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13 oraciones y frases con carlista

Las oraciones con carlista que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar carlista en una frase. Se trata de ejemplos con carlista gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar carlista en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • Ante la abdicación del rey, las Cortes, en reunión conjunta del Congreso y el Senado, proclamaron la República, pero esta tampoco consiguió estabilizar el sistema, ya que a los problemas heredados –guerra carlista, guerra de Cuba, etc.– se añadió el con fl icto dentro de las fi las republicanas entre unitarios y federalistas .

  • Ante la amenaza carlista, los militares se convirtieron en una pieza clave para la defensa del régimen liberal.

  • De hecho los campesinos fueron los grandes sacri fi cados de las reformas liberales, ya que no se reconocieron sus derechos sobre las tierras señoriales ni se les facilitó el acceso a las propiedades desamortizadas, lo que explica su oposición al régimen y el apoyo de algunos sectores a la causa carlista.

  • El general Espartero gozaba de una gran reputación como auténtico vencedor de la primera guerra carlista.

  • El agotamiento carlista provocó fi nalmente una división interna del movimiento entre dos grupos: los intransigentes, partidarios de seguir la guerra; y los moderados, encabezados por el general Maroto, partidarios de llegar a un acuerdo honroso con el enemigo.

  • En sus comienzos, el ideario político carlista era difuso, pero con el tiempo se fue articulando en torno a unos pocos princi- pios elementales: a La tradición política del absolutismo monárquico .

  • Ideario y apoyos sociales del carlismo Como opción dinástica, el movimiento carlista apoyaba las pretensiones al trono del hermano de Fernando VII, Carlos María Isidro, y de sus descendientes, en contra de la línea sucesoria femenina de Isabel II.

  • La situación política y fi scal no era tan grave como durante la desamortización anterior, ya que la segunda guerra carlista no supuso tanto gasto como la primera y el régimen liberal estaba más consolidado.

  • Lo fue ya desde sus comienzos, marcados por una larga y cruenta contienda civil, la primera guerra carlista, en la que se decidía en principio quién habría de ser el titular del trono: Isabel II, nombrada heredera por el difunto rey, o el hermano de este, Carlos María Isidro.

  • Pero la identi fi cación del pretendiente carlista con el más estricto absolutismo del Antiguo Régimen empujó a los defensores del trono de Isabel II a buscar apoyo en los liberales, que eran numerosos en el ejército, en especial entre los cargos altos e intermedios.

  • Su espadón y fi gura indiscutible fue el general Espartero, militar de gran carisma popular por su papel en la primera guerra carlista.

  • Sus objetivos, determinados por la crítica situación que atravesaba el país –primera guerra carlista y estado ruinoso de la Hacienda–, fueron esencialmente tres: a Sanear la Hacienda, mediante la amortización parcial de la deuda pública.

  • Unos y otros aspiraban al restablecimiento de una monarquía católica y autoritaria, pero mientras los carlistas carecían de candidato de fi nido para el trono –el último titular de la rama carlista había muerto sin sucesión directa– y defendían la tradición de los fueros locales, los juanistas optaban claramente por la continuidad de la línea dinástica reinante en España y rechazaban cualquier forma de autonomía, incluidos los fueros locales tradicionales.