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7 oraciones y frases con empeño

Las oraciones con empeño que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar empeño en una frase. Se trata de ejemplos con empeño gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar empeño en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • De ahí que el conocimiento no sea más que un empeño constante por recuperar toda la sabiduría que el alma perdió, lo cual solo es posible mediante la dialéctica, que nos permitiría conocer —es decir, recordar— las ideas directamente.

  • Este carácter dramático y problemático del ser humano lleva consigo que la vida es empeño.

  • Este empeño estableció las bases intelectuales para la investigación de la naturaleza: esta no oculta poderes oscuros ni esconde a dioses caprichosos, sino que la crea un Dios inteligente y bueno, que ha hecho al hombre a su imagen, para que conozca y cuide todas las cosas.

  • Este incidente desató una cadena de acontecimientos que escaparon a todo control: enfrentamientos verbales entre los monárquicos del interior del piso y los grupos de la calle, asalto a los talleres del diario monárquico ABC, ataques durante los tres días siguientes a edi fi cios religiosos de Madrid y otras ciudades, con actos de pillaje, quema de conventos, etc. El gobierno no fue responsable directo de los hechos, pero tampoco puso mucho empeño en impedirlos, para no granjearse desde el principio la enemistad de ciertos sectores populares, cuyo anticlericalismo violento era una explosión visceral contra la Iglesia, a la que consideraban demasiado vinculada a los ricos y poderosos.

  • La República tiene que considerar la enseñanza como atributo indeclinable del Estado, en el superior empeño de conseguir en la suma de sus ciudadanos el mayor grado de conocimiento y, por consiguiente, el más amplio nivel moral por encima de razones confesionales y de clase social.

  • Lo más curioso es que, en este empeño, siempre se sustituye a Dios por un líder —Hitler, Lenin, Stalin o Kim Il Sung, por ejemplo— cuyas imágenes omnipresentes hay que reverenciar y que implica la condena de cualquiera que se atreva a criticarlo.

  • Los mayores asombran a los pequeños, que crecen entonces con prisa para hacerse pronto dueños de su ración de sol, y al esparcir las raíces bajo la tierra, hay algunos quizá demasiado codiciosos que estorban a los demás en su legítimo empeño de alimentarse.