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14 oraciones y frases con contingentes

Las oraciones con contingentes que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar contingentes en una frase. Se trata de ejemplos con contingentes gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar contingentes en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • Además, Avicena aportó una prueba para la existencia de Dios que in fl uiría en la tercera vía tomista: los seres posibles deben su existencia a otro, que es su causa, pero es imposible que se dé una cadena in fi nita de causas contingentes, de manera que hace falta la existencia de un ser que les otorgue la existencia y sea necesario por sí.

  • Ahora bien, otro tipo de realidades que no sean contingentes, sino necesarias, no tendrán esa misma estructura de materia y forma, potencia y acto en su naturaleza.

  • Avicena retomó esta diferencia para fundamentar su distinción entre los seres contingentes y el Ser necesario.

  • Como de hecho se hace patente que, cuando se conoce a Sócrates y a su blancura en su ausencia, en virtud de ese conocimiento incomplejo ni se puede saber que Sócrates existe o no, ni que es blanco o no lo es, o que dista de tal lugar o no; y así a propósito de otras verdades contingentes.

  • En consonancia con el neoplatonismo, Avicena consideró que los seres contingentes derivan del Ser necesario a través de una serie de diez inteligencias.

  • En los entes contingentes, para Aristóteles, la forma sustancial era el acto o perfección última: el que proporciona la esencia o modo de ser a las cosas concretas.

  • En otras palabras, los seres materiales no son necesarios, sino contingentes.

  • Los entes, al ser contingentes, al poseer una composición última de esencia y ser, no se identi fi can con su ser, sino que participan de él.

  • Los seres contingentes —que son, pero podrían no haber sido— se generan y se corrompen; luego alguna vez no fueron.

  • Por esta diferencia real, todos los entes compuestos de esencia y acto de ser, son contingentes: cada esencia particular podría haber existido o no. Además, como el ser es común y las esencias son distintas, hay diversos grados de ser.

  • Por lo tanto, no todos los seres son contingentes: es preciso que en la naturaleza haya un ser necesario, ya que todo ser contingente ha de ser causado por un ser necesario.

  • Según san Agustín, las verdades inmutables —universales y necesarias— no se pueden encontrar en los datos sensibles, pues las realidades empíricas son cambiantes y contingentes.

  • Si todos los entes fueran contingentes, debería haber existido un tiempo en el que nada existió.

  • Supone «poner entre paréntesis» todos los elementos contingentes y prescindibles que impiden apreciar las esencias universales y necesarias.