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139 oraciones y frases con jesús

Las oraciones con jesús que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar jesús en una frase. Se trata de ejemplos con jesús gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar jesús en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • ¿Cómo demuestra, en su quehacer diario, que sigue el Evangelio de Jesús?

  • ¿La actitud de Edith Stein responde al paradigma de humanidad que Jesús propone?

  • ¿Qué caracteriza, entonces, esta nueva vida que Jesús propone?

  • ¿Qué nos enseñó Jesús sobre el amor?

  • «Hijo del hombre» Con frecuencia, Jesús utiliza la expresión «Hijo del hombre» para referirse a sí mismo.

  • «Nosotros creemos y confesamos que Jesús de Nazaret, nacido judío de una hija de Israel, en Belén, [...

  • A fin de cuentas, si de lo que se trata es de identificarse con el modo de ser de Jesús, los rasgos distintivos de los cristianos son las «entrañas de misericordia».

  • Abajo, a la izquierda, aparecen Felipe II, el Dux de Venecia y el Papa, representantes de las tres potencias que formaron la Santa Liga; a la derecha, un monstruo marino que, como boca del infierno, engulle a los infieles; arriba, un coro celestial adora el nombre de Jesús (IHS, Iesus Hominum Salvator, Jesús Salvador de los hombres).

  • Aceptan la existencia de profetas anteriores (Adán, Noé, Abraham, Moisés, Salomón y Jesús).

  • Al llamarlo Hijo de Dios, manifestamos la relación única y privilegiada, de total unidad y semejanza, entre Jesús y Dios Padre: Jesús participa en la naturaleza divina.

  • Al invocar a Jesús como Señor, confesamos su divinidad.

  • Aprendiendo a amar como amaba y ama Jesús.

  • Así pues, la pregunta clave no es si Jesús existió o no, sino quién fue realmente.

  • Asimismo, llama la atención el lenguaje de los gestos, en particular el de la mano de Jesús, que recuerda la de Dios creando a Adán en la Capilla Sixtina, y que se repite en la de San Pedro y en la del propio San Mateo, señalándose a sí mismo con sorpresa.

  • Como siempre, la clave está en Jesús.

  • Con ella, Jesús quiso que tomáramos especial conciencia de ser hijos amados del Señor y que, por tanto, pudiéramos dirigirnos a él con confianza.

  • Con ellas, Dios nos llama a su propia Bienaventuranza y anuncia de un modo sublime el nuevo Reino que inaugura Jesús.

  • Con Jesús, este título cobra un nuevo valor.

  • Consulta los recursos digitales y explica brevemente los siguientes temas iconográficos aparecidos en las obras de esta unidad: Apolo, Santa Teresa, Baco, San Mateo, Muerte de la Virgen, Huida a Egipto, Adoración del nombre de Jesús, San Ignacio, Tres Gracias.

  • Cuando Jesús resucitado se aparece ante el apóstol Tomás, deja claro este principio.

  • De la tajante respuesta de Jesús no se debe interpretar que la política y el culto al Señor se encuentran en ámbitos opuestos.

  • De los ocho relieves de los ángulos del claustro, seis son del primer maestro y representan escenas de la vida de Jesús tras su crucifixión: el Descendimiento, la Resurrección, la Duda de Santo Tomás (imagen izquierda), los discípulos de Emaús, la Ascensión y Pentecostés.

  • El cristianismo se originó en Palestina en el siglo I dC. Reconocía a Jesús de Nazaret como el Mesías esperado por el pueblo de Israel y proclamaba un mensaje de amor al prójimo y de elevación moral, basado en la tradición judía y en el mensaje de Jesús.

  • El amor a Jesús los movió a dar una respuesta creativa de servicio.

  • El creyente busca el trato con Jesús, el Amigo, y ninguna amistad puede ser obligatoria.

  • El cristianismo también se considera como la fe verdadera (Jesús es la verdad y la vida), pero difiere de este en que «no se impone, se propone» (Juan Pablo II).

  • El cristianismo tiene en la persona de Jesús su centro y su razón.

  • El cristiano que trata de imitar las actitudes profundas de Jesús, que reza cotidianamente, que ayuda a los demás, que se acerca a los sacramentos con frecuencia…, se va pareciendo cada vez más a él.

  • El cristiano se deja transformar por Jesús hasta pensar como pensaría él y actuar como él lo haría.

  • El cristiano se deja transformar por Jesús hasta pensar como pensaría él y actuar como lo haría él.

  • El encuentro con Cristo alcanza en este sacramento una eficacia completa, pues en él, siguiendo las palabras del mismo Jesús en la Última Cena, está el Señor con su cuerpo, con su sangre, con su alma, con su divinidad.

  • El Evangelio nos enseña que Jesús trató a todos los hombres y mujeres con un amor entregado.

  • El grupo lo integran cinco figuras: Jesús y el ángel, por un lado; y por otro, los apóstoles Juan, Pedro y Santiago, que permanecen dormidos.

  • El huevo de avestruz suspendido del techo del ábside ha sido objeto de diversas interpretaciones, que lo relacionan, por su simbolismo, con el nacimiento de Jesús o del hijo del duque (fue por esos años), e incluso con el emblema de los Montefeltro.

  • El ideal del cristiano, la santidad, consiste en encarnar en la propia vida la condición de perfecto hombre que caracterizaba a Jesús, cada uno en sus circunstancias.

  • El modelo perfecto de oración está en la oración de Jesús con el Padre.

  • El nombre Jesús significa ‘Dios salva’.

  • El protagonista imita a Jesús en el servicio y la entrega a los demás.

  • El realismo del cuerpo inerte de Jesús contrasta con la visión idealizada de la Virgen, cuya belleza y juventud la sitúan al margen del paso del tiempo, y cuya serenidad y expresión de dolor contenido resultan realmente conmovedoras.

  • El tema representado es una alegoría de la obra de los jesuitas, en la que aparece sobreiluminada la abreviatura del nombre de Jesús en griego (IHS), que la Iglesia occidental convirtió en sigla de Iesus Hominum Salvator (Jesús Salvador de los Hombres) y los jesuitas en emblema de su orden con el significado de Iesum Habemus Socium (a Jesús Tenemos por Compañero).

  • El tema representado son las bodas de Caná, en las que Jesús, según el evangelio de San Juan, realizó su primer milagro público al convertir el agua en vino cuando este se había acabado.

  • El voluntario cristiano comprende que Jesús lo espera en las personas más desfavorecidas.

  • En ella murió Pedro, que estaba al frente de la comunidad cristiana de Roma y asimismo del grupo más estrecho de colaboradores de Jesús (los Apóstoles).

  • En Jesús, Dios se da a los hombres de tal modo que él mismo se hace hombre, uno de nosotros, para mostrarnos el amor divino a través de palabras y gestos humanos que podamos comprender.

  • En los evangelios, Jesús repudió el poder opresivo y despótico, pero nunca rechazó a las autoridades de su tiempo.

  • En cuanto a su iconografía, predomina la pintura religiosa, en especial los temas relativos a la Virgen y los niños Jesús y San Juan, a los que trata con una gracia y delicadeza características.

  • En el evangelio de Lucas se cuenta que los discípulos quedaron impresionados al observar la oración de Jesús y le pidieron que los enseñase a orar.

  • En el evangelio son frecuentes los testimonios de fe, a menudo en forma de petición, como el caso del centurión que rogó a Jesús por la curación de su criado.

  • En el Nuevo Testamento, generalmente se designa a Dios Padre, pero también a Jesús.

  • En el primer caso, la basílica estaba unida a un martyrium de planta octogonal sobre la cueva del nacimiento de Jesús; y en el segundo, a uno de planta circular sobre su sepulcro.

  • En el Sermón de la Montaña, san Mateo presenta a Jesús como el nuevo Moisés.

  • En el siglo, Adolf von Harnack, teólogo protestante alemán, consideró a Jesús como un personaje histórico, pero no divino.

  • En ellas, Jesús habla de Dios como Padre Misericordioso y del Reino como un gran banquete al que están invitados todos, especialmente los pecadores y pobres, a los que llama a la conversión.

  • En ese sentido, «La adoración de los Magos» era probablemente un retrato de la propia familia del pintor: la Virgen sería su esposa; Jesús, su hija recién nacida; los Magos, su suegro Pacheco, él mismo y su hermano o tal vez un criado.

  • En ese sentido eran normales las representaciones de Jesús bajo la apariencia de algunos dioses, héroes o tipos clásicos, como Hércules liberador del mal en el mundo, o como Buen Pastor, protector y salvador de almas, cuyo precedente era la figura del dios Mercurio en su faceta de guardián de los rebaños.

  • En España se siguieron rigurosamente las instrucciones artísticas emanadas del Concilio de Trento, tanto por la presión de la poderosa Compañía de Jesús, como por la actitud vigilante de la Inquisición, lo que condicionó el desarrollo de las artes figurativas y en gran medida definió sus rasgos generales: La imagen religiosa predominó de forma absoluta, hasta el punto de que los temas profanos en la escultura son prácticamente inexistentes.

  • En este sentido, hay que destacar el compromiso constante de la Iglesia hacia los pobres, su labor con los más desfavorecidos, la entrega gratuita y de por vida de tantos cristianos que, por amor a Jesús, lo dejan todo para compartir sus vidas con ellos.

  • En este sentido, se puede afirmar que Jesús es lo que dice y lo que hace.

  • En Jesús se cumplen las promesas de Dios: es el Cristo, el Mesías en el que se realiza la Nueva Alianza entre Dios y los seres humanos.

  • En la actualidad, alcanzar una vida plena de logros se identifica con tener éxito, satisfacer todas las necesidades, no tener preocupaciones ni sufrimientos… Jesús, sin embargo, nos enseñó algo muy distinto.

  • En la Última Cena, Jesús hizo un gesto inaudito que marca ese nuevo estilo de vida: el lavatorio de los pies.

  • En su obra se sintetizan las diversas in fl uen- cias que recibió a lo largo de su trayectoria desde Creta hasta España: la espiritualidad del arte bizantino cretense, las luces irreales y los colores fríos del pintor veneciano Tintoretto, etc. Entre sus obras más destacadas, se podrían mencionar: La adoración del nombre de Jesús (El Escorial), cuadro que ofreció a Felipe II, ya que es una exaltación de su persona y de su triunfo contra los turcos en Lepanto; El martirio de San Mauricio (El Escorial), obra encargada por Felipe II, que nunca colocó en su destino por no ser de su agrado; El entierro del señor de Orgaz (iglesia de Santo Tomé en Toledo), probablemente su mejor obra; y magní fi cos retratos, como el del Caballero de la mano en el pecho (Museo del Prado, Madrid).

  • En un primer momento, los Apóstoles no entendieron por qué Jesús actuaba como un sirviente.

  • Enseñaba con autoridad «Jesús fue considerado por los judíos como un rabbi.

  • Es al segundo, el conocido precisamente como Maestro de San Juan de la Peña, de la segunda mitad del siglo, al que corresponde la muestra más importante, con veinte capiteles que representan escenas del Génesis y de la vida de Jesús.

  • Es el principal mandamiento de Jesús.

  • Es lo que Jesús nos da: su misma vida, la gracia, el amor que nos impulsa a entregarnos a nosotros mismos.

  • Es preciso advertir que el lado visible de Jesús nos ayuda a adentrarnos en el invisible.

  • Esta es la vida cristiana: un nuevo modo de actuar, de vivir y de ser al estilo de Jesús.

  • Esta se basa en los valores que predicó y vivió Jesús como la verdad, la libertad, la justicia y el amor.

  • Esto distingue a Jesús de cualquier otro líder religioso de un modo absoluto.

  • Explica por qué no es posible comprender a Jesús si se excluye su realidad divina.

  • Frente a la idealización con que representaba a los niños Jesús o San Juan, los callejeros muestran rasgos más realistas.

  • Fue en Antioquía, en el siglo d. C., donde comenzaron a llamar cristianos a los seguidores de Jesús.

  • Iconoclasta: corriente nacida en Oriente que consideraba el arte figurativo como fuente de idolatría y que condujo a la destrucción de iconos en los que se representaba a Jesús y a la Virgen.

  • Jesús se sienta a hablar como hacen los que tienen autoridad: su cátedra es el monte.

  • Jesús enseñó a los discípulos a que orasen con una fe viva, confiada y perseverante.

  • Jesús fue el primero en abrir el camino de la cruz, que es la vía para llegar a la Resurrección y renovar, así, todas las cosas.

  • Jesús libera al hombre del pecado, de la mentira, del temor y del egoísmo.

  • Jesús los realiza para ayudarnos a reconocer a Dios en medio de la vida.

  • Jesús no nos pide nada que antes no nos haya dado.

  • Jesús nos alerta sobre la necesidad de vivir sobria y templadamente.

  • Jesús proclamó la instauración del Reino a través de: La nueva ley.

  • Jesús renueva con su autoridad la ley que Dios había dado al pueblo de Israel.

  • Jesús y su Iglesia, por su expreso mandato, proponen actitudes y comportamientos con una finalidad específica: que cada hombre y cada mujer acomoden su vida al ideal que Dios ha proyectado para ellos.

  • Jesús, al denominarse así, se presenta, no solo como un verdadero ser humano, sino como el modelo de realización plena de lo humano.

  • Jesús, entonces, narró la parábola del buen samaritano, en la que afirma que todo hombre es el prójimo al que debemos reconocer una dignidad sagrada.

  • Jesús, salvador y amigo «“Nadie me puede ayudar”: esta formulación de la experiencia humana ya no es válida.

  • La balanza, sostenida por la mano con llagas de Jesús, indica que no debe haber «ni más» pecados capitales (plato izquierdo) «ni menos» buenas acciones (plato derecho).

  • La comunión acrecienta nuestra unión con Jesús.

  • La decadencia del Imperio en el siglo Prado) –véase imagen inferior–, la Virgen con el Niño ( Virgen del Rosario, Museo del Prado), la Sagrada Familia, y Jesús y San Juan de niños ( El Buen Pastor, San Juan Niño, Los Niños de la concha, todos en el Museo del Prado).

  • La fe del centurión Al entrar Jesús en Cafarnaúm, un centurión se le acercó rogándole: «Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».

  • La misma vida de Jesús es un ejemplo constante: vestía una túnica sin costura —estimada en la época— por la que los soldados romanos discutieron.

  • La montaña es, además, el sitio al que Jesús se suele retirar a orar, un lugar con una atmósfera de paz y belleza.

  • La oficina es una taberna del siglo y los personajes llevan indumentarias de esa misma época, salvo Jesús y San Pedro (a la derecha), que van vestidos con una túnica.

  • La oración vocal En la Iglesia oriental, repetir el nombre de Jesús es la forma perfecta de orar.

  • La paz que trae Jesús está estrechamente unida a la filiación divina: saberse hijo de Dios y tratar a los demás como a tales, son actitudes que llenan de paz a uno mismo y al mundo.

  • La Penitencia es una segunda conversión, algo parecido al encuentro de la mujer samaritana con Jesús junto al pozo de Sicar: la ocasión de abrir el corazón ante un sacerdote que en ese momento no es él mismo, sino que actúa en persona de Cristo.

  • La respuesta es Jesús de Nazaret.

  • La vida cristiana consiste en un nuevo modo de actuar, de vivir y de ser al estilo de Jesús, que nos propone vivir desde el mandamiento del Amor.

  • La vida de Jesús destruye las expectativas humanas de éxito y poder.

  • Las palabras y las obras de Jesús a lo largo de su vida son una prueba de la verdad sobre sí mismo y sobre su doctrina.

  • Lo que Jesús nos viene a anunciar es su misma persona.

  • Los cristianos ortodoxos repiten una y otra vez esta frase evangélica: Jesús, hijo de David, ten compasión de mí.

  • Los católicos creen en la presencia real: la Eucaristía no es un recuerdo o una imagen del Señor, sino que en ella está verdaderamente presente Jesús resucitado.

  • Los extremos superior e inferior están dedicados a Cristo: en el sotabanco, escenas de la Pasión; en el ático, el calvario; y en el tercer piso, Jesús y los Apóstoles.

  • Los personajes, de belleza idealizada, se vinculan entre sí a través de las miradas y los gestos de las manos: la Virgen sujeta por detrás a San Juan Bautista niño, que está adorando a Jesús mientras este, situado a un nivel más bajo y protegido por un ángel, le bendice con la mano derecha.

  • Los títulos que aparecen en el Nuevo Testamento se corresponden con las manifestaciones sobre la vida y las obras de Jesús.

  • María, José y Jesús —la Sagrada Familia— dan una lección de humildad, pobreza y obediencia a los planes de Dios.

  • Para amar al prójimo debemos aprender a amar como ama Jesús; hemos de excluir todo lo que nos aleje de la fidelidad al bien de los demás.

  • Para lograr este encuentro con Jesús, en primer lugar hay que apartar aquello que nos impide llegar a él.

  • Pero la acción del cristiano, inspirada por el ejemplo de Jesús y por el Evangelio de las Bienaventuranzas, está motivada no solo por este afán de justicia, sino también por el amor a los pobres.

  • Pero no prometen únicamente una recompensa tras la muerte, sino que aseguran que esa actitud de servicio, pobreza o humildad se verá acompañada por un gozo en la vida presente, gozo del que dan testimonio Jesús, la Virgen y la totalidad de los santos.

  • Pero sería prolijo entrar en detalles, por lo que nos limitaremos a mencionar sus tres principales manifestaciones: la poesía lírica de in fl uencia italiana (Garcilaso de la Vega, Boscán), la poesía ascética y mística (Fray Luis de León, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz), y el surgimiento de la primera novela picaresca, Lazarillo de Tormes, de crudo realismo.

  • Pero una de las cuestiones de fondo era que, en opinión de los más fi rmes defensores del regalismo, la Compañía de Jesús representaba, con su inmenso poder y su obediencia al Papado, un peligroso enemigo dentro del Estado al servicio de los intereses de Roma.

  • Podemos intentar un primer acercamiento a su figura a través de los títulos o nombres que se le atribuyen en el Nuevo Testamento: Jesús.

  • Por eso Jesús no cesa de llamarnos.

  • Por su muerte, Jesús nos redime de los pecados, asumiéndolos y sufriendo sus consecuencias.

  • Presenta evidentes diferencias doctrinales que lo separan del cristianismo, sobre cómo es Dios o la reducción de Jesús a una mera condición de profeta.

  • Recordemos que Judas robaba de la bolsa de los Apóstoles y vendió a Jesús por treinta monedas, pero se escandalizó con el detalle de la mujer que ungió los pies de Cristo.

  • Recordemos, pues, que las iglesias están abiertas para todas las personas de buena voluntad que quieran encontrarse con Jesús en el sagrario.

  • Representa a Jesús como pastor, pues en los Evangelios Jesús se llama a sí mismo pastor, para expresar que cuida a las personas.

  • Representa a Jesús dispuesto a morir ofreciéndose en sacrificio para redimir los pecados de los hombres, a partir del parecido con el cordero que los judíos ofrecían en sacrificio durante la Pascua.

  • Representa a Jesús, porque la palabra griega ichthys, ‘peix’, és una abreviació de I esoûs CH ristós TH eoû h Y iós S otér, que significa ‘Jesucristo, hijo de Dios, salvador’.

  • San Juan Bautista vierte sobre la cabeza de Cristo el agua bautismal, procedente del río Jordán, representado también al estilo pagano como un anciano dios; y una paloma, símbolo del Espíritu Santo, desciende sobre Jesús.

  • Se le conoce también como «Sueño de Felipe II» o «Adoración del nombre de Jesús».

  • Si el centro del cristianismo es Jesús de Nazaret, es lógico que, para el cristiano, la clave de su vida se halle en la búsqueda y el encuentro con Jesucristo.

  • Si estos corresponden al ciclo final de la vida de Cristo, los relieves de los otros dos ángulos, del segundo maestro (siglo ), se remontan a sus orígenes: el árbol de Jesé, o genealogía de Jesús, y la Anunciación (imagen derecha).

  • Siguiendo el evangelio de San Mateo, representa el momento en que Jesús y sus discípulos llegan a Cafarnaúm y deben pagar un tributo para entrar.

  • Son acciones salvadoras frente al pecado, la enfermedad, el sufrimiento y la muerte, y hacen presente la liberación que Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, nos ofrece.

  • Su gusto por lo delicado y de pequeño tamaño explica su orientación hacia lo femenino (Virgen y Santas) o infantil (Niño Jesús).

  • Su mayor complejidad técnica y coste económico, así como su brillantez y colorido, se corresponden con la nueva etapa de aristocratización de la Iglesia, que se reflejó tanto en la calidad de las obras –se abandonó la tosquedad inicial de la pintura– como en el tratamiento de las figuras –a Jesús y a sus discípulos se los representaba con la apariencia y dignidad de patricios romanos.

  • También fue el camino para el encuentro con Dios, con Jesús en la Eucaristía.

  • Teólogos católicos como Romano Guardini y Bruno Forte han redescubierto la centralidad de la figura de Jesús de Nazaret.

  • Toda la vida de Jesús es expresión de su amor por los hombres, sobre todo, con su muerte en la cruz por toda la humanidad.

  • Todo empezó con un viaje que hizo a Camboya para colaborar con las hermanas misioneras del Sagrado Corazón de Jesús.

  • Vosotros, en cambio, no es así como habéis aprendido a Cristo, si es que lo habéis oído a él y habéis sido adoctrinados en él, conforme a la verdad que hay en Jesús.

  • Y al llamarlo Hijo de Dios, manifestamos que Jesús participa en la naturaleza divina.

  • Y es que la propuesta de Jesús conduce a la edificación de una vida bella y plena.