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33 oraciones y frases con hambre

Las oraciones con hambre que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar hambre en una frase. Se trata de ejemplos con hambre gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar hambre en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • ¿Crees que en la actualidad, con el alimento disponible anualmente en la Tierra, se podría evitar la muerte por causa del hambre?A partir de este tema se puede plantear un debate sobre el uso de los transgénicos.

  • «El ansia de no morir, el hambre de la inmortalidad personal, el conato con ser propio, […] eso es la base afectiva de todo conocer humana» (Miguel de Unamuno, Del sentimiento trágico de la vida, Esta cuestión, entrelazada con el enigma de la muerte, es una de las más importantes para la filosofía y, probablemente, la que más interpela al ser humano.

  • «No es que pintara lo que veía en sueños, sino que el hambre me provocaba una especie de trance parecido al que experimentan los orientales».

  • Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.

  • Cada vez que esto ocurría, se rompía el precario equilibrio entre población y recursos, y se desencadenaba una crisis de subsistencias, cuyo proceso era siempre el mismo: las malas condiciones climáticas arruinaban las cosechas; la escasez de trigo provocaba su encarecimiento y aparecía la amenaza del hambre; y la población, debilitada por el hambre, era entonces más propensa a contraer enfermedades y a morir.

  • Como es característico en gran parte de su obra, en esta pintura Saura prescinde por Finalizada la guerra civil española y después de los difíciles años de la posguerra, marcados por el hambre y la represión, el régimen de Franco, tras la derrota del fascismo en la Segunda Guerra Mundial, quedó aislado internacionalmente.

  • Compara estos mapas que representan el hambre en el mundo y la esperanza de vida por países.

  • Consta de ochenta y dos grabados, que giran en torno a tres temas: la violencia de la guerra, los efectos del hambre, y la restauración absolutista de Fernando VII sobre la que ofrece una reflexión tan enigmática como crítica.

  • Creonte la condenó a ser encerrada viva en la tumba de su familia, donde había de morir de hambre.

  • De este modo, no solo la España Ulterior, sino también la Citerior, hasta Zaragoza, antiquísima y floreciente ciudad, abierta ya por manifiesto juicio de Dios, la despobló con la espada, el hambre y el cautiverio; destruyó, quemándolas con el fuego, las bellezas ciudadanas; envió a la cruz a los señores y poderosos del siglo, y descuartizó con los puñales a los jóvenes y pequeños.

  • El hambre cruel se propaga hasta el punto de que las carnes humanas llegaron a ser devoradas por el género humano por la fuerza del hambre; incluso las madres se alimentaron con los cuerpos de sus hijos muertos o cocinados por sus propias manos.

  • El hipotálamo tiene dos funciones: una nerviosa, relacionada con el sueño y las sensaciones de sed y hambre, y otra endocrina, consistente en segregar los «factores liberadores» que regulan la actividad de la hipófisis.

  • En consecuencia, muchos pretendían huir del hambre emigrando a los centros industriales, y otros optaban por soluciones desesperadas, como la ocupación violenta de tierras o el bandolerismo.

  • En cuanto a las agitaciones campesinas, ocurrieron sobre todo en Andalucía, zona de latifundismo y de jornaleros agrícolas, y respondían casi siempre al mismo esquema: el hambre empujaba a la ocupación ilegal de tierras, pero el carácter localizado y la escasa o nula organización del movimiento facilitaba la intervención militar y la represión.

  • En cuanto a las condiciones del jornalero agrícola, eran aún peores que las del obrero: salarios de hambre, paro estacional y carencia absoluta de tierra propia.

  • Es importante no perder las variedades agrícolas tradicionales porque sirven de seguro contra el hambre, ya que están adaptadas a las condiciones locales y producen una cosecha mínima incluso durante las recurrentes sequías que hay en África».

  • Esto puede hacer que se incremente el precio de alimentos básicos como el pan, los cereales, la leche, etc., y, como consecuencia, pueda aumentar el número de personas que pasen hambre en el mundo.y P y O x x Supongamos que el punto situado en el origen de coordenadas O posee un movimiento vibratorio armónico de ecuación: y = A sen ( ω t + ϕ ) Si esta vibración se propaga a lo largo del eje Ox, en sentido positivo,

  • La salud y la investigación médica Hambre en el mundo.

  • Los animales salvajes, acostumbrados a los cadáveres de los que morían por la espada, el hambre o la peste, matan a los hombres más fuertes, y, alimentados con sus carnes, se lanzan por todas partes para la perdición del género humano.

  • Los soldados no cesaron de atacarle hasta que sus soldados murieron de hambre y no quedaron en su compañía sino treinta hombres y diez mujeres.

  • Mantener esta reserva genética de uno de los alimentos más comunes del mundo es una obligación de cara a preservar del hambre a las generaciones futuras.

  • Nosotros también experimentamos el impulso del hambre, pero reflexionamos y, haciendo uso de nuestra libertad inteligente, podemos retrasar la comida, compartirla o hasta renunciar a ella para que coma otro.

  • Otro millón más tuvo que emigrar huyendo del hambre en su país .

  • Pensar que los problemas relacionados con el desarrollo demográ fico de los países más desarrollados se solucionarían con respuestas análogas a las que tienen lugar en los ecosistemas naturales equivale a dejar la evolución de la sociedad a merced de las guerras, las epi -demias y el hambre (en analogía a los mecanismos de competencia que se dan entre las diferentes especies que quieren ocupar el mismo nicho ecológico).

  • Pero, sorprendentemente, no se ha conseguido erradicar el hambre en el mundo ni tampoco que toda la población esté en unos mínimos de bienestar comparables con los del nivel medio del mundo occidental, considerado el más rico del planeta.

  • Pero, además de estos cinco, están los interoceptores, que captan estímulos procedentes del propio organismo y que se clasifican, a su vez, en visceroceptores, que informan de estados como la sed, el cansancio o el hambre, y propioceptores que, situados en los músculos, las articulaciones y el oído interno, nos informan sobre las posiciones y movimientos de las partes de nuestro cuerpo.

  • Por eso se afirma también Los que tienen hambre y sed de justicia, es decir, los que, más allá de las opiniones dominantes, buscan el bien verdadero.

  • Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme.

  • Se pasó así de la anterior fase expansiva a otra marcada por el hambre, la peste, la guerra y los con fl ictos sociales.

  • Según el propio Miró, intentó plasmar en él las alucinaciones que le producía el hambre que pasaba.

  • Sus primeros síntomas son manifestaciones leves como dolor de cabeza, sensación de ansiedad, debilidad, hambre intensa, nerviosismo o irritabilidad.

  • Y así, haciendo estragos por todo el orbe, las cuatro plagas del hierro, el hambre, la peste y los animales salvajes, alcanzan su cumplimiento las profecías anunciadas por el Señor a través de sus profetas.

  • Y la recuperación fue muy lenta durante una larga posguerra de hambre y miseria.