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794 oraciones y frases con dios

Las oraciones con dios que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar dios en una frase. Se trata de ejemplos con dios gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar dios en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • ¡Oh dios, a quien se le dirigen agudos gritos, Delios, sanador!

  • ¿Acaso no es el comunismo un enemigo declarado de Dios?

  • ¿Cómo Dios, que crea al hombre a su imagen y semejanza, y lo ama apasionadamente, podría reducir ese amor a tan corto espacio de tiempo como es la biografía de una persona?

  • ¿Pueden loar a Dios como los hombres?

  • ¿Tiene sentido anteponer nuestro criterio al de Dios, cuya sabiduría es infinita y que nos quiere desinteresadamente?

  • ¿Tiene sentido seguir a un Dios que murió en la cruz?

  • «—¿Pero dime: si no encontraras superior a nuestra naturaleza nada que fuera eterno e inmutable, ¿dudarías en decir que era Dios?

  • «Aunque la fe supera a la razón, no puede haber contradicción entre la fe y la ciencia, ya que ambas tienen su origen en Dios.

  • «Conocer al Dios invisible es un gran reto para el ser humano.

  • «Darse a los demás es de tal eficacia que Dios lo premia con una humildad llena de alegría» (san Josemaría Escrivá de Balaguer).

  • «De acuerdo con lo dicho, se enseña que el ente tiene concepto común unívoco a Dios y las criaturas, porque es imposible que una cosa lleve al conocimiento primero de otra cosa en sí o en el concepto simple que le es propio, como se dijo; más puesto que las criaturas llegamos a algún conocimiento de Dios según aquello que se dijo a los romanos: en las cosas invisibles, etc.».

  • «Dios era un estorbo incompatible con determinadas actitudes, era más sencillo eliminarlo.

  • «Dios está en todo por su misma esencia y existencia, y solo por eso puede saberlo todo y tener poder sobre todo.

  • «Dios quiso tanto la razón, mediante la cual podemos conocer las estructuras razonables del mundo, como quiso la fe.

  • «El hombre está llamado […] a la participación de la vida misma de Dios.

  • «El hombre que se dirige a Dios no se hace más pequeño, sino más grande, pues gracias a Dios y juntamente con él se hace grande, divino, llega a ser verdaderamente él mismo» (Benedicto XVI).

  • «En todo sistema moral de que haya tenido noticia, hasta ahora, he podido siempre observar que el autor sigue durante cierto tiempo el modo de hablar ordinario, estableciendo la existencia de Dios o realizando observaciones sobre los quehaceres humanos y, de pronto, me encuentro con la sorpresa de que, en vez de las cópulas habituales de las proposiciones: es y no es, no veo ninguna proposición que no esté conectada con un debe o un no debe .

  • «Es impresionante —añade Diego— ver que Dios está en medio de tu noviazgo, porque te ayuda a pensar las cosas, a razonarlas, a hacerte preguntas y a tener un punto de vista moral, sin ser tú la última medida de todo lo que haces.

  • «Mi vida cambió desde que Dios entró en mi corazón.

  • «Oye, Israel, Adonay es nuestro Dios, Adonay es uno.

  • «Si el hombre puede olvidar o rechazar a Dios, Dios no cesa de llamar a todo hombre a buscarlo para que viva y encuentre la dicha.

  • «Si me sucediera un día ser víctima del terrorismo, […] yo quisiera que mi comunidad, mi Iglesia, mi familia, recuerden que mi vida estaba entregada a Dios y a este país.

  • «Y Dios en la ribera...», palabras de R. Mutti.

  • A esto respondió Pelayo: «¿No has leído en las sagradas escrituras que la iglesia de Dios es comparable a un grano de mostaza y que se volverá a levantar a través de la gracia divina?

  • A diferencia de los animales, que están determinados por sus instintos, la grandeza del hombre deriva de su indeterminación, pues es él mismo quien decide libremente si se eleva con su inteligencia y es como los ángeles, hasta llegar a Dios, o si se degrada a una vida animal.

  • A diferencia del Aquinate, no fundó el derecho natural en Dios, creador de la naturaleza humana, sino en la racionalidad del hombre.

  • A Dios se accedería únicamente como un postulado, una creencia exigida por la necesidad de fundamentar la moral y dar sentido a la vida.

  • A esa causa todos la llaman Dios.

  • A eso conduce la soberbia, es decir, no contar con Dios, tratar de ser como él o intentar sustituirlo.

  • A este alguien inteligente que dirige todas las cosas lo llamamos Dios.

  • A fi rmó que hay una primera causa, Dios, que con fi rió cierta cantidad de movimiento al mundo, que se transmite de unos cuerpos a otros por contacto extrínseco.

  • A la primera cuestión respondió que la existencia de Dios es evidente en sí misma, porque, cuando decimos «Dios existe», el predicado de esta proposición se identi fi ca con el sujeto.

  • A lo largo del siglo se han sucedido intentos de construir una sociedad sin Dios que recuerdan lo que dijo Dostoyevski: «Si Dios no existe, todo está permitido».

  • A mediados del siglo XIX, este planteamiento se extendió hasta considerar que el hombre solo puede ser plenamente dueño de su destino si Dios no existe.

  • A priori / a posteriori: expresiones que, aplicadas a las pruebas de la existencia de Dios, remiten a su punto de partida.

  • A veces, la fe se presenta como un obstáculo para la convivencia, como si creer en Dios y en lo que nos ha revelado impidiera entender o respetar a los seres humanos, o como si la defensa de la verdad tuviera que unirse, necesariamente, al fanatismo, de manera que afirmásemos: «Ya que lo mío es verdad, las personas que no están conmigo viven en el error y no merecen respeto».

  • Abrir el corazón a la gracia La respuesta de María al ángel Gabriel no tiene que ver con «lo que me dejan o no me dejan hacer», sino con el asentimiento libre —activo— a la voluntad de Dios.

  • Además, en el caso hipotético de que todos entendieran lo que signi fi ca en la esencia de Dios, aún debería aceptarse que nuestra idea de la e Dios ha de existir también fuera del pensamiento, lo cual no Dio admiten los ateos.

  • Además, fe y razón no solo no se oponen, sino que se ayudan mutuamente: La razón puede alcanzar verdades naturales reveladas por Dios que preparan para la aceptación de las verdades sobrenaturales; son los llamados preámbulos de la fe.

  • Además, Avicena aportó una prueba para la existencia de Dios que in fl uiría en la tercera vía tomista: los seres posibles deben su existencia a otro, que es su causa, pero es imposible que se dé una cadena in fi nita de causas contingentes, de manera que hace falta la existencia de un ser que les otorgue la existencia y sea necesario por sí.

  • Además, como Dios es la Verdad, se ha de concluir que el entendimiento no puede conocer la Verdad, sino verdades parciales.

  • Además, Dios mismo se había encarnado y prometía la resurrección de los cuerpos.

  • Además, la idea de un Dios trascendente a la Creación nos ayuda a teorizar acerca del origen del cosmos en su totalidad, en vez de aceptarlo, sin más, como algo eterno e inmutable.

  • Afirma que, si se concibe a Dios como ser perfecto, se ha de concluir su existencia necesaria, tanto en el intelecto como en la realidad.

  • Afrontar el camino de conocer la existencia de Dios es un trabajo arduo que, además, requiere conocimientos previos.

  • Ahora bien, cada ser humano vive constantemente situaciones que son nuevas para él y en ellas es donde debe saber aplicar esos principios o ley natural general (que habla siempre de normas o bienes universales: amar a Dios y al prójimo, no mentir, etcétera).

  • Ahora bien, en el mundo contemporáneo se ha producido una desacralización: Dios se encuentra eclipsado, como han puesto de mani fi esto las fi losofías de Nietzsche, Feuerbach y Marx.

  • Ahora bien, por contraste, junto a la idea de imperfección encuentro necesariamente en mi pensamiento la de perfección, es decir, la idea de Dios.

  • Ahora bien, si Dios es la única sustancia, todo es Dios.

  • Al llamarlo Hijo de Dios, manifestamos la relación única y privilegiada, de total unidad y semejanza, entre Jesús y Dios Padre: Jesús participa en la naturaleza divina.

  • Al haber a fi rmado un mundo in fi nito semejante a Dios, algunos consideraron que sus ideas eran panteístas, pero el de Cusa a fi rmó expresamente que Dios no se identi fi caba con el universo.

  • Al librarse de Dios, se afirma, el ser humano se prepara para dejar atrás la infancia de la razón (la edad de los mitos) y empieza a vivir como un adulto.

  • Al no ser objeto de intuición, la proposición «Dios existe» no es evidente en relación a nosotros, por lo que habría que partir de las criaturas para comprobar su verdad.

  • Al ocuparse de esta cuestión, sustentó que la razón, con independencia de la fe y la teología, puede probar la existencia de Dios y alcanzar algún conocimiento de su esencia.

  • Al primer motor inmóvil todos lo llaman Dios.

  • Al responder al plan de Dios, la persona humana crece hacia su plenitud y se desvirtúa cuando se aleja de aquel.

  • Al tratar sobre la existencia real de esas tres ideas, Descartes aseguró que son cosas o sustancias : yo soy una sustancia que piensa, Dios es una sustancia in fi nita y perfecta, y el mundo de los cuerpos es una sustancia extensa.

  • Algunos se declaran agnósticos porque se niegan a enfrentarse a los compromisos que acompañan al encuentro con Dios.

  • Amarás a Adonay tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu fuerza.

  • Amor intelectual de Dios.

  • Ante el asombro y la admiración de Joe, que ha determinado irse, el sacerdote afirma que Dios no abandona a sus hijos y la Iglesia tampoco.

  • Ante esta situación, Zambrano se propuso fundamentar el retorno de Dios en El hombre y lo divino.

  • Aparecieron los grandes temas y propuestas de su pensamiento: la transmutación de los valores, la muerte de Dios, la voluntad de poder, el superhombre y el eterno retorno.

  • Aquel ser que no posee límites, que se identi fi ca con su ser, que es el caso de Dios.

  • Aquino consideró, in fl uido por el iluminismo de san Agustín, que el intelecto agente es como una luz que participa de Dios, gracias a la cual conocemos los conceptos.

  • Aquino emplea las cinco vías para probar racionalmente la existencia de Dios y elabora otros razonamientos para reflexionar sobre su esencia.

  • Aquino es universalmente reconocido por las denominadas vías tomistas, con las que argumentó racionalmente sobre la existencia de Dios.

  • Aquino explicó que se encuentra en la vida eterna, unida a Dios o alejada de él, según el comportamiento que haya conducido en la Tierra.

  • Argumento ontológico: prueba de la existencia de Dios, elaborada por san Anselmo, a partir de su esencia.

  • Argumento deontológico: prueba filosófica de la existencia de Dios que parte de la reflexión sobre la experiencia moral del deber y que, a partir de esta, se pregunta por el fundamento último de todo imperativo moral.

  • Arte y oración «Hay expresiones artísticas que son auténticos caminos hacia Dios, la Belleza suprema; más aún, son una ayuda para crecer en la relación con él, en la oración.

  • Aseveró, en cambio, que Dios ha decretado una armonía preestablecida por la que los movimientos de las mónadas se producen en perfecta armonía o sincronía entre ellos.

  • Así que el Soberano absoluto no tiene facultad de usar sin razón de su autoridad (derecho que no quiso tener el mismo Dios): por esto ha sido necesario que el poder soberano fuese absoluto, para prescribir a los súbditos todo lo que mira al interés común, y obligar a la obediencia a los que se niegan a ella.

  • Así como para los neoplatónicos todas las realidades se hallan uni fi cadas en el Uno, que es lo máximamente real, el de Cusa sostiene que en Dios convergen todas las diferencias y oposiciones que se presentan en los seres fi nitos.

  • Así creó Dios al hombre.

  • Así pues, Dios es la garantía por la que podemos saber con certeza que existen unas sustancias corpóreas, que causan en nosotros ideas sobre ellas.

  • Así pues, no hay naturaleza humana, puesto que no hay Dios para concebirla».

  • Así, concluyó en la existencia de Dios como Primer motor, como Causa primera y como Ser necesario (con estos argumentos in fl uyó en las vías de Tomás de Aquino).

  • Así, Dios no manda hacer el bien y evitar el mal con carácter universal, sino, sencillamente, ser obedecido.

  • Así, Dios se constituye en la garantía y el fundamento del ser y del conocimiento.

  • Así, eliminaba también el problema de la comunicación de las sustancias, pues si solo hay una sustancia, la divina, todo está unido en Dios y carece de sentido la pregunta sobre la relación entre cuerpo y pensamiento en el ser humano; estos no son más que atributos de Dios, que se mani fi estan en modos de ser concretos y diversos.

  • Así, es posible vivir una vida pública teniendo en cuenta lo que Dios ha querido para nosotros.

  • Así, por ejemplo, Dios —tan distante en otras religiones— se ha acercado al hombre hasta el punto de hacerse criatura en Jesucristo.

  • Así, por ejemplo, la existencia de Dios sería una verdad sobrenatural, ajena por completo a la razón.

  • Así, por ejemplo, podemos a fi rmar que Dios es inteligente y bueno en grado máximo, teniendo en cuenta que estos atributos no son más que un aspecto de la perfección in fi nita del Acto Puro que es Dios.

  • Asimismo, llama la atención el lenguaje de los gestos, en particular el de la mano de Jesús, que recuerda la de Dios creando a Adán en la Capilla Sixtina, y que se repite en la de San Pedro y en la del propio San Mateo, señalándose a sí mismo con sorpresa.

  • Asimismo, podemos alcanzar, gracias a la razón, la existencia de Dios, aunque se trate de un Dios que todavía no es el de la fe cristiana, pues este excede las fuerzas naturales del conocimiento humano.

  • Aunque consideró que este atributo solo se puede conocer por la fe, lo aplicó a la fi losofía, al sostener que Dios no necesita causas segundas para producir un efecto, ya que puede actuar directamente en el mundo creado y no tiene por qué estar sometido a unas leyes de la naturaleza.

  • Aunque el mejor camino para llegar a Dios es la Revelación, el hombre puede alcanzar por sí mismo el conocimiento de la existencia de Dios.

  • Aunque no se pretenda ofender directamente a Dios, con él se da preferencia a una criatura (una cosa, la vanidad, etc.).

  • Aunque nunca podemos alcanzar un conocimiento pleno de Dios, es posible atribuirle diversas perfecciones.

  • Aunque todas lleguen a aspectos verdaderos, ninguna lo hace como el cristianismo, tanto por la comprensión sobre qué es Dios como por el profundo valor que confiere a la dignidad del hombre.

  • Basta conocer un poco la vida de Francisco de Asís, Juan de Dios, Isabel de Hungría, Juan Bosco o Teresa de Calcuta, entre otros muchos, para ver que en ellos se encarna el ideal del cristiano.

  • Benedicto XVI, en su encíclica Dios es amor, explica los sentidos que puede tener.

  • Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

  • Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

  • Busca información sobre Albert Einstein y su teoría de la relatividad, para comentar su frase: «Dios no juega a los dados».

  • Cabe decir, por ejemplo, que Dios es sabio y que lo es en grado máximo; por consiguiente, no es sabio como los hombres, sino que es la misma sabiduría in fi nita.

  • Cada hombre ha sido llamado por Dios para realizar una misión y esta misión proporcionará sentido a su existencia.

  • Cada día le doy gracias a Dios por la vida.

  • Cada hombre ha sido llamado por Dios para llevar a cabo una misión que dé sentido a su existencia.

  • Cada templo estaba dedicado a un dios.

  • Cada uno de nosotros es responsable de sus actuaciones ante Dios y ante los demás.

  • Cada vez ganará nuevas zonas a lo que hoy parece inexplicable; pero las rayas fronterizas del saber, por muy lejos que se eleven, tendrán siempre delante un infinito mundo misterioso a cuya puerta llamará angustioso nuestro porqué, sin que nos den otra respuesta que una palabra: Dios.

  • Caos fue el primer dios, y de él nació Gea, la Tierra.

  • Caridad: virtud teologal, es decir, infundida en el alma, que capacita para amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.

  • Causa primera: causa universal del ser, a la que denominamos Dios.

  • Cierto: loan a Dios por cuanto inspiran a los hombres pensamientos en su alabanza.

  • Ciudad de Dios: ciudad formada por todos aquellos seres humanos que cimientan su vida en el amor a Dios.

  • Coincidencia de opuestos: tesis que formuló Nicolás de Cusa, según la cual, en la reflexión sobre la naturaleza de Dios, el ser humano debe abandonar el principio de no contradicción.

  • Como dice David: los cielos proclaman la majestad de Dios.

  • Como el primero, Vattimo parte también de la muerte de Dios; con respecto al segundo, rea fi rma la muerte o fi n de la metafísica.

  • Como se enseña en la Biblia, Dios ha instituido el matrimonio y la familia.

  • Como se ha indicado, las verdades eternas e inmutables no pueden provenir de nosotros mismos; solo pueden tener su origen en Dios, ya que solo él es eterno e invariable.

  • Como toda gracia, Dios no la impone, sino que nos la ofrece.

  • Como vemos, una ética sin Dios es frágil como un árbol sin raíces.

  • Con el cristianismo se perpetuó ese extrañamiento, aunque la servidumbre se trasladó al interior de la conciencia a través de la fe en Dios (antítesis).

  • Con el fi n de defender su tesis, argumentó que Dios no puede decidir crear y esperar a crear en el tiempo, pues tal espera no tendría sentido, a no ser que estuviera determinada por una causa extrínseca a él, lo cual iría en contra del ser de Dios, que no es causado y es omnipotente.

  • Con ellas, Dios nos llama a su propia Bienaventuranza y anuncia de un modo sublime el nuevo Reino que inaugura Jesús.

  • Con esto, rechazó la posibilidad de un conocimiento racional de la existencia de Dios y se adelantó en varios siglos a la crítica de la causalidad de Hume.

  • Con la desaparición de Dios, el hombre occidental se quedaba sin sentido u orientación a los que aferrarse.

  • Con la desaparición de la cultura occidental decadente y la muerte de Dios, pregonada por Zaratustra, podría surgir el hombre superior, puede crear nuevas obras de arte.

  • Con ligereza la sacra hecatombe en honor del dios colocaron seguidamente en torno del bien edificado altar y se lavaron las manos y cogieron los granos de cebada majada.

  • Con motivo de la caída de Roma, Agustín escribió su célebre obra La ciudad de Dios .

  • Con todos los suyos abdicó de la perfidia que, hasta entonces, había aprendido el pueblo de los godos de las enseñanzas de Arrio, profesando que en Dios hay unidad de tres personas, que el Hijo ha sido engendrado consustancialmente por el Padre, que el Espíritu Santo procede conjuntamente del Padre y del Hijo, que ambos no tienen más que un espíritu y, por consiguiente, no son más que uno.

  • Conclusión: cada vía termina con la a fi rmación de un aspecto de Dios en cuanto que es causa de lo creado: Motor Inmóvil, Causa Incausada, Ser Necesario, etcétera.

  • Consideró que hay tres ideas trascendentales, que se corresponden con los objetos de la metafísica racionalista: yo, mundo y Dios.

  • Contamos con unas «instrucciones de uso», mediante los Mandamientos y unas actitudes de fondo (sobre todo, la primacía del amor hacia Dios y el prójimo), que nunca son una represión de la felicidad, sino que permiten al sujeto crecer como persona.

  • Contemporáneamente, algunos físicos de fi enden sus teorías acerca del origen del universo con la intención de evitar la intervención de un Dios creador.

  • Conversión: movimiento del corazón contrito por el que, atraídos y ayudados por la gracia, decidimos responder al amor misericordioso de Dios que nos ha amado primero.

  • Convive entremezclada en la historia humana con la ciudad de Dios.

  • Creación: en su sentido más radical, significa ‘la acción mediante la cual Dios otorga el ser a las cosas de la nada’, esto es, sin partir de algo dado de antemano.

  • Cree en un Dios natural, que devora y reclama ser alimentado.

  • Creen en un solo Dios, Alá, de quien Mahoma es el único profeta.

  • Creen que el ser humano se ha creado a imagen y semejanza de Dios, de manera que, en sí mismo, es un ser dotado de una dignidad sagrada.

  • Creer requiere la luz de la inteligencia y, cuando se cree, esa luz crece hasta alcanzar a Dios: la fe expande las posibilidades del conocimiento y, en consecuencia, nos hace más libres.

  • Crítica de las ideas metafísicas Como consecuencia de la crítica al principio de causalidad, Hume rechazó las ideas de la metafísica, frente a Descartes y Locke, que habían admitido la realidad de las sustancias —yo, Dios, cosas extensas— utilizando ese principio.

  • Cuando el dios Osiris volvió, Seth dio una gran fiesta de bienvenida y lanzó un desafío a los invitados: regalaría un cofre a quien cupiera en él sin dificultad.

  • Cuando Mitra llegó a la cueva, un cuervo enviado por el sol lo avisó de que tenía que sacrificar el buey, y el dios, sujetándolo, le clavó el cuchillo en el flanco.

  • Cuando quien revela es Dios, nos encontramos ante la fe sobrenatural.

  • Cuando se dice que Dios existe necesariamente a partir de la idea de ser perfectísimo, se está utilizando la categoría de existencia sin ningún contacto con la experiencia, de forma que también se podría a fi rmar lo contrario sin incurrir en contradicción.

  • Cupido, el Amor, es el que mueve ese mundo, y Mercurio, al despejar las nubes, tal vez nos dirige la mirada hacia Dios, como fuente de toda belleza.

  • De entre estos males, hay algunos (como el dolor) a los que el hombre no encuentra sentido; esto se debe a que no puede adentrarse en la lógica de Dios.

  • De hecho, quien creyese no necesitar a la sociedad sería una bestia o un dios, pero no un ser humano; este solo puede desarrollar sus capacidades y alcanzar los bienes más elevados dentro de ella.

  • De ahí la importancia de rezar unidos como asamblea y Pueblo de Dios, especialmente en las celebraciones litúrgicas.

  • De ahí la importancia de que esta moral pública esté fundamentada, no en la mera voluntad de los seres humanos, sino en la naturaleza humana y en Dios, su Creador.

  • De esta forma quedaba patente la estrecha vinculación existente en el Imperio Bizantino entre el poder espiritual de la Iglesia y el político de los emperadores, que afirmaban serlo «por la gracia de Dios» y se consideraban iguales a los apóstoles y representantes de Dios en la tierra.

  • De este modo, frente al concepto feudal del rey como señor de vasallos –lo que implicaba una reciprocidad de compromisos y obligaciones entre uno y otros–, se fue imponiendo en Castilla la doctrina del rey como soberano de súbditos, según la cual el reino debía estar subordinado a la autoridad ilimitada e independiente del monarca, que solo era responsable de sus actos ante Dios.

  • De este modo, no solo la España Ulterior, sino también la Citerior, hasta Zaragoza, antiquísima y floreciente ciudad, abierta ya por manifiesto juicio de Dios, la despobló con la espada, el hambre y el cautiverio; destruyó, quemándolas con el fuego, las bellezas ciudadanas; envió a la cruz a los señores y poderosos del siglo, y descuartizó con los puñales a los jóvenes y pequeños.

  • De este modo, para conocer a Dios, hemos de abandonar el principio de no contradicción.

  • De este modo, se descubre que los Mandamientos son expresión de la sabiduría y del amor de Dios.

  • De hecho, a fi rmó esta autora, Dios sigue siendo un ser desconocido.

  • De hecho, si cada realidad es algo y obra de algún modo, se debe al poder omnímodo de Dios.

  • De la misma manera, si se demuestra la existencia de Dios por vías estrictamente racionales, no es necesario creer que Dios exista: sabemos que existe.

  • De manera que solo quedaba que hubiese sido puesta en mí por una naturaleza que fuera verdaderamente más perfecta de lo que yo lo era e incluso que tuviese en sí todas las perfecciones de que yo pudiera tener alguna idea, es decir, para explicarme con una palabra, que fuera Dios».

  • De repente, una sencilla oración afloró de sus labios: «Por favor, Dios, ayúdame».

  • De ser imagen de Dios.

  • De todas estas circunstancias económicas, sociales y culturales derivó una nueva visión del mundo más optimista, que se tradujo en un paulatino cambio de actitudes: se recuperó el gusto por la vida y sus detalles agradables, frente al estricto rechazo de lo mundano característico del Románico; y se despertó un mayor interés por la naturaleza y el hombre, que empezaron a ser observados también como creaciones bellas de Dios, en concordancia con la nueva espiritualidad de los franciscanos.

  • Debe haber, por tanto, una causa de que existan, un Creador, Dios, que sea por sí mismo, sin causa, necesario.

  • Debemos vivir con sobriedad, pero también ser generosos hasta el final, con los demás y con Dios.

  • Decálogo: resumen de los principales contenidos de la ley moral natural, inscrita por Dios en el alma de todos los hombres y que él quiso revelar para protegernos de la ceguera de nuestro propio corazón.

  • Decimos «creo» acerca de una realidad, Dios, que no aparece ni aparecerá nunca en el campo visual humano.

  • Deísmo: doctrina que contempla a Dios como un ser superior, con una voluntad libre y omnipotente, que ha creado el mundo pero no es providente, porque se despreocupa de él.

  • Del nombre del dios Pan viene el sustantivo pánico, un gran miedo sufrido súbitamente.

  • Descartes no se detuvo a analizar la esencia divina, ya que los atributos esenciales que de fi nen a Dios son muy claros: la perfección y la in fi nitud.

  • Desde este punto de vista, no es necesario creer en Dios, por la sola razón de que sabemos que existe.

  • Desde el diálogo con Dios, cada uno debía decidir si permanecería o no en el monasterio.

  • Desde el punto de vista de la relación de los personajes entre sí, la composición es unitaria y cerrada, en torno a la figura del dios; y en cuanto a su disposición en el espacio, es una composición en profundidad, ya que se distribuyen en un continuo hacia el fondo.

  • Desde entonces, fue venerado como un dios viviente y se le consagraron altares y templos.

  • Desde la perspectiva cristiana, la clave del mundo es el don, pues todo —empezando por nuestra propia existencia— es un regalo que Dios podría no habernos dado y que no nos merecemos.

  • Desechar alguna de sus verdades sería lo mismo que negar la sabiduría de Dios.

  • Después de muchos rodeos por el Mediterráneo y de una estancia en Cartago, Eneas remontó el río Tíber hasta el lugar donde moraba el dios Saturno.

  • Dios mira a cada ser humano y lo ama como si fuera la única criatura de la Tierra.

  • Dios creó al hombre a imagen suya, lo creó a imagen de Dios, creó al hombre y a la mujer.

  • Dios eligió a una joven sencilla, María de Nazaret, para ser Madre del Salvador del mundo.

  • Dios es el ser trascendente, fundamento causal del que depende la realidad y fundamento mismo de la causalidad, porque «hace que las cosas hagan».

  • Dios es para Marx, siguiendo a Feuerbach, un ser imaginario en el que los hombres proyectan atributos que solo les pertenecen a ellos, pero de los que se encuentran desposeídos.

  • Dios ha dado el primer paso en este movimiento del amor: creó todas las cosas de la nada —especialmente, al ser humano— y las mantiene en el ser por pura generosidad.

  • Dios ha querido revelarse para que se puedan conocer, mediante la fe, las verdades necesarias para nuestra Salvación: tanto las que podrían alcanzarse únicamente con la razón (por ejemplo, su existencia), como aquellas que pertenecen por completo al ámbito sobrenatural y que la razón no puede conocer en ningún caso (la Trinidad, la Encarnación, etcétera).

  • Dios llama a todos los seres humanos a su encuentro.

  • Dios los bendijo diciéndoles: –Sed fecundos y multiplicaos, llenad la tierra y dominadla, someted a los pecea.

  • Dios me hizo creativo y colaborador suyo.

  • Dios no quiere un tipo de acciones por el hecho de que sean buenas en sí mismas, sino que son buenas porque Dios las quiere.

  • Dios no ve la explotación como si fuese algo natural.

  • Dios nos salva de este anonimato, pues en él los seres humanos descubrimos que nada es fruto del azar, que todo tiene una razón profunda en su amor eterno.

  • Dios prohíbe que lo odiemos, pero podría mandarnos que lo odiáramos, en cuyo caso le agradaríamos y actuaríamos bien.

  • Dios puede hacer todo menos lo contradictorio.

  • Dios quiere que el hombre lo ame libremente.

  • Dios respeta el orden que ha establecido en el universo, aunque es libre de poder actuar de otra manera.

  • Dios sabe si esto es realmente cierto; en todo caso, lo que a mí me parece es que lo que dentro de lo cognoscible se ve al final, y con dificultad, es la idea del Bien.

  • Dios se debía eliminar para que el ser humano pudiera ser legislador y creador de valores.

  • Dios se revela directamente al hombre como «lo totalmente otro», en relación a las restantes manifestaciones de lo sagrado.

  • Dios sería la mónada suprema, mónada de las mónadas, de la que derivan todas las demás que componen el universo.

  • Dios, sin embargo, ha querido ayudarnos mediante la Revelación del Decálogo.

  • Dios, para un cristiano, es el arte por esencia, porque ha creado todo de la nada, porque ha donado la belleza y la bondad del mundo, porque él mismo es lo más bello y atractivo que puede existir.

  • Dios, por tanto, manda seguir la recta razón, pero ¿podría Dios decretar algo contrario a ella?

  • Dios, que es nuestro Padre, conoce la debilidad humana y anhela la conversión del pecador.

  • Dios, que se encuentra ausente en el planteamiento fi losó fi co contemporáneo.

  • Dios: causa primera y creadora de todo lo que existe.

  • Distinguiendo entre los seres finitos y el ser infinito, el de Cusa sostuvo que, debido a la perfección de Dios, en él se debe superar toda contradicción y oposición.

  • Distinguió entre fin último en cuanto a su objeto o contenido, que es Dios mismo, y fin último en cuanto a su posesión, que es la Bienaventuranza o felicidad.

  • Distinguió entre poder absoluto, consistente en que nada se escapa al poder de Dios, y poder ordenado, por cuanto que Dios respeta el orden que ha introducido en la Creación, aunque sea libre de modificarlo.

  • Don: bien natural o sobrenatural que los cristianos recibimos de Dios.

  • Ecología medioambiental «Cultivar y custodiar la Creación es una indicación de Dios dada no solo al inicio de la historia, sino a cada uno de nosotros; es parte de su proyecto; quiere decir hacer crecer el mundo con responsabilidad, transformarlo para que sea un jardín, un lugar habitable para todos.

  • Edicto de ‘Abd al-‘Aziz ibn Musa ibn Nusair a Tudmir ibn Abdush [Teodomiro, descendiente de godos]. Este último obtiene la paz y recibe la promesa, bajo la garantía de Dios y su Profeta, de que su situación y la de su pueblo no se alterará; de que sus súbditos no serán muertos, ni hechos prisione- ros, ni separados de sus esposas e hijos; de que no se les impedirá la práctica de su religión, y de que sus iglesias no serán quemadas ni desposeídas de los objetos de culto que hay en ellas; todo ello mientras satisfaga las obligaciones que le imponemos.

  • Ejemplarismo: doctrina que propuso san Agustín y que se inspira en la teoría de las ideas de Platón, según la cual las esencias de las cosas, fuente de su ser y su verdad, se encuentran como modelos o ejemplares en la mente de Dios antes de la Creación, y no se distinguen de él.

  • Ejemplos de esta clase de verdades serían la Creación del mundo y la existencia de Dios.

  • El artista puede convertirse en un colaborador directísimo de Dios, en la medida en que la obra de sus manos es capaz de desvelar la santidad, trascendencia y belleza del mismo Dios.

  • El hombre es naturalmente capaz de Dios, pero también puede decidir darle la espalda.

  • El tema del Juicio Final fue muy frecuente en los tímpanos de las portadas occidentales del Románico, por razones tanto simbólicas como propagandísticas: el occidente se identifica con el ocaso y el fin del día, y por extensión con la muerte y el fin del mundo; por otra parte, la portada occidental comunica el mundo exterior, asociado a la oscuridad del pecado, con el interior del templo, que conduce al creyente hacia la cabecera oriental, por donde surge la luz de Dios.

  • El templo romano, al contrario de la iglesia cristiana, únicamente servía para guardar la estatua del dios; no se entraba en él.

  • El agnosticismo Esta corriente no niega que Dios exista, sino solo la validez de cualquier demostración teórica, sea a favor o en contra.

  • El amor hacia los desfavorecidos exige que el cristiano viva el desprendimiento, ya que la virtud de la pobreza libera el corazón del hombre para que pueda amar más a Dios y a sus semejantes.

  • El arte gótico (siglos xiii xvi ) fue la manifestación de una nueva visión del mundo más optimista y de un nuevo espíritu religioso más amable, con un creciente interés por la naturaleza y el hombre como creaciones bellas de Dios.

  • El arte puede entenderse como una manera muy especial de colaborar en la tarea creativa de Dios y en su deseo de que lo ayudemos a ejercer «un dominio creativo sobre el universo que lo rodea.

  • El ateísmo Es la doctrina que niega la existencia de Dios y, particularmente, de un ser personal, libre e inteligente que rija el mundo.

  • El ateísmo práctico A menudo, el agnosticismo responde a una postura honrada de desconocimiento y «puede contener a veces una cierta búsqueda de Dios, pero puede igualmente representar un indiferentismo, una huida ante la cuestión última de la existencia y una pereza de la conciencia moral.

  • El ateísmo sostiene que Dios no existe.

  • El concepto de creación hace pensar inevitablemente en un Dios, esto es, en un Creador.

  • El conocimiento racional procede de la contraposición dialéctica de a fi rmaciones y negaciones, mientras que el conocimiento del intelecto niega estas oposiciones y llega a una síntesis o unidad que se aproxima al conocimiento de Dios, esto es, a la identidad de los opuestos.

  • El cosmos, para el de Cusa, es como una explicación del Dios oculto, una imagen del infinito Absoluto.

  • El cristianismo, con su defensa de la dignidad intrínseca del ser humano y de la igualdad de todos los hombres como hijos de Dios, constituye el fundamento de los grandes ideales de justicia, igualdad y fraternidad.

  • El cristiano añade otro interrogante más: ¿qué quiere Dios de mí?

  • El cristiano debe cuidar el «silencio interior», un recogimiento que lo lleve a la intimidad con Dios: desde el ruido no se puede rezar.

  • El cristiano no distingue entre creer en Dios y creer en Jesucristo.

  • El cristiano no tiene miedo a la ciencia, ya que tanto la fe como la razón vienen de Dios.

  • El cristiano sabe que Dios solo quiere lo mejor para sus hijos y que podrá ver «el otro lado del tapiz», en el que no se encontrarán los nudos, sino una obra bella que él «teje» con la respuesta libre de cada uno.

  • El cuadro representa el momento en que Apolo informa a Vulcano, dios herrero y aquejado de cojera, de los amores adúlteros de Venus, su esposa, con Marte, el dios de la guerra, provocando la sorpresa en todos los presentes.

  • El culto a Mitra era originario de Persia y la India, Según el mito, el dios Mitra nació cerca de una fuente sagrada, bajo un árbol sagrado y una roca.

  • El de Aquino considera que el argumento ontológico de san Anselmo no es válido para probar la existencia de Dios, ya que presupone que podemos alcanzar un conocimiento perfecto de la esencia divina, cosa que nuestra razón, por ser limitada, no puede obtener.

  • El de Hipona consideró que todos los nombres que se atribuyen a Dios son insu fi cientes para entender su esencia.

  • El deseo de Dios se encuentra en todo ser humano, a pesar de que una persona se aleje de él o lo rechace.

  • El dios griego nada tiene que ver con nuestro Dios cristiano, que ofrece y pide amor, no miedo ni sumisión.

  • El dios lo cogió por las patas traseras y se lo cargó a la espalda; se lo llevó vivo, soportando muchos sufrimientos, hasta su cueva.

  • El dios no es bueno, es cruel».

  • El dolor, en definitiva, encuentra respuesta en un Dios que asume todo el sufrimiento humano y, tras su muerte en la cruz siendo inocente, resucita, con lo que da una respuesta definitiva al problema de la muerte.

  • El eclipse de Dios.

  • El empirismo más radical —como sería el de Hume— coincidiría con Ockham en negar el principio de causalidad, la existencia de sustancias fuera de la mente y la posibilidad de un conocimiento racional de Dios.

  • El fundamento del poder político Ockham sostuvo que el poder imperial tiene su fundamento en Dios, pero a través de unos electores que representan al pueblo y sin la mediación del poder espiritual del Papa.

  • El hecho de ser un sujeto libre, introduce al ser humano en la vida moral por medio del conocimiento de la ley de Dios y del juicio de su propia conciencia.

  • El hecho es que Dios, aunque hubiera podido instaurar en la realidad un orden diverso, respeta el que ha establecido mediante su poder ordenado.

  • El Hijo de Dios Altísimo se quitó la túnica, se agachó delante de cada discípulo y le lavó los pies.

  • El hombre es el único ser al que Dios ha querido por sí mismo.

  • El hombre es un ser religioso en cuyo corazón reside un gran deseo de Dios.

  • El hombre realiza actos buenos si su voluntad libre obedece lo que manda o prohíbe la voluntad de Dios; en caso contrario, sus actos serán malos.

  • El intelectual posmoderno se opone, por ello, no solo a la idea de Dios, sino también a la de razón o progreso.

  • El islamismo se basa en la existencia de un solo Dios, Alá, cuyo único profeta es Mahoma.

  • El judaísmo defiende la fidelidad a un Dios único, Yahvé.

  • El Magisterio de la Iglesia afirma que su mensaje es verdadero y no una opinión más en el «mercado de las religiones»: lo ha recibido de Dios, que no puede engañarse ni engañarnos.

  • El matrimonio, unión de un hombre y una mujer, y la familia, ordenados por Dios, tienen como fin el bien de los esposos, así como también la procreación y la educación de los hijos.

  • El nombre Jesús significa ‘Dios salva’.

  • El núcleo central o espacio interior del templo, que podía tener hasta tres estancias: la naos –o cella, como la denominaban los romanos–, sala principal que albergaba la estatua del dios; el pronaos, pórtico que la precedía; y el opistodomos, sala añadida al otro lado de la naos para dar un carácter simétrico al edificio y utilizado en ocasiones para guardar el tesoro o los objetos de culto.

  • El ocio es un espacio festivo y un tiempo propicio de reencuentro con Dios y nuestro prójimo.

  • El oráculo de Delfos, que permitía preguntar al dios Apolo, fue el más célebre de la Antigüedad.

  • El oráculo de Delfos, que permitía preguntar al dios Apolo, era uno d los más célebres de la Antigüedad.

  • El Padre Nuestro es la oración cristiana por excelencia, porque contiene todo lo que podemos y debemos pedir a Dios.

  • El panel de la imagen inferior, por ejemplo, es el que inicia el ciclo y en él aparecen cinco episodios que por orden cronológico son: la creación del mundo por Dios, la creación de Adán, la creación de Eva, el pecado original, y la expulsión del Paraíso.

  • El pecado es toda palabra, acto o deseo contrarios a la ley de Dios.

  • El pecado, por el cual perdemos el mayor de los dones que recibimos de Dios: la caridad.

  • El pensamiento cristiano que estaba in fl uido por el aristotelismo árabe parecía poner en peligro la fe en la omnipotencia y la libertad de Dios.

  • El profeta se había dirigido al monte Sinaí para recibir de Dios las Tablas de la Ley.

  • El que no cree en Dios no es un hombre libre o autosuficiente, sino un creador de ídolos…, empezando por el yo-ego.

  • El resultado fi nal de la Crítica de la razón pura fue el establecimiento de los límites del conocimiento en su uso teórico, para hacer posible la investigación de su uso práctico, donde reaparecerían algunas ideas metafísicas (yo y Dios) como condición de posibilidad del obrar moral.

  • El santuario o sala de la barca, donde se hallaba la estatua del dios, que se sacaba en procesión sobre una barca en los días de su festividad.

  • El ser humano, cuando escucha la conciencia moral, puede sentir la voz de Dios que le habla.

  • El ser humano, hecho a imagen y semejanza de Dios, se caracteriza por su inteligencia, por el dominio que tiene sobre sí mismo y por su libertad.

  • El ser perfecto, Dios, no permitiría que ese genio me engañase ni que yo confundiera mis ideas con imaginaciones o sueños.

  • El tema de la Asunción de María se representa mediante una composición dividida en tres niveles claramente diferenciados: en el inferior, los apóstoles, dispuestos en círculo, contemplan el ascenso a los cielos de la Virgen en el central, esta dirige sus brazos y su mirada hacia el cielo mientras se eleva sobre nubes y rodeada de ángeles en el superior, Dios se prepara para recibirla.

  • El tema representado es Hermes tendiendo un racimo de uvas a un recién nacido Dioniso, dios del vino.

  • El trabajo de Lemaître manifiesta que una cultura y una inteligencia formadas en la fe en Dios resultan fructíferas a la hora de percibir el orden del universo.

  • El universo, en su conjunto, pone de mani fi esto a Dios ya que, al ser uno, no está limitado espacialmente por ningún otro universo ni está determinado temporalmente; es, por lo tanto, in fi nito.

  • El verdadero mal es el moral, que consiste en la actuación voluntaria del ser humano en contra de la ley de Dios.

  • El yo y las cosas extensas son sustancias, porque no necesitan ninguna otra cosa, a excepción de Dios.

  • Eliminada la fe en Dios, solo queda creer en el eterno retorno.

  • Emitimos un juicio de identidad, del tipo «A es igual a A», pues no hay distinción entre Dios y el ser, de tal manera que a fi rmar «Dios no existe» encerraría una contradicción en los términos.

  • En cambio, en la tradición judeocristiana, en el relato del Génesis, cada día de la Creación termina con un meditación budista se diferencia de la oración cristiana en que la segunda aspira a fomentar una relación interpersonal entre Dios y el que reza.

  • En estos pequeños gestos de entrega experimentamos algo misterioso: que darse a los demás es de tal eficacia que Dios lo premia con una profunda alegría, que salimos ganando cuando nos entregamos al prójimo.

  • En Jesús, Dios se da a los hombres de tal modo que él mismo se hace hombre, uno de nosotros, para mostrarnos el amor divino a través de palabras y gestos humanos que podamos comprender.

  • En la tradición cristiana de Occidente, llamamos jaculatorias a las oraciones vocales breves que, a modo de piropos, ayudan a vivir en presencia de Dios.

  • En ciertos casos, se resiste a negar a Dios; al contrario, postula la existencia de un ser trascendente que no podría revelarse y del que nadie podría decir nada.

  • En conclusión, el ocio no es un tiempo vacío de actividad: es el momento de darnos más intensamente a Dios y a los otros.

  • En conclusión, la novedad cristiana es la primacía del amor de Dios y el mayor fracaso del hombre es el egoísmo o el individualismo.

  • En consecuencia, Dios ha prohibido numerosas acciones, como el robo, la mentira o el adulterio; no obstante, si prescribiese realizar esas acciones, entonces serían buenas y meritorias.

  • En consecuencia, Dios también.

  • En cuanto a el origen del alma, a fi rmó que Dios crea cada alma humana individualmente y que no preexiste al cuerpo, en contra de la tesis platónica; tampoco aceptó que sea engendrada por los padres (traducianismo), ya que algo espiritual no puede proceder de lo material.

  • En cuanto a la existencia de Dios, señaló que el hombre virtuoso debe ser digno de ser feliz, pero no tiene los medios para conseguir la unión de moralidad y felicidad, porque la felicidad depende de causas ajenas a su voluntad.

  • En definitiva, el éxito o el fracaso de la vida moral se miden por el amor a Dios y al prójimo.

  • En definitiva, estudia a Dios en cuanto causa y fundamento de todo lo que es.

  • En Dios se identi fi can su esencia y su acto de ser.

  • En efecto, Descartes se propuso probar con demostraciones ciertas y evidentes la existencia de Dios fuera de nuestra mente.

  • En el fondo, es darnos cuenta de que nuestro entendimiento es eterno, ya que es parte del entendimiento in fi nito de Dios y concibe las cosas como él las concibe.

  • En el Antiguo Testamento, esta denominación designaba una relación especial entre Dios y algún hombre, o con el mismo pueblo de Israel, y tenía el sentido de filiación adoptiva.

  • En el atrio de la casa se construía una pequeña capilla llamada lararium, donde estaba el fuego de la casa y se depositaban pequeñas figuras de fango o cera que representaban al dios del hogar ( lar familiaris ) y los dos dioses de la despensa ( penates ).

  • En el central, más ancho, más alto y el único con tímpano, se concentran los mejores relieves: En el tímpano, la Visión apocalíptica de Cristo, con los cuatro evangelistas (tetramorfos), ángeles con los atributos de la pasión (la columna, la cruz, la corona de espinas, etc.) y una multitud de figuras en representación de los justos que participan de la gloria de Dios.

  • En el Medievo, la perspectiva dominante era la metafísica; es decir, pretendía una visión armónica que incluía a Dios, al hombre y al cosmos.

  • En el Nuevo Testamento, generalmente se designa a Dios Padre, pero también a Jesús.

  • En el parteluz es frecuente la representación de la Virgen como madre de Dios, de pie y con el Niño en el brazo izquierdo, según el modelo bizantino de la Odigitria .

  • En el período de formación moral, aparece la voz de la conciencia, que es un sentimiento interior que nos hace semejantes a Dios.

  • En el terreno de la metafísica, las ideas aristotélicas tuvieron gran impacto en Tomás de Aquino, quien las empleó para argumentar racionalmente la existencia de Dios y el ser de las criaturas, mostrando un mundo en armonía con la fe.

  • En ellas, Jesús habla de Dios como Padre Misericordioso y del Reino como un gran banquete al que están invitados todos, especialmente los pecadores y pobres, a los que llama a la conversión.

  • En ellos se hace presente la bondad de Dios.

  • En ellos se vislumbra la grandeza que tiene, a los ojos de Dios, lo pequeño y lo humilde.

  • En ese sentido eran normales las representaciones de Jesús bajo la apariencia de algunos dioses, héroes o tipos clásicos, como Hércules liberador del mal en el mundo, o como Buen Pastor, protector y salvador de almas, cuyo precedente era la figura del dios Mercurio en su faceta de guardián de los rebaños.

  • En esta línea, Duns Scoto fundó los preceptos morales en la voluntad libre de Dios y no en la razón divina.

  • En esta tarea, los esposos han de conocer qué les está pidiendo Dios y cómo es la situación personal de cada esposo y de la familia.

  • En este sentido, Lutero representaba el espíritu de su época cuando propuso prescindir de la mediación de la Iglesia y que fuera el individuo el que se relacionase directamente con Dios.

  • En este, por tanto, no se contempla la posibilidad de una relación personal con Dios.

  • En Israel, los hombres elegidos por Dios (los reyes, los sacerdotes y los profetas) eran ungidos con aceite como signo de bendición divina.

  • En Jesús se cumplen las promesas de Dios: es el Cristo, el Mesías en el que se realiza la Nueva Alianza entre Dios y los seres humanos.

  • En La gaya ciencia afirma, por ejemplo, que la muerte de Dios es una liberación que conduce hacia el horror total, pues ya no hay «arriba ni abajo», ya no hay fundamento ni referencias.

  • En la medida en que es perfecto Dios y perfecto hombre, Cristo es el modelo pleno de lo que es el ser humano.

  • En la moneda, Alejandro lleva los cuernos de carnero del dios egipcio Amón.

  • En la segunda escena, los astronautas han bajado a Marte, pero el vehículo se ¿Qué ha podido llevar al científico de la primera escena a buscar a Dios? ¿Qué vías tenemos para conocer a Dios? ¿La fe en Dios es el camino más fácil, como afirma el biólogo en la segunda escena?

  • En la tabla izquierda se representa la creación de Adán y Eva por Dios, en un paisaje dominado por la Fuente de la Vida.

  • En la vida pública tenemos que comportarnos como hijos de Dios, en coherencia con lo que creemos, participando en los asuntos públicos en igualdad y libertad para construir entre todos una sociedad cada vez más justa.

  • En medio de la discusión quedaron sumidos en un milagroso sueño que los mantuvo dormidos durante cuarenta y cinco días, hasta que San Hugo acudió a visitarlos (momento del cuadro) y pudo contemplar cómo se despertaban y la carne de los platos se convertía en ceniza, lo que sin duda significaba que Dios aprobaba la abstinencia de los monjes.

  • En muchos ámbitos de nuestra cultura se piensa, se actúa y se vive como si Dios no existiera.

  • En ocasiones, se ha afirmado que la fe (al sostener que conoce la verdad sobre Dios, el hombre y el mundo) se constituye en un obstáculo para la libre investigación del universo, en un freno para el progreso del dominio de la naturaleza e, incluso, para la organización democrática de la sociedad.

  • En ordenar la sexualidad a las metas que nos imponemos mediante la razón: un proyecto vital, el respeto a la persona amada y el deseo de cooperar con Dios.

  • En primer lugar, cuando el insensato oye al creyente decir que Dios es un ser mayor que el cual nada se puede pensar, conoce el signifi cado de lo que está escuchando y, por eso, tiene que admitir que existe en su intelecto una idea sobre el ser máximamente perfecto.

  • En realidad, el creyente no tiene ningún problema en decir que precisamente es ese el designio creador de Dios.

  • En realidad, el superhombre y la voluntad de poder se podrían interpretar como sustitutos de Dios.

  • En realidad, ocurre justo lo contrario: la fe en Dios es un estímulo para comprender la grandeza de Dios a través de sus obras, impulsa a trabajar para los demás y confía en las posibilidades del conocimiento humano.

  • En su búsqueda de tal criterio, el pensador escocés aplicó el método experimental y concluyó que ni la idea de Dios, ni las verdades eternas, ni unas supuestas normas universales constituyen la regla para discernir entre la virtud y el vicio.

  • En su hombro apoya la muleta y en su mano izquierda lleva un papel en el que se lee en latín Da mihi elimosinam propter amorem Dei (dame una limosna por amor de Dios).

  • En todos ellos se pueden apreciar los siguientes rasgos característicos: La desnudez, reservada a los atletas y a Apolo, su dios protector.

  • En último término, el hombre niega a Dios porque supone que le resta autonomía y libertad.

  • En un principio, se reconocía a ese poder absoluto del rey un límite: las leyes de Dios y de la naturaleza, de las que se derivaban algunas normas de derecho natural.

  • Entonces ofrecía un sacrificio al dios, con una ceremonia presidida por dos sacerdotes y sus ayudantes.

  • Entre las cuestiones más importantes que se plantea, cabe destacar dos: la existencia de Dios y el problema de los universales.

  • Entre otras cosas, defendía estos postulados: No hay Creación, porque Dios es causa fi nal, no e fi ciente, del mundo.

  • Era tan grande el dolor que me hacía dar aquellos quejidos, y tan excesiva la suavidad que me pone este grandísimo dolor que no hay desear que se quite, ni se contenta el alma con menos que Dios.

  • Eros, el dios del amor, lanzó dos flechas: una a Apolo, con la punta de oro, que provocó que ese dios se enamorara de Dafne, y otra con la punta de plomo, a Dafne, que provocó que la ninfa lo rechazara.

  • Es el atributo más importante de Dios.

  • Es un dios poco simpático: asesino y cobarde, con frecuencia es engañado por otros dioses y héroes.

  • Es Dios, mediante su gracia, quien nos capacita para vivir y obrar en su amor.

  • Es el ateísmo antropológico: se niega la existencia de Dios porque limitaría la autonomía y libertad del ser humano.

  • Es la actitud contraria de la que tiene quien se abandona a lo cómodo o se cierra a las orientaciones que Dios le da en su conciencia: hay que buscar con sinceridad la verdad y ser limpio de corazón para ver a Dios.

  • Es la moral que volverá con el superhombre, tras la muerte de Dios.

  • Es más, fe y razón no se pueden contradecir, porque la realidad es una y el autor de los dos caminos para conocerla es Dios.

  • Es necesario dar un paso más y probar la existe tencia de Dios para a fi rmar, sin miedo, que mis ideas son v verdaderamente claras y distintas, y que se correspond den con algo real.

  • Es posible que alguna vez hayamos oído afirmaciones como esta: «La experiencia del dolor en el mundo me impide creer en Dios».

  • Es precisa —argumenta— una intervención especial de Dios, una iluminación divina, que proporcione estas ideas al ser humano.

  • Es preciso un cierto nivel de bienestar para llevar una vida que esté acorde con el designio de Dios: sin bienes, nos vemos obligados a dedicarnos a la supervivencia.

  • Es sabido que el propio Papa se presenta a sí mismo como «Siervo de los siervos de Dios»: en la Iglesia, los puestos de poder son lugares de servicio a los demás.

  • Es tener confianza, hablar mucho y de todo; también de Dios».

  • Es un filme sobre la presencia absoluta, sobre unos hombres que entregaron su vida a Dios en su forma más pura: la contemplación.

  • Escoge uno de los argu mentos cartesianos para demos de Dios y confecciona un esquema que contenga cada uno de los pasos de la prueba.

  • Ese ser es Dios.

  • Eso genera en el cristiano confianza en el origen —es decir, existo porque alguien me ama— y esperanza en que podrá cumplir con los designios de Dios para él.

  • Esta Bienaventuranza se refiere, por tanto, a las personas que no pactan con la mediocridad, las que se duelen por el poder del mal en el mundo y se ponen del lado de Dios, que es amor.

  • Esta conversión supone el perdón de Dios, que es lo que expresa y realiza el sacramento de la Penitencia.

  • Esta es la propuesta de Dios: busca lo mejor de ti mismo y sé feliz.

  • Esta es una verdad que se sigue del poder de Dios y de la grandeza del ser humano.

  • Esta ley eterna ha sido impresa por Dios en la Creación y todas las cosas se ordenan de acuerdo con ella.

  • Esta nueva fi losofía, que emergió al comienzo de la Edad Moderna en Europa, contrastaba con cierta concepción medieval que, exaltando la idea de Dios, despreciaba todo lo relativo al hombre como mundano e inferior.

  • Esta pérdida de Dios se traduce, según la pensadora andaluza, en la creación de otros dioses, que concretó en tres idolatrías : la historia (propuesta por Hegel), la sociedad (obra del materialismo), y el futuro (debida a la fi losofía vitalista de Nietzsche).

  • Esta pretensión supone olvidar que la Revelación de Dios enseña al hombre el mejor modo de ser hombre.

  • Esta situación de combate es, en realidad, una hermosa oportunidad de ser libres colaboradores de la obra de Dios en la Iglesia y en el mundo.

  • Estas ciudades hacen referencia a los principios opuestos que rigen la conducta de los seres humanos sobre la Tierra: el amor de Dios y la ley moral que nos conduce a él —que constituyen la ciudad de Dios —, o bien, la aversión a Dios y el rechazo de su ley —que constituyen la ciudad terrena —. Ambas coexisten enfrentadas y conforman el contenido del tiempo histórico.

  • Estas pruebas no nos llevan al Dios de la Revelación, pero sí a la necesidad de que exista un ser como Dios.

  • Estas realidades suprasensibles a las que se re fi ere son, principalmente, Dios y el alma humana.

  • Estatua del dios solar Mitra (British Museum).

  • Este es imprescindible para entender las cosas creadas, pero no a Dios, ya que podemos atribuirle conceptos contrarios al mismo tiempo.

  • Este argumento supone que Descartes juzgó a Dios como causa de sí mismo (causa sui ), a diferencia de toda la tradición fi losó fi ca anterior, que lo concebía como causa incausada.

  • Este empeño estableció las bases intelectuales para la investigación de la naturaleza: esta no oculta poderes oscuros ni esconde a dioses caprichosos, sino que la crea un Dios inteligente y bueno, que ha hecho al hombre a su imagen, para que conozca y cuide todas las cosas.

  • Este me parecía meter por el corazón algunas veces, y que me llegaba a las entrañas: al sacarle me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios.

  • Este primer principio de la razón práctica es un reflejo de la sabiduría creadora de Dios, que, como una chispa indestructible, brilla en el corazón de cada hombre.

  • Este sabe mirar las cosas desde una perspectiva diferente a la del resto de la gente: en él bulle la capacidad creativa que se encuentra en la entraña de Dios.

  • Este ser es Dios.

  • Esto in fl uyó bastante en Ockham, que pensaba que Dios puede mandar todo sin restricción alguna.

  • Esto me hizo plantearme muchas cosas y descubrir que de Dios se habla mucho y no precisamente bien.

  • Esto tiene como consecuencia que la ley natural manda honrar a Dios y respetar a los demás.

  • Estos acontecimientos condujeron a los pensadores racionalistas a buscar un «Dios fi losó fi co», al margen de la fe, que fuese ajeno a las disputas religiosas.

  • Estudio de Dios en cuanto causa y fundamento de todo lo que es.

  • Eszterhas recuerda con emoción el día en el que Dios acudió a buscarlo.

  • Existe, en suma, un triple nivel en la jerarquía de los entes: las realidades físicas, cuya esencia está compuesta de materia y forma; las realidades espirituales, de esencia inmaterial; y Dios creador, cuya esencia, a diferencia de las otras, se identifica con su ser.

  • Explica la relación entre la contingencia de los seres naturales y las pruebas de la existencia de Dios.

  • Fe: tipo de conocimiento por el que se asiente a las verdades que Dios ha revelado.

  • Februarius : de dicado a Februus, dios de las ceremonias de purificación que se llevaban a cabo en este mes.

  • Fideísmo: doctrina que acepta las verdades reveladas por Dios exclusivamente mediante la fe y que no admite que se pueda acceder por la razón a algunas de estas verdades.

  • Finalmente, santo Tomás consideró evidente el principio de causalidad —tal como lo había expuesto Aristóteles— y reservó la denominación causa primera para la causa del ser, la causa de la Creación, que pertenece en exclusiva a Dios.

  • Fragmento de La ciudad de Dios.

  • Frente a estas dos corrientes, el Aquinate consideró, con una visión que todavía perdura, que el ser humano posee una inteligencia individual y una voluntad libre que lo hacen responsable en la búsqueda de la verdad sobre Dios y sobre sí mismo, y en la orientación de su conducta.

  • Frente a la teoría averroísta de la doble verdad, sostuvo que fe y razón no se contraponen, ya que tienen el mismo origen —que es Dios—, y el asentimiento a lo revelado por Dios reside en la inteligencia.

  • Fue consultado hasta el siglo a. C. Según la leyenda, el santuario de Delfos fue fundado por el mismo dios Apolo: este dios había nacido en la isla de Delos, pero se estableció en Delfos poco después de nacer.

  • Fue consultado hasta el siglo dC. Originariamente, el dios solo daba audiencia una vez al año, entre febrero y marzo; en el siglo dC, la periodicidad era de una vez al mes.

  • Fundamenta su dignidad por su posición en el universo, no por poseer una naturaleza espiritual e inmortal cuyo origen se encuentra en el acto creador de Dios.

  • Gracia: don sobrenatural de Dios, por el que nos hace partícipes de su vida trinitaria y capaces de obrar por amor a él.

  • Gracias a ella, el mundo se abre al hombre en vertical: apunta a Dios y a los fundamentos de la existencia humana.

  • Gracias a su poder absoluto, Dios puede ordenar o prohibir cualquier acto, pero esto no signi fi ca que sea un déspota arbitrario, porque por su poder ordenado ha establecido una determinada ley moral.

  • Hay una pregunta que cada uno debe hacerse a sí mismo: ¿qué hago por Dios —no lo que pienso o lo que digo— y qué hago por los demás?

  • Hay personas a las que les parece bien que los cristianos nos comportemos como hijos de Dios, pero únicamente en las tareas de asistencia social.

  • Hay que diferenciar las obras que compuso con anterioridad a su conversión, como Contra los académicos, Sobre la vida feliz y Soliloquios, y los posteriores a ella, como Sobre el libre albedrío, Confesiones y La ciudad de Dios .

  • Hay que mostrar esa generosidad con el prójimo y con Dios.

  • Hay un solo Dios, que es principio de todas las cosas.

  • Hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él.

  • Hermes es el dios de los ladrones, de los comerciantes y de los mensajeros; también es el mensajero de los dioses.

  • Hija de Numitor, poseída por el dios Marte, que se convirtió en vestal.

  • Hijo de Dios.

  • Hume rechazó por completo las ideas de la metafísica racionalista: yo, Dios y mundo.

  • In fl uido por el neoplatonismo y por la fi losofía musulmana, Maimónides sostuvo que Dios creó el mundo a través de diez inteligencias intermedias, de las cuales, la décima es el intelecto agente.

  • Inició su fi losofía re fl exionando sobre Dios y, desde él, dirigió su atención al universo, donde se inserta el ser humano.

  • Jesucristo manifiesta el amor de Dios, que se hace presente entre los seres humanos, y busca nuestra amistad hasta el punto de convertirse en uno de nosotros y compartir, con sus luces y sus sombras, nuestra vida.

  • Jesucristo, «perfecto Dios y perfecto hombre», desvela de forma definitiva nuestra dignidad.

  • Jesucristo, perfecto Dios y perfecto hombre, nos descubre qué significa ser una persona y realizarnos como tal.

  • Jesús los realiza para ayudarnos a reconocer a Dios en medio de la vida.

  • Jesús renueva con su autoridad la ley que Dios había dado al pueblo de Israel.

  • Jesús y su Iglesia, por su expreso mandato, proponen actitudes y comportamientos con una finalidad específica: que cada hombre y cada mujer acomoden su vida al ideal que Dios ha proyectado para ellos.

  • Junto a lo anterior, Aquino aseguró que hay algunas verdades naturales que Dios ha revelado para hacerlas accesibles a todos.

  • Kant llamó ideal de la razón pura a la idea trascendental de Dios y sostuvo que es imposible demostrar su existencia o su inexistencia.

  • Kant señaló tres ideas trascendentales: yo, mundo y Dios.

  • La consecuencia de esa apertura al don de Dios es la alegría que brota del interior.

  • La fe cristiana asegura que lo entenderemos cuando alcancemos la perspectiva de Dios.

  • La inició Pseudo-Dionisio, quien propuso negar todos los nombres de Dios, porque ninguno expresa adecuadamente su esencia.

  • La religión y la ciencia son dimensiones complementarias del conocimiento humano: ciencia: defiende la racionalidad del mundo (creado por Dios) y nuestra capacidad de conocerlo.

  • La responsabilidad que Dios ha puesto en el corazón humano se puede abrir y hacer dócil a los impulsos de la gracia.

  • La acción del viento o eólica (de Eolo, dios del viento) es una actividad geológica que puede llegar a ser muy intensa en las regiones áridas, en donde la falta de vegetación deja expuestos el suelo y las rocas del relieve a la erosión.

  • La armonía preestablecida supone que, en el instante de la Creación, Dios imprime en cada mónada una fuerza interna que le permite producir con orden todo lo que ha de suceder.

  • La austeridad de los bodegones españoles nada tiene en común con la opulencia de los flamencos, lo que ha hecho pensar, como ya se comentó a propósito de Sánchez Cotán, que encierren un mensaje de carácter religioso, tal vez alusivo a la humildad o a la presencia de Dios en las cosas sencillas.

  • La autoridad de los gobernantes proviene de Dios a través del pueblo, pero, si abusan del poder, se convierten en tiranos.

  • La belleza se parece al ideal de la santidad cristiana: el hombre y la mujer virtuosos, el artista equilibrado, la apertura de los ojos hacia una realidad que Dios hizo buena y hermosa, convierten a lo cristiano en un estrecho aliado de la creación artística.

  • La Biblia, en cambio, subraya la fuerza real de la libertad cuando insiste en la responsabilidad personal: le pregunta Dios a Adán y luego a Caín cuando mata a Abel.

  • La boda genera ilusión, pero es solo el principio de un largo trayecto para el que es bueno contar con la ayuda de Dios.

  • La caridad no «se puede agotar en la dimensión terrena de las relaciones humanas y sociales, porque toda su eficacia deriva de la referencia a Dios: “En la tarde de esta vida, compareceré delante ti con las manos vacías, pues no te pido, Señor, que lleves cuenta de mis obras.

  • La ciencia como tal no puede, por ejemplo, pronunciarse ni a favor ni en contra de la existencia de Dios o del alma humana.

  • La concepción aristotélica del universo, que gozaba de un relativo éxito, lo presentaba demasiado independiente de Dios, pues parecía explicar el mundo sin necesidad de recurrir a él.

  • La confianza en que Dios, que es Padre, solo quiere lo mejor para sus hijos es la convicción positiva que impulsa al cristiano.

  • La consideración de Dios como objeto de re fl exión racional, al margen de la fe, resultó en un Dios distante, que no interviene en los mecanismos de la naturaleza ni en la libertad del espíritu humano.

  • La Creación supone que las cosas dependen de Dios en su existencia y que, de algún modo, participan de su mismo ser.

  • La cultura es reflejo de que el ser humano, a imagen de Dios, es inteligente, libre, capaz de dominarse a sí mismo y de crear realidades nuevas.

  • La demostración de la existencia de Dios Como la existencia de Dios no es inmediatamente evidente para nosotros, requiere demostración.

  • La demostración racional de la existencia de Dios San Anselmo fue la fi gura de mayor relieve intelectual del siglo xi .

  • La eliminación de Dios y de todas las invenciones de la cultura occidental despejaba el camino hacia el de poder, del eterno retorno y del superhombre.

  • La enseñanza sobre las Bienaventuranzas permite comprender por qué la religión católica defiende la dignidad inherente a todo ser humano que ha sido creado a imagen de Dios y está llamado a vivir en comunión con Dios.

  • La esencia de Dios Algunos de los atributos divinos se pueden demostrar racionalmente cuando hay conceptos comunes a Dios y a las criaturas, como es el caso de los conceptos de ser y de bueno.

  • La esencia de Dios Una vez concluidas las pruebas acerca de la existencia de Dios, Tomás de Aquino se propuso explicar cómo es Dios, es decir, cuál es su naturaleza.

  • La esencia de Dios.

  • La eutanasia La Iglesia nos recuerda que el ser humano no es dueño de la vida que ha recibido de Dios y que, por lo tanto, «la eutanasia es una grave violación de la ley de Dios, en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana.

  • La existencia de Dios Al comienzo de la Suma de teología, Aquino se planteó tres interrogantes: ¿es evidente la existencia de Dios?, ¿se puede demostrar? y ¿cómo se puede hacer esto?

  • La existencia de Dios No es posible un conocimiento intuitivo de su existencia, pues la intuición siempre nos remite a lo sensible o a nuestros actos internos de conocer y querer.

  • La existencia de Dios.

  • La existencia es un don de Dios; es necesario dialogar con él para descubrir qué proyecto ha pensado para nosotros.

  • La fe alienta el desarrollo «La idea de un mundo sin desarrollo expresa desconfianza en el hombre y en Dios.

  • La fe cristiana impulsa al hombre a buscar la verdad y la belleza de Dios, y a descubrir y realizar su verdadero bien.

  • La fe pide más: una apuesta fuerte, un salto, una decisión auténtica por aceptar la Palabra de Dios y fiarse de ella.

  • La fe sobrenatural es una gracia que Dios da a aquel que se la pide con humildad, porque es consciente de su propia pequeñez ante la grandeza de un Padre creador.

  • La fe, por su parte, protege la razón de dudas y errores mediante esas verdades naturales que Dios revela.

  • La felicidad suprema es el amor intelectual de Dios, que se alcanza en la ciencia intuitiva y que consiste en el gozo de conocer a Dios como principio primero y eterno.

  • La fi losofía analítica consideraba las disciplinas fi losó fi cas tradicionales como pseudosaberes, precisamente porque trataban sobre objetos que no eran accesibles a los sentidos (como Dios, el bien o el ser).

  • La frescura de las pinturas atrae mi mirada, cautiva mi vista, así [...] insensiblemente lleva mi alma a alabar a Dios.

  • La historia de la humanidad, dirigida por la Providencia divina, terminará al final de los tiempos con el triunfo definitivo de la ciudad de Dios.

  • La idea de causa suprema o Dios intenta uni fi car y fundamentar todas nuestras experiencias en general, tanto internas como externas.

  • La idea de Dios es una idea de la que no poseemos impresión alguna.

  • La Iglesia proclama al mundo la Buena Nueva: Dios está entre nosotros.

  • La Iglesia, impulsada por el amor de Dios, siente la solicitud materna por cada ser humano.

  • La Iglesia, siguiendo fielmente la Revelación de Jesucristo, ha enseñado siempre que el ser humano quedará completamente saciado al contemplar a Dios en la Bienaventuranza eterna.

  • La imagen del dios, carente por completo de idealización, presenta ciertas similitudes con el Baco de Caravaggio (ver unidad anterior), aunque sin su ambigüedad.

  • La ley de Cristo es la plenitud de la ley natural, que se resume en el mandamiento de amar a Dios y al prójimo.

  • La ley positiva es la que promulga la autoridad humana o Dios, que interviene en la historia, por ejemplo, con la ley entregada a Moisés.

  • La libertad signi fi ca, por lo tanto, que el ser humano puede querer o no dirigirse hacia el bien, pero no puede decidir lo que es bueno, ya que la perfección que le es propia está inserta en su modo de ser (esencia o naturaleza), tal como ha sido creada por Dios.

  • La llamada a la santidad es personal, pero también comunitaria: la vocación cristiana no es un asunto privado entre Dios y cada uno de nosotros, sino que, del mismo modo en que Dios es relación entre las Personas de la Trinidad, estamos llamados a la fraternidad con los demás seres humanos: el amor al prójimo es inseparable del amor a Dios.

  • La metafísica averroísta trata fundamentalmente de Dios, sustancia primera, y de las sustancias espirituales.

  • La mitad izquierda, con un tratamiento más clásico, la ocupan la figura del dios, el joven recostado y semidesnudo y el personaje en penumbra del primer plano, todos ellos coronados de pámpanos.

  • La moral provisional quedó formulada en el Discurso del método en cuatro reglas: «Obedecer a las leyes y costumbres de mi país, conservando con fi rmeza la religión en la que Dios me ha concedido la gracia de ser instruido desde mi infancia y rigiéndome en todo lo demás según las opiniones más moderadas y más alejadas del exceso, que fuesen comúnmente admitidas en la práctica por los más sensatos».

  • La negación de la existencia de Dios Dos corrientes de pensamiento rechazan la validez de cualquier prueba rigurosa de la existencia de Dios.

  • La negación o el olvido de Dios llevan a la deshumanización del ser humano y de la sociedad.

  • La oración puede ser también vocal y habitualmente se hace a través de fórmulas o invocaciones, aprendidas o espontáneas, expresando con palabras las alabanzas, acciones de gracias o peticiones que el creyente dirige a Dios.

  • La participación del ser humano en las obras buenas de Dios sucede en una cultura que respeta la dignidad de la persona humana (imagen y semejanza de Dios).

  • La paz que trae Jesús está estrechamente unida a la filiación divina: saberse hijo de Dios y tratar a los demás como a tales, son actitudes que llenan de paz a uno mismo y al mundo.

  • La Pitia respondía «sí» o «no», según la voluntad del dios que se expresaba a través de ella.

  • La predicación de la misericordia supone la necesidad de reconocer el valor de cada persona humana, hecha a imagen de Dios.

  • La presencia del cordero, que completa el triángulo de la composición, simboliza a Cristo, según se desprende de la inscripción de la filacteria que rodea la cruz: Ecce Agnus Dei (he aquí al Cordero de Dios).

  • La primera teoría le planteó di fi cultades a la hora de explicar el pecado original, pues ¿cómo es posible que Dios cree un alma manchada por el pecado?

  • La profundización teológica sobre el dogma trinitario (hay un solo Dios que es tres personas distintas: Padre, Hijo y Espíritu Santo) abre el camino a la reflexión filosófica acerca de qué puede significar ser persona.

  • La re fl exión sobre Dios, la relación entre el cuerpo y el alma, la naturaleza del saber y de las ideas…, fueron asuntos heredados por los primeros pensadores cristianos.

  • La religión cristiana sostiene que el verdadero y auténtico ser es Dios.

  • La religión cristiana es una Revelación por Dios.

  • La religión y las religiones Todas las religiones tienen en común la creencia en una realidad suprema, que da respuesta a los interrogantes más profundos de la existencia humana, y que en la mayoría de los casos se llama Dios .

  • La Revelación de Dios muestra que la sexualidad es algo sagrado, es decir, pleno de valor y belleza.

  • La Revelación de Dios muestra, de este modo, que la sexualidad es algo sagrado, es decir, pleno de valor y belleza.

  • La santidad es el estado de felicidad colmada del hombre que vive en Dios y junto a Dios, pues él quiere nuestra felicidad.

  • La solución adoptada, inspirada en las ideas de Ockham y conocida como deísmo, consideraba a Dios como un ser superior, con una voluntad libre y omnipotente.

  • La tarea prioritaria era, pues, eliminar a Dios.

  • La teoría neoplatónica de Ficino sobre el Amor Para el neoplatonismo, el Amor es un circuito espiritual que recorre y mueve el universo: Dios, por amor, infunde su esencia al mundo; y sus criaturas, también por amor, buscan la unión con Dios.

  • La Trinidad, doctrina central de la fe cristiana, se ofrece como la relación de amor entre Padre, Hijo y Espíritu Santo: tres Personas distintas y un solo Dios verdadero.

  • La universalidad y la armonía de todos los saberes hicieron posible el nacimiento y el desarrollo de la ciencia empírica en Occidente: Dios crea el mundo de modo inteligente, de manera que este resulta ordenado; Dios crea también la razón humana, y esta puede descubrir las leyes del mundo por medio de la investigación.

  • La vida, por consiguiente, se presenta como la relación entre un yo y un tú: es la respuesta a un Dios personal desde la intimidad única de cada ser humano.

  • La virtud de la castidad regula las tendencias sexuales del hombre y de la mujer según el plan de Dios.

  • La vocación cristiana se funda en la certeza de que Dios nos ha regalado la vida para hacer de ella algo valioso.

  • La vocación cristiana se funda en la certeza de que la vida no es posesión indiferente, sino que Dios nos la ha regalado para hacer algo valioso con ella.

  • La vocación de todo ser humano en cuanto que ha sido creado por Dios es la santidad.

  • Las celebraciones incluían todo tipo de pruebas: pentatlón, pancracio (lucha libre), boxeo, carreras con antorchas (parecidas a nuestras carreras de relevos actuales), carreras de cuádrigas, etc. El teatro, a su vez, estaba vinculado a las fiestas en honor de Dioniso, el dios del vino.

  • Las bacanales o los cultos a Dioniso, dios de la viña y el vino, eran desenfrenadas, con cortejos que bailaban hasta llegar al éxtasis místico.

  • Las ideas universales —las ideas de la metafísica racionalista: yo, Dios y mundo— serían ideas complejas que tienen su origen en la abstracción, entendida en el sentido ockhamiano, no en el aristotélico o tomista.

  • Las palabras y las acciones del nazareno presentan un mensaje divino; habla y actúa como Dios, porque verdaderamente es Dios.

  • Las principales fuentes productoras de ruido en la ciudad son los me dios de transporte y las obras de construcción tanto de edificios como de vías públicas.

  • Las pruebas más destacadas para demostrar la existencia de Dios se basan precisamente en el principio de causalidad: todo lo que no es por sí mismo, es por otro.

  • Le bastó con señalar que la creencia en Dios era la causa de que los seres pendientes.

  • Lee la descripción del argu cia de Dios por el movimiento, e identifica los cuatro pasos que componen su estructura.