«No es aceptable un crecimiento económico obtenido con menoscabo de los seres humanos, de grupos sociales y pueblos enteros, condenados a la indigencia y a la exclusión.
A su derecha, los elegidos se elevan hacia el cielo, y a su izquierda, los condenados descienden al infierno.
A su izquierda hay un grupo de cuatro ángeles, uno agita un incensario, otro muestra abierto el Libro de la Vida y los otros dos, armados de lanza y espada, evitan que los condenados abandonen el infierno.
Cuatro niños británicos que sufren una inmunodeficiencia genética grave llevan entre dos y tres años haciendo vida normal, fuera de las burbujas a las que estaban condenados.
De ese modo, las cosas y los seres están condenados a existir de nuevo en ciclos eternos.
El tema del tímpano es el Juicio Final, con su característica disposición: Cristo Juez en el centro y de mayor tamaño, rodeado en este caso por cuatro ángeles músicos con trompetas; a su derecha, los elegidos, en actitud serena; a su izquierda, los condenados, desnudos; en una esquina de los condenados San Miguel pesa las almas en una balanza.
En el centro y envuelto por una mandorla con estrellas y rodeado de nubes, Cristo Juez llama a los elegidos levantando su mano derecha, mientras con la izquierda hacia abajo señala el infierno a los condenados.
Es llamativo el horror al vacío de toda la portada y la adaptación al marco de las figuras de la banda superior, en especial la fila de los condenados, así como la expresividad de los apóstoles y la Virgen.
La prcedencia de los combatientes era muy variada: criminales condenados a muerte, prisioneros de guerra, esclavos u hombres libres voluntarios que cobraban una prima por combatir.
Los anarquistas –no por ley, pero sí en la práctica– fueron condenados a la clandestinidad y su organización quedó desarticulada.
Los miembros del comité de huelga fueron sometidos a consejo de guerra y varios resultaron condenados a cadena perpetua.
Podían ser profesionales, condenados a muerte, esclavos o prisioneros.
Según esta visión, las personas y los grupos no están condenados a enfrentarse unos con otros, sino que están llamados a colaborar o cooperar, a trabajar coordinadamente y a conciliar sus diversos intereses, tanto materiales como espirituales o personales.
Todo ello nos remite de nuevo al Barroco, e incluso a los «condenados» del Juicio Final de Miguel Ángel.
Una vez descubierta la conspiración, sus principales instigadores fueron condenados a unos meses de arresto y no se indagó sobre la trama oculta del golpe y el resto de implicados.
Los ejemplos de YourDictionary.com han sido recopilados de diversas fuentes para reflejar el uso actual e histórico de la lengua. Estos ejemplos no representan las opiniones de YourDictionary.com.