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120 oraciones y frases con ejército

Las oraciones con ejército que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar ejército en una frase. Se trata de ejemplos con ejército gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar ejército en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • « Pero cuando el príncipe se encuentra con los ejércitos y tiene a sus órdenes multitud de soldados, entonces es absolutamente necesario que no se preocupe de la fama de cruel, porque de lo contrario nunca mantendrá al ejército unido ni dispuesto a acometer empresa alguna.

  • A consecuencia de estos hechos y con la aprobación del ejército, se cambió la forma de gobierno por el sistema republicano.

  • A ello se añadía la impopularidad de la guerra y la división existente dentro del propio ejército entre un sector «africanista», que aspiraba a bene fi ciarse con los ascensos por méritos de guerra, y un sector « juntista», que coincidía con las Juntas Militares de Defensa en el rechazo a ese sistema de promoción.

  • A estas medidas iniciales siguieron otras durante el gobierno constitucional, que supusieron una importante reorganización del ejército y su sometimiento al poder civil.

  • A partir del siglo tercero, a los aspirantes a emperadores les bastaba con la aclamación de su ejército; ya no esperaban el consentimiento del Senado ni del pueblo de Roma.

  • Acumuló todo el poder del Estado eliminando cualquier gobierno intermedio y modernizando la Administración Pública y el ejército, de modo que logró convertir a Francia en la primera potencia europea.

  • Además de la impopularidad del con fl icto, el propio ejército estaba dividido entre los africanistas, partidarios de seguir la lucha, y los abandonistas .

  • Además, era el emperador mismo, y no el ejército, quien elegía a su sucesor.

  • Además, concentraba en su persona los máximos poderes (el militar, el político y el religioso), gobernaba con el asesoramiento de hombres de confianza designados por él mismo y se apoyaba en la fuerza del ejército.

  • Agamenón, jefe del ejército griego que marchó contra Troya, la agravió al matar una cierva que le había sido consagrada.

  • Alejandro se proclamó heredero de Darío III, asesina griega y la persa, promoviendo la integración de los persas en el ejército y favoreciendo los matrimonios entre sus dignatarios y muchachas jóvenes de clase alta.

  • Ante el avance imparable de los romanos, Tarento contrató un ejército mercenario al mando de Pirro, rey del Epiro.

  • Apoyado por los realistas españoles, ese cuerpo de ejército invadió la Península sin encontrar apenas resistencia.

  • Así, el término cabo se usa para referirse a un miembro del Ejército, pero un cabo también es el extremo de una vela y un accidente geográfico.

  • Asimismo, conviene advertir que Kant se opone a los ejércitos profesionales, pero no al derecho de los Estados a defenderse; este derecho se puede ejercer mediante un ejército compuesto por los propios ciudadanos.

  • Augusto recuperó las enseñas militares perdidas por el ejército romano, antes de su reinado, en su lucha contra los partos; y terminó de conquistar y pacificar Hispania y la Galia.

  • Aunque en tiempo de guerra servían al ejército, sus actividades principales eran la agricultura, la industria y el comercio, que estaban prohibidas a los esparciatas porque se consideraban impropias de su rango social.

  • Busca las cifras del ejército español y de la población española actual y, calculando los porcentajes correspondientes, di si, actualmente, somos más o menos militaristas.

  • C.) b En cambio, las de más reciente conquista, en las que las legiones seguían siendo necesarias, quedaban bajo la administración y control directo del emperador, en su calidad de jefe supremo del ejército, por lo que tenían el rango de provincias imperiales .

  • Cada individuo, por su cuenta, no podría rechazar un ataque enemigo; en cambio, si los individuos colaboran formando un ejército, es más fácil que lo consigan.

  • Carecían de derechos políticos –a diferencia de los ciudadanos–, pero tenían derechos civiles –a diferencia de los esclavos–, como el de contraer matrimonio, tener propiedades, etc. También había entre ellos grandes diferencias de fortuna, y una vía fácil de promoción social era enrolarse en las tropas auxiliares del ejército, ya que al licenciarse obtenían la ciudadanía romana.

  • César se presentó a las elecciones consulares, lo que le obligaba a disolver el ejército si quería volver a Roma.

  • Como en toda guerra civil, el territorio quedó dividido en dos partes, cambiantes con el transcurso del con fl icto, bajo control de uno u otro bando: a La España de José I Bonaparte era la parte del territorio español ocupada por el ejército francés.

  • Conclusiones generales Un análisis global de la guerra desde el punto de vista militar permite extraer las siguientes conclusiones: a El ejército sublevado se caracterizó por su disciplina y la alta cuali fi cación de sus mandos, todos ellos militares profesionales.

  • Cuando César vio que la séptima legión, situada allí al lado, era acosada por el ejército contrario, ordenó que las dos legiones se acercaran la una a la otra y que se giraran hacia el adversario.

  • Cuando Roma estaba en guerra en varios frentes a la vez, cada uno de ellos dirigía un ejército.

  • Custodiaban el tesoro, seguían al ejército para pagarle y eran los tesoreros de las provincias.

  • De hecho, es muy dudoso que el ejército sublevado hubiera podido hacerse con la victoria fi nal sin la decisiva ayuda de Alemania e Italia.

  • Dentro de poco no le quedará al mundo duda alguna; pero, además de las pruebas que se han aportado ya sobre la infamia de Aguirre y las que se aportarán todavía aquí está a la vista del mundo, la España reconquistada por Franco, serena, tranquila, libre, feliz junto al Ejército Nacional, que vence al enemigo y reconstruye su patria, mientras las hordas rojas, asesinan, martirizan, incendian, destruyen y llevan el caos por todas partes.

  • Desde entonces, un sector importante del ejército empezó a prepararse para un inminente alzamiento militar.

  • Desde los comienzos de la transición democrática representó un serio motivo de preocupación el descontento de amplios sectores del ejército franquista, que hizo pasar al país por momentos de grave tensión.

  • Desde el fi nal de la guerra del Peloponeso, las polis griegas habían visto mermado su poder económico, sobre todo porque tenían que pagar grandes sumas de dinero a mercenarios, ya que de esta manera los ciudadanos evitaban alistarse en el ejército.

  • Dirigió un ejército por la península Ibérica, que atravesó los Pirineos y los Alpes hasta llegar al norte de Italia para combatir a los romanos.

  • Durante el siglo era el ejército quien imponía o destituía a los emperadores.

  • Durante la Guerra de la Independencia, en la España no ocupada por el ejército francés no solo se combatió al invasor en el terreno militar, también se intentó, al menos por parte de un activo sector social, sentar las bases jurídicas necesarias para la modernización de España.

  • Ejército de Anibal Barca.

  • El ejército romano se organizaba en legiones, y su general jefe era el emperador.

  • El califato se convirtió bajo su mando en una dictadura militar, que se mantenía gracias a las victorias de su poderoso ejército.

  • El ejército fue uno de los más importantes vehículos de difusión de la civilización romana.

  • El ejército romano aplastó a las tropas del faraón y César ofreció el trono de Egipto a Cleopatra.

  • El ejército y el clero constituyeron una categoría aparte, y su poder e in fl uencia impregnaban todos los aspectos de la vida política, social y cultural de España.

  • El ejército, imprescindible para contener la amenaza exterior, se convirtió en el árbitro de la vida política y los generales, apoyados en sus legiones, disputaron entre sí para tomar el poder por la fuerza.

  • El Ejército: la sublevación del general Sanjurjo En el seno del ejército existía una gran división entre partidarios y enemigos de la República .

  • El imperio napoleónico empezaba a tener problemas en Europa y en España la iniciativa de la guerra la tomaron los rebeldes y el ejército inglés –con el apoyo también de Portugal–, que presionaron a los franceses a la retirada.

  • El incendio se produjo ayer y Aguirre ha lanzado la mentira infame –porque es un delincuente común– de atribuir a la heroica y noble aviación de nuestro Ejército Nacional ese crimen.

  • El poder imperial fue dependiendo cada día más del ejército.

  • El primer gobierno del Frente Popular, consciente de esta amenaza, realizó importantes cambios en el ejército y trasladó a algunos altos mandos sospechosos para disminuir su capacidad de actuación.

  • El tráfico marítimo estaba vigilado por galeras del ejército, ya que de otro modo habría sido víctima de los piratas.

  • El último reducto del ejército persa fue derro Temístocles ordenó construir la muralla que lleva su nombre y los llamado «muros largos», unos caminos fortificados que unían Atenas con el puerto del Pireo.

  • En cambio, el ejército republicano tuvo serios problemas de indisciplina por las divergencias ideológicas entre gran parte de los milicianos populares, y no disponía de su fi cientes mandos profesionales, en especial en los niveles intermedios e inferiores.

  • En el ágora había una serie de edificios característicos: templos; bouleterion, sala cubierta donde se reunían los miembros del consejo o boulé ; pritaneion, lugar de reunión de los doce miembros de la comisión del gobierno de la ciudad; estrategeion, lugar de reunión de los estrategos o generales del ejército; heliea, lugar de reunión de los tribunales de justicia; stoa, galerías porticadas que se dedicaban al ocio, al comercio, a la conversación…; y otros edificios, como bibliotecas, baños públicos ( balaneia ), prisión, metroon (archivo público).

  • En este sentido, Franco solo tenía claro que sería un Estado autoritario, nacionalista y católico, en el que él ejercería la máxima autoridad con el apoyo del ejército, y cuya imagen exterior debería girar en torno a la defensa de la religión y la lucha contra el comunismo.

  • Entre ambos se establece un juego de contraposiciones: el día y la noche; la violencia por parte del pueblo madrileño y la del ejército francés; la furia y el miedo.

  • Entre ellos destacaban los pequeños y medianos propietarios rurales, las clases medias de las pequeñas y medianas ciudades, la oligarquía capitalista y empresarial, el ejército y el clero.

  • Entre las admirables acciones de Aníbal, […] jamás surgió en ese ejército disensión alguna ni en su seno ni contra del príncipe, tanto en los momentos de mala como de buena fortuna.

  • Era la posición defendida por el llamado búnker –integrado por los sectores más reaccionarios e inmovilistas del régimen–, que contaba con una considera- ble fuerza en las instituciones políticas y en el ejército.

  • Es un dirigente del ejército aqueo.

  • Es más, el ejército exigió al gobierno, y consiguió mediante esta ley, que se juzgara en tribunales militares cualquier delito de ofensa al honor del ejército y los símbolos de la patria.

  • Esta actuación requiere la intervención del ejército, protección civil y de una infraestructura de carreteras, hospitales y centros de acogida para toda la población desplazada.

  • Esta situación con fi rió un gran protagonismo al ejército, como pieza imprescindible para la defensa del Imperio.

  • Esto implicaba una desautorización al nuevo gobierno provisional, y podía haber desencadenado reacciones inesperadas del ejército, siempre hostil a los separatismos.

  • Expone que la reducción de los bene fi cios obligaría a muchos empresarios a abandonar sus empresas y a pasar a formar parte del «ejército de parados», por lo que el capital tendería a concentrarse en pocas manos.

  • Finalmente el ejército la disolvió.

  • Finalmente, la aportación española se limitó a las denominadas División Azul –de infantería– y Escuadrilla Azul –del aire–, dos cuerpos de voluntarios que combatieron en el frente ruso bajo el mando del ejército alemán.

  • Franco, en cambio, gozaba de mayor libertad de maniobra con su ejército africano, situación que supo aprovechar para erigirse en jefe supremo del movimiento mediante hábiles maniobras políticas.

  • Fue una fase de claro dominio del ejército francés.

  • Fueron convertidos en colonos y, como tales, suministraban hombres al ejército romano.

  • Furioso por lo que consideraba un ultraje, el valiente guerrero abandonó la lucha, y ello provocó la parálisis del ejército griego.

  • Iba destinado al Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro (actual Museo del Ejército), que se estaba construyendo en esa época por encargo de Olivares.

  • Inglaterra mantuvo un doble juego, ya que ayudaba a los españoles a luchar contra el ejército napoleónico, pero al mismo tiempo observaba con agrado los desórdenes de las colonias americanas que permitirían abrir nuevos mercados al comercio británico.

  • Integradas por soldados permanentes (caballeros), formaban cuerpos de ejército autónomos a los que los monarcas solían encomendar la defensa de las zonas más vulnerables.

  • La estructura argumentativa es claramente inductiva, puesto que se describe el caso concreto de Aníbal con su ejército y, a partir de este hecho, se deduce una conclusión general: Aníbal mantuvo cohesionado un ejército numeroso porque era un hombre cruel; luego el único modo de conservar la unidad de una multitud de hombres es la fiereza y la crueldad.

  • La respuesta de Felipe II fue contundente: envió un ejército para restablecer el orden y mandó ejecutar al Justicia, que había encabezado la protesta.

  • La ya que el autor apoya su tesis principal en un hecho histórico: Aníbal mantuvo unido un gran ejército, por «su inhumana crueldad».

  • La batalla de Covadonga, según una versión cristiana El rey [de Córdoba], movido por una furia insana, preparó un gran ejército con gentes de toda Hispania y puso a su compañero Alqamah al frente.

  • La ciudadanía se solía conceder individualmente, o incluso a un pueblo entero, casi siempre como premio y, en general, a todo aquel que, sin ser ciudadano, hubiera servido al ejército.

  • La defensa de un imperio tan colosal supuso el aumento del prestigio del ejército.

  • La España de José I y los afrancesados contaba con el ejército napoleónico, mientras que los rebeldes disponían de la ayuda del ejército inglés –rival tradicional de Francia– y de la gue- rrilla popular .

  • La primacía del poder civil –uno de los grandes éxitos alcanzados por el sistema político de la Restauración– ya no era tan clara, pues el desenlace del con fl icto demostraba dos hechos: a La propensión del monarca a favorecer al ejército en los casos de con fl icto entre el poder civil y el militar.

  • La reacción del ejército fue inmediata: el ministro de Marina presentó su dimisión y el Consejo Superior del Ejército emitió un comunicado de repulsa por dicha legalización, aunque la aceptaba por sentido de la disciplina militar.

  • La reforma de Azaña, en general, fue bien valorada por muy diversos sectores sociales, pero no consiguió ganarse la simpatía de los o fi ciales del Ejército.

  • La reforma del Ejército El Ejército planteaba uno de los problemas más delicados, ya que de su apoyo dependía en gran medida la supervivencia de la República, y entre los mandos militares había demasiadas lealtades a la derrocada monarquía.

  • La sublevación fue un fracaso en la mayor parte del país, porque el ejército sofocó con facilidad los focos huelguistas.

  • Las conspiraciones militares fueron continuas y la República adoptó una política de sanciones suaves que re fl ejaba su temor a la fuerza del ejército, con el que, en última instancia, trataba de entenderse.

  • Llevaban a cabo el reclutamiento del ejército y hacían la guerra siguiendo los planes trazados por el Senado.

  • Los esclavos efectuaban todo tipo de trabajos: en el ámbito doméstico, en la artesanía, en las minas, en el campo, en el comercio, e incluso en los servicios públicos, el ejército y la flota.

  • Los astures por ese tiempo descendieron de sus nevadas montañas con un gran ejército [...] y se prepararon a atacar simultáneamente los tres campamentos romanos [...].

  • Los aviones Hércules del ejército español funcionan con cuatro turbohélices.

  • Los objetivos que Azaña se proponía alcanzar eran ante todo dos: ganarse la fi delidad del Ejército para la República y aumentar su e fi cacia.

  • Los soldados o legionarios servían al ejército generalmente durante un periodo de veinte años.

  • Luego dividió al ejército en tres partes e hizo rodear toda Cantabria, encerrando a este pueblo feroz en una especie de red, como se hace con las fieras [...].

  • Luego se integraban en el ejército y, hasta los treinta años, vivían y comían con sus compañeros.

  • Marco Antonio, tras ser derrotado, fue abandonado por su ejército y se suicidó en Alejandría.

  • Mario y Sila Cayo Mario, de origen campesino, fue escogido cónsul siete veces, concedió la ciudadanía a algunos grupos de itálicos y transformó profundamente el ejército, profesionalizándolo.

  • Olivares pretendía con este proyecto tres objetivos: a La creación de un poderosos y e fi caz ejército.

  • Ordenó a Oppa, un seguro obispo de la ciudad de Tulaytula [Toledo] y hermano del rey Witiza, por cuya traición los godos habían perecido, ir con Alqamah y el ejército a Asturias.

  • Organizó el ejército, con el que destruyó el reino de Alba y convirtió a Roma en la primera potencia del Lacio.

  • Para industrializar al país se utiliza a fondo y se pone en el mercado el enorme ejército industrial de reserva que el campo y regiones atrasadas poseen; así, se impulsa y acelera el movimiento de la mano de obra desde zonas rurales a industriales, alcanzando una intensidad desconocida en Europa y liberando al campo de un enorme subempleo [...] Toda la mano de obra que se libera en este proceso no puede ser absorbida por la industria española del momento, y ante el paro, que amenaza como consecuencia del «Plan», se facilita y apoya la emigración a los países europeos, que están febrilmente dedicados a la reconstrucción y ampliación de todo su poderío económico-industrial.

  • Para ello aspiraba a contar con la participación activa del ejército.

  • Para Suárez, el problema del PCE se convirtió en un verdadero quebradero de cabeza: si no era legalizado, la democracia española no sería plena y, por tanto, no resultaría convincente; y si era legalizado, poderosos grupos franquistas y un amplio sector del ejército podrían reaccionar de forma imprevisible, sin descartar el golpe de Estado.

  • Pero cerca del río Hifasis su ejército, agotado, se rebeló.

  • Pero en Occidente, mucho menos desarrollado y urbanizado, se tuvieron que crear numerosas ciudades nuevas: unas, a partir de aldeas indígenas, como Segóbriga (en Cuenca); otras como colonias para asentamiento de veteranos del ejército, como Emerita Augusta (Mérida); e incluso, algunas como resultado del desarrollo de un campamento militar permanente, como León, cuyo nombre deriva de la Legio VII Gemina allí establecida.

  • Pero la Guardia Civil y el ejército limitaron su capacidad de actuación a determinadas zonas rurales.

  • Pero la identi fi cación del pretendiente carlista con el más estricto absolutismo del Antiguo Régimen empujó a los defensores del trono de Isabel II a buscar apoyo en los liberales, que eran numerosos en el ejército, en especial entre los cargos altos e intermedios.

  • Por otra parte, se creó la Guardia de Asalto, como cuerpo adepto a la República, para mantener el orden público, sustituyendo al ejército en esta función.

  • Por tanto, la reforma del Ejército se convirtió en un asunto prioritario, de cuyo cometido se encargó una de las fi guras más destacadas de la Segunda República, Manuel Azaña, que asumió el Ministerio de la Guerra en el gobierno provisional y lo retuvo también, junto con la presidencia, en el primer gobierno constitucional.

  • Por tal motivo, los comunistas ocuparon los puestos clave del ejército.

  • Roma pasó por un período de falta de liderazgo que provocó el colapso de las instituciones políticas, el debilitamiento del ejército y la inestabilidad económica.

  • Se confiscaron las propiedades de la Iglesia, se destruyeron los libros cristianos y los soldados cristianos tuvieron que abandonar el ejército.

  • Se decidió entonces enviar un cuerpo de ejército que incluía también a reservistas.

  • Se extendía, por tanto, el clima de violencia y enfrentamiento entre izquierdas y derechas : a La derecha conspiraba y buscaba el apoyo del ejército para frenar la revolución social, mientras que el terrorismo de extrema derecha –los pistoleros de Falange–, siguiendo el modelo del fascismo italiano, se dedicaba a la desestabilización mediante atentados contra locales y líderes de la izquierda.

  • Se pretendía con esta medida alejar de las armas a un número importante de militares monárquicos y, al mismo tiempo, disminuir el excesivo número de o fi ciales que tenía en sus fi las el ejército español.

  • Si era necesario, también podían ser movilizados por el ejército.

  • Sin embargo, en este caso, el gobierno se limitó a declarar inconstitucionales la Asamblea y sus pretensiones, y el movimiento se fue disolviendo en los meses siguientes, debido a tres circunstancias: a La falta de apoyo de las Juntas Militares de Defensa, que se negaron a colaborar con catalanistas, republicanos y socialistas, con los que el ejército simpatizaba poco.

  • Sin embargo, la República carecía de fuerzas su fi cientes y de capacidad de control, pues gran parte de la policía, de la Guardia Civil y de los mandos del ejército se había pasado al bando rebelde.

  • Solo a partir de esa edad podían hacer vida familiar y ejercer cargos políticos, aunque quedaban al servicio activo del ejército hasta los sesenta años.

  • Su objetivo era restablecer el orden y envió al ejército para que sofocara el movimiento cantonalista.

  • También emprendió reformas en la educación, la administración de justicia y el ejército, que adquirió un carácter más profesional y al servicio del Estado.

  • Y un tercer rasgo fue el resurgimiento del protagonismo de los militares, favorecido por el acentuado espíritu castrense del monarca, que tendía a favorecer al ejército siempre que había un con fl icto entre este y el poder civil.

  • Y como, finalmente, los gastos ocasionados por el ejército permanente llegan a hacer la paz aún más intolerable que una guerra corta, acaban por ser ellos mismos la causa de agresiones, cuyo fin no es otro que librar al país de la pesadumbre de los gastos militares».