«Cristianismo a la carta» Algunas personas reclaman lo que se podría denominar un «cristianismo a la carta».
Algunos de ellos no se conocen, es decir, nunca se han obtenido en el laboratorio ni en la industria, pero deben estudiarse para después poder formular y denominar correctamente sus sales.
Con el tiempo este término se ha utilizado en la historiografía para denominar el periodo comprendido entre los siglos xvi y xviii (la Edad Moderna).
Cuando se disuelven, las soluciones acuosas resultantes tienen carácter ácido y entonces se deben denominar como ácidos: son los hidrácidos .
El conjunto de interrelaciones que genera la Red contribuye a lo que se ha dado en denominar aldea global.
El término «rococó» deriva de la palabra francesa «rocaille» («rocalla», en castellano), que se emplea para denominar algunas de las formas decorativas características de este estilo; y como en tantas otras ocasiones, fue acuñado con posterioridad y en sentido despectivo.
En estos casos, el componente que se halla en una cantidad más elevada se suele denominar disolvente.
En estos casos, se suele denominar disolvente al componente que se encuentra en mayor cantidad.
En la actualidad, se suele denominar técnica, sobre todo, a la forma de hacer una actividad.
Esta técnica se suele denominar, incorrectamente, reproducción asistida.
Los nombres que se utilizan habitualmente para denominar las especies son los nombres vulgares.
Los óxidos metálicos se pueden denominar también según la nomenclatura estequiométrica.
Oligarcas y caciques constituyen lo que solemos denominar clase directora o gobernante, distribuida o encasillada en «partidos».
Para denominar los óxidos de los metales, se usa la palabra óxido seguida del nombre del elemento.
Para denominar los óxidos no metálicos, es más habitual utilizar la nomenclatura estequiométrica que la de Stock, si bien ambas son válidas.
Para un primer nivel, habría que conocer los ácidos que llevan a su lado un asterisco y aprender a formular y denominar sus aniones, sus sales y sus sales ácidas.
Pero apenas hemos dicho esto nos percatamos de que denominar “coexistencia” al modo de existir yo con el mundo, a esa realidad primaria, a la vez unitaria y doble, a ese magnífico hecho de esencial dualidad, es cometer una incorrección.
Se trata del mundo sensible, compuesto por cosas materiales, cambiantes, el cual da lugar a un conocimiento de opinión, por lo que se puede denominar mundo dóxico (del griego doxa, opinión ).
Se utiliza el término maremoto o tsunami para denominar al movimiento del mar debido a los seísmos que ocurren en el lecho marino.
Sin embargo, a partir del siglo v a.C. desaparecen las referencias a Tartesos como reino y los textos empiezan a denominar a la zona Turdetania .
Un juicio como «El caballo es un animal», engloba los conceptos de caballo y animal, que se pueden denominar empíricos, porque se extraen de la experiencia sensible.
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