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28 oraciones y frases con extranjeros

Las oraciones con extranjeros que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar extranjeros en una frase. Se trata de ejemplos con extranjeros gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar extranjeros en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • A pesar de que eran extranjeros y de que no tenían derecho a participar en las instituciones políticas de Atenas, in fl uyeron mucho en ella a través de sus discípulos, los futuros magistrados.

  • Bárbaros: eran los extranjeros que vivían fuera del limes, o frontera, del Imperio.

  • De esta forma los mercaderes extranjeros vendrán a comprar lo que les falta en sus tierras, y en vez de pagar, como ahora, quince reales por la arroba de lana, pagarán por la obra que de ella resultare quince ducados, y así en todo lo demás [...

  • De esta manera llegó al reino de la maga Circe, que transformaba en animales a todos los extranjeros que se presentaban ante ella.

  • Dediticios: extranjeros que pertenecían a una tribu derrotada por Roma o que se había sublevado.

  • Discutía sobre el uso de impuestos, recibía a los embajadores extranjeros y decidía sobre la paz o la guerra.

  • El anonimato de los artistas romanos se debe a que muchos de ellos eran extranjeros, sobre todo griegos, y a menudo esclavos.

  • El enriquecimiento de los extranjeros a costa de España Es sabido que de una arroba de lana que a los extranjeros cuesta quince reales, hacen tapicerías, paños y otras labores fuera de España, de modo que vuelven de ello mismo a ella valor de más de quince ducados [...].

  • El transporte, el comercio y las finanzas Con una balanza comercial de fi citaria durante todo el siglo xix, la única forma de equilibrar la balanza de pagos consistía en compensar el fl ujo de salida de dinero al exterior con un fl ujo semejante, pero de signo contrario, mediante la entrada en España de capitales extranjeros .

  • En todo caso, llama la atención que casi todos coincidieron en denunciar unos mismos problemas: el endeudamiento de la monarquía, el lamentable estado de despoblación que sufría España, el agotamiento económico de Castilla, el enriquecimiento de los extranjeros con el oro y la plata procedentes de América, la pobreza de los españoles por su desprecio hacia el trabajo y el perjudicial aumento del clero.

  • En conclusión, el oro y la plata de América llegaban primero a Sevilla, pero acababan enriqueciendo a los extranjeros, ya que en su mayor parte se destinaban a dos fi nes: el pago de las deudas contraídas por la Corona con la banca europea, y el pago de las mercancías extranjeras enviadas a América.

  • En la primera fila se sentaban los sacerdotes y los magistrados, así como los atenienses y los extranjeros.

  • Eran fábricas fundadas por el Estado en las que se contrataba a especialistas extranjeros para que enseñaran las nuevas técnicas de producción.

  • La organización del alzamiento estaba a cargo del general Mola («El Director») y contaba con el apoyo fi nanciero de Juan March y de contactos extranjeros.

  • Los erarios actuarían como bancos: pagarían un interés a quienes depositaran su dinero en ellos y concederían préstamos a la Corona, que así obtendría la ayuda de sus súbditos y no se endeudaría con extranjeros.

  • Los datos estadísticos no revelan actitudes de violencia contra personas por razón de su etnia (racismo) o por el hecho de ser extranjeros (xenofobia).

  • Los plebeyos eran originarios de los pueblos dominados por Roma durante su expansión o bien extranjeros, y sus descendientes.

  • Originariamente se trataba de extranjeros que se habían instalado en la ciudad.

  • Para ello, el medio más extendido fue el de imponer aranceles a la importación de productos extranjeros.

  • Pero aunque se lo llamemos, no lo es; si lo fuese, formaría parte integrante de la Nación, sería orgánica representación de ella, y no es sino un cuerpo extraño, como pudiera serlo una facción de extranjeros apoderados por la fuerza de Ministerios, Capitanías, telégrafos, ferrocarriles, baterías y fortalezas para imponer tributos y cobrarlos.

  • Pero Felipe II adoptó también toda una serie de medidas para preservar a España de la herejía : se prohibió cursar estudios en universidades extranjeras y la importación de libros extranjeros, se público un índice de libros prohibidos y se exigió licencia del Consejo de Castilla para editar libros religiosos.

  • Pero la ley dejaba a la iniciativa de compañías privadas la cons- trucción y explotación de los diferentes tramos de la red y, para incentivarlas, ofrecía todo tipo de facilidades, entre ellas permitir la entrada de capital y materiales extranjeros.

  • Por lo general, estos pensadores no eran atenienses, sino extranjeros procedentes de diferentes ciudades que acudían a la gran polis a probar fortuna.

  • Por otra parte, la industria catalana, fundamentalmente la textil, se vio favorecida también por la política proteccionista de la Corona, que prohibió la importación de ciertos productos extranjeros, como las telas de Asia, para evitar que pudieran hacer la competencia a los españoles.

  • Se produjo así una fase alcista del ciclo económico español por diferentes razones: a El mercado español se encontró libre de la competencia de b Creció de forma espectacular la demanda exterior de proproductos extranjeros.

  • Si algo caracteriza en general a la escultura helenística, además del virtuosismo y la perfección técnica, es su gran diversidad de estilos y manifestaciones: El campo temático se amplió enormemente, abriéndose a la representación ya frecuente de desnudos femeninos, de extranjeros e, incluso, de escenas cotidianas.

  • Si fuesen extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados, tan valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la Nación, son españoles, todos invocan el dulce nombre de la patria, todos pelean y se agitan por su bien; y entre el fragor del combate, entre el confuso, atronador y contradictorio clamor de los partidos, entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinión pública, es imposible atinar cuál es la verdadera, y más imposible todavía hallar el remedio para tamaños males.

  • Y peor aún es cómo se burlan los extranjeros de nuestra nación, que en esto y en otras cosas nos tratan mucho peor que a indios, porque a los indios para sacarles el oro o plata les llevamos algunas cosas, de mucho o poco provecho, pero a nosotros con las nuestras propias no solo se enriquecen y aprovechan de lo que les falta en sus naturalezas, sino que además se llevan el dinero de España con su industria, sin trabajar sacándolo de las minas como hacemos nosotros.