• Español ES

18 oraciones y frases con costumbre

Las oraciones con costumbre que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar costumbre en una frase. Se trata de ejemplos con costumbre gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar costumbre en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • Asimismo, se reforzaron las relaciones de tipo personal, pues a las relaciones de dependencia de origen romano ( patrocinio ) se añadió la ancestral costumbre germánica del juramento de fi delidad del guerrero a su jefe ( comitatus ).

  • Aunque recuerda a la escultura arcaica griega contemporánea, prevalecen los rasgos etruscos: Los esposos comen juntos, práctica ajena a la costumbre griega.

  • Busca información en Internet sobre hábitos alimentarios relacionados con el clima, las costumbres del país, la religión y alguno relacionado con una costumbre familiar, y redacta un texto de unas cinco líneas.

  • El fruto inmediato es que su mirada se vuelve penetrante y lo que hasta entonces, por efecto de la costumbre, parecía evidente y carente de secretos, se llena de misterio.

  • En el parteluz, hacia el exterior, Santiago en posición sedente, sobre el árbol de Jesé; y por el interior, una figura arrodillada –según la tradición, un autorretrato del Maestro Mateo–, conocido popularmente como «Santo dos croques» por la costumbre de los peregrinos de golpearse la cabeza contra él.

  • En opinión de Kant, Hume tenía razón al a fi rmar que no hay experiencia de esa conexión necesaria, pero había errado al situar el origen de la idea de la relación causa-efecto en el hábito psicológico o la costumbre, porque esa idea es una categoría objetiva de nuestro entendimiento, que usamos para comprender los fenómenos de experiencia.

  • Era costumbre en los antiguos Persas pasar cinco días en anarquía después del fallecimiento de su rey, a fin de que la experiencia de los asesinatos, robos y otras desgracias les obligase a ser más fieles a su sucesor.

  • Ese saber es la ética (del griego ethós, ‘costumbre’).

  • Hábito: costumbre adquirida por repetición de actos.

  • Hume opina que estamos ante una idea compleja que es producto de la imaginación, la cual conecta un objeto con su usual acompañante por una costumbre o hábito psicológico: sentimos (impresión de re fl exión) que un objeto precede a otro de manera reiterada y esto da lugar a la idea de que ambos están necesariamente unidos.

  • La ausencia de idealización es absoluta, basta con reparar en detalles como la discreta indumentaria de los Reyes, las manos rudas de la Virgen o el fajero del Niño, según la costumbre de la época de fajar a los recién nacidos.

  • La conmoción existencial La costumbre y una vida absorbida por metas inmediatas y pragmáticas pueden sumirnos en una especie de anestesia en la que no cabe el asombro ni, por tanto, los interrogantes.

  • La moralidad es, pues, más propiamente sentida que juzgada, a pesar de que esta sensación o sentimiento sea por lo común tan débil y suave que nos inclinemos a confundirla con una idea, de acuerdo con nuestra costumbre de considerar a todas las cosas que tengan una estrecha semejanza entre sí como si fueran la misma cosa».

  • Las metáforas se transforman en conceptos debido al desgaste que producen el uso y la costumbre.

  • Ley: esta palabra está vinculada al latín regere (‘regir’, ‘dirigir’) y al griego nómos (‘costumbre’, ‘mandato’, ‘convención’).

  • Los romanos tenían la costumbre de situar los monumentos funerarios en las vías de entrada a las ciudades, ya que la ley prohibía expresamente que los entierros se realizaran dentro de las ciudades.

  • No existían gobernantes que dictaran leyes, sino tan solo cabecillas o consejos de ancianos, cuyo poder se basaba en el prestigio personal; y las normas se habían establecido por la costumbre, que todos respetaban.

  • Ya es costumbre que solo voten los que de una manera u otra sacan partido de las amistades y servicios políticos, y la inmensa mayoría de la nación, mirando tan importante acto con desdén, se abstiene de tomar parte en él, segura de no alcanzar por procedimientos representativos el remedio de sus males.