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8 oraciones y frases con bética

Las oraciones con bética que te presentamos a continuación te ayudarán a entender cómo debes usar bética en una frase. Se trata de ejemplos con bética gramaticalmente correctos que fueron redactados por expertos. Para saber cómo usar bética en una frase, lee los ejemplos que te sugerimos e intenta crear una oración.
  • Así, las áreas más importantes de yacimientos geotérmicos potenciales de alta entalpía, con temperaturas óptimas para la calefacción urbana e indus trial se sitúan en España en las Islas Canarias, la región de la Garrotxa (Girona), las zonas internas de la Cordillera Bética y Ciudad Real.

  • Bética: con Corduba, la actual Córdoba, como capital, era una de las provincias más ricas.

  • C. representó un momento culminante en cuanto a la aportación de grandes fi guras hispanas al mundo de cultura latina, con dos focos principales: a La Bética, provincia de la que eran originarios Séneca, uno de los grandes maestros del estoicismo, el poeta Lucano, sobrino del anterior, Columela, autor del más famoso tratado de agronomía de la Antigüedad, y el geógrafo Mela .

  • En todas ellas, cada uno de los personajes es identificado mediante una inscripción en caracteres griegos, ya que esta lengua era de uso frecuente en la Bética.

  • Hispania se convirtió en una diócesis de la prefectura de las Galias y quedó compuesta por siete provincias: cinco en la Península – Bética, Lusitania, Cartaginense, Gallaecia y Tarraconense –, una en el norte de África – Mauritania Tingitana – y otra que integraba a las islas Baleares – Baleárica –. Sin embargo, ni la reforma administrativa ni las llevadas a cabo en los ámbitos económico, social o militar consiguieron cambiar las tendencias apuntadas anteriormente (el declive de las ciudades, la ruralización de la economía y la polarización social).

  • La Bética, con capital en Corduba (Córdoba), era la única senatorial, pues comprendía la zona más romanizada de la Península y no era, por tanto, necesaria la presencia permanente de legiones.

  • La otra rama de los vándalos (los silingos) y los alanos se repartieron entre la Bética, la Cartaginense y la Lusitania, pero no se tiene información histórica fi dedigna sobre lo que ocurrió con ellos después.

  • Mérida era la capital de la Lusitania; por su parte, la capital de la Tar- raconense era Tarraco, y la de la Bética, Hispalis, la actual Sevilla.