• Español ES

54 oraciones y frases con clero

Las oraciones con clero que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar clero en una frase. Se trata de ejemplos con clero gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar clero en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • Amplios sectores del clero interpretaron estas medidas como una provocación.

  • Así comenzó la guerra civil por la sucesión al trono en la Corona de Castilla: a En el bando de Isabel se alineaban los pueblos y ciudades en general, casi todo el clero, y la mayoría de los grandes linajes nobiliarios.

  • Aunque Lutero y Erasmo no se conocieron, el reformador protestante declaró que las ideas de Erasmo y sus invectivas contra la hipocresía fueron muy importantes para la formación de cida de Erasmo, Elogio de la locura, es una crítica a las costumbres corruptas del clero y las supersticiones.

  • Basándote en el texto, explica brevemente qué cambios, respecto a la etapa anterior, se habían producido en un sector del clero en relación con el régimen franquista.

  • Como movimiento de cierta amplitud social, contaba con dos apoyos básicos: un sector del clero, que percibía el liberalismo como el gran enemigo de la Iglesia y la religión; y una parte del pequeño campesinado, que veía amenazadas sus tradiciones y su situación económica por las reformas liberales.

  • El absolutismo consistió en la acumulación, por parte de los reyes, de gran parte de los poderes del Estado y en el mantenimiento de los tres estamentos propios del feudalismo: la nobleza, el clero y el pueblo llano.

  • El clero Igual que la nobleza, los eclesiásticos gozaban de privilegios, como el de tener tribunales propios o estar exentos de pagar impuestos.

  • El clero, a su vez, no solo había sido protegido del anticlericalismo republicano, sino que también recibió todo tipo de ayudas y prebendas de un Estado que se declaró o fi cialmente católico y que asumió la defensa de la religión y el mantenimiento de la Iglesia como asuntos prioritarios.

  • El ejército y el clero constituyeron una categoría aparte, y su poder e in fl uencia impregnaban todos los aspectos de la vida política, social y cultural de España.

  • El estado llano Todos los que no pertenecían ni a la nobleza ni al clero formaban parte del estado llano, también denominado estado general o plebeyo .

  • El papel de contrapeso a la autoridad del rey lo desempeñaban las Cortes, que defendían los intereses especí fi cos de los grupos sociales dirigentes de sus respectivos reinos (la nobleza, el clero y la alta burguesía).

  • El primer intento de revolución liberal burguesa El proceso de convocatoria de Cortes lo había iniciado ya la Junta Suprema Central, que pretendía aplicar el procedimiento tradicional del Antiguo Régimen; es decir, por brazos o estamentos (nobleza, clero y representantes de las ciudades).

  • En todo caso, llama la atención que casi todos coincidieron en denunciar unos mismos problemas: el endeudamiento de la monarquía, el lamentable estado de despoblación que sufría España, el agotamiento económico de Castilla, el enriquecimiento de los extranjeros con el oro y la plata procedentes de América, la pobreza de los españoles por su desprecio hacia el trabajo y el perjudicial aumento del clero.

  • En cambio, el número de religiosos aumentó, ya que ingresar en las filas del clero era una buena alternativa como medio de vida en tiempos de crisis.

  • En compensación por el patrimonio con fi scado a la Iglesia, el Estado se hacía cargo de los gastos del culto y del clero.

  • En concordancia con la idea de la Ilustración de que la nobleza debía hacerse merecedora de sus privilegios mediante un servicio activo como clase dirigente, se pretendía que los nobles de cada provincia, junto con otros miembros del clero y la burguesía, creasen sociedades de este tipo para fomentar el progreso de sus respectivos territorios, contando para ello con el apoyo de la monarquía.

  • En ellos Goya se muestra irónico y combativo con la corrupción de las costumbres, la superstición, la inmoralidad del clero o la ignorancia popular.

  • En España la burguesía era escasa y sin influencia, frente a la nobleza y el clero, que junto con la monarquía fueron los principales clientes del arte y condicionaron en gran medida sus características y desarrollo.

  • En la cabecera, la nave central se prolonga en un ábside semicircular con bóveda de horno, reservado al obispo y al clero mayor.

  • En lo sucesivo, la convivencia entre el clero y la República estaría plagada de di fi cultades.

  • En los territorios de la Corona de Aragón, la relación entre gobernante y gobernados se mantuvo dentro del concepto feudal de pacto entre el señor y sus vasallos, entendiéndose por vasallos en este caso solo los grupos sociales dirigentes (la nobleza, el clero y el patriciado urbano).

  • En los territorios donde triunfaron los rebeldes antifranceses se destituyó a las autoridades existentes y se crearon juntas locales, nuevos órganos de poder que en la mayoría de los casos estaban integrados por miembros de las viejas clases dominantes (nobleza y clero), aunque con nuevos compromisos políticos.

  • Entre ellos destacaban los pequeños y medianos propietarios rurales, las clases medias de las pequeñas y medianas ciudades, la oligarquía capitalista y empresarial, el ejército y el clero.

  • Estando persuadidos de que los principios religiosos son los que pueden todavía contribuir más poderosamente a conservar las Naciones en el estado de obediencia pasiva que deben a sus Príncipes, las Altas Partes Contratantes declaran que su intención es la de sostener cada una en sus Estados las disposiciones que el Clero por su propio interés esté autorizado a poner en ejecución, para mantener la autoridad de los Príncipes, y todas juntas ofrecen su reconocimiento al Papa, por la parte que ha tomado ya relativamente a este asunto, solicitando su constante cooperación con el fin de avasallar las Naciones.

  • Estas re flexiones tienen lugar con los individuos del clero y las gentes acaudaladas.

  • Fuera del clero solo algunos nobles o altos funcionarios sabían leer y escribir, y tenían algún libro.

  • Igualmente creció el número de religiosos, aunque en este caso por un motivo diferente: ingresar en el clero, como medio de vida, era una buena solución en tiempos de di fi cultades económicas.

  • La Guerra Civil fue el resultado fi nal de una multiplicidad de factores (profundas desigualdades económicas y sociales, radicalización de actitudes ante la religión y el clero, violenta confrontación de ideologías opuestas, etc.), que interactuaron y se reforzaron entre sí, hasta provocar una profunda división en el seno de la sociedad española.

  • La nobleza y el clero gozaban de privilegios reconocidos legalmente, mientras que el estado llano carecía por completo de ellos.

  • La propia Constitución determinaba también el procedimiento de elección de los diputados a Cortes, que era indirecto : primero, por sufragio universal de todos los ciudadanos varo- nes y mayores de edad –excluidos los miembros del clero regular– se elegía a unos delegados, quienes, después, se encargaban de elegir a los diputados.

  • Las contribuciones no eran iguales para todos, sino que variaban de unas zonas a otras y había grupos exentos, como la nobleza y el clero.

  • Las Cortes medievales eran convocadas por el rey y reproducían la estructura estamental de la sociedad, ya que estaban compuestas de tres brazos –en representación de la nobleza, el clero y las ciudades–, que deliberaban por separado.

  • Las catedrales urbanas desempeñaron desde el siglo una importante labor docente a través de las denominadas escuelas catedralicias, que impartían una instrucción elemental a los hijos de la burguesía y de la pequeña nobleza ciudadana, e incluso al clero, cuya ignorancia preocupaba a la propia Iglesia.

  • Los límites de la crítica ilustrada del Antiguo Régimen El pensamiento ilustrado fue un fenómeno minoritario, que se redujo a algunos círculos intelectuales de la nobleza y del clero, y a algunos plebeyos cultos.

  • Los nuevos clientes del arte eran los emperadores –Constantino, el primero de ellos– y las familias más aristocráticas de la sociedad romana, de las que procedía también el alto clero.

  • Pero al margen de las justi fi caciones ideológicas, la sociedad estamental presentaba las siguientes características generales : a La división social era muy rígida, ya que todo individuo estaba encuadrado en alguno de los tres estamentos (también llamados estados u órdenes ) de que se componía la sociedad: nobleza, clero o estado llano.

  • Pero este camino estuvo salpicado de di fi cultades y resistencias, en especial por parte de la nobleza y el clero, cuyos intereses chocaban con las pretensiones autoritarias y centralizadoras de los monarcas.

  • Pero, a diferencia de la nobleza, el estamento eclesiástico no era un estamento cerrado, sino que a él tenían acceso tanto los nobles como los miembros del estado llano, aunque los primeros acaparaban las altas dignidades eclesiásticas (alto clero), mientras que los segundos ocupaban los cargos inferiores (bajo clero).

  • Por consiguiente, la renovación intelectual fue limitada y se mantuvo muy fuerte la influencia social e ideológica de la nobleza y el clero.

  • Por el contrario, en el Antiguo Régimen existía una rígida división social en estamentos (nobleza, clero y estado llano); los derechos y obligaciones eran distintos para cada uno de ellos, con reconocimiento legal de privilegios a la nobleza y el clero; y la movilidad vertical (posibilidad de ascender o descender en la escala social) era muy escasa o nula.

  • Por otra parte, la extensión de la riqueza a nuevas capas sociales explica que aparecieran nuevos clientes con también nuevos encargos: a las tradicionales demandas de carácter religioso, ya vinieran del propio clero o de nobles y reyes, se añadieron las de obras destinadas al uso privado de la nobleza y la burguesía enriquecida, como los libros de horas ricamente ilustrados o los sepulcros monumentales.

  • Prueba de ello fueron los numerosos escritores eclesiásticos formados en las escuelas episcopales de Toledo, Sevilla o Zaragoza, dedicadas a la formación del clero católico.

  • Se estableció en Toledo, donde gozó de gran éxito entre el clero y la aristocracia locales, pero no consiguió agradar a Felipe II, cuyos gustos no coincidían con su original estilo.

  • Si hasta entonces la cultura había sido privilegio y monopolio del clero, y las grandes autoridades del pensamiento y la cultura habían sido también religiosas, con el Renacimiento la Iglesia perdió autoridad ideológica en favor de los filósofos y pensadores antiguos; una reflexión filosófica de Platón valía más que el argumento moral del Papa, por ejemplo.

  • Sin embargo, la mayoría de los nuevos libros eran de carácter religioso y destinados al clero, que los necesitaba para la liturgia o para su propia formación.

  • Son auténticas sátiras de la sociedad y la condición humana en las que Goya se muestra irónico y combativo con la corrupción de las costumbres, la superstición, la inmoralidad del clero o la ignorancia popular.

  • Su público lector lo constituían principalmente nobles y miembros del clero, aunque también había médicos, abogados, comerciantes y otros miembros del estado llano que gozaban de buena posición económica y alto nivel cultural.

  • Su control corría a cargo de representantes estatales y el objetivo era satisfacer la demanda de la nobleza y el clero de artículos de lujo (tapices, cristal, etc.) con productos fabricados en el país e, incluso, exportarlos.

  • Surgieron así escuelas catedralicias que impartían una instrucción también elemental dirigida a los hijos de la burguesía y de la pequeña nobleza urbana, e incluso al clero, cuya ignorancia preocupaba en primer lugar a la propia Iglesia.

  • Surgió así una estructura tripartita, de fi nida por la función esencial que cada grupo social o estamento desempeñaba para el conjunto de la comunidad: la nobleza (los «defensores»), cuyo cometido era la defensa de la comunidad; el clero (los «oradores»), encargado de rezar y velar por la salvación de las almas; y el estado llano (los «labradores» o trabajadores), al que correspondía trabajar para el mantenimiento de todos.

  • También en el estamento eclesiástico existía una jerarquía interna, con grandes diferencias de rentas y posición social entre el alto clero (obispos, abades, etc.) y el bajo clero (párrocos, curas rurales, etc.).

  • Tampoco se planteaba acabar con la sociedad estamental ni los privilegios de la nobleza y el clero, sino que estos desempeñaran un papel activo como clase dirigente al servicio del reino para ser merecedores de tales privilegios.

  • Tras una corta estancia en Madrid, se instaló definitivamente en Toledo, donde gozó de un gran éxito entre el clero y la aristocracia locales.

  • Una ley especial regulará la total extinción, en un plazo máximo de dos años, del presupuesto del Clero.