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76 oraciones y frases con deber

Las oraciones con deber que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar deber en una frase. Se trata de ejemplos con deber gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar deber en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • «Ser benéfico cuando se puede es un deber, y además hay algunas almas tan predispuestas a la compasión que incluso sin otro motivo de la vanidad o de la propia conveniencia, encuentran un placer interior en difundir alegría a su alrededor y pueden recrearse en la satisfacción de otros en tanto que es su obra.

  • Algunos Gobiernos demuestran una intensa tentación autoritaria al confundir el deber de proporcionar los medios para la educación con el control total de tales medios, imponiendo, así, un modelo de escuela y determinados enfoques o contenidos en materias morales o de conciencia.

  • Analiza la siguiente acción de acuerdo con la fi losofía práctica de ant y en relación con la distin ción antiana entre una actuación conforme al deber y una actuación por deber.

  • Ante las viejas y nuevas formas de pobreza —el desempleo, la emigración, los diversos tipos de dependencias—, tenemos el deber de estar atentos y vigilantes, venciendo la tentación de la indiferencia.

  • Argumento deontológico: prueba filosófica de la existencia de Dios que parte de la reflexión sobre la experiencia moral del deber y que, a partir de esta, se pregunta por el fundamento último de todo imperativo moral.

  • Así, por ejemplo, se podría a fi rmar que Pedro poseía una buena voluntad al lanzarse al agua para salvar a otra persona, porque ese era su deber, aunque esa persona se ahogara; sin embargo, Juan no tuvo una voluntad digna de elogio porque se lanzó al agua para ganar la estimación de los demás y no por el deber de salvar a una persona, aunque lograse evitar que se ahogara.

  • Cada uno tiene el deber de utilizarla con cuidado y no desper-diciarla.

  • De origen humilde, se le inculcó desde niño un fuerte sentido del deber.

  • Deber: necesidad de una acción por respeto a la ley; determina a la voluntad a actuar moralmente.

  • Deber: obligación que procede de un sentimiento positivo.

  • Del hecho de que el ser humano tenga dignidad se sigue que le correspondan unos derechos humanos que todos han de respetar y que cada uno tiene el deber de custodiar.

  • Desea ganar dinero, pero pone por encima su deber, que, en este caso, es no engañar nunca ni enriquecerse de manera injusta.

  • El criterio para saber si una voluntad es buena solo se encuentra en el deber ser, en lo que debería suceder.

  • El deber no proviene del ser, sino de la pasión o el deseo de realizar una acción porque resulta agradable y útil.

  • El deber ser proviene de la razón práctica (a priori), es decir, de la facultad que nos ofrece un conocimiento práctico universal sobre lo que todos deben hacer.

  • El tema sirve, por tanto, para hacer una exaltación, que se puede considerar romántica, del valor y la entrega incondicional a la patria en el cumplimiento del deber, por encima de los intereses personales.

  • El único deber que, según Kant, mueve a la voluntad sin condición alguna sería el imperativo categórico: «obra de tal modo que puedas querer que la máxima de tu actuación se convierta en norma de conducta universal».

  • En cambio, si fuese veraz porque es lo que debe hacer, sin un interés egoísta, entonces su voluntad estaría movida solo por el deber; por tanto, sería buena moralmente y merecedora de alabanza.

  • En consecuencia, una voluntad será buena si procura cumplir con el deber y mala si hace lo contrario.

  • En este caso, la voluntad que cumple con su deber se determina a obrar sin ningún otro motivo que el deber mismo, desinteresadamente, sin tener en cuenta las consecuencias positivas o negativas que este cumplimiento puede traer consigo.

  • En su dimensión social, una polis es justa cuando todos los ciudadanos desempeñan satisfactoriamente sus funciones en el conjunto y cumplen con su deber.

  • Es desinteresada, pues solo se obedecen estos mandatos por el deber moral de obrar bien.

  • Es un deber ayudar a las personas a morir bien, sin dolores físicos ni morales innecesarios, acompañadas por quienes las quieran.

  • Es un deber de justicia que todo ser humano viva en este ámbito las virtudes de la honradez —con rectitud e integridad— y la diligencia, es decir, cumpliendo ágil, esforzada y cuidadosamente la actividad.

  • Esa obra necesita el acuerdo de todos los vecinos y su coste se deber repartir entre todos los propietarios.

  • Este enfoque perduraría sin apenas discusión hasta la ética kantiana del deber.

  • Estos imperativos no son morales, porque no expresan una obligación universal y necesaria, y el deber que encierran no es querido por sí mismo.

  • Fuera de este principio, que forma parte viva de nuestro propio ser, no sentimos temor en reconocer que tenemos el deber ineludible de señalar al pueblo un plan de reivindicaciones mínimas, que ha de exigir, creando su propia fuerza revolucionaria.

  • Kant de fi nió el deber como «la necesidad de una acción por respeto a la ley», entendiendo por necesidad una determinación o disposición que hace actuar a la voluntad, y por respeto, un sentimiento de sumisión u obediencia a la ley que surge espontáneamente de la razón.

  • Kant rechazó el derecho de rebelión del pueblo contra el soberano, porque el pacto social no es un acuerdo entre individuos libres que se pueda retirar, sino una idea de la razón que hace que el soberano legisle de acuerdo con la voluntad general; pero el soberano, ante el súbdito, solo tiene derechos y ningún deber que lo limite.

  • Kant sostiene que hemos de actuar siempre por la sola idea del deber, pero independientemente de los efectos beneficiosos o no que puedan derivarse para nosotros de nuestras propias acciones.

  • La voluntad cumple con su deber, pero se determina a obrar no por el deber mismo, sino porque su acatamiento reporta algún bene fi cio a quien así obra, como puede ser dinero, placer o incluso la felicidad.

  • La actuación se realiza por deber, es decir, por un imperativo categórico.

  • La autoridad pública tiene el deber de defender la familia, protegerla y asegurar los medios precisos para su estabilidad y desarrollo.

  • La bondad o malicia de la voluntad reside, ante todo, en su adhesión al deber de hacer s e el bien, aun cuando no sea posible alcanzar los efectos deseados.

  • La educación es un deber, un derecho y una parte esencial del bien común.

  • La Institución que personifico integra a todos los españoles, y hoy en esta hora trascendental os convoco porque a todos nos incumbe por igual el deber de servir a España.

  • La libertad religiosa es un derecho y un deber para cada cristiano.

  • La opinión pública Todos formamos parte de la sociedad y tenemos el derecho y el deber de opinar sobre lo que sucede en nuestra comunidad.

  • La repercusión de las obras de ingeniería civil sobre los suelos deber ser evaluada para adoptar las medidas de protección adecuadas.

  • Las autoridades políticas y los individuos tienen el deber de paliar la carencia de bienes materiales o espirituales que impiden a una persona vivir dignamente.

  • Mediante la razón podemos conocer el deber u obligación moral, pero no establecerlo.

  • Nadie discutiría a los médicos su derecho y su deber de no intervenir en esas matanzas, y muchos esperarían que la población no permaneciese pasiva.

  • No se trata, a fi rman los representantes del pensamiento posmoderno, de rechazar la ética, sino de crear una ética débil y mínima, más allá del deber, que permita un individualismo responsable.

  • Para estos filósofos, lo primero en el hombre no es la conciencia del deber, sino la conciencia de que algo es valioso.

  • Para justificar por qué algo es mi deber, tengo que dar razón de los valores en que se basa.

  • Pero precisamente por esa definida razón, la política republicana tiene el deber de elevar las condiciones morales y materiales de los trabajadores hasta el límite máximo que permita el interés general de la producción, sin reparar, fuera de este tope, en cuantos sacrificios hayan de imponerse a todos los privilegios sociales y económicos.

  • Pero yo afirmo que, en tal caso, una acción como esa, por muy conforme al deber, por muy amable que sea, no tiene sin embargo verdadero valor moral, sino que corre pareja con otras inclinaciones, por ejemplo, con la inclinación a la honra, la cual, cuando afortunadamente da en lo que en realidad es de común utilidad y conforme al deber, y por tanto digno de honra, merece alabanza y aliento, pero no alta estima, pues le falta a la máxima el contenido moral, a saber, hacer esas acciones no por inclinación, sino por deber».

  • Pero, además, los ciudadanos tienen el derecho y el deber de intervenir en las decisiones y acciones de quienes los representan.

  • Pero, ¿cómo se puede saber cuál es ese deber en cada caso?

  • Pero, en este caso, no sería la conciencia del deber la que me induciría a prestarle ayuda, sino un mero sentimiento —el de lástima— y, por lo tanto, variable.

  • Por ejemplo: tenemos el derecho a recibir una formación integral adecuada y el deber de mantener una actitud positiva hacia el aprendizaje; tenemos el derecho a ser respetados y el deber de respetar a todos los demás; tenemos el derecho a una valoración objetiva de nuestro trabajo y, en contrapartida, tenemos el deber de no hacer trampas.

  • Por ello, hay que examinar siempre si se realiza solo por deber —que es el motivo más universal que puede haber— o por otros motivos particulares.

  • Por ello, el deber siempre se expresa en forma de imperativo, que se de fi ne como la formulación de un mandato (deber) en cuanto que constriñe la voluntad para hacerla buena (no solo conforme al deber, sino también por deber).

  • Por eso, estaría obrando conforme al deber, pero no por el deber mismo.

  • Por eso, la clave de la ética kantiana se encuentra en la idea de deber.

  • Por este motivo, las autoridades políticas y los individuos tienen el grave deber de paliar la pobreza que sufren otros seres humanos.

  • Por lo tanto, todos tenemos el deber de contribuir a que todo el mundo se encuentre a gusto.

  • Posteriormente, centraremos nuestra atención en éticas no eudemonistas, como la ética del deber de Kant y la ética material de los valores de Max Scheler.

  • Resuelto a no ceder en el camino emprendido por ningún género de consideraciones ni ante dificultades de ninguna especie, se cree en el deber de extirpar de raíz todo género de trastornos, persiguiendo hasta en sus más disimulados y recónditos abrigos a los perturbadores de la tranquilidad pública y a toda sociedad que, como la Internacional, atente contra la propiedad, contra la familia y demás bases sociales.

  • Se puede deber a procesos naturales internos o a cambios externos, causados por la acción del hombre y que afectan a la composición de la atmósfera o a los suelos.

  • Se puede decir que el valor moral de una acción libre no se encuentra en la acción misma o en los efectos que se esperan de ella, sino en el fundamento práctico a priori por el que esta se realiza: el deber.

  • Señaló que la adecuación de la voluntad al deber siempre trae consigo una constricción, porque existen impulsos no racionales en los individuos que se resisten a lo que dicta la ley práctica.

  • Si alguien admitiera que un efecto se puede deber a una serie in fi nita de causas, estaría negando el principio de causalidad, pues estaría a fi rmando implícitamente que ese efecto es posible sin causa alguna.

  • Si lo crees, razona a qué se puede deber este cambio de tendencia.

  • Si todo acabara en la vida presente, el logro de la felicidad podría quedar truncado por las exigencias del deber, de modo que el sumo bien que anhelamos resultaría completamente imposible.

  • Sin embargo, este hecho no significa que mantenga una actitud hostil ante el fenómeno religioso ni que, en sentido contrario, evada su deber de apoyar el desarrollo y el sostenimiento de la fe de los ciudadanos.

  • Sin embargo, Hume rechazó esta postura, ya que sostenía que el ser y el deber son dos nociones totalmente diversas.

  • Sin embargo, la conciencia moral presupone la libertad, pues las leyes morales son realizadas libremente por un sujeto que puede obedecerlas o no. Mientras que la razón teórica se ocupa de explicar el mundo de los fenómenos, del ser, la razón práctica se aplica a la acción libre, al deber ser.

  • Sostuvo que los cali fi cativos bueno y malo solo se pueden aplicar al hombre y a su voluntad, porque se rigen por leyes morales, que se ocupan del deber ser y se pueden acatar o no libremente.

  • Sus mandatos carecen de validez universal, al no buscarse por el deber mismo.

  • También quiero cumplir ahora el deber que me dicta el amor de la Patria.

  • Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.

  • Todos tenemos el deber de respetar y cuidar la vida de los demás, más allá de toda circunstancia (inteligencia, sexo, salud, etnia…).

  • Voluntad que actúa conforme al deber y por deber.

  • Y al faltar los medios normales de expresión de la verdad, se convierte en delito lo que de suyo no es más que el ejercicio de un derecho: así ha podido ocurrir que hayan sido detenidas personas por haber repartido hojas no autorizadas, en las que no se decía nada falso ni injusto, sino al contrario, cosas que el propio Gobierno tiene el deber de decir o permitir que se digan y que durante años viene silenciando.