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32 oraciones y frases con hispania

Las oraciones con hispania que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar hispania en una frase. Se trata de ejemplos con hispania gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar hispania en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • ¿Cuáles eran las otras dos provincias de Hispania?

  • ¿Cuáles fueron las vías más importantes de Hispania? e ¿Qué productos agrícolas producía principalmente Hispania?

  • Augusto recuperó las enseñas militares perdidas por el ejército romano, antes de su reinado, en su lucha contra los partos; y terminó de conquistar y pacificar Hispania y la Galia.

  • De este modo, llegó a ocupar casi la totalidad del norte de África, las islas del Mediterráneo occidental y las costas de Hispania.

  • Después de Italia, y si exceptuamos las fabulosas maravillas de la India, yo por descontado situaría inmediatamente a Hispania, toda la zona que orilla el mar; aunque sea árida en parte, allí donde produce es fecunda en cereales, en aceite, en vino, en caballos y en metales de todo tipo.

  • Ejemplos de arquitectura romana en Hispania los hay de extraordinaria calidad, algunos de ellos ya se han comentado en esta unidad por ser representativos de lo mejor del arte romano.

  • El dominio territorial de toda la Península El vacío de poder dejado en Hispania por la caída del Imperio romano fue cubierto por la monarquía visigoda, que estableció su capital en Toledo .

  • En cambio, en la Hispania Ulterior (al sur), que era una zona muy urbanizada, la romanización también fue intensa pero fueron las clases altas indígenas culto.

  • Estas luchas fueron el final de las campañas de Augusto y el fin de la revuelta de Hispania.

  • Hispania en tiempos de Augusto (sigli i d.

  • Hispania se convirtió en una diócesis de la prefectura de las Galias y quedó compuesta por siete provincias: cinco en la Península – Bética, Lusitania, Cartaginense, Gallaecia y Tarraconense –, una en el norte de África – Mauritania Tingitana – y otra que integraba a las islas Baleares – Baleárica –. Sin embargo, ni la reforma administrativa ni las llevadas a cabo en los ámbitos económico, social o militar consiguieron cambiar las tendencias apuntadas anteriormente (el declive de las ciudades, la ruralización de la economía y la polarización social).

  • La administración territorial: provincias, conventos y ciudades Tras la segunda guerra púnica y la ocupación del levante y el sur peninsular, Roma dividió Hispania en dos provincias : la Citerior (‘la de más acá’, la más cercana a Roma), al norte; y la Ulterior (‘la de más allá’, la más alejada de Roma), al sur.

  • La batalla de Covadonga, según una versión cristiana El rey [de Córdoba], movido por una furia insana, preparó un gran ejército con gentes de toda Hispania y puso a su compañero Alqamah al frente.

  • La Hispania romana Las vías romanas.

  • La Hispania romana Reconstrucción de un molino de mano de Numancia.

  • La Hispania romana Templo de Diana, en Mérida (Badajoz).

  • La península Ibérica desde los primeros humanos hasta la desaparición de la monarquía visigoda Características generales de la economía Hispania quedó integrada en el sistema de producción esclavista, característico del mundo clásico: las conquistas militares de Roma proporcionaban una mano de obra esclava, abundante y barata, obtenida entre las poblaciones sometidas.

  • La producción principal de Hispania era la trilogía mediterránea: trigo, vino y aceite, que se exportaban a Roma.

  • La romanización tuvo profundas consecuencias sobre la sociedad hispana: la adopción del latín y de la religión romana, la transformación del urbanismo según los modelos romanos, la extensión del comercio y la sumisión a la administración romana, etc. En Hispania, las zonas más romanizadas fueron las del sur y el este; en el interior, la influencia fue menor.

  • Las capitales de provincia, como Tarraco o Mérida en Hispania, tenían dos foros: el local, para la gestión de la ciudad, y el provincial, para los asuntos de la provincia.

  • Mérida se convirtió en la capital de la Lusitania, una de las tres provincias en las que se dividió la Hispania romana en el siglo a. C. Con la llegada al poder de Trajano y Adriano, emperadores hispanos, la ciudad prosperó en distintos ámbitos.

  • No está claro si su presencia en Hispania se debió a un pacto con Roma o a una invasión violenta, pero todo hace pensar en lo segundo, pues durante dos años se dedicaron a saquear los territorios que atravesaban (de ahí el término vandálico ).

  • No obstante, Hispania fue uno de los territorios más romanizados, cuna de dos grandes emperadores (Trajano y Adriano) y de famosos filósofos y escritores (Séneca, Marcial, Quintiliano).

  • Octavio, sobrino y heredero de Julio César, le correspondió el gobierno de Occidente, que incluía Hispania y el norte de África.

  • Pompeya fue fundada en el siglo a. C. por los oscos, y conquistada por los romanos en el a. C. A partir de entonces la ciudad, gran productora de aceite y de vino, exportó esos productos hasta la Provenza e Hispania.

  • Por otra parte, durante el Alto Imperio, se habían extendido por Hispania, como por todo el mundo romano, diversos cultos orientales, entre ellos el cristianismo.

  • Por otra parte, se propició una economía de tipo colonial, en la que Hispania exportaba fundamentalmente materias primas a Roma e importaba de esta productos manufacturados.

  • Red de las principales calzadas romanas en Hispania.

  • Se construyó como lugar de retiro para soldados que habían servido en las guerras cántabras, los enfrentamientos entre el Imperio romano y los pueblos del norte de Hispania.

  • Si miramos un mapa actual de carreteras de España y lo comparamos con un mapa de las vías romanas que atravesaban Hispania encontraremos muchas coincidencias.

  • Si se prescinde de las tradiciones que han llegado hasta nosotros sobre el origen del cristianismo en Hispania, difícilmente veri fi cables –la predicación del apóstol Santiago, la de San Pablo o la de los Varones Apostólicos–, el primer testimonio seguro sobre la existencia de cristianos en la Península es de mediados del siglo iii, aunque es probable que el cristianismo se introdujera en Hispania por el sureste antes de fi nalizar el siglo i .

  • Su presencia en Hispania fue intermitente a lo largo del siglo v y se debió, en un principio, a pactos o alianzas con el Imperio romano, para que combatieran y expulsaran a los otros pueblos bárbaros (suevos, vándalos y alanos).