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24 oraciones y frases con gastos

Las oraciones con gastos que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar gastos en una frase. Se trata de ejemplos con gastos gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar gastos en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • Como ya se ha estudiado, Olivares quiso resolver tan caótica situación emprendiendo reformas profundas, como el proyecto de red de erarios o la Unión de Armas, pero las di fi cultades y los imperativos de la guerra obligaron a buscar con urgencia nuevas fuentes de ingresos –algunas de ellas ya utilizadas en el siglo xvi –, que afectaron sobre todo a Castilla : alteración del valor de las monedas, creación de nuevos impuestos, exigencia de donativos a la nobleza, venta de cargos públicos, venta de títulos nobiliarios, conversión de tierras de realengo en nuevos señoríos para su venta, etc. No obstante, todos estos recursos solo sirvieron para atender las necesidades inmediatas (gastos militares, pago de intereses a los banqueros), pero no fueron su fi cientes para atajar el progresivo endeudamiento de la Hacienda Real.

  • Cuanti fi car el total de las pérdidas y los gastos es prácticamente imposible, pero en cualquier caso es obvio que alcanzó una magnitud considerable.

  • El presupuesto es el documento en el que el Estado registra las previsiones de ingresos y de gastos de la Hacienda Pública.

  • El principal problema de la Hacienda española del siglo xix fue la insu fi ciencia de los ingresos, que no alcanzaban a cubrir los gastos del Estado.

  • El problema radicaba en que cuanto mayor era la cantidad de deuda publica contraída, mayores eran también los gastos que el Estado debía destinar al pago de intereses.

  • El reciclaje no está exento de gastos e impactos, pues es precisa la transfor mación del producto original, que se destruye.

  • El superávit presupuestario que se había mantenido hasta entonces se agotó y se pasó a la situación contraria, de dé fi cit presupuestario y aumento de la deuda pública, para hacer frente a los gastos exigidos por la crisis económica.

  • En compensación por el patrimonio con fi scado a la Iglesia, el Estado se hacía cargo de los gastos del culto y del clero.

  • En conclusión, la inversión extranjera en España fue muy importante cuantitativamente y, a falta de capitales españoles sufi cientes, desempeñó un papel fundamental: fi nanció parte de los gastos del Estado a través de la deuda pública; compensó el elevado volumen de nuestras importaciones, ya que con los ingresos por exportaciones no era su fi ciente; y contribuyó a la industrialización del país, sobre todo en sectores como el ferrocarril y la minería, aunque, como es lógico, orientándolos más en su bene fi cio que en el de España.

  • En él tendrás que pensar también en los gastos del desarrollo y la construcción posteriores del objeto.

  • En este sentido las realizaciones quedaron por debajo de las previsiones, sobre todo porque la prohibición de impartir la enseñanza a las órdenes religiosas disminuyó considerablemente la oferta de plazas escolares, y la fi nanciación de nuevos centros no resultaba fácil en tiempos de crisis, a pesar de que la partida de gastos en educación de los presupuestos del Estado aumentó de forma cuantiosa.

  • Este fracaso económico fue el resultado de varias causas combinadas: a Los enormes gastos de las guerras continuas de Carlos I y Felipe II, para mantener su hegemonía imperial, provocaron la ruina de la Hacienda Real, el endeudamiento de la Corona con la banca extranjera y el aumento de la presión fi scal –en especial sobre la población pechera de Castilla–, que arruinó a los sectores más productivos.

  • Esto, en parte, explica que un Estado más amplio como Macedonia estuviera mejor preparado para afrontar esos gastos y alcanzara una posición predominante en Grecia.

  • Hoy en día, los movimientos pacifistas estarían de acuerdo con él, pues piensan que, si no hubiera ejércitos ni gastos que tras estos conflictos se esconden los intereses económicos de fabricantes y comerciantes de armas.

  • La Corona de Castilla era el territorio que más contribuía al mantenimiento de la monarquía, ya que las aportaciones de los restantes territorios apenas llegaban, en algunos casos, a cubrir los gastos de su propia administración y defensa.

  • La Hacienda Real bajo la dinastía de los Austrias había adolecido de tres grandes inconvenientes: a Los gastos excesivos de la política exterior, por las continuas guerras que acarreaba el mantenimiento del Imperio.

  • Las cantidades percibidas estaban muy por debajo de los crecientes gastos del Estado.

  • Las competencias de cualquier monarquía del siglo xvi eran menores que las de un Estado actual y, por tanto, también eran menores sus gastos, que se reducían esencialmente a dos capítulos: a El mantenimiento de la monarquía, más los sueldos y gastos de la burocracia estatal.

  • Los conflictos exteriores Los con fl ictos exteriores de tan vasto Imperio ocasionaron enormes gastos militares que absorbieron gran parte de la riqueza económica de Castilla.

  • Pero fue con Carlos I y Felipe II cuando la situación fi scal se agravó de forma alarmante por los enormes gastos militares que acarreaba el Imperio y sus guerras continuas.

  • Pero las inmensas riquezas que ingresaba la Hacienda Real no eran suficientes para cubrir los enormes gastos militares que exigía el mantenimiento del imperio.

  • Por consiguiente, la insu fi ciencia de ingresos y los crecientes gastos de la monarquía provocaron un dé fi cit fi scal crónico y la Corona tuvo que recurrir a diversos medios para cubrir la diferencia.

  • Su envidiable situación económica hizo posible que Marx se dedicara a estudiar y a escribir mientras él sufragaba los gastos.

  • Y como, finalmente, los gastos ocasionados por el ejército permanente llegan a hacer la paz aún más intolerable que una guerra corta, acaban por ser ellos mismos la causa de agresiones, cuyo fin no es otro que librar al país de la pesadumbre de los gastos militares».