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10 oraciones y frases con encargos

Las oraciones con encargos que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar encargos en una frase. Se trata de ejemplos con encargos gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar encargos en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • Durante muchos años recibió constantes encargos de diferentes órdenes monásticas, y gozó de fama y éxito como pintor de los apacibles ambientes conventuales.

  • Esto fue debido a tres razones principales: La escultura tenía un elevado coste, porque seguía empleando materiales caros (mármol y bronce sobre todo) en obras de gran tamaño, lo que imposibilitaba en la práctica las creaciones independientes de carácter más innovador y obligaba a los escultores a estar sometidos a los encargos previos y al «buen gusto» clasicista dictaminado por las Academias.

  • Estos, en un alarde de libertad individual típicamente romántico, aspiraban en general a independizarse de los encargos de los poderosos y con frecuencia manifestaron su rechazo a las directrices de las Academias, que durante el siglo anterior habían surgido en toda Europa y se habían convertido en legisladoras del «arte correcto».

  • La obra analizada es un ejemplo representativo de tales encargos, que reflejan los gustos y los ambientes en que se desenvolvía esta nueva clase social enriquecida.

  • Muchos de ellos eran de origen italiano, descendientes de los artistas que habían acudido a España atraídos por los encargos de El Escorial.

  • No obstante, en algunos encargos de esta etapa, cuando el tema lo aconsejaba, volvió a un acusado tenebrismo.

  • Por otra parte, la extensión de la riqueza a nuevas capas sociales explica que aparecieran nuevos clientes con también nuevos encargos: a las tradicionales demandas de carácter religioso, ya vinieran del propio clero o de nobles y reyes, se añadieron las de obras destinadas al uso privado de la nobleza y la burguesía enriquecida, como los libros de horas ricamente ilustrados o los sepulcros monumentales.

  • Solo la escultura, que vivió una época dorada en cuanto a encargos y realizaciones para las remodeladas ciudades burguesas, parecía anclada en la tradición de la estatuaria clasicista y académica.

  • Su gran capacidad creativa y la frenética actividad de su taller ante la lluvia de encargos explican su enorme producción, así como su incursión en todos los géneros, aunque en muchas ocasiones sólo se debe a su mano alguna parte de la obra o simplemente el boceto, siendo lo demás labor de su taller.

  • Y de este modo la falta de mecenazgo regio o nobiliario quedó en parte compensada por los encargos de las nuevas fundaciones religiosas, que proliferaron especialmente en Madrid, como capital definitiva de la monarquía y creciente foco de atracción poblacional.