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124 oraciones y frases con dignidad

Las oraciones con dignidad que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar dignidad en una frase. Se trata de ejemplos con dignidad gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar dignidad en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • ¿De dónde venía nuestra dignidad?

  • ¿De qué modo podemos preservar la dignidad de las personas mayores?

  • ¿Que no merezca que se tenga en cuenta su dignidad y, por lo tanto, que no se lo respete?

  • ¿Qué queremos decir cuando afirmamos que todas las personas tienen la misma dignidad?

  • ¿Tienen la misma dignidad?

  • «El derecho al ejercicio de la libertad es propio de todo hombre, en cuanto resulta inseparable de su dignidad de persona humana.

  • «Quien pasa por alto la conciencia de un hombre, la ignora y la presiona, atenta contra su dignidad.

  • «Si la dignidad humana tuviera su origen únicamente en los éxitos y realizaciones que llevan a cabo los hombres, entonces los débiles, enfermos e indefensos carecerían de dignidad.

  • «Yo no soy una persona menos digna por ser trabajador; al contrario, esta es mi dignidad.

  • Además, la filosofía posibilita la reflexión ética que vela para que los productos de la ciencia no se utilicen con el fin de destruir el planeta ni la propia dignidad del ser humano.

  • Además, la mentira lleva consigo el uso de los demás solamente como medios, como objetos, para lograr algún tipo de interés privado; por tanto, es algo que lleva a tratar a los demás en desacuerdo con su dignidad.

  • Así, Pico della Mirandola, en su obra Discurso sobre la dignidad del hombre, explicó esta dignidad a partir de la posición intermedia que el ser humano ocupa entre los ángeles y los animales.

  • Aunque todas lleguen a aspectos verdaderos, ninguna lo hace como el cristianismo, tanto por la comprensión sobre qué es Dios como por el profundo valor que confiere a la dignidad del hombre.

  • Cada ser humano, más allá de sus circunstancias personales o de las capacidades de las que pueda hacer uso en un momento dado, tiene una dignidad sagrada que nada ni nadie le puede arrebatar.

  • Cada una tiene su identidad y todas tienen la misma dignidad.

  • Con estas ideas, Kant planteó una ética del máximo respeto a la persona humana, que, por ser un fi n en sí misma, tiene dignidad y no precio; es decir, su valor es absoluto y no se puede comprar.

  • Con muertos!», muestra tres cuerpos de perfecto tratamiento clásico, pero mutilados y sangrantes, resaltando así los efectos salvajes de la guerra sobre la belleza y la dignidad humanas.

  • Creen que el ser humano se ha creado a imagen y semejanza de Dios, de manera que, en sí mismo, es un ser dotado de una dignidad sagrada.

  • Cristo elevó el matrimonio a la dignidad de sacramento, fuente de gracia y de santificación para quienes lo contraen.

  • Cristo elevó el Matrimonio a la dignidad de sacramento, fuente de gracia y de santificación para quienes lo contraen.

  • De ahí que el valor de la persona demande un nuevo concepto: el de dignidad.

  • De ahí que el trabajo humano esté íntimamente relacionado con la dignidad personal.

  • De este modo, se dice, quienes todavía no han pensado, o quienes han dejado de hacerlo, pueden ser humanos, pero todavía no son personas (o ya no lo son) y, por tanto, carecen de dignidad humana.

  • De estos valores se derivan los siguientes principios éticos: la igual dignidad de todos los seres humanos, la existencia de un bien común, el destino universal de los bienes, y los principios de subsidiariedad y solidaridad.

  • Debían ser preferentemente antiguos cónsules y debían comportarse con dignidad.

  • Del hecho de que el ser humano tenga dignidad se sigue que le correspondan unos derechos humanos que todos han de respetar y que cada uno tiene el deber de custodiar.

  • Desde Kant, la persona se caracteriza por su esencia racional, en la que reside su dignidad: un ser racional siempre es un fin en sí mismo, por lo que no se puede tratar como un simple medio.

  • Desde su inicio, la Iglesia ha seguido el ejemplo de su Maestro, defendiendo la igual dignidad de todos los seres humanos, sin considerar la raza, el sexo, las circunstancias económicas, la salud ni la edad.

  • Dignidad significa que la vida de una persona vale tanto como la de toda la humanidad.

  • Dignidad: valor absoluto atribuido a la persona, porque es un fin en sí misma y nunca se debe tratar solo como un medio.

  • Dignidad: valor inherente al ser humano por el mismo hecho de serlo.

  • El creer los Gobiernos que aquí no había más medio que el terror, y ser cuestión de dignidad no plantear las reformas hasta que no sonase un tiro (con lo cual creo que hago una censura de esa idea), la han continuado: por ese camino nunca hubiéramos concluido, aunque se cuaje la isla de soldados: es necesario, si no queremos arruinar a España, entrar francamente en el terreno de las libertades.

  • El concepto de dignidad de la persona pierde su valor, ya que cambia con el tiempo y depende del modo de entender al hombre en una cultura u otra.

  • El cristianismo, con su defensa de la dignidad intrínseca del ser humano y de la igualdad de todos los hombres como hijos de Dios, constituye el fundamento de los grandes ideales de justicia, igualdad y fraternidad.

  • El criterio fundamental de justicia o legitimidad en la actuación del poder político es el respeto a la dignidad y a los derechos humanos de los ciudadanos.

  • El derecho al ejercicio de la libertad resulta inseparable de la dignidad de persona humana.

  • El libro de texto y las exposiciones de vuestro profesor o profesora os aportarán conocimientos que sustentarán vuestro proyecto y conceptos clave de ciudadanía como éstos: persona, dignidad humana, comunidad, sociedad, convivencia, ley y justicia, vida humana, igualdad-equidad, ecología, bien común, distribución de la riqueza, derechos de la infancia, etc. No bastará con concebir y elaborar un proyecto que os motive.

  • El trabajo lesiona a la persona si esta dignidad no se respeta, comenzando por la del propio trabajador.

  • El tratamiento de sus personajes («El cargador», «El pudelador», «El forjador», etc.) nos recuerda en cierto modo la obra pictórica de Millet, en su visión respetuosa hacia el trabajador anónimo, que aparece dotado de gran dignidad sin incurrir en excesos retóricos.

  • El uso que hacemos de nuestra libertad nos hará personas con una calidad moral más alta o más baja, pero con la misma dignidad esencial.

  • El valor de la dignidad personal La persona es capaz de obrar como si no fuera el centro del mundo.

  • El valor de la persona, poseedora de una dignidad que deben reconocer y defender los sistemas políticos.

  • Elabora una definición personal de dignidad humana.

  • En cada ser humano hemos de ser capaces de ver algo maravilloso: no solamente en el cantante de moda, la actriz o el futbolista; aquel desconocido, el vecino que no te agrada y la abuela con sus limitaciones a causa de la edad tienen la misma dignidad personal.

  • En el microscopio solo se ven células, pero es totalmente diferente desde el punto de vista moral si esas células son de un animal u órgano, o si son un embrión dotado, por tanto, de dignidad humana.

  • En la sociedad del bienestar, muchas personas creen que los bienes materiales confieren dignidad.

  • Es justamente ahí, en su capacidad de autodeterminarse, donde, a juicio de este autor, reside la dignidad —o, como él lo denomina, el milagro— del ser humano.

  • Escribe una definición personal de dignidad .

  • Eso es lo que significa estrictamente la palabra dignidad.

  • Esta dignidad absoluta no depende de lo que podamos hacer o no, de que actuemos de un modo u otro.

  • Esta dignidad no aparece por ser reconocida socialmente y exige un respeto universal.

  • Este debate incluye las principales cuestiones que se han tratado en la unidad, en especial, la noción misma de persona y el tema de la dignidad humana.

  • Esto ocurre, por ejemplo, si en las relaciones personales prima siempre el interés frente a la amistad, la dignidad u otros valores de la persona.

  • Estos bienes de orden material permiten que el ser humano lleve una vida acorde a su dignidad.

  • Evidentemente, algunas respetan la dignidad de las personas y ayudan a su desarrollo, mientras que otras los entorpecen o imposibilitan.

  • Frente a los autores que defienden esa postura, hay que afirmar que la dignidad humana no reside en el hecho de que el hombre piense, obre libremente o ame, sino en que, como ser personal, sea capaz de todo eso, aunque, por ejemplo, una malformación en el cerebro o un estado psicológico determinado le impida ejercer esos actos.

  • Fue común a las corrientes fi losó fi cas del momento, precisamente, la crítica a la fi losofía positivista y la búsqueda de unos valores universales que fundamentaran la dignidad humana.

  • Fundamenta su dignidad por su posición en el universo, no por poseer una naturaleza espiritual e inmortal cuyo origen se encuentra en el acto creador de Dios.

  • Hasta ahora hemos centrado nuestra atención en la persona: sus características, su dimensión social, su dignidad, etc. Ahora nos fijaremos en el conjunto de la sociedad para observar los principios que guían su organización.

  • Identificar las diferentes situaciones sociales y vitales en las que no es respetada la dignidad de las personas.

  • Jesucristo, «perfecto Dios y perfecto hombre», desvela de forma definitiva nuestra dignidad.

  • Jesús, entonces, narró la parábola del buen samaritano, en la que afirma que todo hombre es el prójimo al que debemos reconocer una dignidad sagrada.

  • La capacidad de salir de uno mismo y de amar a los demás se expresa culturalmente en las formas de relacionarse y de respetar la dignidad humana.

  • La dignidad de la persona es la raíz del respeto que merece todo el mundo.

  • La dignidad de la persona implica que se la debe respetar en todas las circunstancias.

  • La dignidad de la persona Precisamente esta condición de ser especial que tiene la persona es lo que llamamos dignidad .

  • La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social.

  • La dignidad humana no radica en la posesión de ciertas cualidades, como un nivel intelectual concreto, una determinada capacidad de empatía o un cierto tipo de afectividad.

  • La dignidad no se mide según el éxito, el dinero o la popularidad.

  • La enseñanza sobre las Bienaventuranzas permite comprender por qué la religión católica defiende la dignidad inherente a todo ser humano que ha sido creado a imagen de Dios y está llamado a vivir en comunión con Dios.

  • La fe cristiana no se opone al avance científico, sino que se opone a considerarla un saber independiente y al margen del servicio a la persona y al respeto de su dignidad y de los principios éticos.

  • La humanización y personalización del trabajo Al tener el trabajo un carácter tan hondamente personal, todos deberían poder llevarlo a cabo, al menos, en unas condiciones básicas de dignidad.

  • La introducción a esta obra es precisamente el Discurso sobre la dignidad del hombre .

  • La participación del ser humano en las obras buenas de Dios sucede en una cultura que respeta la dignidad de la persona humana (imagen y semejanza de Dios).

  • La paz y los derechos humanos El respeto a la ley, a la dignidad y a los derechos de las demás personas, es el fundamento de la paz social.

  • La serenidad y dignidad de las figuras son comunes a ambos frisos, ya que el arte de época augústea pretendía recrear la grandeza del clasicismo griego; no obstante, en el romano las actitudes son más naturales y realistas (obsérvese, en este sentido, la del niño que se agarra al general Agripa).

  • La sexualidad en el ser humano es signo de su personalidad y complementariedad, como hombre y como mujer, con igual dignidad personal.

  • La sociedad tiene recursos para acogerlas y ayudarlas de acuerdo con su dignidad personal.

  • Las democracias modernas parten de la concepción de la dignidad de la persona humana.

  • Las personas somos más que un ejemplo del género humano: cada persona tiene un valor absoluto; todos, uno a uno, tenemos nuestra dignidad como personas.

  • Los conceptos de dignidad de la persona y de libertad como autonomía, gozan de vigencia hoy en día.

  • Los derechos humanos tan sólo reflejan, en un texto legal, la dignidad de toda persona; de hecho, se podría recoger en un solo derecho: todo ser humano debe ser respetado en su dignidad personal .

  • Los pensadores humanistas acuñaron el término dignidad para destacar la posición privilegiada del ser humano en el conjunto del cosmos.

  • Los pitagóricos sostenían, además, la creencia de que los cuerpos celestes —que son casi divinos— describen órbitas circulares y se mueven con una velocidad uniforme, características que, por su perfección, corresponden a seres de tal dignidad.

  • No a la cultura del descarte «Es difícil tener dignidad sin trabajar.

  • No obstante, en algunos pensadores romanos se encuentran intuiciones del valor absoluto de la dignidad humana, como en el estoico Séneca, cuando sostiene: « Homo res sacra homini» (‘el hombre es algo sagrado para el hombre’).

  • Para el cristianismo, todos los seres humanos son iguales en dignidad, porque todos son hijos de Dios, a los que ha creado a imagen y semejanza suya.

  • Pero cuando halló universal reconocimiento, el amor propio de los seres humanos experimentó su primera afrenta, la cosmológica».¿Desplazar la Tierra del centro del universo afecta a la dignidad humana?

  • Pero se distanció de él, ya que la fe cristiana situaba en Dios el origen y el destino del alma, y otorgaba mayor dignidad al cuerpo humano: este es creado también por Dios y, por lo tanto, debe ser bueno.

  • Pero, sobre exigirla una razón de dignidad y de decoro, sus ventajas económicas en un próximo porvenir son demasiado considerables, para que pueda dudarse de la utilidad de la reforma.

  • Persona: ser racional en cuanto que legislador de sí mismo; es un fin en sí mimo, goza de libertad y posee dignidad.

  • Poco después, un edicto de Nerón, posiblemente redactado a petición de Séneca, que durante toda su vida reivindicó para los esclavos la dignidad de hombres, ordenaba al prefecto de la ciudad que atendiera e instruyera las causas en que los esclavos se quejaran de la injusticia de sus amos.

  • Podemos vivir intentando satisfacer únicamente nuestros deseos y sin abrir nunca nuestra perspectiva hacia proyectos más elevados; no obstante, todas las personas, independientemente de cuál haya sido su comportamiento, tienen una dignidad inviolable como seres humanos.

  • Por dejadez, por comodidad, por intereses económicos, por muchas razones, consentimos situaciones que atentan contra la dignidad de millones de personas.

  • Por ejemplo, el aborto es rechazado por las personas que tienen un modelo bioético basado en el reconocimiento de la dignidad del ser humano desde su concepción; sin embargo es aceptado por partidarios de otros modelos éticos que defienden la absoluta libertad de la madre para decidir llevar a término el embarazo o interrumpirlo.

  • Por ello veremos algunas situaciones de la vida en las que dicha dignidad no es respetada del todo.

  • Por encima del origen geográfico, de la lengua, del color de la piel, del dinero o de las ideas, todos los miembros de la sociedad somos personas y tenemos, por lo tanto, la misma dignidad .

  • Por eso, el Evangelio de la vida, el Evangelio del amor de Dios al hombre y el Evangelio de la dignidad de la persona son un Evangelio único e indivisible.

  • Por este motivo, las acciones que atentan contra la dignidad de la persona, como la esclavitud o la violencia, son siempre moralmente malas.

  • Por esto son tan importantes el afecto y las curas paliativas, que las ayudan a vivir la última etapa de acuerdo con su dignidad.

  • Por otro lado, en la unidad anterior ha quedado claro que todas las personas tienen la misma dignidad esencial, al margen de tener más o menos dinero, de ser hombre o mujer, de tener salud o no, etc. El bien común Por eso, cualquier manera de organizar la sociedad ha de tener siempre como objetivo principal el bien de todas las personas que la integran, desde la familia, que es como la célula de toda la sociedad, hasta la inmensa variedad de asociaciones y entidades en las que las personas se agrupan, desde un club deportivo hasta un estado nacional.

  • Puede ser tanto material —carecer de alimento o de una vivienda digna, por ejemplo— como espiritual —así, la ignorancia o la soledad—. Atenta contra la dignidad del ser humano, pues hace que alguien preparado para el conocimiento y la belleza deba centrarse tan solo en sobrevivir.

  • Reconocer la misma dignidad en todas las personas que conforman la sociedad.

  • Reconocer los fundamentos de la dignidad de las personas.

  • Redacta una orden similar en la que sí se respete la dignidad del ser humano.

  • Se asiste a la pérdida del sentido de lo religioso y, en último término, se intenta basar la dignidad del ser humano en sí mismo, olvidando su condición trascendente.

  • Ser europeo implica el reconocimiento del valor de la razón, de la solidaridad y la dignidad de la persona, así como la importancia de que todos los estamentos de la sociedad estén sometidos a la autoridad de la ley.

  • Si esto fuera así, podríamos afirmar que algunos individuos de la especie humana no son personas y, por tanto, no son sujetos de los derechos humanos, ya que carecerían de la dignidad absoluta propia de las personas.

  • Si la dignidad de la persona es absoluta, primordial o fundamental, resulta necesario que esta radique en nuestro yo real, no en el yo psicológico o autoconciencia.

  • Si reflexionamos sobre la dignidad del ser humano, entenderemos que la vida humana no puede cuantificarse.

  • Sin embargo, aunque intentó conferir un carácter positivo a su crítica y al nihilismo, lo cierto es que, sin Dios, el ser humano quedaba desarraigado, despojado de su dignidad y abandonado en manos de bió en Así habló Zaratustra Fragmento de Así habló Zaratustra.

  • Sin embargo, muchos de estos proyectos han acabado negando la libertad y la dignidad personal bajo el pretexto de alcanzar mejoras para toda la sociedad.

  • Sin embargo, para Kant, el fundamento de esta dignidad no es trascendente, sino que proviene del carácter racional del sujeto, que lo convierte en legislador universal de sí mismo.

  • Sin la Revelación y su profundización por parte de estos intelectuales, Dios seguiría siendo un ser lejano y desconocido, y careceríamos de la noción de persona, que es la que fundamenta el concepto de dignidad humana.

  • Son el reconocimiento escrito de esta dignidad, que no permite ninguna excepción, y el ideal que debe guiar la organización de la sociedad.

  • Su mayor complejidad técnica y coste económico, así como su brillantez y colorido, se corresponden con la nueva etapa de aristocratización de la Iglesia, que se reflejó tanto en la calidad de las obras –se abandonó la tosquedad inicial de la pintura– como en el tratamiento de las figuras –a Jesús y a sus discípulos se los representaba con la apariencia y dignidad de patricios romanos.

  • Su vida sirve de modelo para todos los que, con coraje, utilizan su inteligencia y sus conocimientos científicos para lograr la dignidad de la persona humana.

  • Todas las personas son iguales en dignidad y derechos.

  • Todos los derechos humanos son importantes, pero podemos destacar algunos especialmente relevantes: Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derechos.

  • Tolerancia: respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias, siempre y cuando no atenten contra la dignidad humana o el bien común.

  • Trabajo quiere decir dignidad, trabajo quiere decir llevar el pan a casa, trabajo quiere decir amar.

  • Un científico con conciencia cristiana tendrá más facilidades para discernir cuándo alguna de sus actuaciones puede ir contra la dignidad de la persona, presente o futura.

  • Y esta magna movilización del proletariado no cesará hasta no haber obtenido las garantías suficientes de iniciación del cambio de régimen, necesario para la salvación de la dignidad, del decoro y de la vida nacionales.

  • Y, por ello, lo primero que exige es reconocer que todos los seres humanos, por el hecho de serlo, tienen la misma dignidad.