Atenas y Esparta fueron las dos polis de la Grecia clásica que tuvieron un papel histórico más relevante, aunque cada una desarrolló un modelo diferente de organización social y política.
Destacan Atenas y Esparta, las dos polis más dinámicas y prósperas.
Durante los siglos y a.C. muchas polis evolucionaron hacia formas de gobierno democráticas, aunque hubo excepciones tan significativas como Esparta.
El régimen militar espartano Esparta tenía un régimen político, basado en una concepción militar de la sociedad.
En Esparta, donde la preocupación por el nacimiento de los hijos era obsesiva, se consideraba incluso normal que un marido en edad avanzada y casado con una mujer joven se sirviera de un hombre también joven para fecundarla.
En Esparta, la educación ( agogué ) era diferente.
En Esparta, los niños débiles eran lanzados desde lo alto del monte Taigeto.
En la época en que nació Aristóteles, a comienzos del siglo iv a. C., la hegemonía del mundo helénico se repartía entre Esparta, Tebas y Atenas.
En Lisístrata, esta ateniense cree que sus compatriotas son incapaces de poner fin a la guerra que mantienen con Esparta, y por ello decide reunir a las mujeres de toda Grecia y les propone un plan.
Esparta ejercía un control férreo sobre la vida de sus ciudadanos.
Esparta conquistó el territorio de los mesenios en el siglo aC, a los que sometió a una dura servidumbre (ilotas).
Esparta encabezó la oposición a Atenas, que fue derrotada y perdió su anterior hegemonía.
Esparta era un estado militar, casi siempre en guerra, y necesitaba hombres fuertes para proteger los intereses del Estado.
Esparta impuso su hegemonía sobre los griegos e instauró gobiernos oligárquicos.
Esparta llegó a ser el estado más poderoso de Grecia, con una extensión territorial tres veces mayor que Atenas y una disciplina militar implacable.
Esparta Península del Peloponeso, donde se encontraba Esparta.
Helena era la esposa del rey de Esparta, Menelao, pero se dejó raptar por Paris, que la llevó a Troya.
La Grecia antigua, espacio e historia La sociedad espartana Esparta, a diferencia de Atenas, era un estado militarista que regulaba con mucha rigidez la vida de sus habitantes.
Liga del Peloponeso: hegemonía de Esparta.
Lo provocaron: Causas, como el hecho de que Atenas y Esparta tuvieran programas políticos opuestos.
Los hizo responsables, por ello, de que los gobernantes careciesen de principios morales, de que Atenas se debilitara y de que fuese derrotada en la guerra frente a Esparta.
Para hacer frente al excesivo poder ateniense, Esparta lideró la reacción de las otras polis y se enfrentó a ella en las llamadas guerras del Peloponeso La victoria fue para Esparta, que impuso a Atenas el llamado gobierno de los Treinta Tiranos.
Pero Helena ya estaba casada con el rey de Esparta, por lo que Paris la raptó.
Se dice que Platón llegó a admirar la organización política de Esparta, la cual la había conducido a la estabilidad política y al éxito en la guerra.
Según la narración, esta guerra tuvo lugar después de que el príncipe troyano Paris raptase a Helena, esposa del rey de Esparta, Menelao.
Sin embargo, las libertades que tenían las mujeres no eran las mismas en Atenas o en Esparta, en la Roma republicana o en la imperial, en las familias acomodadas o en las humildes, en las ciudades o en el campo.
Tales circunstancias históricas contribuyen a explicar que el pensamiento político de Platón no sea realista, pues su experiencia directa de los hechos le había enseñado que resultaba muy difícil mejorar la vida política y social de su ciudad, tras su crisis con Esparta.
Troya fue destruida, los miembros de la familia real fueron asesinados o convertidos en esclavos, y Menelao finalmente pudo llevarse a Helena a Esparta, veinte años después de que fuera raptada.
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