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30 oraciones y frases con isabel

Las oraciones con isabel que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar isabel en una frase. Se trata de ejemplos con isabel gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar isabel en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • A esa política contribuyó la presión de Isabel Farnesio, su segunda esposa, que aspiraba a que sus hijos ocuparan tronos ita- lianos, ya que la herencia de la Corona española correspondía a los hijos de la primera esposa.

  • A su primogénita Isabel la casaron con el príncipe heredero de Portugal y, muerto este, con el rey.

  • Así comenzó la guerra civil por la sucesión al trono en la Corona de Castilla: a En el bando de Isabel se alineaban los pueblos y ciudades en general, casi todo el clero, y la mayoría de los grandes linajes nobiliarios.

  • Basta conocer un poco la vida de Francisco de Asís, Juan de Dios, Isabel de Hungría, Juan Bosco o Teresa de Calcuta, entre otros muchos, para ver que en ellos se encarna el ideal del cristiano.

  • Cánovas del Castillo fue la gran fi gura política del momento y el artí fi ce de la Restauración, ya que fue él quien preparó la vuelta a España –y al trono– de Alfonso XII, hijo de Isabel II.

  • De hecho, a la muerte de Isabel ambas coronas se separaron de nuevo durante un tiempo y solo el azar determinó que recayesen fi nalmente en un mismo heredero: su nieto Carlos.

  • De hecho, la reina tuvo después dos hijas, la mayor de las cuales sería la futura Isabel II.

  • Desde el exterior recibió la ayuda de la Corona de Aragón, de la que era heredero el esposo de Isabel, Fernando.

  • Durante mucho tiempo se pensó que representaba simplemente el taller de hilanderas de la Real Fábrica de Tapices de Santa Isabel de Madrid, por lo que se consideró un cuadro de género.

  • El agrupamiento de los absolutistas en torno a Carlos V convirtió a los liberales en el más seguro y consistente apoyo del trono de Isabel II.

  • El naturalismo es especialmente notable en el grupo de la Visitación, en el que se refleja con maestría la diferencia de edad entre María y su prima Isabel.

  • En el reinado de Isabel II se fundaron dos bancos más: el Banco de Isabel II, en Madrid, y el Banco de Barcelona.

  • En efecto, tras la inestabilidad del Sexenio, la burguesía se había vuelto claramente conservadora y anhelaba el restablecimiento del orden, que identi fi caba con la restauración de la monarquía en el hijo de Isabel II, el príncipe Alfonso, como garante de una monarquía liberal, pero sin radicalismos.

  • En esta ocasión, el pretendiente al trono, Carlos VI, era el hijo de Carlos María Isidro, en quien este había abdicado para propiciar su posible matrimonio con Isabel II.

  • En resumen, el régimen institucional resultante de esta Constitución, con un evidente predominio del papel del monarca frente a las Cortes, era muy similar al del reinado efectivo de Isabel II.

  • Ideario y apoyos sociales del carlismo Como opción dinástica, el movimiento carlista apoyaba las pretensiones al trono del hermano de Fernando VII, Carlos María Isidro, y de sus descendientes, en contra de la línea sucesoria femenina de Isabel II.

  • Infanta Isabel Clara Eugenia.

  • La restauración del orden social La Liga de la Santa Hermandad en Castilla Para restaurar el orden y la paz social en Castilla, Isabel retomó una práctica surgida en la Baja Edad Media por iniciativa propia de algunas ciudades, que consistía en la organización de milicias locales o hermandades para protegerse de bandidos y delincuentes en sus respectivos territorios.

  • Lo fue ya desde sus comienzos, marcados por una larga y cruenta contienda civil, la primera guerra carlista, en la que se decidía en principio quién habría de ser el titular del trono: Isabel II, nombrada heredera por el difunto rey, o el hermano de este, Carlos María Isidro.

  • Ni Isabel ni Fernando se plantearon la posibilidad de crear una monarquía unitaria y centralizada.

  • Pero Isabel introdujo modi fi caciones: las nuevas milicias o hermandades locales se crearían a propuesta de la monarquía en todas las poblaciones de más de cincuenta habitantes y todas ellas formarían la Liga de la Santa Hermandad, coordinada y dirigida por una Junta General.

  • Pero la identi fi cación del pretendiente carlista con el más estricto absolutismo del Antiguo Régimen empujó a los defensores del trono de Isabel II a buscar apoyo en los liberales, que eran numerosos en el ejército, en especial entre los cargos altos e intermedios.

  • Pero los monárquicos estaban divididos en diferentes grupos, según el candidato al que apoyaran –el príncipe Alfonso, Isabel II, Montpensier o, incluso, el pretendiente carlista–, por lo que Cánovas volcó sus esfuerzos en presentar al príncipe Alfonso como único candidato idóneo al trono, no solo para los monárquicos, sino también para el más amplio espectro político posible.

  • Pero por su oposición a la monarquía de Isabel II, no participó nunca en su sistema político.

  • Posteriormente, a mediados del siglo, ya en el reinado efectivo de Isabel II, aparecieron otros dos nuevos partidos a partir de escisiones de los anteriores: el Partido Demócrata y la Unión Liberal .

  • Se trata del retablo mayor y dos sepulcros monumentales: el de Juan II e Isabel de Portugal, y el del Infante Alfonso, padres y hermano respectivamente de Isabel la Católica, que encargó las obras.

  • Sin embargo, aunque Isabel y Fernando, después conocidos como los Reyes Católicos, decidieron gobernar conjuntamente en todos sus territorios, según lo establecido entre ellos en la Concordia de Segovia tras proclamarse reina Isabel, la unión de Castilla y Aragón fue meramente dinástica, ya que cada reino conservó sus propias leyes e instituciones.

  • Tanto la regente María Cristina como la reina Isabel II asu- mieron el liberalismo por necesidad y no por convicción, por lo que en todo momento tendieron a favorecer a los mo- derados frente a los progresistas.

  • Tras los intentos fallidos durante las Cortes de Cádiz y el Trienio Libe- ral, esto se consiguió de fi nitivamente en el reinado de Isabel II.

  • Varios fueron los candidatos barajados, desde miembros de las familias reales europeas hasta el propio hijo de la destituida Isabel II –el futuro Alfonso XII–; incluso se contempló la posibilidad de nombrar rey al general Espartero.