¿Es posible hablar de legalidad sin coactividad?
¿Podría ser más correcto hablar de ovocitación que de ovulación?
«En todo sistema moral de que haya tenido noticia, hasta ahora, he podido siempre observar que el autor sigue durante cierto tiempo el modo de hablar ordinario, estableciendo la existencia de Dios o realizando observaciones sobre los quehaceres humanos y, de pronto, me encuentro con la sorpresa de que, en vez de las cópulas habituales de las proposiciones: es y no es, no veo ninguna proposición que no esté conectada con un debe o un no debe .
A veces, sin embargo, el lenguaje se usa para hablar acerca del propio lenguaje, como cuando decimos: «La oración anterior es una oración del español».
Además de la ley, lo que es derecho, podemos hablar del derecho en sentido subjetivo o, en plural, de los derechos.
Al tratar de las causas del movimiento, sostuvo la imposibilidad de conocer la causa final, por lo que solo podemos hablar de la causa e fi ciente.
Alcanos ramificados.La adolescencia Dada tu edad, es normal que aparezcan comportamientos propios de la adolescencia, los cuales te pueden originar más de un conflicto: • Afirmación del yo, que puede comportar una tendencia hacia la soledad, un gusto por la extravagancia en el vestir, en el comportamiento, en la manera de hablar, una identificación con el grupo, etc. • Rebelión contra el sistema de valores de los adultos, como si todo fuera contra la riqueza del yo que acabas de descubrir, todo atenta contra la independencia que estás estrenando.
Así es más adecuado hablar de ciertas obras cubistas o surrealistas, que de escultores pertenecientes a estos movimientos.
Así, podemos hablar de la emergencia de un quinto poder: internet, que adquiere cada día mayor importancia como foro de discusión y mecanismo de control del poder político.
Así, salir de la serie Scoundrels le supuso renunciar al millón de dólares que le iban a pagar, por no hablar de los quebraderos de cabeza que tal decisión implicó.
Cabría plantearse que todo lo que hay que hacer es evitar la autorreferencia, o sea, que las oraciones puedan hablar de ellas mismas.
Comencé a hablar, reconocí mis errores y en ese instante sentí […] al Señor y ahí encontré un segundo nacimiento”» (www.interrogantes.net).
Desde un punto de vista formal, no se puede hablar de un estilo uniforme, sino más bien de un método y un fin comunes: plasmar el mundo del subconsciente, de lo onírico, por medio del automatismo psíquico o expresión libre y espontánea, sin el control ni la censura de la razón.
Ecológicamente, ¿sería correcto hablar de una comunidad de vecinos?
El criterio adoptado mayoritariamente es el de considerar la última de estas fechas como su inicio, ya que hasta entonces es más propio hablar simplemente de arte romano o paleocristiano, según el caso.
El dereco y la usticia Podemos hablar de derecho en dos sentidos fundamentales: el objetivo y el subjetivo.
El maestro (rethor) les enseñaba el arte de hablar en público y de convencer.
El metal es difícil de trabajar, por lo que es necesario ponerse en contacto con una empresa metalúrgica y hablar con los técnicos sobre cómo se pueden cortar y soldar las planchas de acero.
El protagonismo de la prensa, la radio y la televisión en la formación de la opinión pública ha llevado a hablar de los mass media como del cuarto poder, junto a los poderes públicos del Estado: legislativo, ejecutivo y judicial.
El teléfono móvil se ha convertido en el dispositivo de comunicación más complejo al que tenemos acceso: podemos hablar, enviar mensajes escritos, consultar Internet, saber dónde estamos, etc. ¿Cómo se localiza el punto donde se encuentra cuándo se lanzó al espacio el primer satélite de comunicaciones?
En el ámbito digital se suele hablar de la usabilidad, como la capacidad de un software de ser comprendido, aprendido, usado y ser atractivo para el usuario.
En el lenguaje corriente se acostumbra a hablar simplemente de kilo .
En el mismo sentido, se puede hablar de libertad económica, referida al ejercicio de actividades productivas.
En este caso, no tendría sentido hablar de comportamientos correctos o incorrectos.
En la gran arquivolta, los veinticuatro ancianos del Apocalipsis, que tañen instrumentos musicales y parecen hablar entre ellos, dispuestos en sentido radial, como es característico del Románico (en el Gótico están en la dirección del arco).
En los antropoides, Australopithecus, y en las especies del Género Homo, excepto la nuestra, las cuerdas vocales ocupan una posición muy alta, por lo que no debían poder hablar bien.
En los compuestos iónicos, no tiene sentido hablar de fórmula molecular, porque no existen moléculas aisladas.
En los recién nacidos actuales sucede lo mismo, por lo que no pueden hablar, pero en cambio sí pueden mamar sin dejar de respirar.
En nuestro caso se podría hablar de la ternura, la bondad, la inocencia de la infancia, etcétera.
Es tener confianza, hablar mucho y de todo; también de Dios».
Esta consideración es crucial, porque sin libertad ni responsabilidad, sin capacidad para orientar nuestra propia conducta, no podríamos hablar de acciones morales o inmorales.
Esto nos conducirá a hablar por primera vez de los derechos humanos.
Existen problemas para hablar, entender o escribir.
Explica qué parte del sistema nervioso controla H. Volver la cabeza I. Sentarse J. Comer K. Saltar E. Hablar en inglés F. Gritar al asustarse durante una carrera el ritmo del latido del corazón y de la respiración.
Fíjate también en que, en el lenguaje coloquial, al hablar de cantidad de sustancia nos referimos a menudo al volumen o a la masa de esa sustancia, pero en el lenguaje químico, al hablar de cantidad de sustancia, nos referimos a los moles de partículas de esa sustancia.
Jesús se sienta a hablar como hacen los que tienen autoridad: su cátedra es el monte.
Las instrucciones eran bien claras: podía hablar sobre prevención de la violencia juvenil, pero tenía prohibido hacer cualquier manifestación a favor de la abstinencia sexual» (www.e-cristians.com).
Las manifestaciones de rechazo contra ETA fueron masivas en toda España, y se empezó a hablar del «espíritu de Ermua » para de fi nir la nueva actitud de repulsa y movilización social contra el terrorismo.
Los sofistas entendieron por virtud la capacidad de hablar bien y convencer.
No es que hablar nos haya dejado de gustar, sino que ahora hablamos de otro modo.
No obstante, hablar de disoluciones diluidas y concentradas es una manera imprecisa de dar la composición de una solución.
No podemos dejar de hablar de un modo más particular de nuestro pueblo, el pueblo vasco [...
No tiene sentido hablar de movimiento si no se conoce el sistema de referencia.
Para evitar confusiones, y para expresarnos mejor, es más adecuado hablar de luz «apagada» o «encendida».
Parece que sí: pensar, hablar, elegir, intentar hacer el bien y evitar el mal…, son acciones que nos caracterizan.
Pero antes de Villanueva no se puede hablar propiamente de Neoclasicismo español.
Pero los vecinos del entresuelo no quieren ni oír hablar del tema.
Pero, ¿dónde está la causa de tal desajuste? Se puede hablar de cuatro elementos desestabilizadores: Secularización de la sociedad.
Podemos hablar, entonces, de una cultura de la empresa.
Por tanto, no se puede hablar de una ideología franquista, sino más bien de un fuerte espíritu de mando y una gran habilidad para adaptarse en cada momento a las circunstancias, con un único objetivo: mantenerse en el poder y ejercerlo sin limitaciones.
Por consiguiente, a los distintos tipos de predicados que al hablar podemos atribuir a un sujeto, corresponden las diversas modalidades en que existen realmente las cosas.
Por eso, al hablar damos por supuestos muchos aspectos que forman parte de las costumbres o de lo que estima el sentido común.
Por eso, hablar bien una lengua distinta de la nuestra supone no solo aprender nuevas palabras, sino también adentrarse en la mentalidad de los miembros de otra comunidad de hablantes.
Por eso, lo primero que debemos preguntarnos es: ¿de qué vamos a hablar?, ¿tenemos la intención de informar o de persuadir?
Por eso, se cali fi caron a sí mismos maestros de virtud (areté) ; entendieron la virtud como la capacidad de hablar bien y convencer.
Por tanto, sería más correcto hablar de «postimpresionistas» (y no de postimpresionismo, como movimiento artístico), ya que sus estilos son completamente distintos y exigen un estudio por separado.
Porque hay libertad se puede hablar de pecado.
Precisamente los so fi stas hicieron estas consideraciones para resaltar la importancia de hablar bien, pues la victoria en una discusión o en un tribunal no dependería ya tanto de la verdad de los argumentos como de su fuerza expositiva.
Preferentemente procedía de familias con pocos recursos y era mejor que fuera ignorante, con la única condición de que supiera hablar y repetir lo que le decía el dios.
Puedes navegar por la Red y visitar algunas páginas en las que se dan detalles constructivos y de estrategia, analizar algunos videos de competiciones y –todavía mejor– asistir a eventos para hablar personalmente con sus constructores.
Se puede hablar de autoridad en dos sentidos: La capacidad que se desprende del saber que posee una persona, no de su fuerza ni poder efectivo.
Se puede hablar de un modelo de belleza existencial: la vida de los santos tiene mucho de realización hermosa, en la medida en que, al parecerse a Jesucristo, realizan en sí mismos la plenitud de lo humano (comportamiento ético, espíritu de servicio, donación a los demás…).
Se puede hablar, al menos, de tres tipos de diferenciación social: clases sociales, organizaciones sociales y estatus o posición social.
Según él, no se puede hablar de libertad como espontaneidad —independencia de causas externas— o como autodeterminación de un individuo hacia un fi n. Frente a la postura racionalista, sostuvo que la razón está al servicio de la pasión para lograr el placer y evitar el dolor, ya que la pasión es lo único que nos mueve a desear o rechazar un objeto, debido a la expectativa de satisfacción o disgusto que este produce.
Seguro que has oído hablar de Cruz Roja, de Cáritas, de Intermón-Oxfam, de Médicos Sin Fronteras, etc. Otro organismo de este tipo es el Consejo Internacional de Organizaciones Voluntarias .
Seguro que has oído hablar del efecto invernadero.
Sería, por tanto, más imparcial hablar simplemente de conquista, y no de reconquista, pero este último término está ya muy consolidado en la historiografía para designar el citado proceso de avance militar de los cristianos.
Sí tiene sentido hablar de fórmula empírica, que nos indica la relación de proporcionalidad que mantienen los iones que forman el compuesto.
Sin embargo, aunque ya durante el Sexenio Democrático el sector intransigente de los republicanos federalistas había tratado de implantar un Estado catalán, no se puede hablar de catalanismo político, propiamente dicho, hasta la Restauración .
Sin embargo, no se puede hablar de una verdadera confrontación entre el Realismo y el Romanticismo, pues este ya había iniciado el proceso de sustitución de los dioses y héroes como protagonistas de la pintura para colocar en su lugar al pueblo anónimo o el paisaje, temas que se mantuvieron en el Realismo, aunque desde un punto de vista diferente.
Su ámbito geográfico fue la Europa cristiana y, a pesar de su gran diversidad regional –algunos historiadores prefieren hablar de estilos Románicos–, se puede considerar el primer estilo internacional europeo desde la caída de Roma.
También podemos hablar de un consumo crítico o consumo consciente que facilite un cambio en los hábitos consumistas de nuestra sociedad.
Tanto el automóvil eléctrico como el que utiliza el hidrógeno como combustible necesitan por ahora la electricidad para funcionar, y mientras la electricidad no provenga de energías renovables aún no podemos hablar de vehículos limpios.
Tras hablar así, la puso en sus manos, y él acogió alegre a su hija.
Una vez elegidos la forma básica y el material y tras hablar con los técnicos, el diseñador crea un prototipo físico y otro con ordenador.
Y muchos de ellos han argumentado a favor de la existencia en el ser humano de una parte inmaterial y, por tanto, indestructible, en la que residen las potencias espirituales de la persona y que la hacen capaz de actos inmateriales: pensar, amar, hablar, crear símbolos, etcétera.
Yo placiendo a Nuestro Señor levaré de aquí al tiempo de mi partida seis a Vuestras Altezas para que deprendan hablar.
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