Cada dicotomía consta de dos opciones que han de ser contrarias y complementarias de forma que el elemento que hay que clasificar forzosamente ha de cumplir una de ellas.
Cada dicotomía consta de dos opciones que han de ser contrarias y complementarias de forma que el elemento a clasificar forzosamente ha de cumplir una de ellas.
Cada una de las opciones de una dicotomía puede acabar en un número que nos indicará la siguiente dicotomía a la que tenemos que ir para continuar con la clasificación, o puede acabar en una palabra que nos indicará a qué grupo pertenece el elemento que estamos clasificando.
Cada vez que optas por una de las dos opciones, la clave te remite a otra dicotomía donde puedes optar nuevamente entre dos opciones hasta que llegas al nombre del mineral que estás tratando de identificar.
Crea una dicotomía que te permita separar los tornillos del resto.
El método matemático se funda en el número y la cantidad, por lo que reproduce la dicotomía realidad-apariencia de la metafísica.
La forma correcta de presentar la dicotomía sería con las opciones: ser alto y no ser alto; de esta forma el elemento siempre podrá ser incluido en alguna de estas dos opciones.
No obstante, la dicotomía de los dos enfoques, tan patente en el esquema, no es real, sino consecuencia de la propia modelización, pudiéndoseencontrar en la naturaleza ejemplos intermedios.
Por ejemplo, si en una dicotomía una opción es: ser alto, la otra opción no puede ser: ser bajo, pues dejaría sin clasificar a los medianos.
Por ejemplo, si en una dicotomía una opción es: ser alto, la otra opción no puede ser: ser bajo, pues dejaría sin clasificar a los medianos, la forma correcta de presentar la dicotomía sería con las opciones: ser alto y no ser alto, de esta forma el elemento a clasificar siempre podrá ser incluido en alguna de estas dos opciones.
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