Abstracción: conocimiento que pone entre paréntesis la existencia o no existencia de la cosa, porque no hay evidencia de ella.
Así, el conocimiento intuitivo proporciona la evidencia de que lo conocido existe, lo cual no ocurre con el abstractivo.
Cogito (Yo pienso): primera evidencia o certeza que supera cualquier posible motivo de duda.
De hecho, la evidencia clínica apoya esta relación entre la luz y la depresión.
Ejemplos de falacias Petición de principio Se trata de un argumento en el que la conclusión está presente en las premisas de tal modo que, aunque es deductivamente válido, el argumento no puede aportar evidencia a la conclusión, pues sus premisas no resultan más conocidas.
El conocimiento teológico, por su parte, se asienta solamente sobre la autoridad de la fe, la cual proporciona un conocimiento cierto, pero en ningún caso una evidencia racional.
El ejemplo anterior evidencia que algunas propiedades de los materiales, como la masa, el volumen, la temperatura o la superficie, no dicen nada sobre la clase de materia que los constituye.
El siguiente paso es la evidencia de que es más perfecto existir en el pensamiento y en la realidad que solo en el pensamiento.
El conocimiento intuitivo, según el fi lósofo inglés, es aquel mediante el cual se aprehende o percibe una cosa concreta como existente o no existente, y se caracteriza por su evidencia e inmediatez.
En el Discurso del método, lo resumió en cuatro reglas: A. Regla de evidencia.
Esta experiencia evidencia que los campos magnéticos ejercen fuerzas sobre las cargas eléctricas en movimiento y, por tanto, sobre las corrientes eléctricas .
Este rasgo evidencia la reducción de la columna a puro elemento decorativo, ya que la función sustentadora la asume el muro.
Este rasgo evidencia la reducción de la columna a puro elemento decorativo, mientras el muro asume la función sustentante.
Esto nos muestra con evidencia que, en todo lo mutable, el sujeto se distingue realmente de su esencia sustancial y de sus accidentes.
Estos datos han llevado a que los científicos ya no consideren en el mismo sentido la capa denominada astenosfera, ya que no hay ninguna evidencia de su existencia en muchas zonas de la Tierra.
La tomografía evidencia direcciones en las que las ondas viajan con veloci dad similar y que en algunos casos llegan hasta el núcleo.
La certeza moral ya no requiere la evidencia exigida para la certeza del conocimiento teórico, pues no se funda en la inteligencia, sino en la decisión libre de la voluntad.
La certeza en sentido propio solo tiene un fundamento: la evidencia.
La difusión es la mejor evidencia de que las partículas de gas están en constante movimiento.
La evidencia, por consiguiente, hace referencia a nuestras ideas, que para Descartes ya no son formas inteligibles, resultado de una aprehensión intencional como señalaba la fi losofía realista, sino representaciones mentales de cosas que suponemos que existen fuera de nosotros.
Lo que caracteriza a la intuición intelectual es la inmediatez y singularidad de la cosa conocida, es decir, su evidencia.
No conocemos los contenidos de la fe de forma directa, a diferencia de lo que se presenta como verdadero a nuestro conocimiento por su evidencia o nuestro razonamiento.
Nuestros sentidos perciben esa realidad y nuestro entendimiento la conoce intuitivamente, por lo que podemos enunciar con evidencia los términos de unas proposiciones del tipo: «Juan existe» y «está leyendo un libro».
Otra evidencia son los fósiles, que son los restos de organismos que vivieron hace millones de años.
Por otra parte, advirtió que la experiencia nos muestra con evidencia que la voluntad se siente fuertemente inclinada a huir del dolor y a buscar el placer.
Sin embargo, la antropología filosófica, ciencia que se ha desarrollado en el siglo XX, ha puesto en evidencia esa distinción.
Sin embargo, la existencia de un alma espiritual sí que era problemática, ya que no tenemos completa evidencia de ella ni por intuición ni por razonamientos.
Sin embargo, la vida en la gran ciudad altera la relación con ese aspecto de nuestro entorno La evidencia científica nos demuestra que la luz influye en el estado de ánimo de todas las personas.
Sin embargo, puesto que las proposiciones son sinónimas, el argumento no aporta ninguna evidencia de que yo diga siempre la verdad, al margen de la suposición de que siempre digo la verdad.
Solo cabe al negar la relación necesaria del efecto respecto a la causa —principio de causalidad—, solo puede haber evidencia de que una cosa o una acción ha prece determinar mediante la observación.
También el conocimiento sensible nos proporciona evidencia de verdades de hecho, como el propio existir o la existencia de las cosas que nos rodean.
También quedó en evidencia que la velocidad de la luz, además de ser finita, es constante y la misma en todo el universo, lo que quebrantaba la ley de adición de velocidades de la mecánica de Newton.
Utiliza un lenguaje confuso y ambiguo que se contradice con la evidencia (las pastillas X te devolverán la juventud).Para dedicarse a la ciencia profesionalmente es necesaria for-mación especializada en un centro reconocido (los médicos han estudiado medicina en la universidad).Se ejerce sin formación académica oficial.
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