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17 oraciones y frases con duque

Las oraciones con duque que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar duque en una frase. Se trata de ejemplos con duque gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar duque en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • Aunque el robot llevaba armadura de soldado, su propósito era entretener a los invitados en las fiestas de su mecenas, Ludovico Sforza, duque de Milán.

  • De esta forma se consiguió en gran medida la monarquía unitaria a la que había aspirado el conde duque de Olivares en la centuria anterior; aunque se mantuvieron los fueros e instituciones vascos y navarros, por la fi delidad de estos territorios al bando borbónico durante la Guerra de Sucesión.

  • El huevo de avestruz suspendido del techo del ábside ha sido objeto de diversas interpretaciones, que lo relacionan, por su simbolismo, con el nacimiento de Jesús o del hijo del duque (fue por esos años), e incluso con el emblema de los Montefeltro.

  • El valido de Felipe III fue el duque de Lerma, político mediocre y de una ambición desmesurada, que retiró de todos los cargos relevantes a sus anteriores titulares para colocar en ellos a sus parientes y amigos.

  • En consecuencia, los validos y hombres fuertes se sucedieron en el poder –Nithard, Valenzuela, don Juan José de Austria, el duque de Medinaceli, el conde de Oropesa–, en un clima creciente de inestabilidad política, que se agudizó al fi nal del reinado, cuando se planteó el problema sucesorio.

  • En este caso, el nuevo favorito fue el conde duque de Olivares .

  • En este caso, figuran además cuatro ángeles y el donante (Federico de Montefeltro, duque de Urbino), arrodillado y de perfil, a la derecha y en primer plano, con la armadura propia de su actividad como condotiero.

  • Finalmente, propuso como candidato a Amadeo de Saboya, duque de Aosta e hijo del rey de Italia.

  • Fue el mejor escultor de su época y entre sus obras sobresale el conocido como Pozo de Moisés, destinado al centro del claustro de la Cartuja de Champmol (cerca de Dijon), construida por orden de Felipe el Atrevido, duque de Borgoña.

  • Fue realizada para el hijo del duque de Urbino y su interpretación es dudosa, aunque tal vez se trate de una alegoría del amor conyugal, como parece sugerir la presencia del perro a sus pies, símbolo de la fidelidad, y el mirto de la ventana, símbolo del amor duradero por su hoja perenne.

  • La administración territorial En el ámbito de la administración territorial, los visigodos res- petaron la división provincial romana del Bajo Imperio, aunque incorporaron algunas modi fi caciones: a Al frente de cada provincia estaba un gobernador o duque con amplias funciones civiles y militares.

  • La rebelión portuguesa tuvo desde el principio un marcado carácter nobiliario, anticastellano e independentista, que condujo a la proclamación del duque de Braganza como rey con el nombre de Juan IV .

  • Los proyectos de reforma del conde duque de Olivares El ideario del conde duque de Olivares se apoyaba en dos principios fundamentales que inspiraban todo su programa de gobierno: a La «reputación», que exigía volver a la tradición imperial de prestigio y recuperar el protagonismo en el exterior.

  • Se la conoce con diversos nombres, entre otros: Madonna del duque de Urbino; Virgen con el Niño, santos, ángeles y Federico de Montefeltro; o Pala de Brera (se expone en la Pinacoteca Brera de Milán).

  • Sin embargo, no son comparables las fi guras de Felipe IV y el conde duque de Olivares con las de sus predecesores, Felipe III y el duque de Lerma.

  • Sin embargo, antes de que la guerra diera al traste con todo, el nuevo monarca, y en particular su valido, el conde duque de Olivares, habían iniciado el reinado con un ambicioso programa de gobierno que pretendía reformar todo lo necesario para devolver a la monarquía hispánica su perdida grandeza.

  • Una de las escasas excepciones fue el Palacio del Buen Retiro de Madrid, construido para Felipe IV por su valido el Conde Duque de Olivares, del que apenas se conserva un par de edificios y sus amplios jardines, muy modificados con el paso del tiempo.