a Jesucristo, con figuras y temas del Antiguo Testamento, y el de la derecha representa el Juicio Final.

  • El conjunto, por tanto, permitiría una lectura cronológica de izquierda a derecha: periodo anterior a la venida de Cristo (puerta izquierda), segunda venida de Cristo en el fin de los tiempos (puerta central) y Juicio Final (puerta derecha).

  • El error implica la ignorancia, pero se puede ser ignorante sin llegar a errar (basta con no formar ningún juicio acerca de aquello que se ignora).

  • El estructuralismo se enfrenta a cualquier visión fi losó fi ca que se mantenga en la perspectiva empirista; a juicio de estos fi lósofos, las estructuras no son hechos, pues se encuentran más allá de ellos.

  • El hecho de ser un sujeto libre, introduce al ser humano en la vida moral por medio del conocimiento de la ley de Dios y del juicio de su propia conciencia.

  • El juicio de la conclusión se fundamenta en un juicio más general, que es la primera premisa: «Todos los hombres son mortales».

  • El juicio «Todo movimiento tiene una causa» es siempre verdadero, porque no se funda en la experiencia y, al mismo tiempo, aumenta el conocimiento, ya que permite investigar las causas de los fenómenos de la naturaleza.

  • El juicio de conciencia es más concreto y determinado que los preceptos de ley natural pero, a pesar de eso, todavía no determina de un modo u otro la acción singular.

  • El juicio de la conciencia aplica a una situación concreta la convicción de que se debe hacer el bien y evitar el mal.

  • El juicio de Paris .

  • El juicio Es el acto mental por medio del cual uno o separo dos conceptos, afirmando o negando algo de otra cosa.

  • El juicio, que es un acto mental, se expresa a través de un enunciado lingüístico o proposición: a un sujeto se le atribuye un predicado mediante un verbo.

  • El primer juicio práctico es el que establece que el bien ha de buscarse y hacerse, y el mal ha de evitarse.

  • El tema del tímpano es el Juicio Final, con su característica disposición: Cristo Juez en el centro y de mayor tamaño, rodeado en este caso por cuatro ángeles músicos con trompetas; a su derecha, los elegidos, en actitud serena; a su izquierda, los condenados, desnudos; en una esquina de los condenados San Miguel pesa las almas en una balanza.

  • Emite un juicio principal sobre las ideas principales.

  • Emitimos un juicio de identidad, del tipo «A es igual a A», pues no hay distinción entre Dios y el ser, de tal manera que a fi rmar «Dios no existe» encerraría una contradicción en los términos.

  • En cuanto a la disposición espacial, tendieron a desaparecer las representaciones historiadas de los capiteles, ya que estos perdieron importancia o incluso desaparecieron en favor de molduras o franjas decorativas, y el principal ámbito escultórico fueron las portadas –tanto de la fachada occidental como de los brazos del transepto–, con una decoración escultórica más profusa que en el Románico y con tres temas principales: el Juicio Final, pasajes relativos a la Virgen (en especial su muerte y asunción) y las vidas de Santos.

  • En ella Giotto desarrolló, en escenas independientes encuadradas en falsos marcos pintados, un amplio programa iconográfico que comienza con la vida de los padres de la Virgen (San Joaquín y Santa Ana), sigue con la vida de Cristo y culmina en el Juicio Final del muro oeste.

  • En ese juicio se contienen conceptos que uni fi can una multiplicidad de impresiones.

  • En este sentido, el Juicio Final fue uno de los temas más representados por su gran fuerza persuasiva.

  • En los juicios se da la verdad o la falsedad: un juicio es verdadero cuando une lo que en la realidad está unido o cuando separa lo que en la realidad está separado.

  • Entre otros, Habermas se refiere a la importancia de atender a razones y de quedar convencido por el mejor argumento, teniendo en cuenta que cada uno tiene su propio juicio.

  • Es aquella por la que el entendimiento aprehen de las cosas individuales y puede realizar un juicio de existencia sobre ellas.

  • Es el criterio clave para el juicio moral.

  • Es justamente ahí, en su capacidad de autodeterminarse, donde, a juicio de este autor, reside la dignidad —o, como él lo denomina, el milagro— del ser humano.

  • Es lo que se llama juicio de elección, que conduce de un modo inmediato a actuar.

  • Es muy importante la argumentación y el equilibrio, así como buscar ejemplos o sacar consecuencias de las ideas del texto y del juicio personal sobre ellas.

  • Escena del juicio de los muertos.

  • Eso lo condujo al estudio de las realidades económicas y a la exposición de lo que, a su juicio, eran las leyes que regían la evolución de las sociedades.

  • Esta es, a su juicio, una operación más o menos espontánea.

  • Estados de la mente ante la verdad Lo verdadero o lo falso es lo que se afirma o se niega de las cosas, nues-tro juicio acerca de ellas.

  • Este era, a su juicio, el comienzo del fi losofar, puesto que la búsqueda de la sabiduría supone, ineludiblemente, el reconocimiento de la propia ignorancia.

  • Este juicio no es un juicio especulativo, sino un sentimiento de aprobación o desaprobación acerca de determinadas acciones.

  • Estos juicios adoptan la forma hipotética del tipo «Si llueve, la tierra se moja», que es un juicio sintético, porque el predicado «la tierra se moja» no está incluido en el sujeto «llover»; y, simultáneamente, es a priori, porque pensamos que hay una conexión necesaria entre llover y el hecho de que la tierra se moje.

  • Excluida la razón, el criterio para el juicio moral solo se podía hallar en la pasión o el sentimiento.

  • Explica, basándose en tus conocimientos y en el texto adjunto, las causas de la poca expansión de esta energía en España y el papel que a su juicio desempeñará, a corto plazo, frente a otros tipos de energías renovables y no renovables.

  • Finis gloriae mundi («el final de la gloria del mundo» imagen inferior) es un recordatorio del juicio final.

  • Gadamer denunció la generalización del método cientí fi co-experimental, pues, a su juicio, no es el único que aporta saber.

  • Juicio: enunciado en el que un predicado se atribuye a un sujeto y es susceptible de verdad o falsedad.

  • Junto a la ley, el profesor prusiano se re fi rió también a otro tipo de juicio práctico, la máxima, que de fi nió como un principio práctico subjetivo y contingente, que mueve a la voluntad a obrar con una obligación que solo es válida para un sujeto particular en un momento preciso.

  • Juzgar es afirmar que una cosa es esto o aquello; el juicio es verdadero si lo afirmado se corresponde con la realidad y es falso en caso contrario.

  • La armonía de los impulsos con el juicio de la razón hace posible el equilibrio interno de la persona.

  • La diosa Afrodita había prometido Helena a Paris como agradecimiento por el hecho de haberla escogido a ella como la más bella en el juicio de la montaña Ida, concediéndole la manzana de oro.

  • La iconografía se inspiraba en gran medida en la bizantina y cada tema se solía ubicar en lugares específicos de la iglesia o el monasterio, por ejemplo: En las portadas de las iglesias, zona de tránsito del espacio exterior profano al interior sagrado, predominaban la Visión Apocalíptica de Cristo y el Juicio Final, ambos relacionados con la creencia en la segunda venida de Cristo.

  • La ley o ley práctica es, para el fi lósofo, un principio práctico objetivo, un juicio de obligación que es válido para todo ser racional.

  • La película se centra en la injusticia de los interrogatorios, el internamiento y el juicio de Sophie, su hermano y otro compañero.

  • La virtud que consigue hacer que nuestro juicio de elección sea razonable es la prudencia: lleva a reflexionar sobre los motivos que mueven a obrar y evita que se actúe con precipitación.

  • Lo que mueve a la inteligencia a asentir al juicio es la voluntad.

  • Los cientí fi cos renacentistas pusieron en tela de juicio la concepción aristotélico-ptolemaica del universo; elaboraron teorías que, apoyadas en un nuevo método, explicaban mejor los datos que ofrece la experiencia.

  • Los conceptos teóricos, a su juicio, petri fi can el pensamiento y son, por tanto, inútiles.

  • Nadie, en su sano juicio, busca el sufrimiento.

  • No es un juicio anterior a la acción, como el juicio de conciencia, sino el juicio que acompaña al acto de llevar a cabo o determinar la realización de la acción.

  • Para actuar con responsabilidad se debe seguir el juicio práctico de la razón sin someterlo a los propios intereses.

  • Pero, a su juicio, no todos los votos deberían contar igual.

  • Platón describe en La República la degradación de las formas de gobierno a partir de la que, a su juicio, es menos mala, hasta la peor.

  • Por consiguiente, un mensaje como el del Juicio Final, situado en la puerta principal del templo, actuaba como reclamo para llamar la atención del transeúnte, hacerle reflexionar sobre su conducta e invitarle a ingresar en el espacio sagrado.

  • Por eso, a veces se puede dar un juicio erróneo (por ejemplo, si la actuación no respeta alguna de las tres reglas que se señalan en el cuadro del margen).

  • Por eso, los participantes individuales en la argumentación que siguen, manteniendo su orientación al entendimiento, por un lado, permanecen ligados en una práctica ejercida en común; y por otro, bajo la suave coacción del mejor argumento, deben tomar posición respecto de las pretensiones de validez fundadas desde el juicio propio y autónomo».

  • Por otro lado, la falta de libertad denunciada por Rousseau no se refería al orden social en general, sino al de su tiempo, que a su juicio se podía y debía mejorar.

  • Por tanto, todos los seres intelectuales gozan de voluntad libre, proveniente del juicio del entendimiento.

  • Racionalidad instrumental: modelo de razón que, a juicio de los integrantes de la Escuela de Frankfurt, es el típicamente moderno.

  • Respecto a la divinidad, Sócrates admitió que hay que honrar a los dioses de la ciudad, aunque él no creía en ellos, sino en un dios o daimon que le hablaba y le indicaba lo que debía o no debía hacer; sería una especie de voz interior, semejante al juicio de la conciencia.

  • Responsabilidad y moralidad En la relación entre responsabilidad y moralidad, hay que atender a las tres cuestiones siguientes: Los aspectos que intervienen en el juicio moral Para determinar la bondad o maldad de una acción, la ética analiza habitualmente los tres elementos que pueden intervenir: el objeto, la intención y las circunstancias.

  • Se hace la paz, la razón la aconseja, los hombres de sereno juicio no la discuten; pero ella significa nuestro vencimiento, la expulsión de nuestra bandera de las tierras que descubrimos y conquistamos; todos ven que alguna diligencia más en los caudillos, mayor previsión en los Gobiernos hubieran bastado para arrancar algún momento de gloria para nosotros, una fecha o una victoria en la que descansar de tan universal decadencia y posar los ojos y los de nuestros hijos con fe en nuestra raza; todos esperaban o temían algún estremecimiento de la conciencia popular; solo se advierte una nube general de silenciosa tristeza que presta como un fondo gris al cuadro, pero sin alterar vidas, ni costumbres, ni diversiones, ni sumisión al que, sin saber por qué ni para qué, le toque ocupar el Gobierno.

  • Si los dioses infernales tienen algo de juicio, me llevarías de aquí.

  • Sin embargo, en el arte y lo estético no todo es completamente subjetivo porque, aunque cada cual tenga sus preferencias, siempre existen criterios objetivos o no arbitrarios para el juicio estético.

  • Sin embargo, este mismo juicio incluye otros conceptos, como el de sustancia o necesidad, que no provienen de la experiencia, sino de la facultad del entendimiento y, por tanto, se puede decir que son a priori o puros.

  • Sócrates propuso superar el relativismo de los so fi stas mediante la búsqueda del concepto general, que es el mismo para todos y se encuentra, a su juicio, en el interior de todo ser humano, en su razón o logos.

  • Su fi nalidad era religiosa: explicar el modo en que la Providencia divina dirige la historia humana y re fl exionar sobre el sentido de esta, desde su comienzo en la Creación hasta el día del juicio fi nal.

  • Tema y significado El tema representado es el Juicio Final.

  • Toda ley o norma jurídica tiene la forma de un juicio hipotético —«si…, entonces…»— con: un supuesto de hecho, el caso concreto que prevé la ley, y una consecuencia jurídica, lo que debe suceder si se da el caso descrito anteriormente.

  • Todo ello nos remite de nuevo al Barroco, e incluso a los «condenados» del Juicio Final de Miguel Ángel.

  • Todos ellos proporcionaban fórmulas para superar el juicio de Osiris, dios de los muertos, y emprender con éxito el viaje al más allá.

  • Trata de los fundamentos éticos, de los valores y principios que deben dirigir el juicio ético.

  • Un buen resumen es aquel que extrae objetivamente la información más importante o fundamental del texto, dejando a un lado lo accesorio y cualquier juicio de valor del comentarista.

  • Un juicio como «El caballo es un animal», engloba los conceptos de caballo y animal, que se pueden denominar empíricos, porque se extraen de la experiencia sensible.

  • Uno de los más frecuentes fue la Maiestas Domini o Cristo en majestad, sentado en un trono y rodeado de la mandorla o almendra mística, muy relacionado en cuanto a significado y tratamiento con el Pantocrátor bizantino, la Visión Apocalíptica o el Cristo Juez del Juicio Final.